Ampliando el comentario de la pàgina 2, hay que destacar que la palabra griega que aparece en Mateo 16:18 para piedra es 'petra', en femenino, cuyo significado es "masa rocosa", mientras que se usa otra palabra 'Petros', en masculino, para designar al apòstol Pedro, cuyo significiado es "trozo de roca". Ademàs, aunque la palabra aramea 'Kipha' (roca) se usa en ambos casos, en 'petra' y 'petros', no obstante, hay una distinciòn entre los dos sustantivos, ya que, el nombre femenino 'petra' està precedido por el adjetivo demostrativo femenino arameo "hade", mientras que el nombre masculino 'petros' està precedido por el pronombre masculino arameo "hu"; de hecho, en Juan 1:42, cuando Jesucristo le cambia el nombre, de Simòn a Pedro, el texto menciona que la palabra aramea 'Cephas' se traduce por la palabra griega 'petros' (Pedro). Asì pues, como tambièn se ha comentado, todo el contexto indica que es Jesucristo la piedra ('petra') a la que se refiere ese texto, en armonìa con toda la Biblia, como por ej., en Romanos 9:33 el apòstol Pablo tambièn usa la misma palabra griega 'petra' para referirse a Jesucristo como la Piedra Angular (Mateo 21:42; Efesios 2:19-22; 1ªPedro 2:4-8).
Tambièn hay que decir que si hubiese estado el apòstol Pedro por encima de todos los demàs apòstoles, Jesucristo lo hubiese dicho cuando hubo una discusiòn en cuanto a quièn era el mayor entre los apòstoles, no obstante, el Hijo de Dios les dijo que quien quisiera ser el mayor deberìa ser el menor de todos èllos, y quien quisiera ser el primero deberìa ser el ùltimo de todos y siervo de todos (Marcos 9:33-35; Lucas 22:24-26). De hecho, Jesucristo dijo a todos los apòstoles que lo que atasen en la Tierra quedarìa atado en los Cielos (Mateo 18:18). Incluso en una ocasiòn, el apòstol Pedro tuvo que ser reprendido por el apòstol Pablo (Gàlatas 2:11-14), el cual, despuès de convertise al cristianismo, dice que no fuè directamente a Jerusalèn, donde estaban los apòstoles anteriores a èl, sino que se fuè a Arabia y luego a Damasco. Despuès de tres años, fuè a Jerusalèn, con la intenciòn de ver, ademàs de a Pedro, al resto de los apòstoles (Gàlatas 1:17-20), pero sòlamente estaban Pedro y Santiago (hermano de Jesùs de Nazareth); lo cual està en armonìa con lo mencionado en el capìtulo 15 de Hechos de los apòstoles, en el que se hace referencia a una reuniòn en Jerusalèn de los apòstoles y ancianos de la Iglesia (Congregaciòn) cristiana, donde se solìa tomar decisiones doctrinales importantes, y aunque el apòstol Pedro estuvo en dicha reuniòn, no tuvo la ùltima palabra, sino que fuè Santiago, hermano (por parte de madre) de Jesùs de Nazareth (Hechos 15:6-29). Precisamente, en esa reuniòn de Jerusalèn, el apòstol Pedro explicò que Dios lo escogiò para que, por medio de èl, la gente de las naciones oyeran por primera vez las Buenas Nuevas (el Evangelio), usando asì la ùltima de las "llaves" que le diò Jesucristo, al dar la oportunidad a los gentiles de oir el Evangelio, ya que, anteriormente, habìa usado las otras "llaves" al predicar a los judìos y a los samaritanos (Hechos 2:14; 8:14; 10:34,35); obviamente, esas "llaves" las usò el apòstol Pedro mientras estaba vivo; ya que, a diferencia de Jesucristo, quien resucitò al tercer dìa y sigo vivo desde entonces, todos los cristianos seràn resucitados en el ùltimo dìa, es decir, durante la presencia y 2ª venida de Jesucristo (Juan 6:40; 1ªCorintios 15:20-28).
Asì que, en cuanto al texto de Apocalipsis 3:7, se està refiriendo a Jesucristo, descendiente del Rey David, a quien corresponde el Trono del Reino Mesiànico de Dios (Isaias 22:22; Lucas 1:32), el que tiene las llaves del Hades y de la muerte (Apocalipsis 1:18), el cual està vivo para siempre, por èso el Hijo de Dios es la Cabeza de la Iglesia (Congregaciòn) cristiana, siendo toda la Iglesia su cuerpo (Efesios 1:22,23; Colosenses 1:18), y como dice el apòstol Pablo, Jesucristo està vivo para siempre y no le hace falta sucesor de ningùn tipo (Hebreos 7:24,25). Asì pues, tanto el apòstol Pedro, como Pablo, como el resto de apòstoles y presbìteros, cuyo significado es 'ancianos', de Jerusalèn, entre los cuales estaba Santiago, formaban un grupo de cristianos que dirigìan la Iglesia o Congregaciòn cristiana entonces, en el primer siglo (Hechos 15:2,6), mientras èllos estaban vivos, cuando murieron, obviamente, dejaron de ser los dirigentes de la Iglesia (Congregaciòn), formàndose despuès otro grupo de dirigentes cristianos, cuya cabeza seguìa siendo Jesucristo, que està vivo para siempre; pero despuès entrò la apostasìa y se desviaron del cristianismo verdadero, sobre todo despuès de la muerte de los apòstoles, como estaba predicho, y despuès de la destruciòn de Jerusalèn en el 70 e.c., cuando, parece ser, el centro del cristianismo se trasladò a la capital del imperio romano, a Roma, y donde el cristianismo, finalmente, fuè absorbido por el paganismo, corrompièndose cada vez màs, sobre todo despuès de unirse Iglesia y Estado en los siglos IV/V (cuarto/quinto).
