Re: Elena White y Cristo
Perdón no me percaté del sentido de tu respuesta.
Tú respuesta es SI.
O sea que para ti, sólo por seguir a Elena W. Dios pudo ser vencido por una creación rebelde suya.
Esperaba que no fuera así tu respuesta; pero ya varios han sostenido tu postura; por ejemplo el docetismo gnóstico, Pablo de Samosata, así como Nestorio, y el nestorianismo claro, entre otros.
Los cristianos creemos que Jesús, el Cristo, es verdadero Hombre y verdadero Dios, Dios Hijo en toda plenitud.
La Divinidad y Humanidad de Cristo son unidas en su sola persona; eso se da en la Encarnación del Verbo.
Cristo es siempre Hombre sin dejar, por un sólo momento de ser Dios. Si tú afirmas que hubo la posibilidad de que Jesús fuera vencido por el diablo, crees que hay la posibilidad de que Dios sea vencido por alguna de sus criaturas, y lo peor es que hablas de la creación rebelde por antonomasia.
La Biblia niega esa posibilidad:
πειράζω puede ser traducido como tentación, pero también como prueba que es también la traducción valida; si Dios no es tentado por nadie, si puede ser probado, Jesús probó que como el Nuevo Adán se podía regenerar a la raza humana por medio de se obediencia al Padre, de quien es consubstancial, junto con el Espíritu Santo.
Si tú afirmas que Cristo pudo pecar, estás afirmando que la inseparable (por esencia) naturaleza Divina y Humana de Jesús estaban en pugna, lo que es otro absurdo.
Dime si, siguiendo a Elenita, Cristo en el momento de la prueba le cupo la posibilidad o corrió el riesgo de ser tentado: ¿Qué pudo desear de lo que le ofrecía el enemigo?:
¿El pan?
¿El poder y la gloria terrenal?
¿La soberbia lo llenó?
¿Jesús no sabía que todo lo que le ofrecía el enemigo era suyo por derecho propio?
Al decir que Jesús tuvo el riesgo de perderse quiere decir que algo de lo que el enemigo le ofreció realmente lo deseó.
¿Pudo Jesús desear cualquiera de estas cosas que le ofreció el diablo?
Recuerda que el sólo deseo de cometer la acción es ya pecado, si Jesús deseó algo que le ofreció el enemigo quiere decir que pecó de pensamiento.
La Palabra dice:
Elenita da a entender que si Jesús corrió el riesgo de perderse, quiere decir que Jesús cayó en la concupicencia (Etim: Latín, con- plenamente, cupere, desear. Concupiscentia, deseo, ambición.) Que en griego se escribió:επιθυμια o deseo.
Elenita dice en ese mismo capítulo 13 de su libro:
Yo te preguntó: ¿Dios no nos llama a soportar la tentación? ¿Por qué Elenita dice que la tentación es insoportable para los hombres? ¿Jesús no nos dijo que imploraramos "No nos dejes caer en tentación"?
Si Dios es el que nos da la gracia para no caer en la tentación, como el Dios y Hombre verdadero iba a correr el riesgo de perderse.
Si tú sigues a Elenita en este asunto simplemente estás dividiendo la inseparable naturaleza divina y humana del Señor.
Sí, hasta Cristo mismo lo sintió cuando dijo"Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Perdón no me percaté del sentido de tu respuesta.
Tú respuesta es SI.
O sea que para ti, sólo por seguir a Elena W. Dios pudo ser vencido por una creación rebelde suya.

Esperaba que no fuera así tu respuesta; pero ya varios han sostenido tu postura; por ejemplo el docetismo gnóstico, Pablo de Samosata, así como Nestorio, y el nestorianismo claro, entre otros.
Los cristianos creemos que Jesús, el Cristo, es verdadero Hombre y verdadero Dios, Dios Hijo en toda plenitud.
La Divinidad y Humanidad de Cristo son unidas en su sola persona; eso se da en la Encarnación del Verbo.
Cristo es siempre Hombre sin dejar, por un sólo momento de ser Dios. Si tú afirmas que hubo la posibilidad de que Jesús fuera vencido por el diablo, crees que hay la posibilidad de que Dios sea vencido por alguna de sus criaturas, y lo peor es que hablas de la creación rebelde por antonomasia.
La Biblia niega esa posibilidad:
San 1:13:
θεος απειραστος εστιν κακων πειραζει δε αυτος ουδενα .
Mateo 4:1
τοτε ο ιησους ανηχθη εις την ερημον υπο του πνευματος πειρασθηναι υπο του διαβολου.
πειράζω puede ser traducido como tentación, pero también como prueba que es también la traducción valida; si Dios no es tentado por nadie, si puede ser probado, Jesús probó que como el Nuevo Adán se podía regenerar a la raza humana por medio de se obediencia al Padre, de quien es consubstancial, junto con el Espíritu Santo.
Si tú afirmas que Cristo pudo pecar, estás afirmando que la inseparable (por esencia) naturaleza Divina y Humana de Jesús estaban en pugna, lo que es otro absurdo.
Dime si, siguiendo a Elenita, Cristo en el momento de la prueba le cupo la posibilidad o corrió el riesgo de ser tentado: ¿Qué pudo desear de lo que le ofrecía el enemigo?:
¿El pan?
¿El poder y la gloria terrenal?
¿La soberbia lo llenó?
¿Jesús no sabía que todo lo que le ofrecía el enemigo era suyo por derecho propio?
Al decir que Jesús tuvo el riesgo de perderse quiere decir que algo de lo que el enemigo le ofreció realmente lo deseó.
¿Pudo Jesús desear cualquiera de estas cosas que le ofreció el diablo?
Recuerda que el sólo deseo de cometer la acción es ya pecado, si Jesús deseó algo que le ofreció el enemigo quiere decir que pecó de pensamiento.
La Palabra dice:
Santiago 1:
14 Sino que cada uno es probado por su propia concupiscencia que le arrastra y le seduce.
15 Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
Elenita da a entender que si Jesús corrió el riesgo de perderse, quiere decir que Jesús cayó en la concupicencia (Etim: Latín, con- plenamente, cupere, desear. Concupiscentia, deseo, ambición.) Que en griego se escribió:επιθυμια o deseo.
Elenita dice en ese mismo capítulo 13 de su libro:
Había soportado la prueba, una prueba mayor que cualquiera que podamos ser llamados a soportar.
Yo te preguntó: ¿Dios no nos llama a soportar la tentación? ¿Por qué Elenita dice que la tentación es insoportable para los hombres? ¿Jesús no nos dijo que imploraramos "No nos dejes caer en tentación"?
Si Dios es el que nos da la gracia para no caer en la tentación, como el Dios y Hombre verdadero iba a correr el riesgo de perderse.
Si tú sigues a Elenita en este asunto simplemente estás dividiendo la inseparable naturaleza divina y humana del Señor.