¿Crees en la evolucion?

¿Crees en la evolucion?


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Re: ¿Crees en la evolucion?

Gracias por lo de fe, no me gusta cometer faltas de ortografia pero como es algo que uso poco no tenia claro como se escribía :p

Elemental mi querido Watson,

"Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Él crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan." – Hebreos 11:6


…Aceptaré la comparación del Big Bang con como haces explotar tus coches si me convences de que los coches se fabrican de la nada y son fabricados por nadie como resulta con Dios :p

¿Y acaso no sabia usted que esta fantasiosa teoría enseña que alrededor de 18,000 a 20,000 billones de años, toda la materia, toda la tierra del universo fue concentrada dentro de una materia comprimida, una región muy caliente, más pequeña que el puntito de esta página, que a su vez vino de la nada? ¿Todo vino de la nada?

¿Cómo pudo ocurrir eso? Luego dicen que ese puntito empezó a girar cada vez más rápido hasta que hubo un día que ese puntito explotó causando así la llamada Gran Explosión. Todas las piezas que salieron de esa explosión se convirtieron en el sol, las estrellas y los planetas. :SHOCKED::Carcajada:asustado::Twitch_an:yelrotflm:eek:

Por tanto, ¿qué tal si primero me convences de que la materia y la energía de esa Gran Explosión vino de la nada como enseñan los libros de evolución cósmica porque encuentro muy difícil entender cómo alguien puede creer que nuestro entero y complejo universo vino de un puntito comprimido que a su vez vino de la nada.


Si me explicas esto entonces te explicaré cómo mi auto fue fabricado de la nada y por nadie, jaja​


Saludos
Nobleeagle ><>
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Si miras el top 10 de los libros más vendidos del mundo verás entre otros libros como, el Corán, o el Señor de los anillos :p

[video=youtube;5ODeI1u-0bg]http://www.youtube.com/watch?v=5ODeI1u-0bg[/video]

Ninguno como la Biblia.

De hecho, la Suprema Corte declara que;

“La Biblia puede ser usada constitucionalmente en un estudio apropiado de la historia, civilización, ética, religión comparativa, o semejante”


The Supreme Court stated that,
“the Bible may constitutionally be used in an appropriate study of history, civilization, ethics, comparative religion, or the like.”
Stone v. Graham, 449 U.S. 39, 42 (1980)

"Este gran libro... es el mejor regalo que Dios ha dado a los hombres. Si no fuera por el no podríamos distinguir el bien del mal"
Abraham Lincoln

Lo siento amigo, pero esa es la pura realidad, el que usted no lo quiera aceptar porque tiene el prejuicio encima ya es otra cosa.​

Saludos
Nobleeagle ><>
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

...No te cansas de nombrar a la pornografía, la homosexualidad, el adulterio, etc.. y también a Dawkins. Se nota mucho que todo eso te conmueve al igual que la evolución… Por eso no puedes dejar de entrar a este post y de nombrarlos diariamente…


Está bien amigo, no lo mencionaré más, ya sabemos que otras cosas crees y practicas además de la teoría de la evolución. Solo recuerde que el dia que necesite ayuda estamos online las 24 horas del dia, los 7 dias de la semana y todos los dias del año. :bienhecho



Saludos a "Dawkins" ;)
Nobleeagle ><>
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Elemental mi querido Watson,

"Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Él crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan." – Hebreos 11:6

Qué quieres que le haga, si Dios no nos hubiese dotado con sentido de la razón y la lógica ahora mismo creeria por medio de la fe (sin acento) ciegamente.

No es mi culpa que desconfíe de un libro mitológico de hace 2000 años.


¿Y acaso no sabia usted que esta fantasiosa teoría enseña que alrededor de 18,000 a 20,000 billones de años, toda la materia, toda la tierra del universo fue concentrada dentro de una materia comprimida, una región muy caliente, más pequeña que el puntito de esta página, que a su vez vino de la nada? ¿Todo vino de la nada?

¿Cómo pudo ocurrir eso? Luego dicen que ese puntito empezó a girar cada vez más rápido hasta que hubo un día que ese puntito explotó causando así la llamada Gran Explosión. Todas las piezas que salieron de esa explosión se convirtieron en el sol, las estrellas y los planetas. :SHOCKED::Carcajada:asustado::Twitch_an:yelrotflm:eek:

Por tanto, ¿qué tal si primero me convences de que la materia y la energía de esa Gran Explosión vino de la nada como enseñan los libros de evolución cósmica porque encuentro muy difícil entender cómo alguien puede creer que nuestro entero y complejo universo vino de un puntito comprimido que a su vez vino de la nada.


Si me explicas esto entonces te explicaré cómo mi auto fue fabricado de la nada y por nadie, jaja

Mentira, de la "nada" no viene "nada" (valga la redundancia).

No inventes por favor, que eso de que antes del Big Bang no había nada no lo afirma nadie.
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Ninguno como la Biblia.

De hecho, la Suprema Corte declara que;

“La Biblia puede ser usada constitucionalmente en un estudio apropiado de la historia, civilización, ética, religión comparativa, o semejante”


The Supreme Court stated that,
“the Bible may constitutionally be used in an appropriate study of history, civilization, ethics, comparative religion, or the like.”
Stone v. Graham, 449 U.S. 39, 42 (1980)

"Este gran libro... es el mejor regalo que Dios ha dado a los hombres. Si no fuera por el no podríamos distinguir el bien del mal"
Abraham Lincoln

Lo siento amigo, pero esa es la pura realidad, el que usted no lo quiera aceptar porque tiene el prejuicio encima ya es otra cosa.​

Saludos
Nobleeagle ><>

Utilizaré una de tus ideas que ya usaste cuando se ponia en evidencia el resultado de la encuesta:

El hecho de que algo sea aceptado por la gran mayoria de la población no lo convierte en la verdad absoluta. Lo aplicaste para la teoría de la evlución, aplícalo también aquí.
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

La Evolución es Religión—No Ciencia [Parte I]
por Michael G. Houts, Ph.D.


[NOTA DEL EDITOR: El siguiente artículo fue escrito por uno de los miembros auxiliares del personal científico de AP. El Dr. Houts tiene un doctorado en Ingeniería Nuclear del Instituto de Tecnología de Massachusetts). Ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo un Certificado de Agradecimiento por Liderazgo Excepcional de la NASA. Sus actividades profesionales incluyen el servicio como Presidente del Simposio de Poder y Propulsión Nuclear Espacial. El Laboratorio Nacional de Los Alamos empleó al Dr. Houts por 11 años, donde laboró en varias posiciones, incluyendo la Subdirección de Liderazgo Grupal. Actualmente labora como Director de Investigación Nuclear en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA].

Uno de los engaños más grandes que los ateos y humanistas perpetran es declarar que la Teoría de la Evolución es de alguna manera “ciencia”. La realidad es que la evolución no tiene nada que ver con la ciencia, sino es simplemente un dogma de ciertas religiones falsas que se oponen a Dios. Es importante que los cristianos se den cuenta que la evolución es simplemente otra creencia errónea, y que ellos no deben ser intimidados al punto de creer que la verdadera ciencia sostiene esta teoría. También es importante que los cristianos no desconfíen de la ciencia solo porque los evolucionistas y ateos reclaman falsamente que esta sostiene sus puntos de vista.

La ciencia que ha enviado al hombre a la Luna y ha producido grandes avances en computación, medicina y otros campos, es observable, comprobable y repetible. Cuando se desarrolla una teoría, se puede crear experimentos para determinar si es falsa. Se hace referencia a esta ciencia verdadera como “ciencia operacional”. En años recientes se ha ampliado el término “ciencia” para incluir muchas áreas que comúnmente no reúnen el criterio de la ciencia operacional. Estas incluyen la ciencia social, la ciencia política y otras.

Incluso un área más apartada de la ciencia operacional es la así-llamada “ciencia de los orígenes”. La ciencia de los orígenes no es observable, comprobable o repetible. Las teorías que se relacionan a la ciencia de los orígenes comúnmente se crean para que, sin importar la evidencia, sus partidarios puedan reclamar que sostiene su punto de vista. En la ciencia de los orígenes, se interpreta la evidencia relacionada al origen del Universo (y todo en él) dentro de un marco de pensamiento determinado. Para el ateo o el humanista, se debe explicar todo sin Dios. Para el cristiano, el relato de la creación en Génesis es la base de su entendimiento. La evidencia que los cristianos vemos se interpreta dentro del marco de la Biblia.

Webster define “religión” como “una causa, principio o sistema de creencias que se sostienen con ardor y fe” (Webster’s Ninth..., 1988, p. 995). El cristianismo encaja en esta categoría. Así también los cientos de religiones falsas que han plagado a la humanidad por milenios. Mateo 7:13-14 indica que la mayoría de gente será engañada. A pesar de la vasta evidencia que Dios ha dado, ellos escogerán crear su propia religión o aferrarse a una religión falsa que su sociedad promueve.

Un evento conocido ocurrió algo de 3,000 años atrás, cuando Elías enfrentó a 450 profetas de Baal y 400 profetas de Asera. Esos falsos profetas comían de la mesa de la reina (1 Reyes 18:19), lo cual indica que estaban entre la gente más respetada y de confianza en la sociedad. Aunque obviamente estaban equivocados, su posición y poder había influenciado tanto al pueblo que cuando Elías declaró, “Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él”, “el pueblo no respondió palabra” (1 Reyes 18:21). Mucha gente (o la mayoría) sin duda sabía que Baal había sido creado por la imaginación de hombres. Sin embargo, el hecho que tantas personas “importantes” en su sociedad promovían a Baal les causaba dudas acerca de Dios, o les intimidaba hasta el punto de no estar dispuestos a defender firmemente su creencia en Dios.

Hoy existe una situación similar. Por décadas se ha realizado esfuerzos unidos para adoctrinar a la gente a creer en la evolución. No obstante, las encuestas todavía muestran que la mayoría de norteamericanos cree en Dios y cree que Él creó el Universo y la vida (vea Miller, 2007b, [10]:37,40-R). Aunque estas son buenas noticias, la promoción de la evolución que mucha gente “importante” ejerce en nuestra sociedad probablemente ha causado que muchos de los encuestados duden de Dios, o que sean intimidados al punto de no estar dispuestos a defender firmemente su creencia en Dios. Por esta razón principal es importante que nos demos cuenta que la evolución es simplemente otra religión falsa, y que la tentación que la gente enfrenta ante esta religión no es nada nuevo.

Interpretando la Evidencia
En la ciencia de los orígenes, la interpretación de la evidencia depende grandemente en la creencia religiosa de una persona. Por ejemplo, considere los cambios que vemos en la vida. Parece que en pocos días se desarrollan poblaciones de bacterias resistentes a los antibióticos, rutinariamente se reproduce nuevas “clases” de gatos y perros, y los animales salvajes se adaptan a los ambientes cambiantes. Para el evolucionista y el creacionista, estos cambios pequeños evidencian la “microevolución”. Pero para el evolucionista, las grandes cantidades de microevolución, por un periodo largo de tiempo, guían a la macroevolución que es capaz de convertir a dinosaurios en aves o a un ancestro parecido al simio en un hombre. Los evolucionistas creen que no hay necesidad para la existencia de Dios, ya que en su mente la diversidad de la vida en la Tierra se puede explicar por medio de la macroevolución, comenzando con una forma de vida “simple”. En su sistema religioso, la información genética que se necesita para producir toda la vida que vemos hoy se desarrolló a través de la macroevolución (Campbell, 1996, p. 454).

Para la persona que cree en la Biblia, los cambios biológicos son el resultado de la selección natural, las mutaciones o la reproducción selectiva de las especies que Dios creó originalmente. La información genética que se necesitó para producir la variedad de vida que vemos hoy estuvo presente en las especies creadas originalmente. Dios había incluido esa información en la Creación original y perfecta.

