"EN BUSCA DE TU IDENTIDAD"

Oscar Capi

¡Shalom!
17 Noviembre 2005
1.871
29
www.cielosnuevosytierranueva.org
Aunque te parezca que este estudio es muuuyyyy largo, te reto a que lo leas.
¡A que no te atreves a leerlo!
(Al fin de cuentas, te aseguro que hemos leído cualquier otra literatura barata, así que.....¿por qué no leer esto?)


“EN BUSCA DE TU IDENTIDAD”


Esto que voy a compartir en este estudio, para mi ha sido muy revelador. Creo que en la medida que le permitamos al E.S. que nos revele lo que estaremos tratando en él, nos va a permitir poder comprender claramente muchas actitudes que tomamos, y la que toman muchos de los seres humanos.
Vamos a responder muchos “por qué’s” de nuestra manera de comportarnos y de otros. Y sobre todo, traerá libertad a nuestra vida. :argue:
:confused:

El Señor en su Palabra nos presenta nítidamente nuestra forma de ser y de actuar ante la vida. Y el propósito de esta plática, es llegar a apropiarnos de la libertad plena que Dios quiere para cada uno de sus hijos. Esta platica va dirigida a creyentes que siguen cautivos en la condenación religiosa. Por eso le pido al E.S. que use mis palabras en esta hora para traer libertad a todos los que lean este mensaje, en la medida que usted se lo permita. Así que dispongamos nuestro corazón y nuestro entendimiento a su voz.



Leemos ahí en Génesis todo acerca de la creación del hombre. Dice ahí....
"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."

Fuimos creados a su imagen. Hebreo: “tselem” .....que significa: “Conforme al corazón de Dios”. Es decir, fuimos creados conforme a su corazón.


Y luego encontramos esta instrucción...
"Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra."


“Fructificad, sojuzgad y señoread sobre la creación”. No encontramos aquí ninguna otra instrucción que Dios haya dado al hombre. En pocas palabras en estas instrucciones el Señor está diciendo al hombre disfruta de todo lo que yo hice para ti. Sería absurdo tan solo el imaginarnos a Dios diciendo al hombre...”Tienes que hacer esto y esto y esto para que puedas disfrutar lo que yo te di”.
Todo estaba perfectamente hecho. Por tanto dice la escritura....
"Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera."


No había nada más que hacer, todo era perfecto conforme al propósito de Dios.
"Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás."

Y aquí viene la gran mentira.....
:FIREdevil:
"Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios.”


Debemos tener bien en claro que el haber creído en esa mentira fue por decisión propia del hombre. Cualquiera de nosotros lo hubiera hecho también. Así que no debemos culpar a Adán y a Eva por ello, y echarles la culpa de todo. Aunque como veremos, es justo lo que hacemos. Ellos, Adán y Eva, como iremos viendo, nos representan nítidamente como somos. Ellos decidieron creer en esta mentira....”creer que podían ser como Dios.” :Tasty:


Y es así como encontramos al hombre siendo expulsado del jardín del Edén, tras su decisión de creer en esa mentira, y en el intento de encontrar vida en sí mismo. Intentando encontrar el amor incondicional que recibían, su identidad, su significado, el sentido de su vida, su valor, en la voz... pero ya no en la de Dios, sino en la de las criaturas, en este caso en la de la serpiente.

El hombre se creyó aquella mentira de que podía ser como Dios, es decir, creer que podía vivir su vida independiente de Dios, de su creador, de aquel que le había dado vida.
Como dijimos, Adán fue creado a imagen y semejanza de Dios. Y cuando el se vio a si mismo, dice la escritura que se dijo yo soy “ish”, es decir, soy yo mismo, tengo una identidad propia. ¿Quién soy yo?...soy yo mismo, soy un hijo de Dios, único, amado. Adán tenía una identidad propia, él sabía que Dios era su creador y que sin él no era nadie.
Recordemos que dice la escritura que él había puesto nombre a todos los animales sobre los cuales se le había dicho señoreara sobre ellos. Y esta instrucción “señorear” significa que él era distinto a los animales, que también habían sido creados, pero que no eran como él. De manera que cuando llega a si mismo, dice yo soy “ish”, soy yo mismo.

Después Dios crea a Eva de una de las costillas de Adán, hace caer en un sueño profundo a Adán y toma una de sus costillas; y cuando Adán despierta y la ve, dice ish”, pero al verla bien, además de decir ¡Wow!...(fuit fuiuuu)... dice Isha”; es decir...Adán esta diciendo “soy yo, pero en forma diferente, ella es “isha”.

Y dice la escritura que ambos se paseaban en el huerto escuchando la voz de Dios y estaban ambos desnudos y no se avergonzaban.
Ellos escuchaban la voz de Dios. Y esto es bien importante que lo entendamos, porque lo que Dios nos dice es...te amo, eres mi hijo, mi gracia está sobre ti. Todo esto está implícito cuando le dice...”disfruta” de todo lo que hice para ti.

Por favor guarde también esta expresión...”...y no se avergonzaban”; del hebreo “buwsh” (bowsh) { vwBo} Significa: “estar seguro de si mismo”, es decir, ellos sabían quienes eran, tenían una identidad propia. Podían caminar seguros de si mismos sin avergonzarse. De manera que su identidad estaba basada en QUIENES ERAN ELLOS, EN DIOS su creador, que se paseaba con ellos en el huerto y les decía TE AMO hijo amado, disfruta de todo cuanto hice para ti.
La voz de Dios les daba su identidad, su seguridad de quienes eran ellos.

Así que Nuestra identidad debe estar basada en “QUIEN SOY” en Dios.

Nosotros fuimos creados para descubrirnos a nosotros mismos por medio de una voz, y antes de la caída aquella era la voz de Dios. Aquella voz del creador que nos había dado aliento de vida, y que nos había entregado la creación.
Pero al haber perdido esa comunión, al haber creído en la gran mentira, a partir de ese momento el hombre no tuvo más remedio que darse la vuelta y dirigirse a otros seres humanos y buscar en su voz, en su sonrisa, en su afirmación, para así conseguir sentir que tiene valor, que tiene sentido, y que tiene propósito. ¿entendemos lo que estamos diciendo?
¡Estamos escuchando la voz de la criatura, en lugar de escuchar la voz del creador!
En otras palabras, queremos recuperar nuestra identidad buscando en la voz de la criatura y no en la voz de Dios.[/COLOR][/U]

Y al estar, en ese sentido, separados de la presencia de Dios, de su voz, al estar separados de su amor incondicional, la Biblia dice que eso es muerte, que el hombre está muerto en vida. Y todos nosotros hemos estado en esa situación, no estamos hablando de otra persona, todos nosotros hemos estado ahí.
Muchos creyentes sienten como que sus pies siguen ahí, y que se siguen arrastrando en ese estado de separación. Y habiendo llegado ya a este siglo XXI, seguimos creyendo en esa mentira de que nosotros podemos encontrar nuestra identidad y nuestro significado EN nosotros y DE otros, esa mentira ya ha pasado por millones de experimentos desde el jardín del Edén, ¿nunca han pensado en esto?.


Y aquí se suscitan dos condiciones, o dos clases de hombres, por así decirlo:
A) La primera clase, es que muchos hombres siguen creyendo en la mentira totalmente, y cree en ella como si fuera la verdad final. Cree que puede vivir en forma independiente de Dios, caminar separado de Dios, y cree que puede ser perfecto, autosuficiente, con todo bajo control, o como dice Génesis “como Dios”. Y cuando escucha la Palabra de Dios la considera como algo sospechoso, como cree en la mentira como en la verdad absoluta, a la palabra de Dios la considera como sospechosa. Estos son los que no aceptan el evangelio y rechazan una y otra vez a Dios abiertamente.

