Re: Elena White y Cristo
Para FJP y Clemente, Amigos:
Lo que la señora White escribió no está lejos de la verdad.
No existen diferentes grados de verdad: O es verdad o no lo es así que "no está lejos de la verdad" equivale a "no es verdad".
Los dejo con algunas citas de EGW que describen sus escritos:
Instrucciones dadas a Elena de White.-
Al revelarme el Espíritu de Dios las grandes verdades de su Palabra y las escenas del pasado y de lo por venir, se me mandó que diese a conocer a otros lo que se me había mostrado (El conflicto de los siglos, p. 13, Introducción).
Desde el comienzo de mi obra... fui llamada a presentar un testimonio sencillo y directo para reprobar errores, y a no dejar de hacerlo (Testimonies, t. 5, p. 678).
Dando testimonio: ayudada por el Espíritu de Dios.-
Después de salir de una visión no recuerdo de inmediato todo lo que he visto, y el asunto no me es tan claro hasta que empiezo a escribir. Entonces la escena aparece delante de mí como me fue presentada en la visión y puedo describirla con libertad. A veces las cosas que he visto me están ocultas cuando salgo de la visión, y no puedo recordarlas hasta que estoy delante de un grupo al cual se aplica la visión. Entonces las cosas que he visto me vienen a la mente con fuerza.
Dependo tanto del Espíritu del Señor para relatar o escribir la visión como para tenerla. Es imposible para mí recordar cosas que me han sido mostradas por el Señor, a menos que él las traiga delante de mí en la ocasión 54 que él quiere que las relate o las escriba (Spiritual Gifts, t. 2, pp. 292-293).
Debe ser impresionada por el Espíritu Santo.-
No puedo por impulso propio asumir una tarea e iniciarla. Tengo que ser impresionada por el Espíritu de Dios. No puedo escribir a menos que el Espíritu Santo me ayude. A veces no puedo escribir todo. Luego me despierto a las once, a las doce o a la una, y entonces puedo escribir tan rápidamente como mi mano se mueve sobre el papel (Carta 11, 1903).
Cuando tomo la pluma en la mano.-
Tan pronto como tomo la pluma en la mano dejo de estar en tinieblas con respecto a lo que debo escribir. Ello resulta tan sencillo y claro como una voz que me hablara: "Te instruiré y enseñaré en los caminos en que debes andar". "Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará [hará sencillos] tus senderos" (Manuscrito 89, 1900).
Estoy muy ocupada en mis escritos. Temprano y tarde, estoy redactando los asuntos que el Señor abre delante de mí. La preocupación de mi obra es preparar a un pueblo que esté en pie en el día del Señor (Carta 371, 1907. Publicada en Writing and Sending Out of the Testimonies to the Church
[Escribiendo y enviando los testimonios para la iglesia], p. 15).
La integridad en su mensaje.-
Hablo de lo que he visto y de lo que sé que es verdad (Carta 4, 1896).
En el desempeño de mi obra hablo las cosas que Dios me muestra. Y en las palabras que os dirijo... [yo no] me atrevería a decir que el Señor no me indujo a hacer las observaciones que he hecho en esa presentación desde el principio hasta el fin (Carta 18d, 1890).
Escribo todas las cosas que el Señor me da para escribir (Carta 52, 1906).
Un testimonio expresado en sus propias palabras.-
Aunque dependo tanto del Espíritu de Dios para escribir 55 mis visiones como para recibirlas, sin embargo las palabras que empleo para describir lo que he visto son mis propias palabras, a menos que ellas me hayan sido dictadas por un ángel, las cuales siempre pongo entre comillas* (Review and Herald, octubre 8, 1867).
Debo escribir estas cosas una y otra vez.-
He presentado fielmente por escrito las advertencias que el Señor me ha dado. Ellas han sido impresas en libros, y sin embargo no puedo dejar de repetirlas. Debo escribir estas mismas cosas una y otra vez. No pido ser exonerada de esta obligación. Mientras el Señor me prolongue la vida, debo continuar presentando estos fervientes mensajes (Manuscrito 21, 1910).
La comprensión que Elena de White tenía de sus propios escritos.-
a. Los Testimonios: Los que cuidadosamente leen los testimonios así como aparecieron desde los primeros días, no necesitan estar perplejos en cuanto a su origen. Los muchos libros escritos con la ayuda del Espíritu de Dios dan un testimonio vivo del carácter de los testimonios (Carta 225, 1906 [1MS 56]).
b. Los libros de la serie Conflicto de los siglos: La Hna. White no es la originadora de estos libros. Ellos contienen la instrucción que durante el período de su vida Dios le ha estado dando. Contienen la luz preciosa y consoladora que Dios ha concedido generosamente a su sierva para ser dada al mundo (El colportor evangélico, p. 173).
c. Los artículos: No escribo un solo artículo en los periódicos, un solo artículo que exprese simplemente mis propias ideas. Son los que Dios me ha revelado en visión; los rayos preciosos de la luz que resplandece del trono (Joyas de los testimonios, t. 2, p. 26).
d. Las cartas (testimonios): Débil y temblorosa, me levantaba a las tres de la mañana para escribiros. Dios os 56 hablaba por medio de la arcilla. Diréis tal vez que esta comunicación era solamente una carta. Sí, era una carta, pero motivada por el Espíritu de Dios, para presentar a vuestras mentes lo que se me había mostrado (Testimonies, t. 5, p. 67 [2JT 26]).
e. Las entrevistas: El (el pastor G. A. Irwin) tiene consigo un pequeño anotador en el cual ha escrito preguntas angustiosas que él traía, y me preguntaba si tenía alguna luz sobre ellas. Lo escribo para beneficio de nuestro pueblo, no solamente en los Estados Unidos sino también en este país [Australia] (Carta 96, 1899).
f. Cuando no tenía luz: Yo no tengo luz sobre el tema [en cuanto a quienes constituirán los 144 mil]... Dígale por favor a mis hermanos que nada me fue presentado con respecto a las circunstancias sobre las cuales ellos escriben, y yo puedo presentar delante de ellos solamente lo que me ha sido revelado (Citado en una carta por C. C. Crisler a E. E. Andross, diciembre 8, 1914 [Archivo de documentos de la Corporación White, N.° 164]).
El Espíritu de Dios ayuda a escoger las palabras adecuadas.-
Trato de captar las mismas palabras y expresiones presentadas con referencia a este asunto, y mientras mi pluma vacila un momento, las palabras adecuadas vienen a mi mente (Carta 123, 1904).
Cuando escribía estos libros preciosos, si yo titubeaba, me era dada la palabra que precisamente necesitaba para expresar la idea (Carta 265, 1907).
Escogiendo cuidadosamente las palabras.-
Siento un intenso anhelo de usar palabras que no le den a nadie la oportunidad de sostener sentimientos erróneos. Debo usar palabras que no sean mal entendidas y signifiquen lo opuesto de lo que me propongo que signifiquen (Manuscrito 126, 1905).
Ni una sola frase herética.-
Estoy ahora revisando mis diarios y algunas copias de cartas escritas durante varios años en lo pasado... Tengo el más precioso tema para reproducir y colocar delante del pueblo en forma de testimonio. Aunque puedo hacer esta obra, la gente debe tener cosas para reproducir la historia pasada, a fin de que pueda ver que hay una cadena recta de verdad sin una sola sentencia herética en lo que he escrito. He sido instruida en el sentido de que ésta ha de ser una carta viva dirigida a todos con respecto a mi fe (Carta 329a, 1905).