Un siglo atrás, hubiera sido difícil continuar con esta discusión. Pero los avances en la ciencia y la tecnología ahora confirman que la evidencia física y analítica favorece grandemente el sistema cristiano. Por ejemplo, se ha trazado todo caso observable del desarrollo bacterial de la resistencia a los antibióticos a uno de los tres siguientes mecanismos (Campbell, p. 340):

Algunas bacterias en la población ya son resistentes al antibiótico, y llegan a ser la raza dominante por medio de la selección natural (información neutral);
La información genética que se necesita para resistir al antibiótico se obtiene a través de la transferencia plásmida de otra bacteria (información neutral); o
La resistencia al antibiótico viene como resultado de una mutación neutral de información o de pérdida de información (información neutral o información negativa).
En cada caso, la información genética se conserva o se pierde. En ningún caso observamos que se genere información nueva—lo cual se requiere para que por lo menos la macroevolución sea teóricamente posible.

Nuestro conocimiento científico en cuanto a las bacterias es completamente consistente con el relato de Génesis. (Dios proveyó la información genética durante la semana creativa). El conocimiento científico de ninguna manera sostiene la búsqueda de los evolucionistas por explicar la generación de grandes cantidades de información genética nueva a través de mutaciones al azar. No se ha observado mutaciones que incrementen información. Ninguno de los ejemplos que se ofrecen en los libros más populares de biología sostiene la premisa que la evolución de la vida ocurre por medio del incremento de información. Al contrario, muchos de los ejemplos realmente muestran lo opuesto a la evolución—disminución de información (Patterson, 2006, pp. 59-61).

“Nuevas” Razas
Cuando se desarrolla nuevas razas de gatos y perros, casi siempre se pierde información genética o, en el mejor de los casos, se conserva. Por ejemplo, a través de la reproducción selectiva, se puede usar comúnmente una pareja de perros salvajes para desarrollar una raza de perros muy grandes o una raza de perros muy pequeños (o ambos) en solo unas pocas décadas. Sin embargo, al desarrollar estas nuevas razas, se pierde información genética. Aunque la pareja original de perros salvajes tuvo la información genética para producir perros grandes y perros pequeños, las nuevas razas de perros tienen menos información genética o variabilidad. No se puede reproducir perros Gran Daneses de perros chihuahuas, y no se puede producir perros chihuahuas de perros Gran Daneses; se ha perdido la información genética que se requiere. En casos menos extremos, se puede conservar más información, pero en ningún caso se añade información. Una vez más, la evidencia que se observa en la reproducción selectiva es consistente con el sistema cristiano, y es inconsistente con el sistema evolutivo y/o ateísta.

Cambios en Poblaciones Salvajes
También se puede examinar en gran detalle los cambios en poblaciones salvajes. Dos especies favoritas de los libros de texto de biología (e.g., Johnson, 1998) son los pinzones de Darwin y las polillas moteadas. En ambos casos, simplemente se conserva la información genética y no se desarrolla nueva información genética. Por ejemplo, la historia de la polilla moteada declara que existen dos tipos de polillas moteadas: claras y oscuras. Las polillas viven entre abedules. En un ambiente limpio, las polillas claras se camuflan mejor en la corteza del abedul que las polillas oscuras. Las aves comen más fácilmente a las polillas oscuras, dando como resultado una población que consiste de 95% de polillas claras y 5% de polillas oscuras. No obstante, durante la revolución industrial, los abedules fueron cubiertos con hollín, y luego las polillas oscuras estuvieron mejor camufladas que las polillas claras. La distribución de la población se invirtió, con 95% de polillas oscuras y 5% de polillas claras.

Se ha señalado que la historia de la polilla moteada que los libros de biología registran puede haber sido inventada (Wieland, 1999, 21[3]:56). Pero, incluso si fuera cierta, esta historia no prueba la macroevolución. En todo tiempo, existió la información genética para producir polillas claras y oscuras. Nunca se generó la información genética nueva que la macroevolución necesita. Otra vez, la evidencia es consistente con el sistema cristiano, y no contribuye en absoluto al sistema evolutivo.

Estructuras Homólogas y Análogas
Otro tema en el que la religión personal influencia grandemente la interpretación de la evidencia es las estructuras homólogas y análogas. Las estructuras homólogas y análogas son estructuras en diferentes especies que son similares. Un ejemplo típico es la similitud en la estructura del ala del ave, la aleta del delfín y el brazo del hombre.

Teniendo en cuenta el enfoque bíblico, se esperaría que existieran estructuras similares. Dios creó toda vida, y sería sorprendente si no hubiera similitudes físicas entre especies. Las alas, aletas y brazos soportan la tensión, y se esperaría que hubiera similitudes en el diseño para realizar esa función. Las bicicletas, carros y aviones tienen llantas. Aunque sus llantas son diferentes, tienen similitudes obvias y funciones similares. Las bicicletas, carros y aviones tienen llantas ya que tienen un diseñador común (el ser humano). Los humanos eligen las llantas para lograr ciertas funciones.

Para el cristiano, las estructuras homólogas son estructuras en especies diferentes que son similares porque Dios creó toda vida. No obstante, para el evolucionista las estructuras homólogas en especies diferentes son similares a causa de una ascendencia común (Johnson, 1998, p. 178). Para el evolucionista, las alas, aletas y brazos no son similares porque Dios diseñó las tres estructuras, sino porque comparten un ancestro marino común (Miller y Levine, 1998, p. 405). Ampliando la analogía previa, para el evolucionista, las bicicletas, carros y aviones tienen llantas, no a causa de un diseñador común, sino porque todas comenzaron como triciclos.

Tanto la interpretación cristiana de las estructuras homólogas y la interpretación evolucionista de las estructuras homólogas terminan con un enunciado de fe. Ningún enunciado (i.e., “similar porque Dios creó toda vida” o “similar a causa de un ancestro común”) tiene una base científica; estas son creencias basadas en la perspectiva personal. Sin embargo, solamente se presenta la interpretación ateística en los cinco libros de texto de biología que he revisado (Campbell, 1996; Johnson, 1998; Kaskel, et.al., 1999; Miller y Levine, 1998; Starr y Taggart, 1984). [NOTA: Para un examen de la fe bíblica que está basada en el conocimiento y la evidencia, vea Miller, 2007a; Sztanyo, 1996; Thompson, 1994].

Existen muchos casos conocidos en que las estructuras homólogas no pudieron haber compartido un ancestro común (según un enfoque evolutivo). Por ejemplo, en un nivel superficial, los dedos de la rana parecen similares a los dedos de los humanos. Pero ahora se sabe que estos se desarrollaron en una manera completamente diferente, y no pudieron haber compartido un ancestro común (Sadler, 1995, pp. 154-157). Incluso la mayoría de libros de texto de biología reconocen que hay numerosos casos de similitudes aparentes para los cuales no existe explicación plausible de relación. Un ejemplo típico es la similitud entre los tiburones y delfines (Johnson, p. 320).

Para encajar estos casos, los evolucionistas han creado otro término: “evolución convergente”. La evolución convergente se define como “el desarrollo independiente de similitudes entre especies como resultado de tener similares roles ecológicos y presiones de selección (Campbell, p. G-6). Los evolucionistas a menudo hacen referencia a estas similitudes como “estructuras análogas” (Starr y Taggart, p. 497).

Esto ilustra otra característica clave (no-científica) de la Teoría de la Evolución. Se ha creado la Teoría de la Evolución de tal manera que, a pesar de la evidencia, los evolucionistas pueden afirmar que sostiene su religión. Si un ave tiene colores vivos, entonces evolucionó sus plumas coloridas para atraer a su pareja. Si las plumas de un ave son grises, entonces el ave evolucionó ese color para proveerle camuflaje. Si las estructuras similares se derivan de secuencias genéticas similares, entonces la razón es que las dos especies comparten un ancestro común. Si se encuentra similitudes en especies que son genéticamente muy diferentes, entonces esto se debe a la “evolución convergente”. Sin importar la evidencia, ante los ojos del creyente, la evolución es verdadera.

Un criterio para determinar si una teoría es científica es si la teoría es falseable. En otras palabras, se debe desarrollar la teoría en tal manera que se pudiera crear un experimento que probara su falsedad. En el tema de las similitudes entre organismos, se ha desarrollado la Teoría de la Evolución con el propósito que ningún experimento pruebe su falsedad.

Aunque el tema no es científico, los artículos que promueven la evolución a menudo usan las similitudes entre organismos al intentar convencer a los lectores que la teoría es verdadera. Un ejemplo reciente es el artículo de la National Geographic, “¿Estuvo Darwin Equivocado?” (“Was Darwin Wrong?”) [Quammen, 2004, 206[5]:31]. También abundan los ejemplos en los libros de texto de biología.

El Origen de la Vida
Otra área en que se puede ver la naturaleza religiosa de la Teoría de la Evolución es la controversia del origen de la vida. Desde una perspectiva cristiana, la Biblia nos dice cómo se creó la vida durante la semana de la Creación. La vida es evidencia de la obra de Dios. En contraste, las religiones humanísticas y ateísticas requieren que se explique de alguna manera la existencia de la vida sin Dios. En el siglo XXI, la mayoría de humanistas y ateos han escogido poner su fe en la Teoría de la Evolución.

Cuando la Teoría de la Evolución comenzó a ser popular a finales de 1800, fue fácil especular en cuanto a formas “simples” de vida que surgían de estanques cálidos llenos de químicos, o en lugares similares (Darwin, 1887, p. 202). Los evolucionistas principales especulaban libremente e incluso inventaban “evidencia” en sostenimiento de su religión (Grigg, 1996, 18[2]:33-36). Pero los avances en la ciencia han demostrado que estas especulaciones e invenciones son necedades.

Por ejemplo, ahora sabemos que la forma de vida más simple es mucho más compleja que cualquier cosa que los humanos jamás hayan creado. Es mucho más razonable declarar que una nave espacial se puede armar al azar y despegar que declarar que una forma de vida simple puede surgir espontáneamente de las interacciones químicas aleatorias.

Se ha gastado cientos de billones de dólares en la biotecnología. La biotecnología emplea a algunos de los científicos más brillantes, quienes trabajan en laboratorios increíblemente sofisticados. Sin embargo, a pesar de esta gran inversión de dinero, talento y equipo, nadie ha estado incluso cerca de crear vida de lo inanimado. A las técnicas relativamente simples como la clonación (que básicamente involucra la transferencia de ADN preexistente de un organismo al otro) se les da importancia internacional, pero para el observador objetivo esto muestra lo impresionante y compleja que es realmente la vida (vea Butt y Lyons, 2005 para otros numerosos ejemplos).

En respuesta, muchos evolucionistas (y los libros de texto que escriben) señalan los experimentos tales como el experimento Miller-Urey para mostrar que lo que llaman “bloques de construcción” de la vida pudieran formarse potencialmente de una forma espontánea. Pero estos supuestos “bloques de construcción” están lejos de ser un organismo vivo, así como los átomos que los constituyen.

Se puede resumir la discusión típica de un libro de texto (e.g., Miller y Levine, 1998, p. 405) sobre el experimento de Miller-Urey de la siguiente manera.

