Re: ¿ Quienes son los invitados a las Bodas del Cordero ?
La Novia o Esposa es y siempre ha sido el pueblo elegido de Dios. En este caso dos pueblos en uno, judios y gentiles, Su Iglesia...Veamos:
Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.<SUP> 14</SUP>Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí.<SUP> 15</SUP>¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.<SUP> 16</SUP>He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.<SUP> 17</SUP>Tus edificadores vendrán aprisa; tus destruidores y tus asoladores saldrán de ti.<SUP> 18</SUP>Alza tus ojos alrededor, y mira: todos éstos se han reunido, han venido a ti. Vivo yo, dice Jehová, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia. (Isa. 49:13-18)
Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. (Isa. 54:5)
Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion;(Jer. 3:14)
Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. (Mt. 9:15)
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.<SUP> 29</SUP>El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. Jn. 3:28,29)
<SUP>
</SUP>
La Novia o Esposa es y siempre ha sido el pueblo elegido de Dios. En este caso dos pueblos en uno, judios y gentiles, Su Iglesia...Veamos:
Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. (Isa. 54:5)
Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová. En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Isa. 61:9,10)
Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.<SUP> 2</SUP>Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.<SUP> 3</SUP>Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo.<SUP> 4</SUP>Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, {mi deleite esta en ella}y tu tierra, Beula;{desposada} porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.<SUP> 5</SUP>Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo. (Isa. 62:1-6)Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion;(Jer. 3:14)
Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. (Mt. 9:15)
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.<SUP> 29</SUP>El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. Jn. 3:28,29)
<SUP>
</SUP>
`````````````````````````````
Cap. 21. Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.<SUP> 2</SUP>Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.<SUP> 3</SUP>Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.<SUP> 4</SUP>Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. <SUP>5</SUP>Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.<SUP> 6</SUP>Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.<SUP> 7</SUP>El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.<SUP> 8</SUP>Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. <SUP>9</SUP>Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.<SUP> 10</SUP>Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,<SUP> 11</SUP>teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.<SUP> 12</SUP>Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;<SUP> 13</SUP>al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.<SUP> 14</SUP>Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. <SUP>15</SUP>El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.<SUP> 16</SUP>La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.<SUP> 17</SUP>Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.<SUP> 18</SUP>El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;<SUP> 19</SUP>y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;<SUP> 20</SUP>el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.<SUP> 21</SUP>Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. <SUP>22</SUP>Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.<SUP> 23</SUP>La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.<SUP> 24</SUP>Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.<SUP> 25</SUP>Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.<SUP> 26</SUP>Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.<SUP> 27</SUP>No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.
Cap. 21. Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.<SUP> 2</SUP>Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.<SUP> 3</SUP>Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.<SUP> 4</SUP>Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. <SUP>5</SUP>Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.<SUP> 6</SUP>Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.<SUP> 7</SUP>El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.<SUP> 8</SUP>Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. <SUP>9</SUP>Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.<SUP> 10</SUP>Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,<SUP> 11</SUP>teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.<SUP> 12</SUP>Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;<SUP> 13</SUP>al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.<SUP> 14</SUP>Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. <SUP>15</SUP>El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.<SUP> 16</SUP>La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.<SUP> 17</SUP>Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.<SUP> 18</SUP>El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;<SUP> 19</SUP>y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;<SUP> 20</SUP>el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.<SUP> 21</SUP>Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. <SUP>22</SUP>Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.<SUP> 23</SUP>La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.<SUP> 24</SUP>Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.<SUP> 25</SUP>Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.<SUP> 26</SUP>Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.<SUP> 27</SUP>No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.