Paula venezolan;n3301233 dijo:Entonces que los hombres callen y hablen los animales porque fueron creados antes.
El texto de Timoteo se refiere a Cristo y a la Iglesia.
CRISTO NO ES UN ANIMAL.
Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, Y EL VERBO ERA DIOS.
Juan 1:14 Y aquel Verbo FUE HECHO CARNE, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Cuando fue hecho carne, no se hizo mujer.
¿Por qué la mujer fue excluida?
1. Cristo es el segundo Adán, no la segunda Eva.
2. La causa de la caída del hombre fue la mujer, leemos:
1 Timoteo 2:14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, SIENDO ENGAÑADA, incurrió en transgresión.
¿Adán no fue engañado?
Adán nunca fue engañado en absoluto; ni por la serpiente, con quien nunca conversó; ni por su esposa, él sabía lo que hacía, cuando toma el fruto que ella le ofreció y comió.
No lo comió bajo ningún engaño del diablo con el argumento de que no iban a morir si desobedecían a Dios o con el pecado de la codicia al pretender ser como Dios conociendo el bien y el mal.
NADA DE ESO
Tomó y comió por amor a su esposa...NO LA DEJO SOLA EN SU ERROR, NO LA ABANDONÓ, Dios se la había dado como ayuda idónea y en los años que compartieron jamás tuvo queja de ella...hasta que apareció el diablo en su hogar y la engañó.
Adán apoyó a su mujer caída en desgracia.
Ella no moriría sola...Adán sabía lo que hacía...y conocía que la consecuencia sería la muerte de ambos.
Y por cuanto Adán pecó voluntariamente, y contra la luz y el conocimiento de Dios, sin ningún engaño, su pecado fue mayor:
Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte PASÓ A TODOS LOS HOMBRES, por cuanto todos pecaron.
Entonces, si Adán pecó por amor y fidelidad a su Esposa...
¿Con qué moral vienen estas mujercillas de hoy en día a formar coaliciones, movimientos feministas, a favor de su emancipación del hombre, como si su expediente solo registrara un victimismo inocente.?
Paula venezolan;n3301233 dijo:El texto de Timoteo se refiere a Cristo y a la Iglesia.
El Texto de Timoteo involucra la Creación misma y su orden:
1 Timoteo 2:13 Porque Adán FUE FORMADO PRIMERO, después Eva;
El huevo no le puede decir a la gallina: "SOY TU CREADOR" porque primero Dios creo la gallina.
Este punto es importante por cuanto la gloria del varón es la mujer y no al revés como en la ilustración de la soberbia del huevo.
Esta soberbia femenina es un tropiezo para que la gloria de Dios se manifieste en una reunión como Iglesia.
1 Corintios 11:7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es GLORIA DEL VARÓN.
En Edén la mujer usurpó el lugar que le pertenecía al hombre.
Porque si ella hubiese ocupado su lugar como "ayuda idónea" de su Esposo...no tenía porque estar conversando a escondidas de su Esposo y mucho menos con el diablo.
Esta hubiese sido la conducta correcta de Eva antes de traicionar a su marido:
"Mira Adán, la serpiente me está mostrando con su ejemplo, que el fruto del árbol prohibido es agradable a los ojos y bueno para comer"
Génesis 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era AGRADABLE A LOS OJOS, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Si Adán pecó conscientemente por amor y fidelidad a su Esposa antes que a Dios...estamos seguros que aquí hubiese enfrentado al diablo y lo hubiese puesto en su lugar:
Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y HUIRÁ DE VOSOTROS.
La soberbia de la mujer impía no tiene límites.
Ahora también quiere usurpar la gloria de Cristo.
Ella sabe conscientemente, en base a la Escritura, que si logra ministrar en una reunión como Iglesia, es la gloria del hombre la que se está manifestando y no la de Cristo.
Por que el Hijo de Dios es el Creador (Col.1:15-19)
El creó a Adán.
El durmió a Adán, lo anestesió, y durante el sueño hizo la primera operación quirúrgica sacando un hueso para por medio de este hueso hacer la mujer, leemos:
Génesis 2:21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
Génesis 2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
Génesis 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
De manera que cuando se habla del hombre como la imagen y gloria de Dios, no se refiere a la descendencia del Adán caído sino al Hijo de Dios, Cristo.
Este error de discernimiento femenino engaña a la mujer haciéndole pensar que Dios es injusto, al hacer al hombre recto, conociendo que después buscó muchas perversiones....Pero Dios no se está refiriendo al primer Adán sino al segundo Adán que vino del mismo cielo.
La mujer se considera humillada en los planes de Dios para con la raza humana, porque desconoce la Justicia de Dios (2Cor.5:21) y solo busca ser enaltecida, bajo la falsa premisa de la igualdad de derechos.
Ella le echa la culpa al hombre y anhela protagonismo.
Pero no aprecia la dignidad de su rol como la Esposa de Cristo, figura que nos involucra a todos por igual, hombres y mujeres.
No considera su expediente desde la creación y la fidelidad de Adán cuando ella lo traiciona con la serpiente.
No la dejó sola.
Murió juntamente con ella.
En un completo contraste Espiritual, contemplamos al segundo Adán, apreciado por la mujer piadosa:
22. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
23. porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
24. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
26. para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27. a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
28. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
30. porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
32. Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Selah