Stanley Miller y Harold Urey recrearon la atmósfera primitiva al mezclar metano, amoníaco, hidrógeno y agua.
Al pasar una chispa eléctrica a través de la mezcla, demostraron que los compuestos orgánicos pudieron formarse espontáneamente.
Los resultados de este experimento fueron espectaculares y excedieron los sueños más descabellados de Miller y Urey.
Al invocar a la emoción (“sueños más descabellados”) y presentar selectivamente solo una parte muy pequeña de la información relevante, se llega a engañar eficazmente al estudiante. Lo que la mayoría de libros de texto no menciona es más revelador. Considere algunos ejemplos:

Incluso la mayoría de evolucionistas ahora está de acuerdo que la atmósfera que Miller y Urey simularon no pudo haber existido. La luz ultravioleta hubiera destruido el amoníaco y el metano. El hidrógeno hubiera existido solamente en cantidades pequeñas, ya que puede escapar de la gravedad de la Tierra. Según la opinión actual de los evolucionistas, siempre ha existido el dióxido de carbono y el nitrógeno. A pesar de esta evidencia, el libro de texto atrevidamente declara: “Stanley Miller y Harold Urey recrearon la atmósfera primitiva”.
En un ambiente acuoso, los aminoácidos no se juntan en cadenas largas, sino se separaran. En un ambiente acuoso, solamente puede encontrarse uno en 10200 (un uno seguido por 200 ceros) en una cadena de 100 aminoácidos, aproximadamente la longitud de la proteína más pequeña. Los textos de biología tienen la tendencia de evitar completamente este defecto fatal en los escenarios parecidos a una “sopa primitiva”. Sin embargo, los evolucionistas reconocen el problema y han realizado numerosos intentos de abordarlo. Estos incluyen proponer la presencia de agentes condensantes (lo cual es una explicación inadecuada incluso teniendo en cuenta algunas condiciones optimistas que son imposibles a causa de otras suposiciones evolutivas), proponer una fuente de calor para secar el agua (lo cual destruye algunos de los aminoácidos vitales y causa como resultado polímeros altamente aleatorios) y otros. Todos los intentos no han podido demostrar una manera realista para armar espontáneamente la cadena larga de aminoácidos que se necesita para formar incluso una sola proteína útil. [NOTA: Se brinda un excelente resumen de los intentos (fallidos) de los evolucionistas por explicar este tema en Sarfati, 1998a, 12[3]:281-284].
Los aminoácidos se encuentran en formas izquierdas y derechas, y la vida usa solamente las izquierdas. Los tipos de experimentos de Miller-Urey dan como resultado una mezcla uniforme (racémica) de aminoácidos izquierdos y derechos, incapaces de formar proteínas. En el evento increíblemente improbable que se pudiera formar una cadena de aminoácidos (vea el párrafo previo), la probabilidad que todos estos aminoácidos fueran izquierdos es ~ uno en 1030. Para tamaños de proteínas más típicas (400 aminoácidos), la probabilidad es ~ 10120. Los libros de texto de biología también pasan por alto este defecto fatal, aunque obviamente los autores saben que existe. Por ejemplo, Campbell habló de la racemización (la conversión lenta de los aminoácidos-L puros en las proteínas a una mezcla de aminoácidos-L y D) como un medio para determinar cuánto tiempo un organismo ha estado muerto (1996, p. 457). Sin embargo, en toda la discusión extensa sobre la Teoría de la Evolución, ni siquiera se menciona el tema. Así como en el caso del tema de la polimerización, se ha intentado desesperadamente explicar el tema de la quiralidad (lateralidad molecular). Los intentos incluyen la polarización por la luz ultravioleta u otras fuentes de luz, el cuarzo óptimamente activo, la fuerza débil, la arcilla y otros numerosos escenarios que, cuando se analizan o se ponen a prueba, llega a ser claro que son demasiado ineficientes para mejorar significativamente la probabilidad que se forme espontáneamente un aminoácido izquierdo. [NOTA: Sarfati provee un resumen excelente de estos intentos fallidos (1998b, 12[3]:263-266)].
Menos del dos por ciento de los productos formados en el experimento de Miller-Urey fueron aminoácidos. Los productos principales fueron ácidos carboxílicos y alquitrán, los cuales son tóxicos para la vida y también más propensos a unirse a los aminoácidos (rompiendo por ende cualquier cadena de desarrollo) que los aminoácidos se unan entre ellos.
Para formar una cadena de aminoácidos, se requiere monómeros funcionales. Si un monómero no-funcional se une a la cadena, se interrumpe la cadena. El tipo de experimentos de Miller-Urey al menos producen tres veces tantos monómeros no-funcionales como monómeros bifuncionales. Este hecho también causa que las probabilidades de armar casualmente una cadena larga de aminoácidos sean imposiblemente bajas.
Muchos evolucionistas famosos han calculado la probabilidad que una célula o incluso sólo las proteínas en las células se reúnan por casualidad. Esta probabilidad (incluso calculada por los mismos evolucionistas) desacredita la teoría tanto que típicamente no se mencionan en las discusiones sobre el tema. El famoso astrónomo ateo Don Frederick Hoyle calculó la probabilidad que siquiera las proteínas de una ameba se originen por casualidad en uno en 1040,000, i.e., un uno seguido por 40,000 ceros (Hoyle y Wickramasinghe, 1981, p. 130). Harold Morowitz, ex profesor de Biofísica y Bioquímica Molecular en la Universidad de Yale, calculó la probabilidad que un organismo simple unicelular se organice casualmente de estructuras preexistentes como uno en 10100,000,000,000, i.e., un uno seguido por 100 billones de ceros (Morowitz, 1968, p. 98). Carl Sagan y otros evolucionistas famosos (incluyendo al Ganador del Premio Nobel, Francis Crick, el codescubridor del ADN) han llegado a conclusiones similares (Sagan, et.al., 1973, pp. 45-46). Los cálculos como estos fueron el fundamento de la famosa cita de Don Fred Hoyle que la probabilidad de la generación espontánea “es casi la misma que la probabilidad que un tornado que barre un depósito de chatarra arme un Boeing 747 del contenido” (Hoyle, 1981,294[5837]:105). Hoyle también dijo que él no podía entender “la obligación extensa de los biólogos de negar lo que a mí me parece obvio” (294[5837]:105).
El encubrimiento de la evidencia en contra de la Teoría de la Evolución no se limita a las discusiones de los tipos de experimentos de Miller-Urey, pero esas discusiones son reveladoras.

El científico objetivo obtiene y considera toda la evidencia disponible. El deseo evidente que los evolucionistas tienen por suprimir o ignorar la evidencia que contradice el punto de vista ateístico es otro ejemplo que la evolución es una religión, no ciencia. Este encubrimiento no es un caso único, sino es obvio y extenso en la mayoría de libros de texto de secundaria y nivel universitario.

La ciencia verdadera es la enemiga de los ateos y evolucionistas. En años recientes, muchos evolucionistas han intentado transferir el debate del origen de la vida a áreas en que es más difícil aplicar la ciencia operacional. Un ejemplo es la teoría que la vida surgió de alguna manera en otro lugar en el Universo y que fue transportada a la Tierra. Aunque proponer eventos “en otro lugar del Universo” no cambia las razones fundamentales de por qué la evolución no puede ocurrir, la propuesta complica el tema lo suficiente para consolar a los que están comprometidos en buscar una explicación ateística para el origen de la vida.

También se ha exagerado o distorsionado la importancia de los “descubrimientos” en el espacio para despistar al lector. Por ejemplo, en el artículo, “¿Somos Marcianos? Investigación Dice, Tal Vez” (“Are We Martians? Maybe, Study Says”, 2000), varios profesores e investigadores hablaron de las moléculas orgánicas que se han encontrado en el espacio. Por todo el artículo, se esparcen términos como “formas primitivas de vida”, “células ancestrales” y “microbios”. Solamente al final del artículo se le da al lector algunas claves de lo que realmente se ha encontrado. Se declara: “Entre los químicos detectados estuvieron el acetileno, una estructura para el benceno y otras moléculas aromáticas que, a su vez, pueden formar hidrocarburos complejos, el material químico para la vida”. En otras palabras, ya que hemos detectado C2H2 en el espacio (que se puede predecir fácilmente por un curso de química de primer nivel), se supone que tenemos confianza que podemos ser marcianos. En realidad, el C2H2 no es de manera evidente más cercano a un organismo vivo que el carbono o el hidrógeno.

Un artículo de la revista Sky & Telescope en cuanto al sondeo Galileo a Júpiter, provee una representación más honesta. Además de dar resultados cuantitativos medidos por el sondeo, un párrafo en el artículo señala lo siguiente:

Otro golpe a las expectativas de los científicos fue la escasez de moléculas orgánicas complejas, lo cual los estudios del laboratorio han sugerido que deberían existir. Algunos investigadores incluso han propuesto que pueden existir compuestos pre-bióticos en la atmósfera joviana. Pero el espectrómetro de masas no encontró nada más prometedor que especies simples basadas en el carbono, como el etano (C2H6). Niemann concluye, “No existe ningún bicho que flota en las nubes” (Beatty, 1996, 91[4]:21). [NOTA: “Niemann” hace referencia a Hasso B. Niemann, del centro espacial Goddard de la NASA, quien dirigió uno de los equipos que analizan los resultados del sondeo].

Estructuras Vestigiales
Una definición típica de “estructura vestigial” es una “estructura que es el resto del pasado evolutivo de un organismo y que no tienen función; viene del latín vestigium, que significa huella” (Johnson, 1998, p. 868). Al hablar acerca de las estructuras vestigiales, Charles Darwin declaró que “en vez de presentar una dificultad extraña, como sin duda causan a la antigua doctrina de la creación, se las debía haber esperado en armonía con estos puntos de vista [la evolución—MH] explicados aquí” (Darwin, 1859, p. 350).

La idea de las estructuras vestigiales fue promovida adicionalmente por el anatomista alemán Robert Wiedersheim (Wiedersheim, 1895), quien declaró haber identificado 186 estructuras vestigiales en el cuerpo humano. Como Darwin, Wiedersheim también atribuyó importancia religiosa a las estructuras vestigiales, declarando que los órganos vestigiales “que la doctrina de la creación especial o cualquier otra hipótesis teológica falla en explicar, puede explicarse satisfactoriamente por medio de la teoría de la selección” (p. 3).

Otra vez, la ciencia verdadera ha demostrado que es la enemiga del evolucionista. Mientras el conocimiento científico aumentaba, se quitaban más estructuras de la lista de Weidersheim. Hoy, se ha encontrado funciones para todas las 186 estructuras “vestigiales” de Wiedersheim. En vez de proveer sostenimiento para la evolución, las estructuras vestigiales son simplemente un ejemplo de la ignorancia científica (y la arrogancia ateística) que se usa para promover la religión falsa.

Tal vez la estructura “vestigial” más conocida fue el apéndice vermiforme. Hasta finales del siglo XX, no existían funciones identificadas claramente para el apéndice. Además, se había establecido hace mucho tiempo atrás que la ruptura del apéndice podía causar una infección letalmente peligrosa. La combinación de la ignorancia en cuanto a la función y la severidad de una apendicitis aguda hicieron que muchos consideraran al apéndice como peor que inútil. Los evolucionistas se aprovechaban de esta opinión para declarar que el apéndice era un órgano vestigial, la evidencia (a su parecer) que su teoría era verdadera.

No obstante, los avances recientes en biología han identificado muchas funciones para el apéndice vermiforme, especialmente a comienzos de la infancia. Por ejemplo, la revista New Scientist cita las palabras de algunos investigadores:

Aunque se solía creer que el apéndice no tenía función y era un vestigio evolutivo, ya no se cree que esto sea cierto. Su mayor importancia es la función inmunológica que provee al embrión que se desarrolla, pero continúa funcionando incluso en el adulto.... La función del apéndice parece ser exponer a las células inmunes que circulan a los antígenos de las bacterias y otros organismos que viven en su intestino. Eso ayuda a que su sistema inmune pueda diferenciar al amigo del enemigo y deje de causar ataques dañinos a las bacterias que coexisten felizmente con usted. Para el tiempo que es un adulto, parece que su sistema inmune ya ha aprendido a arreglárselas con las sustancias extrañas en el tracto intestinal, así que su apéndice ya no es importante. Pero los defectos en el apéndice y las otras áreas inmunes de prueba pueden estar involucrados en las enfermedades auto-inmunes y en la inflamación del intestino (“The Last Word”, 2003, 177[2381]:65).

El mismo artículo señala que durante el desarrollo fetal, aparecen células endocrinas (productoras de hormonas) en el apéndice. Estas células producen hormonas péptidas que controlan los diferentes mecanismos biológicos (177[2381]:65).

