Re: Alma Inmortal, ¿ Tiene base Biblica ?
Si vd. no demuestra lo que dice con textos bìblicos, sin sacarlos del contexto ni de la misma Biblia, tambièn podrìa decir que la Tierra es cuadrada, pero es evidente que es redonda.
Recuerde, ademàs, que alma y espìritu son dos conceptos diferentes, pues la palabra "alma" en griego, es "psykhè", cuyo significado principal, con el que aparece en la Biblia, es "vida" o "ser vivo", mientras que la palabra "espìritu", en griego, es "pneuma", y siempre define a lo que es invisible, a los ojos humanos, como por ej. el aire, la fuerza activa en los seres vivos, el Espìritu Santo de Dios, los espìritus (buenos o malos), la fuerza impulsora procedente del corazòn figurativo de la persona que la mueve a expresarse y comportarse de cierta forma. Y es precisamente esa ùltima definiciòn de la palabra "espìritu", la que aparece en 1ªCorintios 2:11, con referencia al ser humano, y en Hebreos 12:23.
Asì pues, la Biblia diferencia con total claridad "alma" y "espìritu" (Hebreos 4:12). Por ej., en Gènesis 2:7, cuando dice que el primer hombre creado llegò a ser alma viviente, cuando Dios le soplò el aliento de vida o espìritu.
Pero cuando Adàn y Eva pecaron, su "alma" o vida dejò de existir, es decir, murieron, tal y como Dios les dijo (Gènesis 3:19; Ezequiel 18:4); mientras que el "espìritu" o aliento de vida, volviò a Dios quien lo diò (Salmos 104:29,30; 146:4; Eclesiastès 12:7). Por tanto, los muertos estàn en un estado de inconsciencia (Eclesiastès 9:5,10), como si estuviesen dormidos profundamente, como dijo Jesucristo, con referencia a Làzaro, cuando fuè a resucitarlo, o despertarlo de ese sueño profundo (Juan 11:11-14). En armonìa tambièn con las palabras del apòstol Pablo, cuando dijo que el que ha muerto ha sido absuelto de sus pecados, pues el pago por el pecado es muerte, lo contrario de la vida, pero la dàdiva que Dios da es vida eterna mediante Cristo Jesùs (Romanos 6:7,23).
Y fuè tambièn el apòstol Pablo quien dijo, en 2ªTimoteo 2:16-18, que algunos apòstatas estaban enseñando, en tiempos de los apòstoles, que los muertos ya habìan resucitado, y estaban extraviando a otros, cuya apostasìa se extendiò como la gangrena, despuès de la muerte de los apòstoles, sobre todo despuès de unirse Iglesia y Estado, en los siglos IV/V (Hechos 20:29,30; Colosenses 2:8). Pues, en cuanto a la resurreciòn de los muertos, como dijo Jesucristo, ocurrirìa en "el ùltimo dìa" (Juan 6:40), ya que el Hijo de Dios tiene ese poder, concedido por su Padre (Mateo 28:18), de resucitar a los muertos; por èso Jesucristo tiene las llaves de la muerte y del infierno (hades) (Apocal. 1:18), pues, como èl dijo, los que estàn en las tumbas conmemorativas oiràn su voz (Juan 5:28,29); algo que corrobora tambièn el apòstol Pablo, cuando dice que durante la presencia y 2ª venida de Jesucristo serà cuando ocurra la resurreciòn (Hechos 24:15; 1ªCorintios 15:22,23; 1ªTesalonicenses 4:13-17).
Asì pues, la doctrina sobre el alma inmortal, NO tiene ninguna base bìblica, y aùn màs, apoya al padre de la mentira, al Diablo (Juan 8:44), que fuè quien echò esa primera mentira (Gènesis 3:4,5), cuando dijo que Adàn y Eva no morirìan, sino que serìan inmortales, como Dios. Y aùn màs, la filosofìa pagana antibìblica de la inmortalidad del alma es la base del espiritismo, ya que, tal creencia lleva a algunos a querer comunicarse con los "muertos", cuando en realidad, con quienes se comunican son con los demonios, que son los que suelen hacerse pasar por esas personas muertas; por èso, ademàs, la Biblia condena rotundamente el espiritismo (Levìtico 20:27; Deuteronomio 18:10-12; Apocal. 21:8).
