Quienes sostenemos este panorama a futuro podemos compartir el mismo esquema profético y sin embargo no seguir realmente la sana doctrina, vivir una contradicción de la misma y caer en herejías peculiares a un movimiento sectario.
Es por ello que te pido no nos incluyas en tu lamentable experiencia con quienes en un semáforo te entregaron aquel folleto. No sería justo que nos juzgaras a todos según la impresión que aquellos te causaron.
Para escribirte detalladamente todo cuanto valiera la pena decir en orden a probar la escrituralidad de nuestra posición, podríamos escribir un grueso volumen, como tantos escritores han hecho. Oportunamente, podría compartir una selecta bibliografía para quienes quieran abundar más profunda y extensamente en el tema.
Como soy muy malo para la síntesis, haré ahora mi mayor esfuerzo para escribir lo más escuetamente posible la base bíblica para lo que anteriormente expuse, mayormente lo relativo al rapto secreto y a la semana de años.
1 - Empezando por lo segundo, las setenta semanas de que habla el profeta Daniel (9:24-27) se dividen en tres períodos: a) siete semanas (49 años) desde la promulgación de la ley para reedificar Jerusalem hasta que se completó la misma. b) 62 semanas (434 años) desde que se acabó la reedificación de la ciudad hasta la muerte del Mesías. Tras el paréntesis de la iglesia desde el Pentecostés del año 33 hasta la venida que estamos esperando, comienza la semana 70 que cubre esos siete años entre la primera y segunda instancia de la venida del Señor Jesús, siempre en conexión con el pueblo terrenal de Dios, Israel. Esta última semana se divide a la vez en dos partes de 3 años y medio cada una o 42 meses (Ap 11:2; 13:5). Para la dispensación de la gracia o período de la iglesia la Biblia no establece fechas, pero sí señales a tomar en cuenta. El arrebatamiento de la iglesia cierra el paréntesis de un largo tiempo para el hombre y breve para el SEÑOR, y comienza a marchar nuevamente el reloj profético durante siete años más."
2 - a) "vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis" (Jn 14:3). Este es el texto áureo donde estriba la esperanza de los cristianos durante casi ya dos milenios.
b) "y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera" (1Ts 1:10). Nos convertimos para servir a Dios mientras esperamos el regreso de su Hijo.
c) "Que él afirme vuestros corazones, que os haga irreprochables en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos" (1Ts 3:13; 5:23). Lamentablemente, muchos cristianos que tienen una doctrina correcta, imaginan que tanto da que el Señor nos halle "irreprochables en santidad" o no.
d) "Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1Ts 4:17). Este es el rapto.
e) "Os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos..." (1Co 15:51,52). No habrá tiempo a nada. Los que no sean transformados, se quedarán.
f) "y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan" (He 9:28). El Señor quiere llevarse a todos los suyos; pero no todos los suyos de veras quieren irse ya, tan pronto, cuando aquí la vienen pasando muy bien. No serán defraudados; se quedarán.
g) "Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro" (1Jn 3:3). Ya que cuando Él venga vamos a ser hechos semejantes a Él, no está mal que ya empecemos por parecernos a Él.
h) "permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados" (1Jn 2:28). Quien al presente no se siente atraído por Cristo, tampoco lo será por Él en su venida.
i) "...y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida" (2Ti 4:8). A los cristianos se les hace fácil cantar sobre sus coronas, pero no todos aman la venida del Señor sino que prefieren que la postergue un poco más todavía, a fin de que puedan seguir disfrutando de un presente bien pasar.
Cuando finalizamos la lectura de nuestra Biblia nos queda una sensación de expectativa, principalmente por los vs. 7, 10, 12 y 20. No podemos reprimir el hondo clamor de nuestro propio espíritu acicateado por el del mismo Dios.
"¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!".
Cordiales saludos.
Ricardo.
A medida que se va acortando la distancia hacia el 21 de mayo de 2011 arrecia la contundencia del Sr. Camping en su afirmación de ser esa la fecha cierta del rapto de la iglesia.
No se ha dado cuenta de un detalle elemental que echa por tierra la prolijidad con que haya hecho sus cálculos.
Su predicción omite decir sobre cual meridiano geográfico se halla el que va a ser raptado ese día.
Todos sabemos que el huso horario marca no solamente diferencias horarias sino también de un día.
Por ejemplo, cuando resplandece la primera estrella sobre el firmamento de Jerusalem comenzando un sábado, todavía es una soleada tarde de viernes en España y el sol se acerca a su mediodía en la mañana de Chile.
Esto lo sabemos bien los americanos, pues cuando todavía estamos haciendo los preparativos para la cena de fin de año los 31 de diciembre, los telenoticieros ya nos están pasando las imágenes de como recibieron el Año Nuevo en Australia horas antes. Por ejemplo, en la tarde del 31 de Diciembre de 1999, los australianos ya vivían en la mañana del 1ero. de Enero del 2000. Entonces, no solamente estábamos separados por un día, sino un mes, un siglo y un milenio.
Si el Sr. Camping piensa en un 21 de mayo en California (donde vive), podría ser ya el día 22 en Israel. Por el contrario, si piensa en un 21 de Mayo sobre Jerusalem, podría ser todavía 20 de Mayo en la localidad donde reside.