Otras estructuras que se consideraban “vestigiales” previamente incluyen la plica semilunares, el cabello humano, las amígdalas, el cóccix, la glándula del timo, la glándula pineal y otras. También se ha identificado funciones importantes para todas estas estructuras. Aunque muchos evolucionistas han abandonado el argumento que las estructuras “vestigiales” proveen evidencia para la evolución, todavía se las mencionan en muchos libros de textos y en los medios populares de comunicación (e.g., Selim, 2004, 25[6]:42-46). Surgió un argumento parecido a finales de la década de 1990, cuando los evolucionistas declararon que existen partes significativas del ADN humano que eran “basura” dejada de nuestro pasado evolutivo. Cuando nuestro conocimiento del ADN aumentó, ese argumento rápidamente se desvaneció. Aunque todavía tenemos mucho que aprender acerca de las funciones del ADN, ahora sabemos que las varias secciones llamadas “basura” sólo unos pocos años atrás tienen muchas funciones importantes.

Irónicamente, incluso si hubieran sido reales, las estructuras vestigiales hubieran sido consistentes con el relato de la creación. Ha transcurrido más de 6,000 años de selección natural y degradación genética desde que Adán pecó. Se debe esperar que muchos de nuestros órganos no funcionen tan bien como funcionaban en la Creación original perfecta. También es posible que algunas de las funciones se hayan perdido completamente. [NOTA: Bergman y Howe (1990, pp. 1et.seq.) proveen un buen resumen del argumento de las “Estructuras Vestigiales”].

La Evolución como la Religión de un Estado
El esfuerzo unido para promover la evolución va más allá que usar el prejuicio o técnicas de engaño. La siguiente cita de El Humanista provee una idea más general.

Estoy convencido que la batalla del futuro de la humanidad se debe ganar en el salón de clase escolar por medio de maestros que perciben correctamente su rol como proselitistas de una nueva fe: una religión de humanidad que reconoce y respeta la chispa de lo que los teólogos llaman divino en cada ser humano. Estos maestros deben manifestar la misma dedicación desinteresada de los predicadores fundamentalistas más fanáticos, porque ellos serán ministros diferentes, utilizando el salón de clase en vez de un púlpito para transmitir valores humanistas en cualquier tema que enseñen, sin tener en cuenta el nivel educacional—preescolar, guardería infantil o universidad estatal. El salón de clase debe y llegará a ser una arena de conflicto entre lo antiguo y lo nuevo—el cadáver putrefacto del cristianismo, juntamente con todos sus malvados adyacentes y miseria, y la nueva fe del humanismo (Dunphy, 1983, 43[1]:26).

Muchos padres se rebelarían en contra de un sistema público escolar que abiertamente declara la meta de adoctrinar a sus hijos con el humanismo. Pero en las escuelas donde se fomenta la agenda humanista se usa medios más sutiles. Ya que se enseña la evolución bajo la apariencia de ciencia, ésta ha llegado a ser una herramienta útil para promover el humanismo y otras formas de ateísmo.

Muchos libros de texto escolar contienen citas reveladoras. Por ejemplo, Campbell declara: “Darwin dio a la biología una base científica firme al atribuir la diversidad de la vida a las causas naturales en vez de a la creación sobrenatural” (1996, p. 413). El autor clarifica que en su punto de vista, la ciencia es incompatible con la Biblia. Él no señala que se ha probado que las dos aseveraciones fundacionales de Darwin son falsas. No existe tal cosa como una “célula simple” que pueda surgir casualmente de un “estanque cálido”, y no existe evidencia que las mutaciones añadan información genética a la vida que ya existe. Un enunciado más exacto es el siguiente: “Darwin intentó dar a la biología un fundamento ateístico al atribuir la diversidad de la vida a las causas naturales en vez de a la creación sobrenatural”.

Miller y Levine intentan sostener la evolución al crear un argumento creacionista débil y después refutarlo. Ellos declaran:

La vasta mayoría de europeos en el tiempo de Darwin creía que la Tierra y todas las formas de vida eran creaciones divinas, producidas unos pocos miles de años atrás durante el periodo de una semana. Se pensaba que esa creación original, la Tierra y sus especies vivas, permaneció fija y sin cambio. Para el tiempo que Darwin navegó en el Beagle, se había realizado numerosos descubrimientos—por ejemplo, los fósiles de animales extintos—que este enfoque tradicional no podía explicar (1998, p. 223).

Este enunciado provee dos casos de información errónea. Primero, los tipos de cambios que Darwin observó (la variación dentro de una especie) se documentaron más de 3,000 años antes de Darwin en Génesis 30:32-42. Sin embargo, al presentar una creencia errónea para la Biblia (aunque no se presenta evidencia que la “vasta mayoría de europeos” realmente creía ese enunciado), se intenta desacreditar a la Biblia. Segundo, el Diluvio de Génesis (y los cambios de clima que probablemente produjo) provee una explicación excelente para el registro fósil, la Era de Hielo y la extinción de los animales. En vez que el “enfoque tradicional” no pueda explicar estas cosas, la Biblia explica mejor el registro fósil y otras observaciones que realizamos en el presente.

Existen otros numerosos ejemplos. Las ediciones de los libros de texto proyectados para el educador animan a que los maestros engañen a los estudiantes al comparar los cambios que resultan de la aplicación de la inteligencia con los cambios casuales que supuestamente produjeron la evolución. Los ejemplos incluyen comparar las mejoras en las zapatillas deportivas (Miller y Levine, 1998, p. 216) y los cambios en los diseños de autos (Kaskel, et.al., 1999, p. 616) con la evolución. Si se puede lograr que un estudiante enlace la Teoría de la Evolución con algo que sabe que es verdadero, entonces es más probable que acepte la teoría—incluso si el enlace es completamente ilógico. En la edición del educador de Biología: Visualizando la Vida (Biology: Visualizing Life), se urge a que los maestros “enfaticen que se considera que la evolución es un hecho científico” (Johnson, 1998, p. 175).

Se promueve la evolución con los impuestos del contribuyente y en muchas otras maneras. Los museos públicos de historia natural a menudo tienen exposiciones multimillonarias sobre la evolución, típicamente con el mismo prejuicio religioso y no-científico que plaga los libros de texto. La Academia Nacional de Ciencias (cuyos miembros, según una encuesta reciente en la revista Nature, son el 72.2% ateos y 20.8% agnósticos [Larson y Witham, 1998, 394[6691]:313]) recibió recientemente un fondo para desarrollar una guía de estudio, titulada Enseñando acerca de la Evolución y la Naturaleza de la Ciencia (Teaching about Evolution and the Nature of Science) para adoctrinar a los estudiantes con la evolución. Los consejos incluyen animar a los estudiantes religiosos a creer que “Dios usó la evolución” o que la evolución de alguna manera es compatible con la Biblia (National Academy of Sciences, 1998, p. 58). Los intentos de animar a los estudiantes a adorar a muchos “dioses” se parecen a los de Jeremías 11:13.

CONCLUSIÓN
Se puede aprender mucho del relato de Elías y los profetas de Baal (1 Reyes 18). Las religiones falsas habían engañado grandemente a los israelitas, y su liderazgo estaba comprometido completamente con esas religiones falsas. La reacción de la Reina Jezabel cuando Elías probó que la religión de ella era falsa es muy reveladora. En vez de agradecer a Elías y hacer regresar a su país (y a sí misma) al curso correcto, ella juró matarle. Hoy existe una situación similar. La evidencia para la existencia de Dios es clara. No obstante, en vez de dar gracias por la evidencia, mucha gente va a extremos para defender la religión falsa que han escogido seguir. Los métodos que se usaron para promover la Teoría de la Evolución son ejemplos de este extremismo.

Las religiones falsas se han opuesto a Dios a través de la historia registrada, y continuarán haciéndolo hasta que Cristo regrese. Romanos 1:20-22 declara:

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios.

Negar la existencia de Dios no tiene excusa. Aunque los evolucionistas profesen ser sabios, la Teoría de la Evolución no es nada más que una tendencia fundamental de la religión ateística. No tiene nada que ver con la verdadera ciencia.

[Parte II]
REFERENCIAS
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Johnson, George B. (1998), Biology: Visualizing Life (Orlando, FL: Holt, Rinehart, & Winston).

Kaskel, Albert, Paul J. Hummer, Jr. y Lucy Daniel (1999), Biology: An Everyday Experience (Westerville, OH: Glencoe/McGraw-Hill).

Larson, E.J. y L. Witham (1998), “Leading Scientists Still Reject God”, Nature, 394[6691]:313, 23 de julio.

“The Last Word” (2003), New Scientist, 177[2381]:65, 8 de febrero.

Miller, Dave (2007a), “El Cristianismo es Racional” [En-línea], URL: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/3445.

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Miller, Kenneth R. y Joseph Levine (1998), Biology, the Living Science (Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall).

Morowitz, Harold (1968), Energy Flow in Biology (New York: Academic Press).

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Patterson, Roger (2006), Evolution Exposed (Hebron, KY: Answers in Genesis).

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Selim, Jocelyn (2004), “Useless Body Parts”, Discover Magazine, 25[6]:42-46, 26 de junio.

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Thompson, Bert (1994), “Faith and Knowledge”, Reason & Revelation, 14[4]:25-27,29-31, abril.

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Wiedersheim, Robert (1895), The Structure of Man: An Index to His Past History, trad. H. y M. Bernard (London: Macmillan).

Wieland, Carl (1999), “Goodbye, Peppered Moths”, Creation, 21[3]:56, junio.


Derechos de autor © 2007 Apologetics Press, Inc. Todos los derechos están reservados.
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Asi es carlitos, igual Hitler tenia a su servicio super-científicos que declaraban que los judíos no eran seres Humanos. ¿es cierto solo por su prestigio y por que trabajan en la ingeniería que llevaría -en un futuro- al hombre a la luna? ¡Bah!

Todo es bonito y rechoncho -posiblemente cierto- cuando tienes dinero para defenderte...
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

¿Y acaso no sabia usted que esta fantasiosa teoría enseña que alrededor de 18,000 a 20,000 billones de años, toda la materia, toda la tierra del universo fue concentrada dentro de una materia comprimida, una región muy caliente, más pequeña que el puntito de esta página, que a su vez vino de la nada? ¿Todo vino de la nada?


Ejem. 13-14 billones de años.

¿Tienes idea alguna de lo que estas hablando? <--- esto era broma obviamente no tienes la menor idea del mundo en el que vives. :D Y el supercolisionador de particulas LHC vive para restregartelo en la cara muajaja!!!​
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Mentira, de la "nada" no viene "nada" (valga la redundancia).

No inventes por favor, que eso de que antes del Big Bang no había nada no lo afirma nadie.

Amigo me estas haciendo pensar que usted ni siquiera fue a una escuela pública a pesar de que ofrecen educación gratuita.

Mira aquí están algunas pruebas que muestra esta ridícula teoría que usted defiende con uñas y dientes enseñando que la materia y energía de la Gran Explosión vino de un puntito comprimido que a su vez vino de la nada.​

picture2.jpg


Prentice Hall General Science, 1992, page 61 and Prentice Hall Earth Science, 1999 p. 63

picture5.jpg


HBJ General Science, 1989, p. 362

“... the observable universe could have evolved from an infinitesimal region*. It’s then tempting to go one step further and speculate that the entire universe evolved from literally nothing.” *Dot
—Alan Guth & P. Steinhardt Scientific American, May 1984 p.128
See Darling, David, “On Creating Something from Nothing,”
New Scientist, vol. 151 (September 14, 1996).


Asi que no mi querido amigo, no me estoy inventando nada.
Como puedes ver esta teoria sin sentido suena tan absurdo que ni usted mismo se lo cree, ;)


Saludos
Nobleeagle ><>
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Asi es carlitos, igual Hitler tenia a su servicio super-científicos que declaraban que los judíos no eran seres Humanos. ¿es cierto solo por su prestigio y por que trabajan en la ingeniería que llevaría -en un futuro- al hombre a la luna? ¡Bah!

Todo es bonito y rechoncho -posiblemente cierto- cuando tienes dinero para defenderte...

Sigue confiando en tus héroes, los científicos evolucionistas...
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

...obviamente no tienes la menor idea del mundo en el que vives...