B) La segunda clase de hombres, son aquellos que saben de esta mentira, que saben que han caído, son creyentes, pero que no han recuperado su identidad plena. Y de esta clase de hombres es de la que vamos a hablar de aquí en adelante. A la primera clase la vamos a dejar por hoy. Y aquí vamos a encontrarnos en Adán y Eva, a la gran mayoría de creyentes de toda la historia.



Decíamos que Adán y Eva se sintieron avergonzados
Dice la escritura que ellos... "oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. “
Y estas expresiones que leemos en este pasaje “se escondieron”, “tuve miedo”, “me escondí”, son también traducidas como “y me avergoncé”.
:peepwallA

Y esto es muy importante que lo entendamos, porque esta vergüenza tiene mucho que ver con el hecho de seguir creyendo en la mentira también. Pero en lugar de arrepentirse y de reconocer que la hemos creído y venir y pedir perdón a nuestro Dios, y volvernos a él para disfrutar de él. En realidad como que hacemos que dejamos de creer en ella, pero seguimos creyendo en ella.
Como que tenemos un pie adentro y otro afuera. “De tin marin, de do pingüe”.

Cuando Adán y Eva cayeron, dice la escritura que fueron expulsados del Jardín de Edén. Pero Dios no dijo: “Bueno como me desobedecieron ahora que se amuelen...ni modo”, y se quedó con los brazos cruzados. No. Toda la Biblia nos dice lo que nuestro Dios hizo para que tu y yo pudiéramos volvernos a él. Para que tu y yo pudiéramos volver a entrar al huerto y disfrutar de todo lo que él creó para nosotros.

Su propósito original no ha cambiado a pesar de lo que hicimos. Nuestro Dios nos ama tanto que el envió a su Hijo unigénito a este mundo, para que por medio de su sacrificio en la cruz del calvario todo aquel que en el cree no se quedara fuera de su presencia, sino que se volviera a él y pudiera disfrutar de su propósito original.

Nuestra identidad perdida, en Cristo es recuperada. En Cristo soy “QUIEN SOY” otra vez. :angel2_2:


Pero aquí entra aquella vergüenza de la que estamos hablando. Porque mientras que nuestro Dios ya hizo todo lo necesario para volvernos a él, seguimos creyendo en la mentira de que podemos vivir separados de él. Un creyente es confrontado por la palabra y se siente avergonzado de no ser como debería ser, no termina por convencerse de “QUIEN ES”.
Y como cree en la mentira, y se suponía que debe ser como Dios, y se suponía que debe ser perfecto, y se suponía que podía caminar haciendo a un lado a Dios, que debería estar en control, ser autosuficiente, y se da cuenta de que no lo soy. Entonces se avergüenza de ello.

En lugar de reconocer que por supuesto que así son las cosas, cuando estoy separado de Dios, me avergüenzo. Y así intento neutralizar mi vergüenza en la sonrisa de los demás. Mientras los demás digan que yo estoy bien, puedo neutralizar mi vergüenza, aunque sea por unos instantes.
Consigo una pasajera sensación de placer y soy capaz de olvidar por unos minutos mi vergüenza. Hay ya una nueva ecuación para el ser humano.


Así que esta clase de hombres, son creyentes que ahora tiene una “nueva identidad”. Ahora ya no es “QUIEN SOY”, sino ahora es... “LO QUE HAGO”. Como decíamos...”QUIEN SOY” Quiere decir que soy una persona creada a imagen de Dios, que soy amado.
Y ahora en esta nueva identidad comienza por...”LO QUE HAGO”; es decir tengo que hacer algo aquí, estoy avergonzado de lo que se supone que debería de ser, entonces tengo que cambiar mi enfoque. Y deja de ser LO QUE SOY, y pasa a ser LO QUE HAGO. He dejado de ser un “SOY, y soy amado”; y ahora tengo que hacer algo para justificar mi existencia.


Así que esta nueva fórmula para conseguir mi identidad es:
LO QUE HAGO (+) MI ÉXITO EN LO QUE HAGO (Es decir, mis posesiones), he tenido éxito por lo tanto he logrado tener todas estas posesiones. Y a esto le sumamos (+) LO QUE TU PIENSAS ACERCA DE LO QUE YO HAGO. Es decir...¿cuál fue tu calificación sobre lo que yo hago?

Así:
LO QUE HAGO
+ MI ÉXITO EN LO QUE HAGO
+ TU CALIFICACIÓN SOBRE LO QUE HAGO
= MI IDENTIDAD
:101010:


Tenemos esta nueva identidad basada en la vergüenza. Entonces, si tu dices que estoy haciendo un buen trabajo, si te asombra todo lo que hago y lo que tengo, entonces siento que tengo identidad, que tengo valor como persona. Pero si me dices que no valgo para nada, entonces me derrumbo. Estoy encadenado por los resultados de aquello que hago.

Pensemos por un momento, dentro del jardín del Edén no encontramos a Eva como Eva. Eva aparece como Eva después de la caída. Quién estuvo en el jardín del Edén antes de la caída fue “Isha”, como dijimos Adán la llamó como “QUIEN ERA”, Ella era “Isha”, que significa...”yo misma”. En la Biblia se traduce como “varona” o “mujer”. Adán se llamó a si mismo “Ish”, que es “Yo mismo”, por tanto cuando la ve frente a él, le llama “Isha”.
Pero fuera del jardín, los dos ya estaban “desnudos” o avergonzados de quienes eran; y afuera del jardín es que Adán la llamó Eva. Así que ahora “Isha” era la “madre de mis hijos”; es decir, ahora Adán la llama en términos de lo que hacía (ser madre).

Ahora los creyentes nos vemos los unos a los otros en términos de lo que hacemos. Me vez a mí en los términos de lo que hago, y yo te veo a ti en los términos de lo que haces. Esto es en esta nueva fórmula, fuera de Cristo, ¡claro está!

Ya no nos vemos como personas amadas (como “ishes”), ya no nos vemos como individuos hechos a imagen y semejanza de Dios, No. Ahora nos calificamos los unos a los otros. Ahora nos basamos en lo que hacemos y en cómo funcionamos. Si fracaso en los términos de lo que hago, entonces inmediatamente me considero un fracasado. Y mientras yo siga intentando definirme a mi mismo delante de ti en lo que hago, y mientras siga intentando definirme a mi mismo ante Dios por lo que hago, mi vida inevitablemente estará llena de vació, de dolor y de frustración. Este es el camino de la mentira, sigue surtiendo efecto.
Pues bien....Todo esto es lo que está implícito en esa expresión de Génesis....”me avergoncé”, “sentí vergüenza”

Y por supuesto que este dolor o esa vergüenza, se hace cada vez más fuerte, y aún se va acumulando generación tras generación. El dolor y la frustración se van haciendo cada vez más fuertes. Y ese dolor y separación lo percibimos como creyendo que Dios nos rechaza o nos pide que debemos hacer cada vez más y más cosas, porque no somos lo suficientemente buenos. No hemos creído que él ya lo hizo todo. Y entonces nos volvemos a las cosas creadas, e inmediatamente nos ponemos una máscara, porque así los demás no pueden descubrirnos. Nos volvemos a las cosas creadas, para buscar anestesiarnos momentáneamente de esa vergüenza, de ese dolor.

