Lo tuyo es todo esto:
La maledicencia con que te expresas
La idolatría de la soberbia con que actúas
La injusticia de tus juicios
La mentiras que utilizas
Siempre cito las Escritura.
Nuestras asambleas no tienen estatuas.
En nuestras reuniones quién está presente allí es el Señor, lee:
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Cuando usted asiste a una reunión de ustedes, quién está allí en medio de las estatuas?
Una estatua para la reina del cielo.
Otra estatua para San Pedro.
Otra para el patrono de su ciudad, cada pueblo tiene su propio patrono.
Hay también la estatua en yeso, de un hombre moribundo, crucificado, que implora la lástima de ustedes, y tiene a sus pies una alcancía donde ustedes depositan billetes y monedas en señal de solidaridad.
Hay al fondo, un hombre que está a cargo de la misa, y luego de varias avemarías y otros rezos propios de ustedes, alza con ambas manos una galleta redonda llamada hostia, y se las muestra a todos ustedes, mientras habla unos latinajos para acompañar el rito.
Luego, toma la copa de metal dorado, la eleva y saborea el vino delante de ustedes, pero no le ofrece a ninguno.
Es por el precio, que se acostumbraron a no darle vino a nadie.... como la galleta llamada hostia es más barata, esa si la comparten con todos.
Este que le estoy escribiendo, no es ninguna maledicencia como mal interpreta usted, es solo la narración de lo que ustedes tienen por sublime, que para Dios es abominación.
Me da mucha pena con usted, que a estas alturas, no busque congregarse donde Cristo ha prometido estar presente, y se reúna en medio de estatuas, avemarías, sotanas, hostias, escapularios, camándulas y una cantidad de rezos....
Nada de esa parafernalia religiosa se encuentra en la Biblia.
A usted, como a cualquier católico, le metieron gato por liebre.
Es hora de que despierte.