A ver, creo que se llama "Tierra"? :headscrat

Aunque juzgando por los videos y las palabras del Sr Anarquista, Wii y Nero23 parecen que estos viven en el Planeta de los Simios, jaja​


Saludos a "Chewbacca", jaja
Nobleeagle ><>
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

A ver, creo que se llama "Tierra"? :headscrat

Aunque juzgando por los videos y las palabras del Sr Anarquista, Wii y Nero23 parecen que estos viven en el Planeta de los Simios, jaja​


Saludos a "Chewbacca", jaja
Nobleeagle ><>

pues confundir 18 billones con 18,000 billones, y del mismo articulo que citas. De todas formas, deberias actualizarte... ya son casi 20 años desde que se publico esa nota que pusiste... ya tenemos el LHC que esta diseñado especificamente para recrear las condiciones de aquella instancia :D
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

pues confundir 18 billones con 18,000 billones, y del mismo articulo que citas. De todas formas, deberias actualizarte... ya son casi 20 años desde que se publico esa nota que pusiste... ya tenemos el LHC que esta diseñado especificamente para recrear las condiciones de aquella instancia :D

Es cierto, me equivoque, era 18 billones, no 18,000 billones.
Despues de todo, solo Dios es perfecto. :)


Saludos
Nobleeagle ><>
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

La Evolución es Religión—No Ciencia [Parte II]
por Michael G. Houts, Ph.D.


[NOTA DEL EDITOR: La Parte I de este artículo de dos partes apareció originalmente en nuestra revista Razón y Revelación. El Dr. Houts es miembro auxiliar del personal científico de AP. Él tiene un doctorado en Ingeniería Nuclear del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y labora como Director de Investigación Nuclear en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA. (Las opiniones que se expresan son las suyas y no necesariamente las de la NASA)].

En la Parte I de este artículo, se dieron muchos ejemplos para demostrar la naturaleza religiosa de la teoría de la evolución. En muchas áreas la evidencia en contra de esta teoría es abrumadora. Cuando se entiende la evidencia adecuadamente, solamente los fanáticos más apasionados continúan abrazando la teoría y la región que sostiene. Las tendencias fundamentales de la evolución que son contrarias a casi toda la evidencia disponible incluyen la creencia que la vida surgió espontáneamente de los químicos inorgánicos, y la creencia que las mutaciones al azar crean la cantidad inmensa de información presente en el genoma.

Sin embargo, en otras áreas la evidencia disponible es un subconjunto pequeño de lo que se requiere. Puede ser difícil hablar objetivamente y cuantitativamente en esas áreas. Una de esas áreas es la edad del Universo. El nivel actual de la información y las observaciones concernientes al Universo tal vez es parecido al nivel de la información y las observaciones concernientes a la vida unos pocos siglos atrás.

Muchos cristianos consideran la edad del Universo como un tema sin importancia. Ellos correctamente señalan que las probabilidades en contra de la evolución son tan abrumadoras que no cambiarían considerablemente si el Universo tuviera 10 años de edad o 10 trillones de años de edad. No obstante, en el siglo XXI, la “edad” es tal vez el tema donde se ataca a la inerrancia bíblica con más fuerza. Los cristianos deben estar dispuestos y ser capaces de defender la Biblia en toda área, incluyendo las que abordan la edad del Universo.

Aunque existen algunas variaciones en los cálculos, una edad aceptada secularmente para el Universo es 13.7 billones de años. En contraste, la lectura sencilla de la Biblia indica que se debe medir la edad del Universo en miles de años, no billones de años. Aunque algunos supuestos creyentes continúan tratando de imponer billones de años en el registro bíblico (e.g., Ross, 1995), tales intentos hacen más daño que bien. Si se puede interpretar la Biblia al punto de admitir una Creación de billones de años de edad, también se la puede interpretar al punto de decir cualquier cosa que una persona quiera decir. Los intentos de imponer billones de años en el registro bíblico también traen como consecuencia muchos puntos teológicos sin resolver. Se ha abordado por escrito este tema y sus posiciones más promovidas (e.g., Thompson, 2000; Sarfati, 2004; Ham, 2002; Mortenson, 2005).

Además, aunque actualmente se dispone de evidencia limitada, se puede medir mucha de la evidencia relevante de manera muy exacta. Se puede determinar la proporción de isótopos en las rocas en una fracción de porcentaje, como también se puede determinar la luminosidad de las variables cefeidas, los corrimientos hacia los rojos, el coeficiente de decaimiento y otros numerosos parámetros. La diferencia entre la edad del Universo que la Biblia indica y la edad del Universo que los científicos seculares aceptan no se debe a las diferencias en la evidencia o a los errores al reunir la evidencia, sino a las suposiciones diferentes que se aplican al interpretar la evidencia. Como se señaló en la Parte I de este artículo, las creencias religiosas personales pueden influenciar grandemente las suposiciones.

LA IMPORTANCIA DE LAS SUPOSICIONES
Dos ejemplos históricos clarifican la importancia de las suposiciones. Primero, uno de los discípulos más influyentes de Charles Darwin fue el científico alemán llamado Ernst Haeckel. Haeckel fue muy respetado, y llegó a ser conocido como “el buldog de Darwin en el Continente” y “el Huxley de Alemania”. Sus escritos continúan teniendo un impacto significativo, y muchos textos modernos de biología todavía recurren a su investigación para promover la teoría de la evolución (Kaskel, et.al., 1999, p. 620). El libro de Haeckel, La Historia de la Creación, es un buen ejemplo de sus enseñanzas. Como se implica por el título, el libro intenta proveer una alternativa al libro de Génesis, usando suposiciones evolutivas y ateísticas.

Haeckel se dio cuenta que, para que la generación espontánea fuera incluso remotamente posible, las formas de vida inimaginablemente más simples que las conocidas (entonces y ahora) deberían ser viables de alguna manera. A causa de su fe en la evolución, Haeckel creó tales organismos, los llamó “móneras”, y escribió extensamente acerca de ellos. En el libro, Haeckel habla de las “móneras” como si su existencia fuera un hecho. El libro de Haeckel incluye los dibujos detallados de las “móneras”, con textos de apoyo tales como este:

Durante los últimos años hemos llegado a tener información de las móneras, organismos que, realmente, no están compuestos de ningún órgano en absoluto, sino que consisten completamente de materia homogénea simple sin forma. Durante su periodo de vida, el cuerpo completo de una de estas móneras es nada más que un pedazo de mucosidad o baba pequeña, móvil y sin forma, que consiste de una combinación albuminoide de carbón. No podemos concebir organismos más simples o más imperfectos (1876, 1:184).

No se ofrece en su libro los detalles de las técnicas experimentales que se usaron para determinar (incorrectamente) la presencia de las “móneras”. Sin embargo, en un punto Haeckel debe haber dejado que su suposición (basada en la fe) en cuanto a la existencia de las móneras le guiara a la conclusión que realmente las había observado. Haeckel señaló:

Las primeras observaciones completas de la historia natural de una mónera (Protegenes primordialis) se hicieron en Niza, en 1864. Después (1866) examiné otra mónera muy remarcable en Lanzarote, una de las Islas Canarias, y en 1867 en el Estrecho de Gibraltar. Se representa la historia completa de una de estas móneras, la Protomyxa aurantiaca anaranjada-rojiza en la Lámina I, y se presenta su explicación en el Apéndice. También he encontrado móneras curiosas en el Mar del Norte, próximo a la costa noruega, cerca de Bergen (1:184).

Algunos de los científicos contemporáneos a Haeckel aparentemente se convencieron de sus argumentos, ya que ellos también comenzaron a “descubrir” móneras. Por ejemplo, Haeckel señaló que:

Tal vez la más remarcable de todas las móneras fue descubierta por Huxley, el célebre zoólogo británico, y llamada Bathybius Haeckelii. “Bathybius” significa vivir en lo profundo. Este organismo maravilloso vive en las profundidades inmensas del océano, las cuales tienen más de 12,000 pies—en realidad, en algunas partes tienen 24,000 pies de profundidad desde la superficie, y se han dado a conocer durante los diez años pasados a través de las investigaciones arduas de los ingleses (1:184).

En 1875 se puso a disposición la evidencia que las “móneras” fueron compuestos inanimados e inorgánicos (Grigg, 1996). En ese año se determinó que la supuesta “mónera” fue nada más que yeso amorfo precipitado del agua de mar y el alcohol. Sin embargo, aunque la ciencia operacional la refutó verazmente, los ateos que buscaban sostenimiento para las religiones darvinianas continuaron presentando a las “móneras” como hechos científicos por más de 50 años.

Dos de los más grandes aliados de Haeckel durante la producción de La Historia de la Creación fueron el entendimiento científico pobre y el equipo científico primitivo del siglo XIX. No obstante, es importante notar que los científicos de ese tiempo, el equipo científico primitivo y el entendimiento limitado deben haber sido considerados increíblemente avanzados. Hoy sucede lo mismo. Aunque la tecnología y el entendimiento científico del siglo XXI es más grande que cualquier otro registrado anteriormente, es muy probable que será considerado “primitivo” en unas pocas décadas.

Otro ejemplo histórico interesante es la “prueba” del siglo XX de Percival Lowell que existía vida en Marte. Se aceptó la “prueba” tan extensamente que para finales de 1907 el diario Wall Street Journal reportó que el evento extraordinario más famoso de los 12 meses pasados fue la “prueba que las observaciones astronómicas proporcionaron,...que existe vida humana inteligente y conciente en el planeta Marte” (citado por Sheehan y Misch, 2007, p. 20). La “prueba” de Lowell vino como resultado de grandes recursos financieros, gran dedicación y gran pensamiento creativo. Su investigación incluyó transportar un telescopio de siete toneladas y un equipo de astrónomos al Desierto Atacama en Chile para obtener las mejores observaciones posibles de Marte durante su aproximación cercana de 1907.

Lowell había reportado previamente que había observado canales en Marte, y que creía que los canales portaban agua derretida de las regiones polares de Marte a sus desiertos secos. El año anterior a la expedición había escrito el libro Marte y Sus Canales. La esperanza de Lowell fue que la expedición proveería evidencia firme que apoyaría su teoría, ¡y desde luego esto sucedió! Uno de los astrónomos (David Peck Todd) describió su primera observación del planeta de la siguiente manera: “estuve impresionado de la abundancia de señales detalladas que el gran disco rojizo exhibía. Sus líneas y áreas trazadas claramente fueron positivamente asombrosas en su certeza.... Casi todos los que fueron al ocular vieron canales” (citado en Sheehan y Misch, 2007, p. 22). La expedición fue tan exitosa que en 1908 Lowell publicó su libro, Marte, la Morada de la Vida. Lowell no fue el único que tuvo estos enfoques. Por ejemplo, Ham y Batten señalaron que “[e]n 1900 la Academia Francesa ofreció un premio de 100,000 francos para la primera persona que hiciera contacto con una civilización extraterrestre—siempre y cuando el extraterrestre no fuera de Marte, ¡ya que la academia estaba convencida que la civilización marciana era un hecho establecido!” (2002, p. 8).

Así como en el caso de Haeckel, se probó hace mucho tiempo que Lowell estuvo equivocado. Sin embargo, estos ejemplos históricos nos ayudan a meditar. ¿Cómo se hubiera sentido ser un cristiano un siglo atrás, tratando de defender la Biblia incluso cuando estaba en desacuerdo con la sabiduría “científica” aceptada? La mayoría de norteamericanos en ese tiempo no tenía una educación secundaria y no había viajado sino unos pocos kilómetros de su lugar de nacimiento. ¿Cómo pudiera un cristiano defender la Biblia en contra de algunas de las mentes científicas más grandes que el mundo tenía para ofrecer?

En el siglo XVIII, un cristiano fiel armado solamente con su Biblia pudiera haber predicho la existencia de dinosaurios, y tal vez algunos lo hicieron. Pero muy probablemente hubieran sido ridiculizados, no solamente por los expertos seculares, sino también por algunos compañeros cristianos. En ese tiempo, muchos cristianos ya habían decidido interpretar los pasajes encontrados en Job 40 y en otros lugares como referencias a criaturas que vivían para ese tiempo, aunque las descripciones obviamente no calzaban. En la mente de aquel que compromete la Biblia, lo último que se debía hacer es reconocer que la Biblia contradecía la sabiduría humana del momento. Desde luego, con el descubrimiento de los dinosaurios en 1822, el cristiano fiel hubiera sido vindicado en las mentes de los creyentes que comprometen la Biblia y de los incrédulos.

