“He aquí, todas las almas son mías; como el alma del padre, así también el alma del hijo es mía: el alma que pecare, esa morirá.” Ezequiel 18:4
O sea que la vida de todo ser humano le pertenece, tanto la de los padres como la de los hijos. Sólo morirá aquel que peque.
Muchos siglos antes Dios ya había hablado sobre el quitar la vida..
Deuteronomio 19:21
Y no tendrás piedad: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
19.. Cobren ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, y vida por vida. No perdonen a nadie que cometa una falta. Si cumplen con estas instrucciones, nadie cometerá ninguna maldad, pues todos tendrán miedo de acusar a otro falsamente-
Ahora leamos a Jesus en Mateo 10:28
28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
O sea que no tengan miedo de la gente que puede destruir el cuerpo (Deuteronomio 19:21), pero no la vida que está en ustedes.(Esa solo Dios. ) por eso teman a Dios, que tiene el poder de destruirlos totalmente en el infierno.
Es evidente que Jesus no esta hablando de la vida de Deuteronomio 19:21. , sino de la vida que no puede ser destruida por mano humana.
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En Mateo 10:28, la palabra “alma” (psijé, equivalente a néfesh en hebreo) está bien entendida como “vida”, pero no como una vida inmortal que exista separada del cuerpo. En la Biblia, néfesh y psijé describen la persona completa, el ser viviente en su unidad. Por eso, cuando Jesús dice que Dios puede destruir el alma y el cuerpo en la gehena (infierno), está hablando de la destrucción de la persona como unidad completa, tanto cuerpo como su néfesh. La enseñanza es que el hombre solo puede quitar el cuerpo, pero Dios tiene poder para quitar para siempre la vida y el cuerpo, poniendo fin al ser entero (Ezequiel 18:4; Mateo 10:28).