Re: El adventismo y su herejia de la "puerta cerrada"
¿Entender qué? ¿Qué pueden decir estos sectarios que me haga ver esto en otra luz aparte de lo que dice la Biblia en cuanto a falsos maestros?
¡Qué descaro el de estos señores! Simplemente no pueden admitir que sus pioneritos eran unos falsos maestros.
Sacado del Centro White:
(Mis comentarios en color negro)
"Guillermo Miller y otros habían enseñado que la puerta debía estar cerrada y que el tiempo de prueba concluiría poco tiempo antes de la segunda venida. En una carta al pastor J. V. Himes, del 6 de octubre de 1844, dijo: “Estoy firme en la opinión que lo siguiente será el último día del Señor que los pecadores tendrán alguna vez en el tiempo de prueba. Y en diez a quince días desde ahora, verán al que odiaron y despreciaron, para su vergüenza y rechazo eterno”. "
"Aunque el hermano Himes predica una puerta abierta, la misma que antes del día décimo del séptimo mes de 1844, sus obras no parecen estar en armonía con su predicación. Poco después de que pasó el día décimo del séptimo mes de 1844, vi al hermano Himes en la oficina en la calle Spruce. Estaba revisando sus antiguas matrices que se habían usado con el propósito de hacer que la visión fuera más clara en tablas, para que pudiera entender el que la leyera (Hab 2:2). Le dije al hermano H., ¿está por trasladarlas a algún otro lugar? Oh no, dijo el hermano H., voy a venderlas, tienen al menos el valor de 11 centavos por el metal antiguo. Yo le dije, pero ¿no las quiere de nuevo? Oh no, dijo el hermano H., no las usaré más. –Eli Curtis, The Day-Star, 6 de diciembre de 1845, p. 38."
Aquí vemos que Himes fue uno de los primeros en abandonar esta doctrina. Todo esto indica que los Mileritas estaban comenzando a rechazar la "puerta cerrada" y esto lo confirma Elena White cuando dijo:
Por un tiempo después del chasco de 1844, sostuve junto con el conjunto de adventistas que la puerta de la gracia quedó entonces cerrada por siempre para el mundo. -Elena G. de White, Manuscrito 4, 1863; Mensajes selectos, vol. 1, p. 71.
Aquí EGW admite que creía en "la puerta cerrada".
En el momento en que tuve la visión del clamor de medianoche descarté que fuera en el pasado y pensé que era para el futuro, como la mayoría del grupo lo hizo. -Elena G. de White, Carta 3, 1847, escrito el 13 de julio de 1847 a José Bates.
Aquí nos dice que la mayoría de mileritas (incluyéndola a ella), había rechazado la doctrina de la puerta cerrada.
En diciembre de 1844. "En la primera visión de Elena Harmon, se le mostró que la puerta de la misericordia estaba cerrada a causa de (a) aquellos mileritas que negaron que Dios los había guiado en el Movimiento del “Clamor de Medianoche” de 1844, y (b) “todo el mundo malvado” que Dios había rechazado. También se le mostró “los santos vivos, que eran 144.000” que esperaban el regreso de Cristo:"
"Mientras orábamos en el altar familiar, descendió sobre mí el Espíritu Santo y me pareció ser levantada cada vez más arriba, muy por encima del oscuro mundo. Me volví para buscar al pueblo adventista en el mundo, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: 'Vuelve a mirar un poco más arriba'. Alcé los ojos, y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo un ángel, era el “clamor de media noche”. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual provenía una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: “¡Aleluya!”. Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. Era tan imposible que ellos recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro, hasta que escuchamos la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios declaraba el tiempo, derramaba sobre nosotros su Santo Espíritu, y nuestros rostros estaban iluminados y refulgían por la gloria de Dios como el rostro de Moisés al bajar del Monte Sinaí. –Elena G. de White, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño], p. 14.
¡Es obvio que ella dijo haber visto en visión que la puerta de gracia se había cerrado en el 1844!
"La primera visión de Elena G. de White fue publicada inicialmente por Enoc Jacobs en el Day-Star [Estrella matutina] de Cincinnati, el 24 de enero de 1846; luego Jaime White lo volvió a publicar el 6 de abril de 1846, en el folleto “To the Little Remnant Scattered Abroad” [Al pequeño remanente disperso]. El 30 de mayo de 1847, fue nuevamente publicado por Jaime White en el folleto, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño] (disponible en forma facsimilar en cualquier Adventist Book Center)."
Es por eso que le he pedido en varias ocasiones a "gabriel47" que me de un "link" donde pueda leer algunos de estos folletos pero él rehusa hacerlo. ¿Por qué? Por que él es un MENTIROSO al decir que el párrafo arriba subrayado fue añadido por un tal "Curtis" y sabe que el "link" lo delataría.
