EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

por supuesto, que yo te salude o sea cortes contigo no significa que comparto tus ideas o avale tus acciones
Si, ¡como no ...!

El papa, supuesto representante de la cristiandad, enviándole saluditos al asesino de decenas de millones de personas... menudo farsante.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Si, ¡como no ...!

El papa, supuesto representante de la cristiandad, enviándole saluditos al asesino de decenas de millones de personas... menudo farsante.

Aunque pensándolo bien eso mismo hizo JESUS con los gobernantes romanos... ¿verdad?
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Aunque pensándolo bien eso mismo hizo JESUS con los gobernantes romanos... ¿verdad?

Pero Pablo si:

Hechos 26:27-30
Rey Agripa, ¿crees en los profetas? Yo sé que crees.
Y Agripa respondió a Pablo: En poco tiempo me persuadirás a que me haga cristiano.
Y Pablo dijo: Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo tú, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas.
Entonces el rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron,

Hechos 17:18-23
Algunos filósofos epicúreos y estoicos entablaron conversación con él. Unos decían: "¿Qué querrá decir este charlatán?" Otros comentaban: "Parece que es predicador de dioses extranjeros." Decían esto porque Pablo les anunciaba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección.
Entonces se lo llevaron a una reunión del Areópago. --¿Se puede saber qué nueva enseñanza es esta que usted presenta? --le preguntaron--.
Porque nos viene usted con ideas que nos suenan extrañas, y queremos saber qué significan.
Es que todos los atenienses y los extranjeros que vivían allí se pasaban el tiempo sin hacer otra cosa más que escuchar y comentar las últimas novedades.
Pablo se puso en medio del Areópago y tomó la palabra: --¡Ciudadanos atenienses! Observo que ustedes son sumamente religiosos en todo lo que hacen.
Al pasar y fijarme en sus lugares sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: A UN DIOS DESCONOCIDO. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que yo les anuncio.

Pablo el camaleón del evangelio:

1Co 9:19-22
Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley - aun sin estarlo - para ganar a los que están bajo ella.
Con los que están sin ley, como quien está sin ley para ganar a los que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo.
Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Pero Pablo si:

Hechos 26:27-30
Rey Agripa, ¿crees en los profetas? Yo sé que crees.
Y Agripa respondió a Pablo: En poco tiempo me persuadirás a que me haga cristiano.
Y Pablo dijo: Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo tú, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas.
Entonces el rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron,

Hechos 17:18-23
Algunos filósofos epicúreos y estoicos entablaron conversación con él. Unos decían: "¿Qué querrá decir este charlatán?" Otros comentaban: "Parece que es predicador de dioses extranjeros." Decían esto porque Pablo les anunciaba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección.
Entonces se lo llevaron a una reunión del Areópago. --¿Se puede saber qué nueva enseñanza es esta que usted presenta? --le preguntaron--.
Porque nos viene usted con ideas que nos suenan extrañas, y queremos saber qué significan.
Es que todos los atenienses y los extranjeros que vivían allí se pasaban el tiempo sin hacer otra cosa más que escuchar y comentar las últimas novedades.
Pablo se puso en medio del Areópago y tomó la palabra: --¡Ciudadanos atenienses! Observo que ustedes son sumamente religiosos en todo lo que hacen.
Al pasar y fijarme en sus lugares sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: A UN DIOS DESCONOCIDO. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que yo les anuncio.

Pablo el camaleón del evangelio:

1Co 9:19-22
Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley - aun sin estarlo - para ganar a los que están bajo ella.
Con los que están sin ley, como quien está sin ley para ganar a los que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo.
Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
Supongo que conoces la diferencia entre evangelizar y congraciarse.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Si, ¡como no ...!

El papa, supuesto representante de la cristiandad, enviándole saluditos al asesino de decenas de millones de personas... menudo farsante.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

PALABRAS DE UN JUDIO:

¿El linchamiento contra Pío XII? Una porquería. Vengo de una familia de origen judío y he tenido parientes que murieron en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. Por tanto, hablo de todo esto con mucha dificultad» Paolo Mieli, Periodista Judio.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"

 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"


PALABRAS DE UN JUDIO:

¿El linchamiento contra Pío XII? Una porquería. Vengo de una familia de origen judío y he tenido parientes que murieron en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. Por tanto, hablo de todo esto con mucha dificultad» Paolo Mieli, Periodista Judio.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

¿La conoces tu?