Y es justo aquí donde entran las drogas y el alcohol, y todos los vicios y excesos; es decir, es donde entra “el tengo que hacer esto para olvidar”. Pero también es aquí donde entran los “otros vicios”, a los que yo llamo ministerios religiosos; es decir...el “tengo que hacer esto para.....”. El dolor que siento en mi interior es demasiado grande y necesito anestesiarlo, y así empiezo a encontrar en las cosas creadas ese amor que estoy buscando desesperadamente.

¿No es increíble, por ejemplo, ver que cuando mi corazón está clamando en busca de amor, voy y abro el refrigerador, o voy a la tienda y me lleno de comida chatarra? Esto es ridículo, comer, comer, comer, y más cuando mi cuerpo está ya lleno de comida; y le meto más y más, piénsenlo. Pongámoslo encima de la mesa y expongámoslo a la luz, en la medida que reconozcamos esto, habrá sanidad en nuestra alma.

Nos da risa tan solo el pensar que la comida podrá satisfacer nuestra hambre espiritual. Sólo Jesús es el pan de vida. Pero estamos tan confundidos porque tenemos tanta hambre y la gente no puede satisfacer nuestra necesidad, que me vuelvo a las cosas para intentar hacerlo. Me voy al centro comercial y me pongo a comprar cosas que no necesito, pero que tengo que hacerlo para anestesiar momentáneamente mi dolor. Me compro ropa que no necesito y que nunca me voy a poner. Porque de alguna forma creo que esa ropa me hiciera verme mejor y la gente va a correr a abrazarme y me pudiese amar por traerla puesta.
Estos son solo unos ejemplos de nuestra reacción para anestesiar nuestra vergüenza.


El otro día vi una calcomanía pegada en el vidrio de un coche que decía: “Busco amor, me conformo con sexo”. Nunca había leído una frase tan real. “Busco amor, pero me conformo....” y aquí ponga cada uno aquello con lo que se están conformando.

Podemos aún cambiar de adicciones, no estamos diciendo que todos padecen de las mismas adicciones. Podemos dejar de ser adictos a esto, pero lo somos de aquello otro. Dejamos de ser adictos de drogas, pero nos convertimos en adictos a otras drogas, hasta de las drogas religiosas, que hasta son socialmente más aceptables. Ahí nadie te dice nada, recibes mejor calificación de los demás. Un adicto al tabaco o al alcohol, recibe mejor calificación que un cocainómano o que un mariguano. Un adicto al refresco o a la comida chatarra, también es más aceptado que un adicto a la pornografía. Lo mismo sucede con un adicto a la religiosidad, es más bien visto por los demás.

Pero nadie, nadie estamos libres de adicciones, hasta que recibimos el amor incondicional de Dios. Porque eso es lo que hemos estado buscando todo el tiempo, y nos ha llevado a buscarlo en las cosas creadas. El amor incondicional de Dios es la única respuesta a todos nuestros anhelos. Ese amor que buscamos en la gente y en las cosas y en los vicios, sólo puede ser satisfecho en el amor de Dios. Pero diciendo creer en ese amor, lo cierto es que no hemos terminado por creer en él.

¿Cómo manejo mi estado de separación de Dios? Al hecho de que sigo caminando separado de él.... E insisto, estamos hablando de creyentes ¿Cómo lo manejamos? Como hemos dicho, siento vergüenza, como la sintió Adán y Eva. Voy a actuar también delante de él, creyendo que le engaño, voy a vivir mi vida frente a Dios avergonzado. Todos lo hemos hecho, y lo hacemos de diferentes maneras.


Y aquí vamos a ver dos actitudes que tomamos los creyentes ante esta situación. Miremos a Adán, ¿Cómo es que Adán maneja su sentimiento de vergüenza cuando Dios aparece? ¿Se acuerdan de lo que hizo?... Dios aparece y le pregunta: “¿Qué haz hecho Adán?” ...y Adán dice...”¿Quién., yo.....? ¡Yo no he hecho nada..., fue ella Señor, la mujer que tú me diste...ella fue la culpable!” Por una parte Adán culpa a Dios, y por otra a Eva.

Adán esta manejando su sentimiento de vergüenza cara a cara ante Dios, y quiere engañarle, en lugar de permitir ser confrontado y arrepentirse. Y esto es muy importante, porque todos seguimos haciendo lo mismo, las cosas no han cambiado tras las generaciones y generaciones que han pasado, seguimos haciéndolo en la misma forma.
La manera que Adán utilizó fue la de desasociarse de su vergüenza, ...”Yo,...yo no tengo ninguna vergüenza”, entonces culpa a otro. Adán toma su vergüenza y la arroja sobre su esposa. Esta es una forma que todos usamos para manejar nuestra vergüenza. :latigazo:

Esta es una forma, ahora fijémonos en Eva, fíjense como lo maneja ella. Pareciera que es una forma totalmente diferente. Adán la culpa, y ella... ¡ella acepta la culpa que Adán le había arrojado sin chistar!
Esto ha sido así siempre. Habemos quienes lo hacemos al estilo Adán, y hay quienes lo hacemos al estilo Eva. Y no estoy hablando de varón y hembra. Hay hombres que lo hacen estilo Eva y viceversa. Ella está aceptando la culpa. El dijo: “¡ella es culpable!”, y ella dijo: “Bueno....si, si. Está bien, fui yo.” ¿Por qué lo hizo? Porque ella no ha recuperado su identidad. Ella es lo que Adán quiere que sea. Y Adán quiere ser lo que quiere ser.

A esta segunda clase de hombres, vamos a volver a identificarla en otros dos tipos:

- Vamos a tomar el primer tipo de persona, y llamémosle “estilo Eva”. Primero son las damas. Aunque ya saben, este estilo de persona puede ser hombre o mujer. Esa persona que acepta recibir la culpa y la vergüenza de otros. Muchas veces esa persona se siente menos que un ser humano normal y común y corriente. Han abusado ya tanto de ella en todo sentido, y le han echado ya tantas veces la culpa, que ya se la ha creído. Y la consecuencia es que siente oleadas de odio y de desprecio hacía si misma. Estas oleadas vienen de ninguna parte, y te hacen dudar de que eres un ser humano. De que alguien te ama. Tu frase favorita es...”¡No sirvo para nada!”.
Es la misma fórmula, ¿recuerda?
LO QUE HAGO + EL ÉXITO EN LO QUE HAGO + TU CALIFICACIÓN EN BASE A LO QUE HAGO = A QUIEN SOY.

Y como lo que Eva hace no tiene éxito, por tanto la calificación que recibe Eva es “CERO”, pues Eva se siente una fracasada.
Y de repente te encuentras odiándote a ti misma. Asqueada de ti misma, avergonzada de todo lo que haces. Basta la más mínima cosa en la que te des cuenta de que haz fallado en hacer algo bien, puede ser algo tan simple como que no hiciste bien unos huevos fritos, y sencillamente sientes...”¡No valgo para nada, soy un fracaso, tiene razón mi esposo, soy una buena para nada!” Son oleadas que vienen y dices..”¡No valgo y nunca valdré para nada!”, “yo no soy como las demás personas”, “si alguna vez descubrieran como soy en realidad, jamás podrían amarme”; “Hay algo malo en mi, no valgo para nada, nadie puede amarme”; “soy un fracaso en la vida”; “Nadie se puede fijar en mi, ningún hombre o mujer, que no esté loco, se puede fijar en mi”; “Así que aunque mi esposo, mi esposa, me humilla y me trata mal, más vale que me quede con él, pues ningún otro hombre, ninguna otra mujer, me querría como soy.”...¿nunca te has oído así, o has oído a alguien decir esto?