El Sr. Camping ha olvidado que nuestro planeta no cuelga estático en el espacio sino que gira sobre su eje.
Para darle verosimilitud a su pronóstico debió decir que los que serán arrebatados en la venida del Señor, lo serán entre los días 20 a 22 de Mayo, dependiendo del momento en que se produzca su advenimiento y del lugar geográfico desde donde serán tomados.
Alucinado por su vaticinio, no pudo el Sr. Camping percatarse de tan elemental detalle.
Esta falta permite que en los propósitos del Señor seamos alertados a no dejar de velar fiándonos en cálculos.
Pero tampoco debemos ser demasiado implacables con el Sr. Camping (Family Radio) cuando millones de cristianos evangélicos (muchos de nuestros foristas lectores, inclusive), cantan entusiasmados e inconscientes el disparate:
¡Cuán hermosa será la mañana
cuando venga Jesús el Salvador!
Las naciones unidas como hermanas
bienvenidas darán a su Señor.
Ya vimos que si es de mañana en cierta franja vertical del planeta puede ser noche en sus antípodas.
Pero ¿de dónde sacaron que las naciones vayan entonces a estar unidas como hermanas al darle la bienvenida?
¿No es que acaso vivimos entre guerras y rumores de guerra? ¿No hay conflictos permentes entre muchas naciones limítrofes? Por supuesto, en el reino milenial sí las naciones estarán unidas como hermanas, pero jamás al momento de la venida del Señor.
Como ven, siempre estamos urgidos a hacer los ajustes necesarios a nuestras tradiciones.
Saludos cordiales.
Ricardo.
Cierta vez un misionero norteamericano me dijo:
-El Señor Jesucristo no vendrá hasta que primero se manifieste el Anticristo.
¿En qué fundamentaba tamaño disparate?
Pues en una mala lectura de una infeliz traducción en nuestras Biblias usuales de 2Ts 2:1-4.
Tal como leemos en nuestras Reina-Valera el misionero parece tener razón.
Casiodo de Reina (1569) la pifió al traducir al final del verso 2 "está cerca"; Cipriano de Valera (1602) no lo corrigió al revisarla; y los demás revisores hasta la del 1995 tampoco lo hicieron.
Lo correcto era haber traducido "ya llegó" o "ya haya llegado" como aparece en el NT Interlineal (CLIE) y las nuevas revisiones y versiones en español como: Biblia Textual, Actualizada 2006 (Mundo Hispano), La Biblia de las Américas, Nueva Versión Internacional y Biblia Peshitta en Español. Las versiones católicas, mayormente, prefiriendo traducir "es inminente" se alinean con las Reina-Valera y el equívoco que provocan.
El verbo griego "enestëken" debía propiamente haber sido traducido en el tiempo pasado y no con expectativa futura por próxima que fuera. Entonces, la forma "como que ha llegado" armoniza con lo que recuerda Pablo a Timoteo: "Así aconteció con Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornando la fe de algunos" (2Ti 2:17,18).
El problema de los tesalonicenses era que si el "día del Señor" ya había llegado, entonces ya había pasado el "día de Cristo" (o de Jesucristo, o del Señor Jesús como ya vimos en mensaje anterior), y ellos habían sido dejados atrás en el rapto.
Así pues, al error de haber traducido mal el tiempo verbal se suma el no advertir que "el día del Señor" no es el de su venida por su iglesia, sino el que precisamente se inicia tras ese evento.
Ahora, si entendemos bien las cosas, "el día del Señor, de Dios, de Jehová, de su ira" no puede venir sin que antes venga la apostasía y la manifestación del Anticristo (hombre de pecado, hijo de perdición, la primera bestia de Ap 13:1-8).
No es tan difícil imaginarnos lo que pueda llegar a ser esa anunciada apostasía, cuando ya la estamos viendo, en ciernes, pero tremendamente engañosa y escandalosa.
Tampoco es difícil hacernos una idea aproximada del Anticristo, pues su espíritu ya estaba presente en los días del apóstol Juan (1Jn 4:3).
El Señor no nos ha dado fechas, pero cuando las señales se nos van haciendo tan claras respecto a lo que después del rapto sucederá, no nos puede quedar dudas que en cualquier momento podemos ser transformados y arrebatados. Velemos, pues.
Si otros se creen más inteligentes y sabios y prefieren esperar a la manifestación del Anticristo, no serán defraudados: lo verán, aunque más no sea que por televisión e Internet; pues se habrán quedado cuando el rapto ya que ellos no esperaban a Cristo ni amaban su venida.
Saludos cordiales a todos.
Ricardo.
Casiodo de Reina (1569) la pifió al traducir al final del verso 2 "está cerca"
Si se parte mal desde el principio no debemos esperar que el resto esté bien.Resp
2 - Cristo no fue muerto en la semana 70 sino al final de la 69 (7+62). "El príncipe que ha de venir" fue el romano Tito y no el Mesías Príncipe del v.25 que ya habría sido muerto para ese entonces. Que el velo del templo se rasgara a la muerte del Señor Jesús no implica la cesación de los sacrificios que continuaron hasta la destrucción del Templo.Todo el v.27 de Daniel 9 está todavía por cumplirse.
Por supuesto, tanto usted como todos los foristas están en su derecho de pensar como quieran, pero la apretada explicación aportada considero que es criteriosa.
Saludos cordiales.
Ricardo.