Si. Pablo trataba de que esos líderes conocieran a JESUS (aclaro: nunca mencionó a María). En cambio Pio XII solo quería congraciarse con Hitler, su amigo y compañero de causa.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"

Como te dije anteriormente lo cortes no quita lo valiente, que yo te mande saludos no me hace seguidor de tus ideas.
Cristo nos ense#o a orar por nuestros enemigos, osea que eso para ti tambien esta mal?, ademas te falto completar que la misa no solo fue por Hitler sino tambien por todos los caidos en accion. Por que utilizas verdades a medias GLuis?, si eres un cristiano de verdad trata de ser veraz en tus comentarios.
Y si no hubiese sido por Pio XII y todos los sacerdotes y catolicos que ayudaron a muchos judios la cantidad de ejecutados hubiese sido mayor.
Castells al hacer sus comentarios tiene segundas intensiones y va contra la verdad, pues lo que dice no es verdad, como ya te lo probe anteriormente.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Como te dije anteriormente lo cortes no quita lo valiente, que yo te mande saludos no me hace seguidor de tus ideas.
Solo significa que te alegras del cumpleaños del asesino que mata a los que tanto odias.


Cristo nos ense#o a orar por nuestros enemigos, osea que eso para ti tambien esta mal?,
Ahí no dice que Pio XII estaba orando por Hitler. Lo que dice es que siempre le mandaba a felicitar en su cumpleaños.



ademas te falto completar que la misa no solo fue por Hitler sino tambien por todos los caidos en accion. Por que utilizas verdades a medias GLuis?, si eres un cristiano de verdad trata de ser veraz en tus comentarios.
Yo cité lo que dice un judio que lo vivió. No se si son verdades a medias.


Y si no hubiese sido por Pio XII y todos los sacerdotes y catolicos que ayudaron a muchos judios la cantidad de ejecutados hubiese sido mayor.
Para disimular y luego justificarse.


Castells al hacer sus comentarios tiene segundas intensiones y va contra la verdad, pues lo que dice no es verdad, como ya te lo probe anteriormente.
¿Lees la mente?
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"


GLuis;<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
Unas correcciones a tus fuentes<o:p></o:p>
Adolf Bertram no fue arzobispo de Berlin en 1945, el fue arzobispo de Breslau. Si bien la arquidiócesis de Berlin estaba bajo su mando pero el no era arzobispo de Berlin.<o:p></o:p>
Adolf Bertram fue un reconocido arzobispo catolico Anti nazi, y declaro que el Nacional Socialismo era incompatible con la Fe Catolica.<o:p></o:p>
Ademas de ello Bertram escribio una orden para un Requiem por todos los Alemanes que murieron en la guerra, en ella nunca se menciona a Hitler. Esta orden nunca fue publicada pues Bertram murio el 6 de Julio de 1945<o:p></o:p>
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

GLuis;<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
Unas correcciones a tus fuentes<o:p></o:p>
Adolf Bertram no fue arzobispo de Berlin en 1945, el fue arzobispo de Breslau. Si bien la arquidiócesis de Berlin estaba bajo su mando pero el no era arzobispo de Berlin.<o:p></o:p>
Adolf Bertram fue un reconocido arzobispo catolico Anti nazi, y declaro que el Nacional Socialismo era incompatible con la Fe Catolica.<o:p></o:p>
Ademas de ello Bertram escribio una orden para un Requiem por todos los Alemanes que murieron en la guerra, en ella nunca se menciona a Hitler. Esta orden nunca fue publicada pues Bertram murio el 6 de Julio de 1945<o:p></o:p>
GLuis;
Por favor no calumnies a Adolf Bertram y revisa tus fuentes
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

y si quieres mas datos referentes a la Arquidiosesis de Berlin, te pongo la figura de Bernhard Lichtenberg (December 3, 1875 – November 5, 1943), quien se opuso al nazismo desde su pulpito en la misma ciudad de Berlin
Saludos
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

