Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION
Estimado valdense. Saludos cordiales.
Tú dices:
Los buitres solo comen carrona, porque siempre tienen los ojos puestos en la tierra y solo buscan carrona ---- las aguilas vuelan tan alto, que seria imposible alcanzarlos para un ave carronera -- pobres los que divarian perdidos porque solo miran para abajo y abajo siempre habra carrona --- estos jamas se elevaran porque fueron ensenados por extranos libros escritos por alguna extrana profeta que vivio mirando polvo --- Jesus dijo: ''''Y asi es necesario que el hijo del hombre sea levantado para que toido el que en el crea no se pierda mas tenga vida eterna Juan 3:14,15"
Nada contamina al hombre sino lo que sale de su boca ---- y el que come carrona solo vomita carrona
Respondo: Que bueno que hablas de este tema, precisamente es lo que tú hiciste al mirar para abajo y caíste:
El Señor le mostró esta visión a su mensajera: léelo con tranquilidad:
"Mientras estaba orando ante el altar de la familia, el Espíritu Santo descendió sobre mí, y me pareció
que me elevaba más y más,
muy por encima del tenebroso mundo. Miré hacia la tierra para buscar al pueblo adventista, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: "
Vuelve a mirar un poco más arriba."
Alcé los ojos y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo.
El pueblo adventista andaba por ese sendero, en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había
una brillante luz, que, según me dijo ,un ángel, era el "
clamor de media noche." Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, y alumbraba los pies de los caminantes para que no tropezaran.
Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros.
Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual dimanaba una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: "¡
Aleluya!"
Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús.PE 15
El Señor nos dice: “
Miradme a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque Yo Soy Dios, y no existe ningún otro” (Isaías 45:22)
“El amor de Dios por la raza caída es una manifestación peculiar de amor: amor nacido de la misericordia; pues todos los seres humanos son indignos. La misericordia implica la imperfección del objeto hacia el cual se manifiesta. Debido al pecado, la misericordia fue puesta en activo ejercicio.
“El pecado no es objeto del amor de Dios sino de su odio. Pero Dios ama al pecador y se compadece de él. Los descarriados hijos e hijas de Adán son los hijos de la redención de Dios. Mediante la dádiva de su Hijo les ha revelado su infinito amor e infinita misericordia” (Signs of the Times, 21 de mayo, 1902).
Pensemos un poco en la condición del pecador:
“Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él” (Marcos 5:6).
El pecador se encuentra lejos de Jesús. Está muy lejos.
Pero él tiene el gran privilegio de ver a Jesús, aunque sea de lejos. Es que Jesús no se esconde nunca del pecador; él dice: “
Miradme a mi, y sed salvos todos los términos de la tierra”.
El pecador que quiere ser salvo debe correr hacia Jesús como el endemoniado gadareno.
El pecador que desea la salvación debe humillarse ante Jesús.
Lo que hace Dios por el pecador arrepentido: “Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó” (Lucas 15:20).
Dios quiere que escuches estas palabras de amor: “Seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades” (Hebreos 8: 12). Y no importa cuán pecador seas, Él quiere darte la seguridad de su amor y misericordia.
“Dios propone cooperación a sus frágiles y descarriadas criaturas, a quienes ha colocado en terreno ventajoso. Por un lado hay infinita sabiduría, bondad, compasión y poder; por el otro, debilidad, pecaminosidad, absoluta impotencia, pobreza, dependencia. . . Al hombre se le da el privilegio de trabajar con Dios en la salvación de su propia alma. Ha de recibir a Cristo como a su Salvador personal y ha de creer en él. Recibir y creer es su parte en el contrato. . .”
“En su infinito amor Cristo ideó el plan de salvación. Está listo para cumplir ese plan en favor de todos los que cooperen con él. Intercediendo por ellos, dice al Padre: No les imputes a ellos sus pecados, sino colócalos sobre mí. Sé misericordioso con sus injusticias y no recuerdes más sus pecados e iniquidades”. (
Cooperación de Marcelo Solis)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.