Hay que destacar tambièn que la enseñanza sobre què ocurre despuès de la muerte, es una enseñanza primaria y contundente en la Biblia, es decir, pertenece a las enseñanzas principales bàsicas de la Palabra de Dios. Tambièn hay que señalar que algunos diccionarios, contaminados con la filosofìa pagana antibìblica de la inmortalidad del alma, dan a la palabra "muerte" un significado que no tiene en la Biblia; ya que, en la Biblia, la palabra "muerte", se asocia principal y mayormente, con la muerte heredada de Adàn, que es lo contrario a la vida, la no existencia, que fuè la sentencia que puso Dios a la primera pareja humana al desobedecer (Gènesis 2:16,17; 3:19); y de esa muerte, heredada de los primeros padres, hay posibilidad y esperanza de resucitar, gracias a la muerte y resurreciòn del Hijo de Dios (Mateo 20:28; Juan 3:16; 17:3; Romanos 5:12, 18-21).
Asì que, de nuevo tengo que decir que no se debe sacar nunca ningùn comentario y ningùn texto, del contexto, ni de la misma Biblia. Hay que dejar que Dios mismo se explique a travès de su Palabra, desde Gènesis hasta Apocalipsis, la cual, reflejando la ùnica personalidad de Dios, y especialmente en enseñanzas bàsicas, es coherente, consecuente y sin contradicciones (2ªTimoteo 3:15-17; 2ªPedro 1:20,21).
Si vd. no demuestra lo que dice con textos bìblicos, sin sacarlos del contexto ni de la misma Biblia, tambièn podrìa decir que la Tierra es cuadrada, pero es evidente que es redonda.
Recuerde, ademàs, que alma y espìritu son dos conceptos diferentes, pues la palabra "alma" en griego, es "psykhè", cuyo significado principal, con el que aparece en la Biblia, es "vida" o "ser vivo", mientras que la palabra "espìritu", en griego, es "pneuma", y siempre define a lo que es invisible, a los ojos humanos, como por ej. el aire, la fuerza activa en los seres vivos, el Espìritu Santo de Dios, los espìritus (buenos o malos), la fuerza impulsora procedente del corazòn figurativo de la persona que la mueve a expresarse y comportarse de cierta forma. Y es precisamente esa ùltima definiciòn de la palabra "espìritu", la que aparece en 1ªCorintios 2:11, con referencia al ser humano, y en Hebreos 12:23.
Asì pues, la Biblia diferencia con total claridad "alma" y "espìritu" (Hebreos 4:12). Por ej., en Gènesis 2:7, cuando dice que el primer hombre creado llegò a ser alma viviente, cuando Dios le soplò el aliento de vida o espìritu.
Pero cuando Adàn y Eva pecaron, su "alma" o vida dejò de existir, es decir, murieron, tal y como Dios les dijo (Gènesis 3:19; Ezequiel 18:4); mientras que el "espìritu" o aliento de vida, volviò a Dios quien lo diò (Salmos 104:29,30; 146:4; Eclesiastès 12:7). Por tanto, los muertos estàn en un estado de inconsciencia (Eclesiastès 9:5,10), como si estuviesen dormidos profundamente, como dijo Jesucristo, con referencia a Làzaro, cuando fuè a resucitarlo, o despertarlo de ese sueño profundo (Juan 11:11-14). En armonìa tambièn con las palabras del apòstol Pablo, cuando dijo que el que ha muerto ha sido absuelto de sus pecados, pues el pago por el pecado es muerte, lo contrario de la vida, pero la dàdiva que Dios da es vida eterna mediante Cristo Jesùs (Romanos 6:7,23).
Y fuè tambièn el apòstol Pablo quien dijo, en 2ªTimoteo 2:16-18, que algunos apòstatas estaban enseñando, en tiempos de los apòstoles, que los muertos ya habìan resucitado, y estaban extraviando a otros, cuya apostasìa se extendiò como la gangrena, despuès de la muerte de los apòstoles, sobre todo despuès de unirse Iglesia y Estado, en los siglos IV/V (Hechos 20:29,30; Colosenses 2:8). Pues, en cuanto a la resurreciòn de los muertos, como dijo Jesucristo, ocurrirìa en "el ùltimo dìa" (Juan 6:40), ya que el Hijo de Dios tiene ese poder, concedido por su Padre (Mateo 28:18), de resucitar a los muertos; por èso Jesucristo tiene las llaves de la muerte y del infierno (hades) (Apocal. 1:18), pues, como èl dijo, los que estàn en las tumbas conmemorativas oiràn su voz (Juan 5:28,29); algo que corrobora tambièn el apòstol Pablo, cuando dice que durante la presencia y 2ª venida de Jesucristo serà cuando ocurra la resurreciòn (Hechos 24:15; 1ªCorintios 15:22,23; 1ªTesalonicenses 4:13-17).