En Diciembre de 1844 –La primera visión de Elena Harmon cambió en su mente el significado de la “Experiencia del séptimo mes”.
Con fecha 30 de mayo de 1847, Jaime White escribió:
Cuando ella recibió su primera visión, en diciembre de 1844, ella y todo el grupo en Pórtland, Maine, (donde residían en ese entonces sus padres) habían abandonado el clamor de medianoche, el error en el cual ella y el grupo de Pórtland había caído. Entonces ella relató su visión al grupo, y unos sesenta confesaron su error y reconocieron que su experiencia con el séptimo mes era la obra de Dios. –Jaime White, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño], p. 22.
¡El mismo James White nos asegura que, basada en la primera visión, EGW corrigió su error de haber abandonado la doctrina de la puerta cerrada! ¡JAQUE MATE!
¡PAMPLINAS! ¡Lo que dijo EGW en el 1874 no borra lo que está escrito en la historia! Todo la evidencia que ha sido mostrada indica que EGW cambió de opinión y por ende borró párrafos enteros de sus supuestas visiones para que las mismas se acoplaran a su nueva creencia.
Jaque mate sectario.
Para entender lo de la Puerta Cerrada se debe tener en cuenta lo siguiente:
¿Entender qué? ¿Qué pueden decir estos sectarios que me haga ver esto en otra luz aparte de lo que dice la Biblia en cuanto a falsos maestros?
¡Qué descaro el de estos señores! Simplemente no pueden admitir que sus pioneritos eran unos falsos maestros.
Después del chasco de octubre de 1844, Miller y sus asociados pensaron que sólo era cuestión de un poco más de tiempo, cuestión de días o meses, pero nada pasó. Como Cristo no había venido, entonces, J.V. Himes, colega de Miller, y otros pensaron que la puerta de la salvación estaba abierta; por lo tanto, la parábola de las vírgenes no había se había cumplido todavía. Concluyeron que cualquiera que enseñara que esa parábola había sido cumplida debía también creer que el tiempo de prueba había terminado, e ipso ipso ser declarado un hereje de la “no misericordia”. La frase “puerta cerrada” se convirtió entonces en un epíteto.
Sacado del Centro White:
(Mis comentarios en color negro)
"Guillermo Miller y otros habían enseñado que la puerta debía estar cerrada y que el tiempo de prueba concluiría poco tiempo antes de la segunda venida. En una carta al pastor J. V. Himes, del 6 de octubre de 1844, dijo: “Estoy firme en la opinión que lo siguiente será el último día del Señor que los pecadores tendrán alguna vez en el tiempo de prueba. Y en diez a quince días desde ahora, verán al que odiaron y despreciaron, para su vergüenza y rechazo eterno”. "
"Aunque el hermano Himes predica una puerta abierta, la misma que antes del día décimo del séptimo mes de 1844, sus obras no parecen estar en armonía con su predicación. Poco después de que pasó el día décimo del séptimo mes de 1844, vi al hermano Himes en la oficina en la calle Spruce. Estaba revisando sus antiguas matrices que se habían usado con el propósito de hacer que la visión fuera más clara en tablas, para que pudiera entender el que la leyera (Hab 2:2). Le dije al hermano H., ¿está por trasladarlas a algún otro lugar? Oh no, dijo el hermano H., voy a venderlas, tienen al menos el valor de 11 centavos por el metal antiguo. Yo le dije, pero ¿no las quiere de nuevo? Oh no, dijo el hermano H., no las usaré más. –Eli Curtis, The Day-Star, 6 de diciembre de 1845, p. 38."
Aquí vemos que Himes fue uno de los primeros en abandonar esta doctrina. Todo esto indica que los Mileritas estaban comenzando a rechazar la "puerta cerrada" y esto lo confirma Elena White cuando dijo:
Por un tiempo después del chasco de 1844, sostuve junto con el conjunto de adventistas que la puerta de la gracia quedó entonces cerrada por siempre para el mundo. -Elena G. de White, Manuscrito 4, 1863; Mensajes selectos, vol. 1, p. 71.
Aquí EGW admite que creía en "la puerta cerrada".
En el momento en que tuve la visión del clamor de medianoche descarté que fuera en el pasado y pensé que era para el futuro, como la mayoría del grupo lo hizo. -Elena G. de White, Carta 3, 1847, escrito el 13 de julio de 1847 a José Bates.
Aquí nos dice que la mayoría de mileritas (incluyéndola a ella), había rechazado la doctrina de la puerta cerrada.
