Re: PODEMOS ESTAR SEGUROS DE LA SALVACION
Estimado valdense. Saludos cordiales.
Tú dices:
Respondo: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro"(Romanos 6:23).
La evidencia más amplia concedida por Dios de que desea la salvación de todos, será la condenación de los que rechacen el don del cielo. En el último gran día, cuando todos sean recompensados o castigados de acuerdo con su obediencia o desobediencia, la cruz del Calvario aparecerá claramente ante los que se hallen frente al Juez de toda la tierra para recibir la sentencia eterna.
Se los capacitó para que comprendieran algo del amor que Dios ha expresado por los seres humanos caídos. Ven cuán grandemente ha sido deshonrado por los que continuaron en la transgresión, escogiendo ponerse junto a Satanás y manifestando menosprecio por la ley de Jehová ...
Hoy se envía a los ángeles para que ministren a los que serán herederos de la salvación, para que les ayuden a escapar de la esclavitud del poder de Satanás ... A todo ser humano se le da libertad de elección. Debe decidir si permanecerá bajo la bandera negra de la rebelión, o bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel. Con gran afán el cielo observa el conflicto entre el bien y el mal. Nadie sino el obediente puede entrar por las puertas de la ciudad de Dios. Sobre los que prefieren continuar en la transgresión se pronunciará al fin la sentencia de muerte. La tierra será purificada de sus malas obras, de su oposición obstinada a Dios ...
La ley de Dios es el trasunto de su carácter y únicamente los que la obedezcan serán aceptos por él. Toda desviación de la obediencia a la ley de Dios es rebelión. Es del mayor provecho para el hombre el obedecer la ley de Dios; porque la conformación a los principios de esta leyes esencial para la formación de un carácter justo. Las reglas de vida que el Señor ha dado harán a los hombres puros, felices y santos. Únicamente los que obedecen estas reglas pueden escuchar de los labios de Cristo estas palabras: "Venid más alto" (En lugares celestiales, p. 361).
La fe obra por amor y purifica el alma, eliminando el amor al pecado que conduce a la rebelión contra la ley de Dios y a su transgresión. El verdadero amor en el corazón siempre lleva a su poseedor a estar en armonía con los mandamientos de Dios, porque el carácter se transforma por medio de la obra del Espíritu Santo, y la mente y la voluntad del ser humano se colocan en perfecta conformidad con la voluntad divina, que es la norma de justicia. A los que son así transformados, Cristo les dirá: "Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad" (The Youth 's Instructor, febrero 17, 1898).
La historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el cielo hasta el final abatimiento de la rebelión y la total extirpación del pecado, es también una demostración del inmutable amor de Dios ... Siendo la ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la felicidad de todos los seres inteligentes depende de su perfecto acuerdo con los grandes principios de justicia de esa ley. Dios desea de todas sus criaturas el servicio que nace del amor, de la comprensión y del aprecio de su carácter (Hijos e hijas de Dios, p. 20).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
Estimado valdense. Saludos cordiales.
Tú dices:
EL SALVARA ......NO FALSOS SISTEMAS RELIGIOSOS...NI FALSOS PROFETAS NI DOGMAS FALSOS...NI FALSAS DOCTRINAS.......
Respondo: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro"(Romanos 6:23).
La evidencia más amplia concedida por Dios de que desea la salvación de todos, será la condenación de los que rechacen el don del cielo. En el último gran día, cuando todos sean recompensados o castigados de acuerdo con su obediencia o desobediencia, la cruz del Calvario aparecerá claramente ante los que se hallen frente al Juez de toda la tierra para recibir la sentencia eterna.
Se los capacitó para que comprendieran algo del amor que Dios ha expresado por los seres humanos caídos. Ven cuán grandemente ha sido deshonrado por los que continuaron en la transgresión, escogiendo ponerse junto a Satanás y manifestando menosprecio por la ley de Jehová ...
Hoy se envía a los ángeles para que ministren a los que serán herederos de la salvación, para que les ayuden a escapar de la esclavitud del poder de Satanás ... A todo ser humano se le da libertad de elección. Debe decidir si permanecerá bajo la bandera negra de la rebelión, o bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel. Con gran afán el cielo observa el conflicto entre el bien y el mal. Nadie sino el obediente puede entrar por las puertas de la ciudad de Dios. Sobre los que prefieren continuar en la transgresión se pronunciará al fin la sentencia de muerte. La tierra será purificada de sus malas obras, de su oposición obstinada a Dios ...
La ley de Dios es el trasunto de su carácter y únicamente los que la obedezcan serán aceptos por él. Toda desviación de la obediencia a la ley de Dios es rebelión. Es del mayor provecho para el hombre el obedecer la ley de Dios; porque la conformación a los principios de esta leyes esencial para la formación de un carácter justo. Las reglas de vida que el Señor ha dado harán a los hombres puros, felices y santos. Únicamente los que obedecen estas reglas pueden escuchar de los labios de Cristo estas palabras: "Venid más alto" (En lugares celestiales, p. 361).
La fe obra por amor y purifica el alma, eliminando el amor al pecado que conduce a la rebelión contra la ley de Dios y a su transgresión. El verdadero amor en el corazón siempre lleva a su poseedor a estar en armonía con los mandamientos de Dios, porque el carácter se transforma por medio de la obra del Espíritu Santo, y la mente y la voluntad del ser humano se colocan en perfecta conformidad con la voluntad divina, que es la norma de justicia. A los que son así transformados, Cristo les dirá: "Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad" (The Youth 's Instructor, febrero 17, 1898).
La historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el cielo hasta el final abatimiento de la rebelión y la total extirpación del pecado, es también una demostración del inmutable amor de Dios ... Siendo la ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la felicidad de todos los seres inteligentes depende de su perfecto acuerdo con los grandes principios de justicia de esa ley. Dios desea de todas sus criaturas el servicio que nace del amor, de la comprensión y del aprecio de su carácter (Hijos e hijas de Dios, p. 20).
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.