Asì pues, la doctrina sobre el alma inmortal, NO tiene ninguna base bìblica, y aùn màs, apoya al padre de la mentira, al Diablo (Juan 8:44), que fuè quien echò esa primera mentira (Gènesis 3:4,5), cuando dijo que Adàn y Eva no morirìan, sino que serìan inmortales, como Dios. Y aùn màs, la filosofìa pagana antibìblica de la inmortalidad del alma es la base del espiritismo, ya que, tal creencia lleva a algunos a querer comunicarse con los "muertos", cuando en realidad, con quienes se comunican son con los demonios, que son los que suelen hacerse pasar por esas personas muertas; por èso, ademàs, la Biblia condena rotundamente el espiritismo (Levìtico 20:27; Deuteronomio 18:10-12; Apocal. 21:8).
Hay que destacar tambièn que la enseñanza sobre què ocurre despuès de la muerte, es una enseñanza primaria y contundente en la Biblia, es decir, pertenece a las enseñanzas principales bàsicas de la Palabra de Dios. Tambièn hay que señalar que algunos diccionarios, contaminados con la filosofìa pagana antibìblica de la inmortalidad del alma, dan a la palabra "muerte" un significado que no tiene en la Biblia; ya que, en la Biblia, la palabra "muerte", se asocia principal y mayormente, con la muerte heredada de Adàn, que es lo contrario a la vida, la no existencia, que fuè la sentencia que puso Dios a la primera pareja humana al desobedecer (Gènesis 2:16,17; 3:19); y de esa muerte, heredada de los primeros padres, hay posibilidad y esperanza de resucitar, gracias a la muerte y resurreciòn del Hijo de Dios (Mateo 20:28; Juan 3:16; 17:3; Romanos 5:12, 18-21).
Asì que, de nuevo tengo que decir que no se debe sacar nunca ningùn comentario y ningùn texto, del contexto, ni de la misma Biblia. Hay que dejar que Dios mismo se explique a travès de su Palabra, desde Gènesis hasta Apocalipsis, la cual, reflejando la ùnica personalidad de Dios, y especialmente en enseñanzas bàsicas, es coherente, consecuente y sin contradicciones (2ªTimoteo 3:15-17; 2ªPedro 1:20,21).
Hay algunos que siguen con la mala costumbre de sacar los textos del contexto y de la misma Biblia; e incluso, a veces, ni siquiera mencionan ningùn texto bìblico.
Por ej. el texto de 1ªCorintios 2:11, donde dice que "nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espìritu de Dios". Es evidente que ahì se refiere al Espìritu Santo, que Dios da a toda persona sincera que se lo pida (Lucas 11:13).
Otro texto, que suele sacar del contexto y del resto de la Biblia, es el que se halla en 1ªCorintios 15:53, cuyo texto y contexto dice:
(53)"Es necesario que lo que es corruptible se vista de incorruptibilidad, y lo que es mortal se vista de inmortalidad. (54) Pero cuando el ser corruptible se vista de incorruptibilidad y el ser mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirà lo que està escrito: la muerte serà tragada para siempre".
Por tanto, como dice el apòstol Pablo, para que haya inmortalidad, uno tiene que morir antes, como asì lo explica tambièn en 1ªCorintios 15:36: "Lo que tù siembras, no revive si no muere". Y la palabra griega para "morir" y "muerte" tiene el mismo significado que en español. De hecho, la sentencia que Dios echò a Adàn por pecar, fuè la muerte, la no existencia, lo contrario de la vida (Gènesis 3:19). Pero el que dijo que Adàn y Eva no morirìan nunca, es decir, que serìan inmortales, sin experimentar la muerte antes, fuè el Diablo, el padre de la mentira (Gènesis 3:4,5; Romanos 5:12; Juan 8:44).
Otro texto que sacan del contexto, y de la misma Biblia, es el que se halla en Hebreos 12:23, donde la palabra "espìritu" ahì, no se refiere a que los cristianos ungidos hayan ya alcanzado la inmortalidad al resucitar en espìritu en el Cielo, mas bien, es como dijo Jesucristo, en Juan 3:5, que "nacen" de nuevo, al ser engendrados por Espìritu Santo, algo que corrobora el apòstol Pablo, en Romanos 8:14-17, y el apòstol Pedro, en 1ªPedro 1:3,4, donde menciona que los cristianos ungidos han sido reengendrados a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los Cielos para estos cristianos ungidos.
No olvide tampoco que ademàs de la esperanza celestial que tienen esos cristianos ungidos, de reinar con Jesucrito en el Cielo (Lucas 12:32; 22:28-30; Apocal. 5:9,10), tambièn hay otra esperanza para todos los demàs cristianos, incluso para los que han muerto, mediante la resurreciòn, de vivir en la Tierra, gobernada por el Hijo de Dios y los cristianos ungidos; y asì se harà la voluntad de Dios, tanto en el Cielo como en la Tierra (Mateo 5::5; 6:9,10,33; Juan 5:28,29; 10:16; Apocal. 7:9-17).