Otros se llenan la bocota hablando de un Dios CREADOR pero en realidad sus creencias lo niegan completamente.
Otros dicen que la muerte no era el fin de nada porque la vida es indestructible.
El problema, mi amado hermano, es que tenemos un mal entendimiento de lo que es vida y de lo que en verdad es muerte; hay dos tipos de vida, la vida según los hombres, y la vida según nuestro Dios; El Señor dice "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA" de manera que según el Señor la vida es una sola sustancia junto con el camino y la verdad, el Señor también dice "YO SOY LA LUZ DEL MUNDO" de forma que la Luz también es una misma sustancia con la vida, de forma tal que conforme a nuestro Señor, todos estos elementos son uno intrínsecamente ligados, no hay uno sin el otro, todos se complementan y nuestro Padre reunió todo en una misma sustancia (NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO) Si alguien dice conocer y andar en la verdad, entonces anda en el camino y anda en la Luz y por tanto tiene vida, pero si le falta uno de estos elementos entonces no está vivo; Ahora bien, para vivir en Cristo es menester morir al mundo, de forma que los vivos en Cristo son muertos para el mundo, aquí vemos una clase de muerte que genera vida, los muertos al mundo no temen a la muerte del mundo, es decir, a la muerte según el mundo, y en eso precisamente consiste el vencer a la muerte, en no temerle, porque vencer a la muerte no es no morir, sino más bien consiste en no temerle, porque el gozo de la muerte no es matar, sino más bien es aterrar con el solo hecho de pensar en la muerte; La vida según los hombres no es más que el tiempo en que un hombre hace estadía en este mundo, pero la vida según nuestro Dios, consiste en heredar el nuevo mundo por venir y vivir en un nuevo reino de paz y de gozo;
Ahora, hablemos de la muerte, hay una muerte que genera vida, esta es la muerte por la cual morimos al mundo para que nuestro cuerpo sea ahora administrado por el Espíritu Santo, esta muerte no es más que el decline de nuestro orgullo, de nuestro ego, de nuestra razón, de nuestros conceptos, es hacer morir al viejo hombre para que nazca el nuevo hombre, es a como dice nuestro Señor "VOLVER A NACER", hay también una muerte por la que todo hombre muere al cometer su primer pecado, como la muerte de Adán al cometer su primera desobediencia, esta es la muerte que no tumba al cuerpo de manera instantánea, sino que es una muerte lenta, como un virus que no mata al instante, sino que te enferma de muerte, todo hombre andante y sin Cristo de hecho ya está enfermo de muerte pues a como el apóstol dice "EL AGUIJON DE LA MUERTE ES EL PECADO" desde que pecamos la muerte implantó su aguijón en nosotros, y desde ese momento somos reos y esclavos de la muerte y estamos a su servicio, de modo que al venir a Cristo sufrimos a su vez una redención que no es más que una resurrección, cuando somos sumergidos en agua, eso es la señal de nuestro nuevo natalicio, de modo que, al morir al mundo y nacer en Cristo, vencemos a la muerte quien nos mantenía como esclavos desde que se nos implantó el aguijón de la muerte, de otra forma dicha, al lavar nuestros pecados por la sangre de nuestro rey y señor Jesucristo, el aguijón de la muerte es retirado de nuestra vida, por lo que somos nuevamente restaurados y purificados como al momento de nacer, como cuando éramos niños inocentes, por lo cual el Señor nos dice "De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" ¿Significa acaso eso que somos inmortales? No, significa que moriremos ya no a causa del aguijón de la muerte, sino que moriremos ahora por la causa de nuestro Señor Jesucristo, de lo cual nos dice "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará" entonces es que nuestra muerte se convierte en el pasaporte para lograr nuestra vida, ahora en un nuevo cuerpo, transformados en seres celestiales; Entonces vemos a una muerte vencida porque nuestra muerte no fue por causa suya ni por su deseo, sino por voluntad de Dios y para gozo del Señor, de lo cual se nos dice "
Estimada es a los ojos de Jehová La muerte de sus santos" de manera que nuestra muerte se vuelve no una tragedia, sino una fiesta, no una tristeza sino una alegría, no una ofensa sino una alabanza para nuestro Dios, esa sería nuestra última alabanza a nuestro Dios, es como la cereza en el pastel; Por lo contrario, cuando morimos por causa del aguijón de la muerte, eso más bien es tristeza para nuestro Dios, y se vuelve como la última ofensa hacia él.