Hace un siglo atrás se introdujeron muchas doctrinas falsas, tales como la Creación Progresiva o la idea que “Dios usó la evolución”. Estas doctrinas no se desarrollaron debido al estudio de la Biblia, sino se desarrollaron en respuesta a la evidencia “científica” abrumadora que los falsos maestros con “buenas intenciones” intentaban acomodar en la Biblia. Es irónico que muchas de esas falsas doctrinas todavía florezcan hoy, incluso cuando ya se ha probado que la sabiduría humana que originalmente trataba de reconciliar era falsa. Por ende, lo primero que los cristianos no deben hacer es torcer o editar la Biblia para intentar acomodar los supuestos hechos “científicos” de su tiempo.

Otra cosa que los cristianos no deben hacer es ignorar el problema. Es muy fácil que los cristianos maduros olviden cómo es ser un no-cristiano. Las personas que crecieron en la iglesia pueden tener más dificultad en entender a la gente que solo ha oído del cristianismo en los medios de comunicación. Los cristianos pueden ser indiferentes al pensar que ya que la mayoría de personas con las que se asocian creen en la Biblia, entonces esto es similar en la sociedad. Lo cierto es que solo una parte pequeña de la población del mundo acepta la Biblia como la Palabra infalible de Dios. Las personas que creen que la ciencia ha probado que la Biblia es falsa muy probablemente no considerarán seriamente el Evangelio. Primera de Pedro 3:14-15 guía a los cristianos en estos casos: “Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”.

TRASFONDO
Irónicamente, para el ateo o el evolucionista, la edad del Universo no debería importar. El hecho que el Universo tuvo un comienzo es un golpe mortal para su religión. Aunque a menudo se oye el argumento que “cualquier cosa puede pasar en billones de años”, ese argumento rápidamente se desvanece cuando se cuantifican las probabilidades que los eventos requieren. La edad del Universo no afecta notoriamente las probabilidades astronómicas en contra de la evolución, sea que fuera un microsegundo o billones de años.

Por ejemplo, la diferencia entre un microsegundo y la edad más antigua que actualmente se asigna al Universo es menos que un factor de 1024, i.e., un factor de un uno seguido por 24 ceros. Se estima que la cifra total de partículas en el Universo (hasta el nivel subatómico) es 10100. Aunque estos son números increíblemente grandes, palidecen en comparación a las probabilidades que los ateos asocian con sus propias creencias. El famoso astrónomo ateo Don Frederick Hoyle calculó las probabilidades que incluso las proteínas de una ameba surjan por casualidad como 1040,000, i.e., un uno seguido por 40,000 ceros (Hoyle y Wickramasinghe, 1981, p. 130). Harold Morowitz calculó las probabilidades que un solo organismo simple se arme casualmente de bloques de construcción pre-existentes como 10100,000,000,000, i.e., un uno seguido por 100 billones de ceros (Morowitz, 1968, p. 98). Carl Sagan y otros evolucionistas famosos han llegado a conclusiones similares (Sagan, et.al., 1973, pp. 45-46). Los cálculos como estos fueron la base para el enunciado famoso de Don Frederick Hoyle que la probabilidad de la generación espontánea “es casi la misma que la probabilidad que un tornado que barre un depósito de chatarra arme un boeing 747 del contenido” (Hoyle, 1981, 294[5837]:105). Considerando estas probabilidades imposibles, es ilógico que alguien ponga su fe en la evolución incluso teniendo en cuenta cualquier “edad” actualmente aceptada.

El hecho que se necesita un Universo eterno para debilitar (o eliminar) la necesidad de un Dios se reconoció hace mucho tiempo, tal vez poco después del comienzo del tiempo (o cuando los seres humanos se revelaron lo suficiente en contra de Dios como para comenzar a crear religiones falsas). En la Grecia antigua, Aristóteles promovió el punto de vista que Dios y el Universo son eternos (1952a, 8:344-345; 1952b, 8:377). Aunque los cristianos antiguos y los eruditos hebreos se opusieron a la creencia en un Universo eterno (basados en el relato de Génesis), esta llegó a aceptarse como un “hecho”. Durante los siglos, muchos defensores del cristianismo (e.g., Tomás de Aquino) comprometieron la enseñanza bíblica clara e intentaron probar la existencia de Dios comenzando con la suposición falsa de un Universo eterno. Irónicamente, Strobel observó que Aquino aparentemente hizo eso porque sintió que si se suponía que el Universo tuvo un comienzo, la tarea de probar la existencia de Dios sería demasiado fácil (2004, pp. 107-108). Aunque las intenciones pueden ser buenas, no es útil o correcto comprometer la Palabra de Dios.

Durante el siglo XIX, se usó la “realidad” de un Universo eterno para sostener varias religiones falsas, incluyendo la evolución. En el “Gran Debate” del 30 de junio de 1860, el Arzobispo anglicano Samuel Wilberforce debatió con el evolucionista Thomas Huxley. Al basar sus argumentos en la creencia de un Universo eterno, Huxley argumentó que dado el tiempo infinito, la tinta infinita y el papel infinito, seis monos podían finalmente escribir a máquina todos los libros de la Biblioteca Británica, incluyendo la Biblia y las obras de Shakespeare (Missler y Eastman, 1996). La idea que Huxley deseaba transmitir era que con el tiempo infinito, una forma de vida finalmente podía llegar a desarrollarse hasta convertirse en un hombre.

Los evolucionistas y ateos han estado concientes hace mucho tiempo del peligro que representa la idea de un Universo no-eterno para su religión. David Hume (escéptico y naturalista escocés del siglo XVIII) señaló: “Nunca he afirmado la proposición absurda que algo pueda originarse sin una causa” (Greig, 1932, 1:187). La investigación en el siglo XX produjo mucha evidencia que el Universo realmente tuvo un principio. En 1915, Albert Einstein desarrolló su teoría general de la relatividad, la cual mostró que era imposible obtener un Universo estático a menos que se añadiera a sus ecuaciones un factor falso arbitrario y preciso (“una constante cosmológica”) [Goldsmith, 1995, p. 7]. Comenzando en la década de 1920, las observaciones de Edwin Hubble (cuyo nombre se le dio al telescopio espacial Hubble) y otros continuaron desarrollando los argumentos para un Universo no-eterno (Sharov y Novikov, 1993, p. 69). Ahora la comunidad científica acepta mundialmente que el Universo tuvo un comienzo.

La búsqueda de un medio para declarar que el Universo es eterno llegó a ser desesperada. En 1948, Don Frederick Hoyle ayudó a desarrollar la teoría del “Estado Estacionario” del Universo (Hoyle, 1955, p. 320). Aunque la teoría violaba las Leyes de la Termodinámica y no tenía base observable, fue promovida para debilitar las implicaciones teológicas de un Universo no-eterno. En la década de 1960, Carl Sagan propuso el Modelo Oscilatorio (Sagan, 1979; Sagan, 1980; Gribbin, 1976) que, otra vez, viola las leyes conocidas de la física, pero incluso hoy se le menciona ocasionalmente. En la década de 1970, se llegó a popularizar la idea que la fluctuación cuántica de alguna manera creó el Universo (Guth, 1997). Sin embargo, esta teoría requiere un vacío cuántico, el cual en sí mismo es un “mar de energía fluctuante, un arenal de actividad violenta que tiene una estructura física rica y que puede describirse por las leyes físicas” (Graig, 2000). El hecho que se haya promocionado ampliamente esta teoría (e.g., Lemley, 2002, 23[4]:32-39) muestra lo frenética que llegó a ser la búsqueda de los orígenes ateísticos. Las probabilidades calculadas en contra de que incluso un simple átomo se forme a través de una fluctuación cuántica son inmensas, y clamar que el Universo completo se formó de esa manera es completamente imposible. Lo que es más importante, todavía requiere la presencia de un vacío cuántico, lo cual a la vez necesitaría ser creado. Recientemente, se ha promovido una obra que Stephen Hawking escribió. Pero él admite que sus teorías todavía requieren que el Universo apareciera de la nada. Por medio del uso de números imaginarios, Hawking ha desarrollado un modelo matemático que permitiría que el Universo no comenzara con una singularidad que usa suposiciones cosmológicas actuales. Parece que esta obra no tiene trascendencia en la controversia actual (Hawking y Penrose, 1996). [NOTA: Se presenta un excelente resumen de estos y otros intentos de aferrarse a un Universo eterno en Thompson, 2001. Para una refutación de las versiones más populares de la Teoría del Big Bang, vea Thompson, et.al., 2003, 23(5):32-34,36-47].

LA EDAD DEL UNIVERSO
Hace un siglo atrás fue fácil promover la evolución. Se había popularizado la teoría de Darwin, y se había empleado gran esfuerzo en interpretar la evidencia dentro de un marco darviniano. Nuestro conocimiento de la biología y los sistemas vivos era tan pobre que los partidarios de la evolución podían ir tan lejos como para inventar evidencia con impunidad completa y sostener la teoría (Grigg, 1996, 18[2]:33-36). La ignorancia en el campo de la biología permitió que se promoviera ciegamente la teoría de Darwin en el siglo XX.

En una manera similar, hoy nuestra ignorancia del Universo permite virtualmente que se acepte cualquier suposición hipotética con relación a su origen o edad, con tal que sea ateística y se desarrolle teniendo en cuenta las creencias populares actuales. Comúnmente se inventan teorías relacionadas al origen y edad del Universo para explicar una sub-parte de la información observada, y cuando otra información contradice la teoría, se implementan factores falsos. Por ejemplo, la evidencia observable indica que la materia visible en las galaxias no es suficiente para mantenerlas juntas, si se considera otras suposiciones evolutivas. Por ende, los teorizadores han propuesto la existencia de la “materia oscura”, otra materia aparte de la que existe en la forma de estrellas, gas y polvo. La “materia oscura” tiene el propósito de mantener juntas a las galaxias, y tal vez también sirve para otras funciones. De igual manera, se ha observado recientemente que parece que la expansión del Universo está acelerando en vez de mantenerse constante o decrecer. Para explicar esta observación, los teorizantes han implementado el concepto de la “energía oscura”.

Para hacer que los modelos seculares que se favorecen actualmente funcionen, la mayor parte del Universo tendría que consistir de “materia oscura” y “energía oscura”. El administrador de la NASA, Michael Griffin recientemente preguntó acerca del valor de “descubrir que literalmente el 95% del Universo consiste de energía oscura y materia oscura, términos para cosas de las cuales no sabemos nada.... Pero estas componen el 95% de nuestro Universo” (Griffin, 2007). El continuó escribiendo que algún día aprenderemos a utilizar estas “cosas nuevas”. Griffin absolutamente tiene razón en cuanto a señalar que utilizar las “cosas nuevas” es uno de los beneficios más grandes de la ciencia operacional. Sin embargo, también es importante notar que si “el 95% del Universo consiste de...cosas de las cuales no sabemos nada”, sería imprudente hacer suposiciones dogmáticas en cuanto a lo poco que sabemos del 5% restante.

Por ejemplo, en los cinco años pasados ha llegado a aceptarse cada vez más en la ciencia secular la idea que las supuestas “constantes fundamentales” pueden haber cambiado. Las observaciones de los quásares han indicado cambios en la “constante de estructura fina” (la fuerza de interacción electromagnética) y “mu” (el radio de masa de protón a masa de electrón). Se ha reportado los resultados en Science News y en otros medios (Weiss, 2006, 169[17]:259). Uno de los investigadores, Victor V. Flambaum de la Universidad de New South Wales, observó: “No importa que la variación sea pequeña. Si ‘mu’ varía, necesitamos una física y cosmología teórica nueva” (citado en Schirber, 2006). El astrónomo Michael Murphy de la Universidad de Cambridge señaló: “No existe razón en absoluto para que estas constantes sean constantes. Existen números populares en la física, pero no tenemos realmente razón de por qué son lo que son” (citado en Schirber, 2006). Los cambios en las constantes fundamentales pueden tener implicaciones inmensas, incluyendo los cambios en la velocidad de la luz y los cambios en los índices de descomposición radiactiva. Estos efectos pudieran cambiar grandemente los cálculos en cuanto a la edad del Universo.

