Correcto, apreciado Hermano Oso.
TobyMac, está bien muerto en sus delitos y pecados contra Cristo.
Porque lo realmente importante, no es que nosotros conozcamos a Dios, sino al contrario, si Dios nos conoce a nosotros como aprendemos con la expresión "Nunca os conocí" (Mt.7:23).
Dios es soberano, si le ha placido darnos inmortalidad por medio del evangelio, es un asunto de él, no nuestro (2Tim.1:10), como tampoco es nuestro asunto entender que Enoc fue traspuesto para no ver muerte, es asunto de Dios no nuestro.
¡Siempre ha existido la inmortalidad, pero Cristo la ha dado a conocer y de qué manera!
¿No fue en la Cruz que le dijo a aquel hombre: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso"?
¿No se estaba pudriendo Lázaro en la tumba cuando Cristo lo llamó?
Así es nuestra conversión, andamos muertos en nuestros delitos y pecados creyendo que podemos cuestionar la Eternidad del Hijo, la Eternidad de las almas, sea en el cielo o en el Castigo eterno (Mt.25:46) y decimos con desparpajo -"Yo me convertí al Señor"-
Y ese orgullo tonto es el que hace desconocer la soberanía de Cristo sobre las almas.
Pablo nos da un atisbo de su Poder Soberano cuando señala:
Rom 9:13 Como está escrito: A Jacob amé, más a Esaú aborrecí.
Rom 9:14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.
Rom 9:15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.
Rom 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Y enfatizó esta soberanía, porque el caso de Lázaro, no podía oír, no podía saber, no podía entender, no podía pensar, no podía escuchar, llevaba cuatro días muerto.
¿Cómo entonces conciliamos la doctrina de la consciencia post morten?
La única manera en la que entiendo este caso es la soberanía de Cristo en Jn.11:11 pero su cuerpo se estaba pudriendo.
¿Cómo profundizamos en este asunto si al ladrón arrepentido le dijo "hoy estarás conmigo en el Paraíso"?
No veo otra explicación sino su soberana voluntad: Dios hace lo que quiere, como quiere, cuando quiere, donde quiere, con quien quiere.
Él es el soberano del universo.
Y no podemos dudar que Dios puede hacer lo que quiera, recordemos como a Nabucodonosor le envió una locura por siete años para hacerle cambiar de opinión.
Es Dios que calma tempestades y manda a silenciar el viento.
Es Dios que envía sequía, es Dios el que envía lluvia.
Es Dios el que pone reyes y quita reyes. Es Dios el que endurece el corazón de faraón y enternece el corazón de Lídia.
Es Dios el que saca los tres jóvenes del horno y es Dios el que envía fuego sobre Sodoma y Gomorra. Es Dios el que abre el mar rojo para que cruce Israel y es Dios el que cierre el mar rojo para que mueran los egipcios.
Dios es soberano sobre todo y nosotros estamos incluidos.
En ese todo el forista TobyMac todavía no está incluido porque si hubiera un centímetro cuadrado en el universo sobre el cual Dios no fuera soberano, Dios ya no sería el soberano.
Y ESE NO ES EL DIOS NUESTRO.