EL GOZO DE CREER EN CRISTO SI HABER VISTO
Dichosos los que no vieron y sin embargo, creyeron.
Tomás necesito ver a Jesús después de la crucifixión, con las huellas de los clavos en las manos y el costado traspasado, para creer.
Esta advertencia:
Heb.3.12. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
EJEMPLO DE UN CORAZÓ MALO DE INCREDULIDAD
Para ser llamado legítimamente hijo de alguien, debes de tener su misma naturaleza.
De lo contrario, sólo eres adoptado como una mascota cualquiera; PERO sin ninguna relación con la naturaleza del adoptante.
Este forista no cree que Jesús, el Hijo de Dios, tenga la misma naturaleza del Padre.
Este varón, al igual que Ari Hashomer, se han apartado del Dios Vivo, esta es la mayor ofensa a Dios Padre.
Los judíos de la Iglesia primitiva, no se consideraban así mismos agresores contra Cristo.
Pero muchos tropezaron al volverse al Templo, a sus votos, a sus sacrificios, y ya para ellos no hubo solución posible, leemos:
Heb.6.4. Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
Heb.6.5. y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
Heb.6.6. y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
Murieron sin Salvación.
Veamos la respuesta de Tomás:
Jua 20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Esta es la confesión más grande que los labios de un creyente pueden hacer, con respecto a Jesús.
Tomás reconoció que Jesús fue el Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros.
Tomás, a pesar de sus dudas y frustraciones, entendió que Jesús era Dios mismo hecho carne y que estaba así, lleno de gracia y misericordia hacia con él.
¡Señor mío, y Dios mío!
Y Jesús no le refuta absolutamente nada, porque viene de la muerte triunfante.
No solo ha vencido el poder del pecado, la ley (1Co 15:56).
No solo ha vencido al Emperador de la muerte, esto es, al diablo (Heb 2:14).
Sino que también ha vencido a la misma muerte:
Oseas 13:14 De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.
1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1Co 15:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
La incredulidad del religioso inconverso, lo que ve es un hombre agonizante, a punto de exhalar el último suspiro, colgado de una cruz.
Ese no es el Cristo de las Escrituras.
Nosotros lo contemplamos, Majestuoso, Triunfante, cual vestidura regia, la sangre cubre al Salvador, leemos:
Luc 23:46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.
Con toda la potencia de su voz, nos enseña que no es cuando la criatura, vano insecto de una hora, quiera matarlo.
Jua 10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
El Hijo y el Padre, ambos unidos en este mismo propósito.
El religioso no conoce al Cristo de las Escrituras, para este tipo de creyente, solo es un pobre hombre agonizante que necesita que la criatura lo respalde y lo patrocine.
Entonces, fabrica estatuas que infundan lástima y colocan una urna metálica con una ranura en medio, a manera de alcancía, para que sus devotos depositen monedas y así se solidaricen con su cristo y a la vez lo patrocinen.
Luego manda hacer crucifijos y se lo cuelgan guindados del cuello.
Ese es el cristo del hombre religioso, que no debe confundirse con el cristo, objeto del odio del diablo:
Rechazo a tu dios hecho hombre.
Rechazo a tu dios extrabíblico.
Rechazo decidida y jamás aceptaré a tu dios hecho hombre.
Rechazo tu evangelio de los tres dioses.
Es el colmo de la insensatez, usa el nick, objeto de su odio.
Este es el lenguaje Espiritual, leemos:No entendían el LENGUAJE "ESPIRITUAL" de Jesucristo.
Jesús es Dios, toda la plenitud de la Deidad reside en él.
Su mediación, su intercesión, su Sacerdocio, su Obra de Redención, fue planeada desde antes de la fundación del mundo (1P.1:18-20).
Nuestra Esperanza es Cristo.
El entiende nuestras luchas, él participó de nuestras debilidades y fue tentado en todo, pero sin pecado, porque Dios no puede pecar y por eso nosotros debemos ir a sus pies en arrepentimiento y fe, buscando el oportuno socorro, buscando el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.
FUERA DE CRISTO NO HAY SALVACIÓN POSIBLE.