Estas observaciones son consistentes con la investigación reciente del grupo “RATE” (Radioisótopos y la Edad de la Tierra) que mostró evidencia convincente para los cambios en las constantes de descomposición radiactiva y otras evidencias para una Tierra relativamente joven (DeYoung, 2005). Uno de los hallazgos del grupo RATE fue el exceso de retención de helio en circones. Este hallazgo indica que según los índices medidos de difusión de helio, la descomposición radioactiva observada en circones debe haber ocurrido en los pocos miles de años pasados. Si hubiera tomado más tiempo, el helio que la descomposición alfa genera se hubiera difundido fuera de los circones. El grupo observó que ha sucedido descomposición radioactiva significativa, y que ha sucedido recientemente (DeYoung, p. 176).

Otro hallazgo del grupo RATE fue la presencia de Carbono-14 en diamantes como en carbón. El Carbono-14 tiene una vida media de 5,730 años, lo cual significa que la mitad de sus átomos se desintegran (en este caso la desintegración beta a Nitrógeno-14) cada 5,730 años. La presencia detectable de Carbono-14 en alguna muestra indica que su edad es menos (posiblemente mucho menos) que ~ 100,000 años (p. 175). La presencia de Carbono-14 en el carbón y los diamantes contradicen firmemente la teoría evolutiva, la cual declara que el carbón y los diamantes se formaron millones de años atrás. Lowe (1989, 31:117-120), Giem (2001, 51:6-30) y otros también han reportado el “problema” (desde un punto de vista evolutivo) de la presencia de Carbono-14 en el carbón. Cuando se considera los efectos razonables de la Creación y el Diluvio (lo cual los ateos y creacionistas progresivos no hacen), la datación de Carbono-14 guarda relación con lo que conocemos acerca de los pocos miles de años pasados. [NOTA: Batten (2002) presenta un resumen excelente de este tema].

Un tercer hallazgo del grupo RATE es que las edades calculadas usando isótopos precursores que experimentan desintegración beta tienden a ser significativamente diferentes (menores) a las edades que se calculan usando isótopos precursores que experimentan desintegración alfa. Esto pudiera sugerir que cualquiera que sea el mecanismo que Dios usó para cambiar el ritmo de descomposición durante la semana de la Creación y alrededor del tiempo del Diluvio, este tuvo un efecto diferente en los emisores alfa que en los emisores beta (DeYoung, 2005, p. 121). El grupo RATE también realizó investigaciones relacionadas a los radiohalos, las marcas de escisión en circones y los mecanismos para encargarse de los asuntos (como los índices altos de calor) que la desintegración radiactiva acelerada presenta (pp. 174-183). Entre otras implicaciones, las observaciones del grupo RATE indican que las suposiciones que se consideran en la datación radiométrica pueden ser falsas, y que las edades que se calculan a través del uso de la datación radiométrica pueden ser incorrectas por varios niveles de magnitud.

Además de la investigación reciente que los científicos cristianos y no-cristianos han realizado, se ha sabido por años de otras clases de evidencia que son consistentes con una creación relativamente reciente (Humphreys, 2000). Estas incluyen el ritmo al cual las galaxias “rotan” (demasiado rápido para edades inmensas), la cantidad de lodo en el fondo del mar (muy poco), la cantidad de sodio en el mar (muy poco), el ritmo al cual el campo magnético de la Tierra decae (demasiado rápido), el número de esqueletos de la edad de piedra (muy pocos), el desarrollo de la agricultura (demasiado reciente) y muchas otras cosas más. También existen teorías que se basan en la Biblia, y que interpretan lo que observamos en el Universo teniendo en cuenta una creación reciente (e.g., Humphreys, 1994; Thompson, 2004). También se ha propuesto otras interpretaciones bíblicamente consistentes (Williams y Hartnett, 2005, p. 180).

Se habla de la edad de la Tierra en muchas otras áreas. Por ejemplo, en cuanto a la era del hielo, se han usado suposiciones uniformistas para proponer una serie de algo de 30 sucesos de eras del hielo durante los 2.5 millones de años pasados. No obstante, Oard señala varios problemas fundamentales con este escenario. Primero, no se ha identificado ninguna causa uniformista adecuada para una era del hielo. El ciclo preferido de radiación de Milankovitch no es convincente, y los intentos de correlacionar ese ciclo con los núcleos de hielo u otra evidencia nos recuerdan del descubrimiento de Huxley en cuanto a la mónera (al apoyar a Haeckel) y la observación de Todd de canales marcianos (al apoyar a Lowell). Según Oard,

[t]ambién existen misterios adicionales importantes asociados con su modelo, tales como el origen de lagos pluviales en regiones que actualmente son semi-áridas, el origen de áreas continuas no-glaciales con dirección al polo al borde de la glaciación, la mezcla de plantas y animales de clima caliente y frío durante la era del hielo, la falta de glaciación en las tierras bajas de Siberia y Alaska, y la extinción masiva de grandes mamíferos y aves al final de la era del hielo (2005, p. 35).

La mayoría de modelos de la era del hielo que se basan en la Biblia proponen que la era del hielo fue el resultado de océanos calientes y una atmósfera polvorienta después del Diluvio del Génesis. La duración total de la era del hielo hubiera sido aproximadamente 700 años. Cuando se los asocia con el clima moderno y el equipo de análisis de clima, estos modelos no solamente resuelven los asuntos listados anteriormente, sino también son consistentes con la evidencia medida de las fluctuaciones de isótopo de oxígeno y la estratificación en las capas restantes de hielo. Oard también señaló que los modelos que se basan en la Biblia son más consistentes con los índices altos de Berilio-10 y con la información radio-eco que muestra poco movimiento horizontal en la capa antártica de hielo (pp. 135-137).

Los fósiles también representan otra área en donde se habla de la “edad”. Aunque se usa los “fósiles guía” y otros métodos circulares para datar a los fósiles, en el fondo se debe calcular la edad real de un fósil según algunos métodos independientes de datación. Se ha determinado la mayor parte de las fechas “independientes” por medio de la datación radiométrica de las capas circundantes de roca, lo que a su vez depende completamente de las suposiciones que se les imponen. Si las suposiciones son equivocadas, la edad calculada será equivocada.

Se puede considerar otras observaciones para determinar la edad aproximada de los fósiles. Por ejemplo, el mes de diciembre de 2007, Eric Lyons señaló en la revista Razón y Revelación que el tejido suave de dinosaurio es una gran evidencia de que los dinosaurios solo tienen algunos miles de años de edad. El Diluvio del Génesis también presenta un mecanismo casi-perfecto para el depósito del registro fósil que observamos (Thompson, 2004, pp. 209-230; Woodmorappe, 1999; Butt y Lyons, 2005, pp. 67-91). Cuando se considera los hallazgos como los fósiles polistratos, los cementerios fósiles, el estrato severamente doblado, la arenisca inyectada, las concentraciones altas de polen en los depósitos de carbón y otros, el modelo del Diluvio llega a ser más consistente que los modelos seculares.

La Biblia claramente indica una edad relativamente joven para la Creación, lo cual contradice las teorías modernas aceptadas. En vez de comprometer la Biblia, los cristianos (especialmente los que están inclinados a la tecnología) deberían tomar una posición firme y usar la información bíblica para la gloria de Dios. Los científicos que usan la Biblia como la fundación de su investigación han realizado grandes descubrimientos en el pasado, y continuarán realizándolos. El punto importante es que los cristianos deben poner su confianza en la Biblia, no en la sabiduría humana que constantemente cambia (1 Corintios 1:20).

La verdadera ciencia sostiene el cristianismo. Don Francis Bacon (a quien se le acredita haber establecido el método científico) creía en la Biblia. Werner Von Braun (quien encabezó la elaboración del cohete lunar Saturno V) creía en la Biblia. Don Isaac Newton, Carl Linnaeus, Louis Pasteur y James Maxwell declararon creer en la Biblia. De igual manera Faraday, Kelvin, Boyle, Dalton, Ramsay, Ray, Mendel, Virchow, Agassiz, Steno, Woodward, Brewster, Buckland, Cuvier, Copérnico, Kepler, Herschel, Maunder, Pascal, Leibnitz, Euler y muchos otros (Lamont, 1995). Los cristianos no deberían desconfiar de la ciencia operacional verdadera sólo porque otras religiones han distorsionado el término “ciencia” para afirmar que esta sostiene su punto de vista.

CONCLUSIÓN
El Diccionario Webster define a la “religión” como “una causa, principio o sistema de creencias que se sostienen con ardor y fe” (El Nuevo Noveno..., 1988, p. 995). El cristianismo calza en esta categoría; de igual manera las cientos de religiones falsas que han plagado la humanidad por milenios. Mateo 7:13-14 indica que la mayor parte del mundo será engañada. A pesar de la evidencia convincente que Dios ha proporcionado, esta porción del mundo elegirá crear su propia religión o abrazar la religión falsa.

Darwin y Haeckel correctamente supusieron que si la evolución tuviera el poder suficiente para cambiar organismos unicelulares en seres humanos, tendría el poder suficiente para producir grandes efectos en las especies respectivas. Darwin escribió extensamente acerca de las diferencias de la raza y el sexo, y Haeckel escribió extensamente acerca de la raza. Algunas de las citas de sus libros más famosos muestran a dónde les guió su fe en la evolución. En su libro El Viaje del Beagle, Darwin escribió acerca de sus experiencias con los fueguinos de la Tierra del Fuego:

Al ver a tales hombres, alguien casi no puede convencerse que sean criaturas iguales y habitantes del mismo mundo. Es un tema común de conjetura pensar en el placer que algunos de los animales inferiores pueden disfrutar: ¡es mucho más razonable que se considere la misma pregunta con respeto a estos bárbaros! (Darwin, 1845, p. 218).

Darwin también habló de los fueguinos en su libro La Ascendencia del Hombre:

Ellos casi no poseen ningún arte, y como animales salvajes, viven de lo que pueden atrapar.... El que ha visto a un salvaje en su tierra nativa no sentirá mucha vergüenza si se le fuerza a reconocer que la sangre de algunas criaturas más humildes fluye en sus venas (1874, p. 613).

Además de otros numerosos enunciados en cuanto a varias “razas” y “salvajes”, Darwin hizo las siguientes observaciones en La Ascendencia del Hombre:

La distinción principal en los poderes intelectuales de los dos sexos se muestra por el logro del hombre a una eminencia superior que la mujer, en lo que quiera que se dedique—sea en lo que se requiera el pensamiento, la razón o la imaginación profunda, o simplemente el uso de los sentidos y las manos (p. 558).
[E]l poder mental promedio en el hombre debe estar por encima del de la mujer (p. 559).
Por ende el hombre ha llegado a ser finalmente superior a la mujer (p. 560).
El libro de Darwin también contiene discusiones considerables sobre si se debe clasificar las “razas” humanas diferentes como especies completamente diferentes o simplemente subespecies diferentes.

Ernst Haeckel expresó puntos de vista similares. Por ejemplo, en el segundo volumen de su libro La Historia de la Creación, Haeckel escribió:

El resultado final de esta comparación es el siguiente: que entre las almas animales más superiormente desarrolladas y las almas humanas menos desarrolladas, solamente existe una diferencia cuantitativa pequeña, pero no cualitativa, y que esta diferencia es mucho más pequeña que la diferencia entre las almas humanas más bajas y más altas, o la diferencia entre las almas animales más altas y más bajas.