GLuis;
Algo adicional para ti referente al arresto de los Judios de Roma en 1943
http://2gmblog.*************/2010/06/como-la-estrategia-del-siliencio-slvoa.html
jueves 10 de junio de 2010

Cómo "la estrategia del siliencio" salvó a miles de judíos



La Pave the Way Foundation inició un proyecto de recuperación de documentos para mostrar toda la información y los testimonios posibles sobre el pontificado del papa Pío XII, el Pontífice la Segunda Guerra Mundial, con el fin de acabar con el "atasco" académico causado por la falta de información disponible públicamente.
Nuevos hallazgos han sacado a la luz documentos y testimonios, que muestran claramente que el 16 de octubre de 1943, fue la falta intencionada de una denuncia pública por parte del Papa Pío XII contra la detención de los judíos romanos, lo que les salvó la vida y permitió su rescate.

Tenemos una declaración jurada de 1972 el general Karl Wolff, comandante de las SS para Italia y segundo de Heinrich Himmler, que establece que en septiembre de 1943 Adolf Hitler ordenó desarrollar un plan para invadir el Vaticano, secuestrar al Papa, incautar los bienes del Vaticano, y matar a la Curia Romana. Este plan debía llevarse a cabo inmediatamente.

El general Wolff sabía que si esta invasión se llevaba a cabo, se producirían disturbios masivos en toda Europa, lo que supondría un desastre militar para el esfuerzo bélico alemán. El general Wolff declaró que tuvo éxito en convencer a Hitler para retrasar la invasión. Este punto de vista de un potencial desastre militar era compartida por el gobernador militar de Roma, el general comandante Rainer Stahel, y el embajador alemán ante la Santa Sede, Ernst von Weizsäcker.

Pío XII se enteró del plan de invasión, y también creía por su parte que su ejecución provocaría disturbios en masa que podrían matar a miles de personas inocentes y que la neutralidad del Vaticano sería violada, permitiendo así que las fuerzas alemanas entrasen en todas las propiedades del Vaticano. Existen actas manuscritas, que establecen que el 6 de septiembre de 1943, Pío XII llamó en secreto a los cardenales para comunicarles que el Vaticano podría ser invadido, y que él sería llevado al norte y probablemente asesinado. Los cardenales tenían que prepararse para huir a un país neutral de inmediato, en cuanto se produjese la invasión del territorio del Vaticano.

También firmó una carta de renuncia, y la puso en su escritorio. Dio instrucciones a los cardenales para formar un gobierno en el exilio y para elegir un nuevo Papa, una vez que estuvieran a salvo. Tenemos una carta escrita a mano por el secretario de Estado ordenando a la Guardia Suiza que no resistiesen a las fuerzas invasoras alemanas con la fuerza de las armas, y numerosos documentos que detallan cómo se iban a proteger la Biblioteca Vaticana y el contenido del museo.

A lo largo de este período, von Weizsäcker envió mensajes positivos engañosos sobre el Papa a Berlín para calmar a Hitler, no para justificar una orden de invasión. Algunos críticos de Pío XII erróneamente han basado sus teorías de la complicidad y la colaboración del Papa en estos cables intencionadamente engañosos - lo que el asistente de von Weizsäcker, Albrecht von Kessel, llamó más tarde "mentiras tácticas".

Tenemos un testimonio adicional de teniente Nikolaus Kunkel, un oficial alemán de la sede del gobernador militar de Roma, que corrobora la evidencia documentada y el testimonio exactamente de cómo Pío XII directamente salvó a la comunidad judía romana, y de que estaban esperando la orden de invasión por parte de Berlín cualquier día.

Cuando comenzaron los arrestos en la mañana del 16 de octubre 1943, Pío XII fue alertado de ello por la princesa Enza Pignatelli Aragona Cortes. De inmediato dio varios pasos para forzar a los alemanes para detener los arrestos. Llamó al Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Maglione, y le instruyó para lanzar una vehemente protesta contra los arrestos. El cardenal Maglione advirtió von Weizsacker esa misma mañana, de que el Papa no podía permanecer en silencio ya que se estaba arrestando a los judíos debajo de sus propias ventanas, en su propia diócesis. Pío XII entonces envió a su sobrino, Carlo Pacelli, para que se reuniera con un simpatizante de Alemania, el obispo Alois Hudal, ordenándole que escribira una carta a sus contactos alemanes para detener de inmediato las detenciones.