En diciembre de 1844. "En la primera visión de Elena Harmon, se le mostró que la puerta de la misericordia estaba cerrada a causa de (a) aquellos mileritas que negaron que Dios los había guiado en el Movimiento del “Clamor de Medianoche” de 1844, y (b) “todo el mundo malvado” que Dios había rechazado. También se le mostró “los santos vivos, que eran 144.000” que esperaban el regreso de Cristo:"
"Mientras orábamos en el altar familiar, descendió sobre mí el Espíritu Santo y me pareció ser levantada cada vez más arriba, muy por encima del oscuro mundo. Me volví para buscar al pueblo adventista en el mundo, pero no lo hallé en parte alguna, y entonces una voz me dijo: 'Vuelve a mirar un poco más arriba'. Alcé los ojos, y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero en dirección a la ciudad que se veía en su último extremo. En el comienzo del sendero, detrás de los que ya andaban, había una brillante luz, que, según me dijo un ángel, era el “clamor de media noche”. Esta luz brillaba a todo lo largo del sendero, para que no tropezaran. Delante de ellos iba Jesús guiándolos hacia la ciudad, y si no apartaban los ojos de él, iban seguros. Pero no tardaron algunos en cansarse, diciendo que la ciudad estaba todavía muy lejos, y que contaban con haber llegado más pronto a ella. Entonces Jesús los alentaba levantando su glorioso brazo derecho, del cual provenía una luz que ondeaba sobre la hueste adventista, y exclamaban: “¡Aleluya!”. Otros negaron temerariamente la luz que brillaba tras ellos, diciendo que no era Dios quien los había guiado hasta allí. Pero entonces se extinguió para ellos la luz que estaba detrás y dejó sus pies en tinieblas, de modo que tropezaron y, perdiendo de vista el blanco y a Jesús, cayeron fuera del sendero abajo, en el mundo sombrío y perverso. Era tan imposible que ellos recobraran el camino y fueran a la ciudad, como todo el mundo impío que Dios había rechazado. Cayeron a todo lo largo del sendero, uno tras otro, hasta que escuchamos la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús. Los 144.000 santos vivientes reconocieron y entendieron la voz; pero los malvados se figuraron que era fragor de truenos y de terremoto. Cuando Dios declaraba el tiempo, derramaba sobre nosotros su Santo Espíritu, y nuestros rostros estaban iluminados y refulgían por la gloria de Dios como el rostro de Moisés al bajar del Monte Sinaí. –Elena G. de White, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño], p. 14.
¡Es obvio que ella dijo haber visto en visión que la puerta de gracia se había cerrado en el 1844!
"La primera visión de Elena G. de White fue publicada inicialmente por Enoc Jacobs en el Day-Star [Estrella matutina] de Cincinnati, el 24 de enero de 1846; luego Jaime White lo volvió a publicar el 6 de abril de 1846, en el folleto “To the Little Remnant Scattered Abroad” [Al pequeño remanente disperso]. El 30 de mayo de 1847, fue nuevamente publicado por Jaime White en el folleto, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño] (disponible en forma facsimilar en cualquier Adventist Book Center)."
Es por eso que le he pedido en varias ocasiones a "gabriel47" que me de un "link" donde pueda leer algunos de estos folletos pero él rehusa hacerlo. ¿Por qué? Por que él es un MENTIROSO al decir que el párrafo arriba subrayado fue añadido por un tal "Curtis" y sabe que el "link" lo delataría.
En Diciembre de 1844 –La primera visión de Elena Harmon cambió en su mente el significado de la “Experiencia del séptimo mes”.
Con fecha 30 de mayo de 1847, Jaime White escribió:
Cuando ella recibió su primera visión, en diciembre de 1844, ella y todo el grupo en Pórtland, Maine, (donde residían en ese entonces sus padres) habían abandonado el clamor de medianoche, el error en el cual ella y el grupo de Pórtland había caído. Entonces ella relató su visión al grupo, y unos sesenta confesaron su error y reconocieron que su experiencia con el séptimo mes era la obra de Dios. –Jaime White, A Word to the Little Flock [Una palabra al pequeño rebaño], p. 22.
¡El mismo James White nos asegura que, basada en la primera visión, EGW corrigió su error de haber abandonado la doctrina de la puerta cerrada! ¡JAQUE MATE!
7) Ellen G. Harmon (aún soltera) fue acusada de pretender tener revelaciones de la doctrina de la no-misericordia o ausencia de misericordia, a lo cual ella respondió: “Con mis hermanos y hermanas, despuñes del tiempo pasado en el cuarenta y cuatro (1844), sí creía que no se convertirían más pecadores . . Me fue mostrado que había una gran obra por hacer en el mundo por aquellos que no habían tenido esa luz y la habían rechazado. Nuestros hermanos “ (Carta 2, 1874, en Selected Messages, book 1, p.74).
¡PAMPLINAS! ¡Lo que dijo EGW en el 1874 no borra lo que está escrito en la historia! Todo la evidencia que ha sido mostrada indica que EGW cambió de opinión y por ende borró párrafos enteros de sus supuestas visiones para que las mismas se acoplaran a su nueva creencia.
Jaque mate sectario.