Para estar convencido de este resultado importante, sobre todas las cosas es necesario estudiar y comparar la vida mental de los salvajes y de los niños. Los australianos están en la etapa más baja del desarrollo mental humano, algunas tribus de los polinesios y los bosquimanos, hotentotes y algunas de las tribus negras.... Todos los esfuerzos de introducir la civilización entre estas y muchas otras tribus de las especies humanas más bajas, hasta ahora han sido inútiles; es imposible implantar la cultura humana donde el campo requerido es insuficiente, es decir, la perfección del cerebro.... Ellos apenas han surgido de la etapa más baja de transición de simios parecidos a hombres a hombres parecidos a simios, una etapa en que los progenitores de las especies humanas más altas ya han atravesado miles de años atrás (1876, 2:362).

Los enfoques de Darwin, Haeckel y otros líderes “científicos” pronto se incorporaron en el sistema educacional de Norteamérica, y se los presentó como hechos científicos. El libro de Hunter, Una Biología Civil (que supuestamente John Scopes usó en los eventos que guiaron al proceso judicial de Scopes en 1925), señalaba:

En el tiempo presente existe en la tierra cinco razas o variedades de hombre, siendo cada una diferente a la otra en instintos, costumbres sociales y, hasta cierto punto, en estructura. Estas son la clase etíope o negro que se originó en el África; la raza malaya o morena de las islas del Pacífico; el indio norteamericano; la raza mogola o amarilla, incluyendo a los nativos de China, Japón y a los esquimales; y finalmente, la clase superior a todas, los caucásicos, representados por los habitantes blancos de Europa y Norteamérica (Hunter, 1914, p. 196).

En La Ascendencia del Hombre, Darwin también habló brevemente sobre el concepto de la eugenesia (Darwin, 1874, p. 612). Sin embargo, para el tiempo que se escribió Una Biología Cívica, la eugenesia había obtenido aceptación “científica”. Al hablar del tema, Hunter señala:

Si se puede mejorar el ganado de animales domesticados, no es injusto que se pueda preguntar si se puede mejorar la salud y el vigor de las generaciones futuras de hombres y mujeres en la Tierra al aplicarles las leyes de selección (p. 261).

Después de una breve discusión en cuanto a familias cuyos padres originales tienen problemas mentales y morales, Hunter continuó diciendo:

Así como los animales y plantas llegan a ser parásitos para otras plantas y animales, estas familias han llegado a ser parásitos para la sociedad.... Son parásitos verdaderos. Si estas personas fueran animales inferiores, probablemente los mataríamos para prevenir que se expandan.... Por otra parte, en un estudio de las familias que contienen hombres y mujeres brillantes, la eugenesia nos muestra el hecho que los descendientes han recibido la herencia buena de sus antepasados (p. 263, itálicas en original).

Las filosofías del racismo, el sexismo y la eugenesia que Darwin y Haeckel promovieron, con el disfraz de “ciencia”, son erróneas. Sabemos que son erróneas porque la Biblia se opone a ellas. Desafortunadamente, esas filosofías son completamente consistentes con las religiones basadas en la evolución, y las personas que estaban dispuestas a defender la Biblia lamentablemente no las derrotaron inmediatamente. En cambio, pasó décadas para que la sociedad reconociera los males asociados con el racismo, el sexismo y la eugenesia, y para que rechazara firmemente a esos filósofos con su supuesta prueba “científica”.

Se ha documentado el efecto que las enseñanzas de Darwin y Haeckel tuvieron en Stalin, Hitler, Mao y otros (Wieland, 1998; Grigg, 1996). No obstante, existe poca (o ninguna) evidencia que Darwin y Haeckel entendieron que la religión que ayudaron a crear se usaría para justificar muchas atrocidades cometidas. De igual manera, no existe evidencia que cuando George Hunter escribió en su libro de texto, “Si estas personas fueran animales inferiores, probablemente los mataríamos”, pudo prever que esos enunciados se podían conectar con las enseñanzas de Darwin y Haeckel para proveer justificación “científica” para el nazismo y la exterminación de los judíos y otras personas que los nazis consideraban menos que humanos.

Las creencias e “investigación” de Darwin, Haeckel y otros todavía están causando daño. Por ejemplo, el Dr. James Watson (ganador del Premio Nobel en 1962 por su rol en descubrir el espiral-doble del ADN) recientemente declaró que no existe razón para creer que las razas diferentes separadas por la geografía deberían haber evolucionado idénticamente. Luego continuó haciendo varios enunciados racistas implicando que la gente negra no era tan inteligente que la gente blanca. CNN y otros medios reportaron sus comentarios, causando mucho tumulto (Van Marsh, 2007).

Por ende, a los cristianos del siglo XXI debe importarles este tema por las mismas razones que a los cristianos les debía importar este tema cuando se popularizó las teorías de Darwin al principio. El Salmo 111:10 declara: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”. Permitir que la “sabiduría” de la sociedad se base en las religiones falsas y en sus suposiciones erróneas puede tener consecuencias incalculables y desastrosas. Cualquier enseñanza falsa puede tener efectos negativos a largo plazo, de los cuales los más negativos son los eternos.

REFERENCIAS
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Re: ¿Crees en la evolucion?

pues confundir 18 billones con 18,000 billones, y del mismo articulo que citas. De todas formas, deberias actualizarte... ya son casi 20 años desde que se publico esa nota que pusiste... ya tenemos el LHC que esta diseñado especificamente para recrear las condiciones de aquella instancia :D


Pero jeistarrr, la teoria del Big Bang trata de explicar el origen de cómo surgió nuestro universo. ¿Acaso no decia usted que el universo siempre ha estado ahi? ¿Cambiaste de creencia ahora?

Ademas, este proyecto (LHC) trata de simular el Big Bang, no recrearlo, ademas de otras cosas. Si pudieran producir una replica del Big Bang ¿no crees que nos iriamos todos al....más alla con una Gran Explosión como el supuesto e imaginario Big Bang? No jeistarrr, el LHC no creó un nuevo universo, ni puede confirmar el Big Bang ni tampoco puede demostrar que las condiciones que lo crean alguna vez existieron.

Al final, caemos en lo mismo, la materia, en éste caso el átomo y sus partes, son formas concentradas de energía, pero ¿de dónde vino ésa energía? Que hay de las leyes de la naturaleza como la Ley de la Gravedad? ¿Cómo es posible que todo haya venido de un punto comprimido que a su vez vino de la nada? El LHC no contesta estas preguntas. Por tanto, nada ha cambiado, el Big Bang sigue siendo una ridicula teoria sin buenas respuestas.​


Saludos
Nobleeagle ><>
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Derechos de autor © 2008 Apologetics Press, Inc. Todos los derechos están reservados.[/COLOR]

Carlos si lo pones una vez mas puedo intentar hacer una oracion o un credo :p Y asi podemos todos repetirlo una y otra vez hasta que se nos salgan los conocimientos por las orejas. Es broma es broma :)
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

Pero jeistarrr, la teoria del Big Bang trata de explicar el origen de cómo surgió nuestro universo. ¿Acaso no decia usted que el universo siempre ha estado ahi? ¿Cambiaste de creencia ahora?

Ademas, este proyecto (LHC) trata de simular el Big Bang, no recrearlo, ademas de otras cosas. Si pudieran producir una replica del Big Bang ¿no crees que nos iriamos todos al....más alla con una Gran Explosión como el supuesto e imaginario Big Bang? No jeistarrr, el LHC no creó un nuevo universo, ni puede confirmar el Big Bang ni tampoco puede demostrar que las condiciones que lo crean alguna vez existieron.

Al final, caemos en lo mismo, la materia, en éste caso el átomo y sus partes, son formas concentradas de energía, pero ¿de dónde vino ésa energía? Que hay de las leyes de la naturaleza como la Ley de la Gravedad? ¿Cómo es posible que todo haya venido de un punto comprimido que a su vez vino de la nada? El LHC no contesta estas preguntas. Por tanto, nada ha cambiado, el Big Bang sigue siendo una ridicula teoria sin buenas respuestas.​


Saludos
Nobleeagle ><>

:rodando: no, no corazon, tienes que echarle mas ganas. Yo se que tienes muchas preguntas:

pero ¿de dónde vino ésa energía? Que hay de las leyes de la naturaleza como la Ley de la Gravedad? ¿Cómo es posible que todo haya venido de un punto comprimido que a su vez vino de la nada? El LHC no contesta estas preguntas

ERORR!!! :D se sabe con precision (una fraccion infinitesima de segundo) el momento en que las 4 fuerzas fundamentales, como la gravedad, se separaron al transcurrir el tiempo durante esta instancia. Las preguntas correctas son ¿por que la gravedad es relativamente debil comparada con las demas fuerzas? ¿Existe un campo (que la teoria predice) que le da la masa a las particulas? ¿Cual es la naturaleza de la materia oscura? ¿Existen otras dimensiones? ¿Por que existe una asimetria entre la materia y la antimateria?

Por que construirian tremenda maquinota solo para probar un monton de numeros arbitrarios que se les ocurrieron a los cientificos XD ¿Nunca te has puesto a pensar: por que 13 billones de años... y no 1 millon de años? Seguramente seria suficiente para estar en contra de lo que dicen los creacionistas, si es que la motivacion tras esto fuera algun tipo de conspiracion. O, ¿que tal 18,000 billones de años, como dices? ¿De donde sacaron ese numerito? ¿Por que dicen que el universo se esta expandiendo? ¿Que nos dice el color percibido de las galaxias sobre su distancia? ¿Por que el universo visible al que tenemos acceso es de un tamaño limitado?
 
Re: ¿Crees en la evolucion?

:rodando: no, no corazon, tienes que echarle mas ganas. Yo se que tienes muchas preguntas:



ERORR!!! :D se sabe con precision (una fraccion infinitesima de segundo) el momento en que las 4 fuerzas fundamentales, como la gravedad, se separaron al transcurrir el tiempo durante esta instancia. Las preguntas correctas son ¿por que la gravedad es relativamente debil comparada con las demas fuerzas? ¿Existe un campo (que la teoria predice) que le da la masa a las particulas? ¿Cual es la naturaleza de la materia oscura? ¿Existen otras dimensiones? ¿Por que existe una asimetria entre la materia y la antimateria?

Por que construirian tremenda maquinota solo para probar un monton de numeros arbitrarios que se les ocurrieron a los cientificos XD ¿Nunca te has puesto a pensar: por que 13 billones de años... y no 1 millon de años? Seguramente seria suficiente para estar en contra de lo que dicen los creacionistas, si es que la motivacion tras esto fuera algun tipo de conspiracion. O, ¿que tal 18,000 billones de años, como dices? ¿De donde sacaron ese numerito? ¿Por que dicen que el universo se esta expandiendo? ¿Que nos dice el color percibido de las galaxias sobre su distancia? ¿Por que el universo visible al que tenemos acceso es de un tamaño limitado?


Ok jeistarrr, solo te pido y para irme a dormir tranquilo, que entonces me digas ¿de dónde vino la energia o materia del universo si es que la teoria del Big Bang esta en lo cierto? ¿Cómo es posible que todo vino de la nada? Perdona por la insistencia amor pero es que me sigues evadiendo las preguntas.

Ahora que ¿por qué creo que se contruyó tremenda maquinota? Si el objetivo es ofrecer informacion y avances significativos en la ciencia de la fisica pues no tengo nada en contra del Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Despues de todo, el padre de la fisica, Isaac Newton, fue uno de los mayores teistas. ¿Verdad LPZ64?

Sin embargo, tengo entendido que el LHC está siendo alimentada por 3 plantas nucleares y eso me parece algo arriesgado. Tambien no puedo evitar pensar en los millones que se gastaron habiendo tanta gente muriendose de hambre en el mundo. ¿Acaso no es la vida de estas personas una urgencia mas apremiante que la busqueda de particulas en el universo? Parece que para estos cientificos ególatras los niños pobres del África pueden esperar, lo importante ahora es jugar a ser "dios" (con minúsculas para ellos) y ganar prestigio internacional y jugosas becas académicas. Aunque reconozco que me encanta poder decir, que no tienen a todo el mundo de rodillas admirándolos y con la boca abierta.​







Saludos
Nobleeagle ><>