Esto también demostró ser ineficaz. El último esfuerzo de Pío XII, el más exitoso, fue enviar a su confidente, el Superior General de los Salvatorianos, padre Pankratius Pfeiffer, para que se reuniera directamente con el gobernador militar de Roma, el general Stahel. Padre Pfeiffer advirtió a Stahel de que el Papa iba a lanzar una protesta en voz alta y pública en contra de estas detenciones, si no se detenían. El temor de que esta protesta pública diese lugar a que Hitler ordenara la invasión de la Santa Sede movió a Stahel a actuar.

El general Stahel inmediatamente telefoneó a Heinrich Himmler, y se inventó razones militares para detener los arrestos. Confiando en las valoraciones de Stahel, Himmler avisó a Hitler de que detuviera los arrestos. La orden de detener los arrestos fue tomada al mediodía del 16 de octubre, y empezó a ser efectiva a las 2 de la tarde del mismo día que comenzaron.

Esta secuencia de hechos fue confirmada de forma independiente por el general Dietrich Beelitz, oficial de enlace con la oficina del mariscal de campo Albert Kesselring y el mando de Hitler. Beelitz escuchó personalmente la conversación entre Stahel y Himmler. Cuando el engaño de Stahel fue conocido después, Himmler castigó al General Stahel enviándole al frente oriental.

Se sabe que en el Vaticano había espías inflitrados. El Papa sólo podía enviar a sacerdotes de confianza y confidentes a través de Roma e Italia, con órdenes verbales y por escrito del Papa de abrir los claustros, permitiendo a hombres y mujeres entrar en los conventos y monasterios católicos, y ordenando que todas las instituciones eclesiásticas ocultasen a los judíos donde pudieran.

Según el afamado historiador británico sir Martin Gilbert, el Vaticano ocultó a miles de judíos literalmente en un día. Una vez ocultos, el Vaticano continuó alimentando y manteniendo a sus "huéspedes" judíos hasta la liberación de Roma, el 4 de junio de 1944.

Documentos de Berlín y del juicio a Eichmann en Israel muestran también que los 8.000 judíos romanos que iban a ser arrestados no tenían que ir a Auschwitz, sino que debían ser mandados al campo de trabajo de Mauthausen y mantenidos como rehenes. Esta orden fue revocada posteriormente por personas desconocidas, y 1.007 judíos fueron enviados a Auschwitz para morir. Desgraciadamente sólo sobrevivieron 17. Mientras que hay gente que critica repetidamente a Pío XII por no haber salvado a los 1.007, permanecen completamente en silencio sobre sus acciones directas, que salvó a una comunidad judía de Roma, de más de tres mil años de antigüedad.

Se descubrió recientemente, en los archivos norteamericanos, que los aliados habían descifrado los códigos alemanes y sabían con una semana de antelación de la intención de arrestar a los judíos de Roma. Los aliados decidieron no avisar a los romanos porque esto podría alertar a los alemanes de esta brecha en su servicio de inteligencia. Esta “decisión militar” dejó a Pío XII solo, sin aviso previo, para intentar poner fin a los arrestos.

Hablando del Papa Pío XII, el más importante experto judío sobre el Holocausto en Hungría, Jeno Levai, declaró que era una ironía "especialmente lamentable que la única persona en toda la Europa ocupada que hizo más que nadie para frenar el terrible crimen y mitigar sus consecuencias, se ha convertido hoy en día en el chivo expiatorio de los fracasos de los demás”.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

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Otra joya mas de este libro, su portada quiere dar a entender que Eugenio Pacelli esta dejando un edificio custodiado por soldados nazis pero la verdad es que la foto fue tomada en 1927. Los soldados alemanes utilizaban este tipo de casco y uniforme desde mediados de la Primera Guerra Mundial