Esto es como un volcán que va creciendo dentro de ti. Muchas veces llega a explotar. Las cárceles están llenas de estas personas que un día su volcán hizo erupción, y terminaron cometiendo algún delito. Esta persona se siente impulsada por un temor. Todo lo que hace en su vida, todo, está impulsado por el temor al rechazo. Tiene temor de que la gente descubra lo miserable que es. Es tan indigna de ser amada, tan inútil. “Me abandonarían inmediatamente”.

Las dos palabras claves son RECHAZO y ABANDONO. “Eso es lo que yo siento que la gente va a hacer conmigo, si alguna vez llegan a descubrir como soy en realidad. Seré rechazada y abandonada.” :sad11: Así que no pienso darte ninguna oportunidad para que descubras como soy en realidad. Haré todo lo que tu quieras, seré aquel camaleón que cambie de forma, de color, de todo...todo lo que tu quieras. No tendré voluntad propia, porque la verdad es que no valgo para eso. No hay nada en mi que valga para nada.”

Nunca hemos pasado por algo como: Alguien nos invita, y pregunta –“¿Quieres ir a comer el sábado?”
-Bueno, vamos. -¿Y a dónde te gustaría ir a comer? - A cualquier parte. ¿Está bien un restaurante Italiano? Y en el fondo dices: -Odio la comida Italiana, no me gusta la comida Italiana. Pero respondes: “He bueno...si, vamos a comer comida Italiana.” Y te pasan el menú y te preguntan: -¿Qué te gustaría comer? Y tu dices: “He...¡cualquier cosa! ” ¿Qué está ocurriendo ahí?

Y por cierto, ¿qué tiene que ver todo esto con el evangelio? Tiene mucho, mucho que ver con el evangelio.
O no hemos pasado por algo como: “¿Quieres ayudar de edecán el sábado en el Congreso? Y por dentro estamos diciendo: Odio ser edecán, no me gusta ser edecán. Pero decimos con una media sonrisa....”He..bueno si, ahí estaré..., para servir al Señor.” ¿A que Señor estas sirviendo con esa actitud?

Cuando realmente entiendes el amor que Dios tiene por ti, emergerás como una auténtica persona y le dirás a esa persona que no te gusta la comida Italiana, y que no quieres ser edecán el sábado.
Y esto es muy serio, porque lo que está ocurriendo en ambos casos es el temor al rechazo. En el fondo está diciendo: “Si yo elijo, puedo escoger el restaurant equivocado, y quizá él se moleste conmigo. O puedo elegir la comida equivocada, y la gente se va a reír de mi. Y si le digo al ministro que no quiero ser edecán, ya no me hará más caso, y me va a rechazar y me quitará del ministerio.
¡Nunca podrás emerger como una persona libre, hasta que no escuches la voz de Dios diciéndote que te ama!

- El segundo tipo de personas, llamémosle “tipo Adán”, como dijimos es aquella persona que siempre se va a desasociar de su vergüenza culpando al otro. Cualquier fracaso personal lo va a culpar a otro, él cree firmemente en la mentira de que él es como Dios. Y como Dios está por encima del pecado y de cualquier imperfección, entonces con su maravillosa actuación y con sus resultados, va a demostrar que ¡el es como Dios!“ “¿Es que no te das cuenta?”...”¡Debes aceptarme!”; “¡Soy perfecto!”; “Mira que bien me sale lo que hago en mi ministerio!”; “”Mira mis resultados y date cuenta de lo que valgo!”; “sin mi nada podrías hacer”!

Algunas de estas personas son adictas al trabajo, incluyendo al trabajo (¿o debemos decir servicio?) dentro de la iglesia. Tienen que estar en actividad siempre, para sentir que son necesitados, para sentir que hacen algo y sobre todo, sentir que muchas miradas están puestas sobre ellos. Tienen que sobreactuar, tienen que ser mejores que..., tienen que hacerlo a la perfección, siempre buscan el éxito y la perfección. Son sus lemas preferidos. Vas a encontrar que la excelencia es su tema favorito, y su predicación preferida.

Tienen que conseguir todo lo que para ellos es satisfactorio y adecuado. Encuentra su sensación de placer sacada de su rendimiento... Recordemos la fórmula otra vez:
LO QUE HAGO + EL ÉXITO EN LO QUE HAGO + TU CALIFICACIÓN EN BASE A LO QUE HAGO = A QUIEN SOY.

Así que esta persona encuentra su identidad y su personalidad en su trabajo, en sus resultados, en la calificación de los demás. Es un perfeccionista. Es aquella compulsión de hacerlo todo bien. De tener siempre la razón. Y todo lo que hace es lo correcto Todo, todo tiene que ser lo perfecto. Tengo que tenerlo todo bajo control. “Al fin y al cabo....¡Soy como Dios!”; “Estoy en control...todo está perfecto.” Aunque cuando reconozco que toda mi vida es un caos y es un desastre, entonces culpo al prójimo y le echo toda mi culpa. “Fue ella Dios,.... la mujer que me diste es la culpable!” Porque ahí es donde encuentro mi identidad.

Este hombre huye a todo lo que se parezca a la debilidad, o que pueda sugerir cualquier tipo de imperfección. Esta persona prefiere morirse, antes que admitir que esta enfermo. Porque admitir que necesita ayuda, es admitir que es débil. Aquí podemos ubicar a muchos fariseos. Caifás era uno de ellos.
Renuncia a sus obligaciones primordiales y se justifica con todo aquello que hace. Claro...¡a la perfección!. Nunca se ríe ante las cosas sencillas de la vida. Se ríe dando la contra por lo que los demás se ríen. Si es blanco, entonces para él es negro. Nunca admitirá que ha descubierto algo nuevo, todo lo sabe ya. Porque si dice que ha descubierto algo nuevo, significa que no lo sabía antes, entonces eso le convierte en débil.

Ustedes conocen a esa gente. De hecho estamos también aquí algunos, ¿verdad? Llegan y escuchan algo que nunca habían escuchado antes y ponen cara de ...”si, si, si, eso ya lo sé.” “Tu no me enseñas nada nuevo. Yo lo sé todo.” Aunque por dentro se están diciendo. “¡Wow, yo nunca había escuchado esto antes!” y después lo contarán como propio. Pero desde luego lo que yo nunca voy a dejar es que nadie se entere de mi ignorancia.

Esta persona tiene que aparentar su necesidad y su vacío, con una aparente fortaleza. No se dan cuenta de que en realidad están clamando...”¡Tengo miedo, estoy solo, necesito que alguien me ayude; necesito que alguien me abrace!”; “Pero tengo que aparecer como el hombre que lo tiene todo bajo control” Así que tiene que aparentar que es el hombre más fuerte sobre la faz de la tierra.

Nunca van a dejar que los demás se enteren que por dentro se siguen sintiendo vacíos y se están escondiendo tras su máscara. Y la verdad es que se está tan solo detrás de las máscaras, que por eso no es de extrañar que este tipo de persona odie la gracia de Dios.
Porque el dios al que él adora, solo ama a la gente perfecta, y al que tiene que entregarle sus “obras perfectas” para que le ame.