Ademàs, y como dijo tambièn el apòstol Pablo, "nadie puede poner otro fundamento que el que ya està puesto, que es Jesucristo" (1ªCorintios 3:11), y como el Hijo de Dios està vivo para siempre, no le hace falta sucesor de ningùn tipo (Hebreos 7:24,25).
Esa creencia de poner al apòstol Pedro por encima de los demàs apòstoles, va en contra de lo que dijo Jesucristo, cuando mencionò que todos los apòstoles eran iguales, y quien quisiera hacerse el mayor, deberìa ser el menor (Mateo 18:1-6; Marcos 10:42-45), y a todos por igual les dijo que lo que atasen en la Tierra serìa atado en los Cielos, y lo que desatasen en la Tierra, quedarìa desatado en los Cielos (Mateo 18:18). Ademàs, no fuè hasta despuès de los siglos cuarto/quinto cuando se aplicaron las palabras de Cristo Jesùs en Mateo 16:15-19 al apòstol Pedro, pues incluso uno de los considerados padres de la Iglesia Catòlica, al que llaman San Agustìn, en el siglo cuarto, reconociò que la 'Piedra' a la que se refiere el texto de Mateo 16:18 es Jesucristo, Hijo de Dios, algo que ya el mismo apòstol Pedro, en el primer siglo, reconociò (Mateo 21:42; 1ªPedro 2:4-8); de hecho, el contexto indica que se està hablando sobre la identidad del Hijo de Dios (Mateo 16:15-19), que es quien tiene las llaves del infierno (Hades) porque serà èl quien resucite a los muertos que allì estàn (Juan 5:28,29; Apocalipsis 1:18); mientras que se diò al apòstol Pedro las llaves del Reino de los Cielos, es decir, fuè el apòstol Pedro quien primeramente diò la oportunidad de entrar en ese Reino de los Cielos, a los judìos, a los samaritanos y a los gentiles (paganos) (Hechos 2:14; 8:14; 10:34,35).
Asì que, esa doctrina apòstata se metiò despuès de morir los apòstoles, como estaba predicho, gestàndose en los siglos II y III, cuando se empezò a llamar a los obispos de Roma Papas, pero no fuè hasta despuès de los siglos IV/V (cuarto/quinto), cuando se unieron Iglesia y Estado, que se aplicaron las palabras de Cristo Jesùs, en Mateo 16:15-19, al apòstol Pedro, al mismo tiempo que los Papas,, obispos de Roma, se apoderaron del tìtulo pagano "màximo pontìfice", que hasta entonces habìan llevado los emperadores romanos, quienes eran considerados como un "dios"; y fuè a partir de ahì cuando se formò el clero que diò lugar a la Iglesia Catòlica romana, corrompièndose, espiritual y moralmente cada vez màs a partir de esos siglos; por lo que no es de extrañar que tengan tanto dinero y propiedades, ademàs del dinero que siguen recibiendo del Estado en muchos paìses, de las aportaciones monetarias de gente pudiente y de lo que reciben por ritos religiosos idolàtricos, condenados en la Biblia, que es lo màs grave.
Por otra parte, la Iglesia (Congregaciòn) cristiana verdadera se destacarìa por su santidad y pureza, por su fidelidad al Hijo de Dios (Efesios 5:22-27,32); pues los pecadores impenitentes, que no se arrepienten ni cambian de proceder, deben ser expulsados de la Iglesia o Congregaciòn cristiana (1ªCorintios 5:11-13; 6:9,10). Asì que, los cristianos verdaderos, durante un tiempo, estuvieron ocultos, "ahogados" por la cizaña, por los apòstatas, quienes se extendieron como la cizaña y la gangrena despuès de la muerte de los apòstoles, como estaba predicho, especialmente despuès de unirse Iglesia y Estado, siglos cuarto/quinto (Mateo 13:36-43; 15:8,9; Hechos 20:29,30; Colosenses 2:8; 2ªTesalonicenses 2:3-12; 1ªTimoteo 4:1-3; 2ªTimoteo 2:16-18; 4:3,4, 1ªJuan 2:18,19; etc..); y hasta al final de la siega, al final de los dìas, el 'trigo', los verdaderos cristianos, no se distinguirìan, cuando se està dando a saber el conocimiento de Dios, parte principal e inalterable de las enseñanzas bàsicas de la Biblia (Daniel 12:3,4,9,10,13; Juan 4:23,24; 17:3,17, 1ªTimoteo 2:3-6; 2ªTimoteo 2:25).