¿Un Dios que ama a los fracasados y a la gente mala? ¡Por favor!....¡eso es desagradable!, para ese hombre es repulsivo darse cuenta de que Dios recibe a los pecadores e imperfectos incondicionalmente. No lo puede aceptar, no lo puede entender. Este tipo de persona vive felizmente en medio de las reglas. Porque si le das reglas esto es justo lo que lo alimenta, ¿te das cuenta?, es algo que intentara cumplir compulsivamente para ser perfecto. Las reglas le fascinan.
Porque tener reglas que cumplir, le hace sentir moralmente un ser superior. Por eso detesta la idea de que la salvación es por gracia. Y aunque el dice aceptar que la salvación es por gracia, en el fondo de su corazón odia la misma idea. Se esconde tras de aquella máscara religiosa. Él es el que cumple las reglas. Incluso muchas veces él es el que hace las reglas. Y desprecia y se desasocia con aquellos que No mantienen las reglas, o sus reglas, y dicen que es sólo por gracia. Y como lo hizo con Eva, coloca su propia culpa y vergüenza encima de los demás. Los expulsa de su vida.

Es el tipo de persona que le encanta la religiosidad. Le encanta la disciplina que hay en ella. Descubrirás en seguida que esta persona es racista, y no sólo hablo de racismo de color de la piel, o de alguna raza. Pues la religión y el racismo van de la mano. Son hermanos..... “Porque yo ya le he alcanzado, soy mejor...yo si hago, yo si lo estoy intentando, y tu.....tu NO!” “¡Yo soy mejor que tu!”
Y aquí ubicamos a muchos de aquellos que oraban: “¡Gracias Señor porque no soy como los demás hombres!”

Y la verdad, y lo más trágico de todo...es que estos dos tipos de personas SE JUNTAN. Se necesitan unos de otros. :smashfrea: De hecho, de esta unión es que nacen muchas religiones. Y no sé si nos demos cuenta, pero la mayoría de todos nosotros estamos involucrados en esto a lo que llamo...”EL BAILE DE LA VERGÜENZA” :Bailando:

Algunos nos damos cuenta plenamente, otros más no son concientes de ello, pero lo están. Todos hemos estado, en una forma u otra, involucrados en este baile. ¿Se dan cuenta?...el hombre que está en control, el que tiene todas las respuestas, necesita a alguien a quien contárselas. Necesita a alguien con quien bailar, y demostrarle que si sabe bailar, necesita hacerle saber que es un perfecto bailarín. No puede hacerlo solo frente al espejo, necesita al otro. :Bailando:

Y volvemos al concepto de la voz exterior, de la voz que viene de fuera. Y yo, si pertenezco al estilo de personas “tipo Adán”, entonces yo necesito ser necesitado.
Este es uno de los problemas a los que se enfrentan muchos pastores y líderes. ¿Cuantos pastores entran en el ministerio, porque necesitan ser necesitados? Necesitan tener gente imperfecta a su alrededor para probar que ellos son perfectos. Es un baile. Y alguien tiene que tomar el mando, el ritmo. Y ese alguien...pues tengo que ser yo. Así que el hombre que tiene todo bajo control, es el hombre que va a guiar todos aquellos que le necesitan tan desesperadamente. Y al sentirme tan necesitado, al ayudar a los indefensos e ignorantes imperfectos, así es como consigo mi sensación de placer.
“¿Ya les dije no?, yo no tengo vergüenza, porque no tengo nada de que avergonzarme. Fue Eva, ella es la culpable”

Muchas veces incluso, estos dos tipos de personas en la vida llegan a casarse. Y aunque parezca increíble, el uno necesita del otro. Un golpeador necesita de alguien que sienta placer por que lo golpeen. Un gritón, necesita de alguien que le guste que le griten y que solo agache la cabeza.
Pues bien, de esta misma manera, muchas iglesias han nacido en este “baile de la vergüenza”, en donde se convierten en “la esposa del pastor o del líder.” Y fíjese bien en lo que dije...no dije la “esposa de Cristo”, dije “la esposa del pastor”, en otras palabras..., “la iglesia del pastor.” Es así como encontramos Iglesias en donde sus lideres creen que tienen todas las respuestas, y en forma de manipulación y de control atraen hacía si mismos a los que quieren ser controlados, manipulados, y avergonzados.
Así que aquí tenemos por una parte a un liderazgo que le encanta manipular, avergonzar y controlar a los demás. Y por otra parte, a una congregación (o esposa) que se deleita en ser controlada, manipulada y avergonzada.
De hecho son capaces de llegar a cualquier extremo con tal de hacer felices a sus necesitados. Y quiero que escuchen lo que he dicho con mucha atención. He dicho...”HACER FELICES”, no he dicho resolver sus problemas. Aunque de cualquier manera ellos no podrían nunca resolver sus problemas, porque ellos tienen los mismos problemas. Solo que los manifiestan en una forma diferente.

Pero eso sí, los mantiene felices, contentos. Por favor dejen que el E.S. se los muestre personalmente a cada uno. Te sientes responsable...y creo que esta es una palabra clave....”responsable”, es una palabra que nos gusta, nos hace ser alguien, nos da significado; “Me siento responsable de hacer que esa persona sea feliz.” Y si no están felices, yo inmediatamente siento que he hecho algo mal. He sido designado como su salvador personal. Así que si no se siente feliz conmigo, pues le echo encima mi culpa y me desasocio de aquella persona. En otras palabras entre mas lejos la tenga de mi a partir de ese momento, mejor. Me gusta estar rodeado de aquellos a quienes hago felices.
“Yo soy su refugio, yo soy su fuerza, yo soy su torre fuerte. ¡Soy como Dios!” :naka:



Y como soy capaz de llegar a cualquier extremo con tal de hacerles felices, son increíbles las cosas que haré con tal de tenerlos felices. Mentiré por ellos, los excusaré, los perdonaré, los aconsejaré, aunque siempre estaré evitando encontrarme con el problema real.....Cristo. Porque supongo que ya te habrás dado cuenta que yo te necesito a mi lado, para que me sigas necesitando. En cambio si te digo la verdad, y te presento a Cristo, y te digo que le busques a él y solo a él, entonces ya no me necesitarás.
¿Se dan cuenta de este baile?....un pasito pa’delante, un pasito para atrás. Tu tienes necesidad, yo hago como que tengo tu respuesta, te hago feliz, te sientes feliz, me siento feliz, siento mi placer, la la la la la la, ¿se dan cuenta...es un baile? Atrás, adelante, atrás...es el baile de la vergüenza.:bailando:


En el fondo yo sé que te estoy manipulando a ti, y a ti te gusta que yo te manipule. Y poco a poco voy a ir aumentando mis dosis de “amor”, y si me doy cuenta de que a pesar de todos mis abusos... (perdón..., dosis de amor) aún sigues ahí, pues abusaré aún más de ti. Porque ahí encuentro mi placer. Tengo que tener todo bajo control. Tengo que asegurarme de que todo el mundo esté en el lugar que le corresponde. Tu amándome a mi y sonriéndote; y yo manipulándote a ti y sonriéndote.
Muchas sectas que han terminado en la muerte de sus fieles seguidores, tienen su origen en este principio. :smashfrea:


¿Y cómo es esto en la vida práctica? ¿Cómo sucede en un caso de la vida real?
Resulta que tú te estás muriendo de fiebre, y tus hijos y tu marido están en cama también con un resfriado de esos modernos, o simplemente estas cómodamente recostado con tu familia viendo una buena película en el televisor, mientras afuera llueve torrencialmente; y de pronto suena el teléfono y.... adivina quién es?...¡es tu pastor! Y te dice que vayas inmediatamente a la reunión de líderes en la iglesia, ah...y de pasadita y aprovechando el viaje, que lleves unas galletitas y un chocolatito calientito para el frío. (¡Chín...tan a gusto que estaba en casa, piensas) .....Pero.... obediente y humildemente le dices al pastor: ....”Si hermano...voy para allá enseguida”, claro..., con una sonrisita que es más falsa que cualquier virgen. ¡Por favor!...¿por qué esto?...¿por qué tuviste que decirle que si? Porque no podías soportar que él se molestara contigo. Somos adictos a que nos aprueben. No podemos decir que no. Tenemos que decir siempre que si, para que todo el mundo siga en su sitio sonriéndote, y llenos de felicidad, sin romper el orden establecido, sin que te rechacen. Ahí está tu identidad, y si no lo haces así, dejas de ser.

O como cuando algún hermano está enfermo y te llama su esposa para que tu, el pastor, vaya a orar por su enfermo; y resulta que son las 2 de la mañana y tu esposa y tus hijos están desvelados, porque también están enfermos. Y tu le dices a la hermana...”si hermana, con gusto voy para allá. Para eso soy su pastor.” ¿nos damos cuenta?

Y luego viene aquella frase ya tan famosa en muchos creyentes.....” es que si no lo hago yo...¿entonces quién lo hará?”
Sentimos la responsabilidad de ser los salvadores del mundo. Nosotros tenemos que rescatar a todos, siempre estaremos presentes cuando nos necesiten. No podemos decir que no. Porque nuestra identidad nos llega a través de su voz exterior...de su aprobación, de su calificación. De manera que ellos, al hablar, nos están diciendo cual es nuestra identidad, en vez de que sea la voz de Dios. Porque cuando Dios te habla dentro de ti, a tu corazón, con esa voz interior, él siempre te dice que eres amado vayas o no vayas. Él nunca te va a obligar a hacer algo a la fuerza. Entonces eres libre para decir ....si o no. porque no necesito tu sonrisa o tu aprobación. ¿te das cuenta?

Entonces me doy cuenta que no necesito caerte bien, para que tu me des tu aprobación, para que tu me des un ministerio. No necesito hacer lo que tu quieres que haga, para que tu me des mi identidad. ¡Así que de repente me encuentro que soy libre!, y ahora cuando te veo, te veo en libertad, ahora cuando te bendigo, lo hago en libertad. Porque en realidad ahora lo hago a causa de ti, y no por mi....¿podemos comprender?
Porque la verdad es que mucho de lo que se dice y se hace dentro de muchas congregaciones, y que ahí se le llama amor y ministerio, como servicio a Dios. No es más que una mentira. Entonces estás en todos los ministerio de la iglesia. Trabajas y trabajas hasta quedar completamente agotado, y me pregunto..¿por qué?, ¿para qué? A nadie se le puede exigir hacer todo eso. Lo que sucede es que te han dicho que esa es la manera de servir a Dios. Pero lo cierto es que lo estás haciendo para ti, porque necesitas sentir ese placer, necesitas sentirte reafirmado, reconocido.

Muchos hermanos misioneros no pertenecen al campo misionero, están ahí por ellos mismos, para satisfacer su propia necesidad de ser necesitados.
Muchos misioneros piensan que Dios les amará más si se sacrifican yendo a las misiones.
Es esa obsesión por sentirte amado, de que tengo que hacer algo para conseguir que Dios me ame. Si no hago nada me es imposible sentirme amado, así que si hago el sacrificio final y definitivo, entonces Dios finalmente y definitivamente me amará.
Pues además cuando estos misioneros decidieron hacer caso al llamado a las misiones, cuando se estaba haciendo este llamado se les dijo: “Si tu no vas...¿quién irá?” entonces tocaron su necesidad de hacer algo por....
Cada vez que escuches esta famosa frase o alguna parecida, todas tus luces de alerta deberían encenderse. Muchos misioneros han hecho caso a esta clase de llamados, diciendo...”creo que yo tengo que ir...”creo que...”, “pienso que yo debería de....” y se van. Y terminan odiando a los nativos, odiando a los mosquitos, odiando al clima, odiando a la comida, y como los odia, también cree que Dios lo odia a él y le ha rechazado llamándolo misionero fracasado.
Y ahí están cualquier cantidad de misioneros en total desesperanza espiritual o autodestrucción mental o de plano....entregados a los placeres del ministerio, en donde el propósito original quedó en el olvido.

Deberíamos sentarnos en la cama y estar ahí como unos perfectos inútiles, hasta que escuchemos la voz de Dios diciéndonos que él nos ama hagamos algo o no. Y cuando sepas que sepas que Dios te ama, entonces te levantarás y tu servicio será una ofrenda agradable al amor incondicional de Dios, y no para conseguir su amor.
Por favor....pastores y ministros, esa frase de que “si no lo haces tú entonces quien lo hará” , por favor arrójenla a la basura” porque no es una frase de Dios. Y si no lo hacen, tómense la molestia de explicarla como la Biblia lo dice.

Y que les parece el caso de José y Lupe. José es un alcohólico que le da palizas a su mujer Lupe. Y más de una vez te encontrarás en la calle a Lupe con un ojo morado o con algunas costillas rotas. Pero...¿te das cuenta?...¡Lupe le ama! Porque cuando está borracho y tirado en el suelo José es tan miserable y tan digno de lástima, que estando tan indefenso ella siente que él es su responsabilidad rescatarle. Y su concepto del amor es mentir por él, decir a su jefe que se encuentra enfermo, cuando en realidad lo que le pasa es que está totalmente ebrio. Su responsabilidad es cubrirle, y como ella vive en la negación de la realidad, le dice a todo el mundo que él va cada vez mejor, que está cambiando. Se quiere engañar a si misma.
¿Acaso no es absurdo? Pero es que de esta manera ella siente que es necesitada. Ella cree que lo está amando, cuando en realidad lo odia. Pero se siente culpable y dice: “Es mi culpa”; “si tan solo le amara más y orara más por él” ¿Cómo que orar más por él?..si José y Lupe van a la iglesia. De hecho los hermanos de la iglesia son a los que Lupe les miente.
De hecho también los hermanos le han hecho sentir que ella es responsable por la salvación de su esposo alcohólico. Y cuando José le da una paliza, ella cree que debe orar más y más, para darle gusto a los hermanos. Ellos le dicen que debe poner la otra mejilla, para que se la deje igual de amoratada. Lupe cree que su marido sigue siendo un borracho porque es su culpa. Porque ella siente que es tan inútil y vale tan poco, que Dios la culpa también a ella por que no ha orado lo suficiente por su marido alcohólico.
Y no se atreve a dejarlo, aunque es lo que quisiera hacer, porque siente que es su responsabilidad salvar a su marido, por medio de su testimonio. Es decir su testimonio aquí significa aguantar el abuso para darle gusto al pastor y a los hermanos, y decirles que su esposo en realidad es un buen hombre necesitado, y aguantar y a aguantar hasta que José la termine matando a golpes. Para entonces decir.... ¡gloria a Dios por la muerte de la hermana Lupe, que fue fiel hasta la muerte!
Esta es una historia real, no la estamos inventando. ¿Cuántas Lupes y Josés no asisten a la iglesia los domingos? De hecho, lo más seguro es que también estén sentados por aquí, junto a nosotros, escuchando esto. Y no lo digo para juzgar, o criticar o condenar. Sino para que nos quitemos nuestra máscara y entreguemos nuestra vergüenza al Señor.
Habemos Josés y Lupes por todas partes. Y también hay pastores y hermanitos como estos buenos cristianos que..., creo que mejor deberíamos cerrar nuestra boca y no andar dando “consejos.”
El caso es que creo que estoy ayudando. Creo que estoy sirviendo y salvando a los demás. Y la verdad esto no es ningún “servicio”, ni ninguna ayuda, porque todo sale de mi vergüenza y de mi falta de valor.

Y también tenemos el caso de Doña Gloria. ¡Gloria a Dios hermana Gloria!...sabíamos que podíamos contar contigo. Por supuesto que puedes contar con ella. Ella es voluntaria para todo. Todos los domingos vas a ver su nombre escrito en el boletín dominical. Ella y la hermana Zoila siempre está ahí, metida en el templo. Aunque por dentro, la buena y consagrada hermana Gloria está llena de amargura y soledad, y está metida ahí porque en su casa se siente sola. Y hace todo lo que hace, porque... por una parte nadie de los demás hermanos (y que son como dos mil) la ayudan. Y por otra parte, por su temor al rechazo. Por ese deformado sentimiento de servicio de ....”si no lo hago yo, ¿entonces quién lo haría?” :ptamaen:


En el fondo la hermana Gloria cree que es algo así como la Mesiítas de la Iglesia. Tiene que hacerlo todo. Y efectivamente llegamos a creemos que si yo no estuviera haciendo lo que hago, nadie estará haciéndolo. Y si no soy yo quien limpiara la iglesia, nadie la limpiaría.”


Hagamos algo y nos daremos cuenta, no hagamos nada..., dejemos que todo eso se pudra, y solo así nos daremos cuenta que no se pudre. Solo así nos daremos cuenta de que el E.S. es quien pone en los corazones el servir. Pero es que este personaje...hombre o mujer, con su actitud de “si no lo hago yo, nadie lo hace”, lo único que hace es estorbar a los que si quieren hacerlo de corazón. ¿Cómo lo van a hacer, si siempre las Doñas Glorias están ahí estorbando? Sintiendo de que ellas son las Mesías de la iglesia. Tienen que rescatar a todo el pueblo de Dios, y de pasada con la aprobación del pastor, que así tiene asegurada la limpieza de la iglesia. ¿nos damos cuenta? Así todo el peso del reino de los cielos descansa sobre sus hombros.

Y todo esto forma parte de la mentira, y creemos que eso es “servicio.” Así es como nos han dicho que se le llama a eso. Creemos que eso es dedicación. Y decimos que lo hacemos por amor a Jesús, cuando no es cierto..., la verdad es que lo hacemos por nosotros mismos.

Y bueno..., todo esto de lo que hemos estamos hablando, no tiene nada que ver con el verdadero amor. Porque el amor es totalmente para los demás. El verdadero amor de Dios NO BUSCA LO SUYO. Y toda esta gente de la que estamos hablando, en realidad están buscando lo suyo. “Haré esto porque así..¡Dios si me amará!”; “Haré esto otro, porque así el pastor me dará un ministerio más reconocido”; “Haré esto porque así se fijarán en mi los hermanos”; “Dirán que yo si soy un buen hermano entregado al Señor.”


En realidad no estás haciendo algo para ayudar a nadie, lo estás haciendo por ti. Estás buscando lo tuyo. “Yo lo haré”, “yo seré”, “yo te daré”... porque cuando lo hago entonces siento que soy necesitado. Y aún llego a sentir que si hago todo eso, me doy cuenta de que Dios no puede hacer nada sin mi. ¡Que soy necesitado!.

Y además, como hemos dicho todo esto también me ayuda a olvidar, neutraliza ese sentimiento de vergüenza que siempre está presente. Por supuesto que si te olvidas de Doña Gloria, inmediatamente te vas a enterar de cuales eran sus verdaderas motivaciones. Te olvidas de poner su nombre en el boletín y se derrumba. Y nos dice que lo que pasa es que es muy sensible, y se duele con cualquier cosa. No. no es que Doña Gloria sea muy sensible, lo que pasa es que en realidad ella no sabe quién es. Y su identidad está en todos los agradecimientos que ella consigue.


En la soledad llora y se dice: “Soy una esclava y nadie aprecia todo lo que hago”; “yo soy la que cuida de todo y de todos, en la iglesia hablan mucho del amor entre hermanos, de la unidad, de la cobertura de la iglesia..., y lo cierto es que me estoy muriendo por dentro, y me doy cuenta que no le importo a nadie. ” Y tiene razón. Porque todos nos sentimos así.
Necesitamos desesperadamente conocer el amor incondicional e ilimitado de Dios. Ese amor que nos vino a través de Jesucristo por su Espíritu.
Necesitamos que el E.S. caiga sobre nosotros y nos lleve a la plenitud y a la sanidad total. Y al volvernos a la gente, ya no buscaremos nuestra identidad en todo aquello que hacemos sino en lo que ahora sabemos que somos. Porque somos expresión del amor infinito de Dios, eso es lo que somos.

El amor de Dios no espera ser correspondido. ¿Alguna vez hemos pensado en esto?...¿pero en realidad hemos pensado en ello? Es decir, Dios no me ama si yo le amo de vuelta. No. Dios me ama igual tanto si respondo su amor, como si no lo hago. Porque siendo sinceros, ¿cuántos de nosotros responderemos a su amor genuinamente? Porque Dios me ama para mi bien, y no para el suyo, como yo le amo.
A Dios nadie lo obliga a amarme. El me ama porque ha elegido amarme. Dios no me mira y se dice: “Bueno...si yo no le amo, quién le va a amar?”
Jesús no se quedó mirando al Padre y dijo: “Bueno Padre...creo que debería..creo que es necesario que...”; porque su amor no es un amor compulsivo, el nos ama por elección libre. Nunca hay un “debo, es necesario, no tengo más remedio, si yo no lo hiciera quien” no, no. eso es una compulsión. Es la gente que me está obligando a hacerlo.

El amor de Dios es amar porque quiere, porque él decide amarme. Y es totalmente libre para hacerlo y para no hacerlo. Y lo hace. El nos ama libremente, no está buscando ninguna recompensa ni algún reconocimiento. Y Dios no busca tu felicidad. No lo hace.
Si Dios estuviera intentando hacernos felices, haría lo mismo que Lupe hace por José. Mentirá por nosotros. Y si me ve triste o infeliz, a él no se le ocurre pensar que debo hacer para que se ponga feliz. Porque nos ama hace que tengamos que enfrentarnos a los resultados de nuestras propias decisiones.

Si Lupe amara a José cuando está borracho, haría que él llamara a su jefe al trabajo para que le dijera “estoy borracho no voy a ir a trabajar”. No amamos a nuestros hijos cuando permitimos que lleven esa doble vida casa-iglesia, y mientras que en la iglesia son los mejores ministros de x ministerio, en tu casa son unos patanes irresponsables e irrespetuosos. Porque amar no tiene nada que ver con cubrir, disimular, mentir, solapar. Dios no busca nuestra felicidad, lo que él busca es que nos sepamos y sintamos amados, para así poder amar en verdad a los demás. Y amar a los demás es llevarnos a todo nuestro potencial como seres humanos de una manera responsable.
Y esto es justo lo que no nos gusta, cuando él exige que nosotros actuemos con responsabilidad, a mi eso no me gusta. Me gusta lo otro, me gusta fingir, me gusta seguir separado, hacer lo que yo quiero, me gusta hacer como que soy, aunque no los sea. Pero el amor te hace actuar responsablemente. El amor jamás te trata como si fueras inferior a nadie. El enfrentarme al amor de Dios mata todas mis actuaciones.

Cuando llego al amor de Dios, en Jesucristo, todas mis obras que hacía para Dios han quedado muertas. Eso es lo que Pablo nos quiere decir en sus epístolas cuando nos dice que él murió al llegar a Cristo. Y esto es tremendo, porque cuando me enfrento a la realidad de que Dios me ama, y que me ama incondicionalmente, de pronto todas y cada una de mis actuaciones y mis obras que he hecho para él, y todos mis “servicios” y todas “mis ofrendas” y “mis tengos que”...y “mis debo que”...y “mis no tengo mas remedio que”...., han dejado de ser positivos para convertirse en negativos.

Si el amor de Dios es un regalo, si he reconocido que es por gracia; en cuanto intento ganármelo con mis “obras”, lo único que estoy haciendo es alejarme cada vez más de él.
Así que el llegar al amor de Dios hace que todo quede totalmente muerto en el área de mis actuaciones. Este es el verdadero sentido del arrepentimiento. Porque arrepentirme no es solo pedir perdón por mis pecados. Arrepentirme es reconocer que todo mi ser había sido construido sobre el fundamento equivocado. Arrepentirse es decir “toda mi vida ha sido edificada sobre la mentira, que puede obrar en tal forma que esta me haga aceptable ante Dios y ante los demás.” Y en ese sentido mueres a vivir por tus obras. En otras palabras es morir al HACER para convertirme en un SER.

Mi identidad ya no es “LO QUE HAGO”, ahora vuelvo a ser “QUIEN SOY” ¿podemos entender? :lach:

Y SOY amado por Dios, por tanto no tengo que hacer nada, más que decirle gracias. No tengo que hacer otra cosa mas que disfrutar de su amor. El mayor pecado es seguir creyendo que necesito hacer obras para merecer el amor de Dios. El mayor pecado es decir: “Reconozco Dios que he pecado...pero.....te prometo que no lo vuelvo a hacer; te prometo que voy a orar cada vez más y más; te prometo que voy a leer la Biblia diariamente; te prometo que no voy a dejar de asistir a la iglesia pase lo que pase; porque con esto no me estoy presentando ante Dios tal y como eres, sino que sigues presentándote vez tras vez en base a lo que haces, a tus promesas absurdas. Es decir, te quieres seguir presentando ante Dios diciéndole...”Si, si, si... yo sé Dios que tú hiciste todo por mi, perooooo.....mira LO QUE HAGO” ¿entendemos?

Si yo de verdad creo que soy amado incondicionalmente, me presento tal y como soy. Sin excusas, sin promesas, sin acusaciones, sin tratos. Tal y como soy es...... ¡aquí estoy! Soy amado! Ya no tengo que hacer, ya no tengo que prometer. Así que ven Señor Jesús...y eso mata mi vida basad en las obras. He encontrado mi significado, he encontrado mi valor en lo que Él dice acerca de mi, y no en todo lo que yo le cuento acerca de mi.

Me encuentro totalmente satisfecho en su amor, y no en todo lo que estoy intentando maquinar para él, desde mi interior. Simplemente me presento redimido por lo que Jesús hizo por mi. Y esto es radical. Puedo ver con mucho gusto, como algunos de ustedes están muy serios. Creo que el Señor ha logrado tocar nuestras fibras sensibles, y esto es bueno.
Comprendo que esto que estamos diciendo es totalmente lo opuesto a lo que nos han enseñado tantas y tantas veces, pero debemos llegar a la única realidad, y esta, es que soy amado. Y ahora puedo volver a toda esa gente que me rodea en mi vida, acercarme a ellos y decirles...”sabes, yo no puedo rescatarte, solo Cristo puede hacerlo, así que ven a él”

Muchos cristianos han estado durante años intentando rescatar al mundo, hasta el día en que se topan con esta realidad, que ellos no pueden rescatar a nadie. Y ahí se encuentran vacíos, sin identidad, se dan cuenta que por más que han hecho no han hecho nada, que siguen igual de vacíos. Hasta que sepan que Dios les ama, y que si su decisión es quedarse sentados en una playa desierta, en donde nunca más hagan nada para él por el resto de su vida, y saber que Dios les seguirá amando infinitamente. Entonces, y solo entonces, si es que deciden volver un día al ministerio, este será un ministerio poderoso. Porque nos daremos cuenta que el que hace las cosas no somos nosotros, sino es él.

Dios nos ama incondicionalmente, y yo no puedo salvarte a ti, ni tu puedes salvarme a mi. No tengo una varita mágica a la cual agito y luego vengo a decirle a Dios...”Vez Dios, vez lo que les hice..., ¡mira..., ya son salvos!”, No, no puedo hacerlo. Y nadie puede hacerlo.
Además...lo cierto es que no tengo porque hacerlo. Tu no tienes porque hacerlo. ¿no es fantástico? Esa es la verdad, y vaya descanso.
Lo que sucede es que muchos ministros se quedarían sin chamba y “ahí está el detalle”, diría el buen Cantinflas. Porque si ellos decidieran no hacer nada, se darían cuenta de que muchos siguen convirtiéndose y que muchos siguen salvándose, aún sin ellos. Y sobre todo, se darían cuenta de que Dios sigue amándolos apasionadamente aún sin “servirle.”

Este es el propósito de este mensaje. Decirte que Dios te ama apasionadamente, hagas o no hagas nada. Tú eres su hijo. Y él te ve realmente como QUIEN ERES, a través de la sangre de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Porque él así lo ha determinado. Y esto nadie lo puede cambiar. ¡Cristo lo hizo ya todo! ¡Todo ha sido consumado!, ¡no tenemos nada más que hacer!

Yo no sé usted amado hermano, hermana, pero he tenido que reconocer que solamente “de oídas le había oído”, pero ahora mis ojos comienzan a verle. ¡Ahora yo me siento verdaderamente libre! Gracias a Dios. Ahora sé que él me ama apasionadamente. Ahora sé QUIEN SOY yo, en él.




Oremos juntos:
Padre, te damos gracias por tu amor. Te adoramos Dios. Señor Jesucristo. Señor Dios, nuestro Salvador, el amor de Dios se encarnó en Ti. Y tu proclamaste en la cruz cual era nuestro precio y nuestro valor y lo escribiste con tu propia sangre. Te damos las gracias, estamos parados ante Ti en esta hora, y es en Ti, la Palabra de Dios, la Palabra que proviene de Dios encarnada, en Ti sabemos que somos amados, y sabemos el costo de ese amor, como para seguir creyendo en otra cosa. Tu Espíritu Santo ha derramado ese amor en nuestros corazones, y en esta hora oro por todos los que escuchamos este mensaje y esta proclamación. Oro para que no pase este día sin que el Espíritu Santo caiga sobre nosotros, y antes de que termine la noche nos atrape el amor de Dios durante nuestro sueño, y al despertar te conoceremos a Ti y a tu amor mucho mejor que cuando nos acostamos, y nos levantaremos para ser personas libres para caminar en tu Espíritu, en la libertad del amor de Dios.
Señor Jesús, sanador de los quebrantados de corazón, tu que proclamaste libertad a los cautivos, toma estas palabras, y úsalas para sacar de ese infierno en plena vida, que es buscar nuestra identidad en otras cosas o en las personas. Sana nuestros corazones cansados y partidos por todo lo que esa búsqueda nos ha traído. Llévanos a tu sanidad, y a tu amor, por tu Espíritu Santo. Señor..en tu nombre.... Señor Jesucristo. Amén
 
Dagoberto Juan y Oscar Capi

Dagoberto Juan y Oscar Capi

Dagoberto Juan:
De momento, me adhiero totalmente a la explicación de Oscar, pero màs tarde
procurarè darte una impresiòn màs personal.

Oscar:
Acabo de bajar tu estudio para leerlo lo antes posible. Cuando responda a
Dagoberto Juan, compartirè contigo mis impresiones sobre tu estudio.
El Señor bendiga ampliamente a ambos.
A Abdòn y Haaziel tambièn.
Ricardo.