por todos esos años no tenían Biblia para guiarse nadie sabia la verdad sino solo sabian lo que se les decía por eso no hubo discusión.
Calvino estaba equivocado.
los versículos que has subido no dicen lo que tu afirmas.
Rom 4:8 Feliz el hombre a quien Dios no le tiene en cuenta su pecado".
Rom 4:9 Pero esta felicidad, ¿es únicamente para los que han sido circuncidados, o también para los que no lo han sido? Consideremos lo que ya dijimos: A Abraham le fue tenida en cuenta la fe para su justificación.
Rom 4:10 ¿Cuando le fue tenida en cuenta? ¿Antes o después de la circuncisión? Evidentemente antes y no después.
Rom 4:11 Y él recibió el signo de la circuncisión, como sello de la justicia que alcanzó por medio de la fe, antes de ser circuncidado. Así llegó a ser padre de aquellos que, a pesar de no estar circuncidados, tienen la fe que les es tenida en cuenta para su justificación.
Rom 4:12 Y es también padre de los que se circuncidan pero no se contentan con esto, sino que siguen el mismo camino de la fe que tuvo nuestro padre Abraham, antes de ser circuncidado.
Rom 4:13 En efecto, la promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad, no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe.
Rom 4:14 Porque si la herencia pertenece a los que están bajo la Ley, la fe no tiene objeto y la promesa carece de valor,
Rom 4:15 ya que la Ley provoca la ira y donde no hay Ley tampoco hay transgresión.
Rom 4:16 Por eso, la herencia se obtiene por medio de la fe, a fin de que esa herencia sea gratuita y la promesa quede asegurada para todos los descendientes de Abraham, no sólo los que lo son por la Ley, sino también los que lo son por la fe. Porque él es nuestro padre común
Rom 4:17 como dice la Escritura: ""Te he constituido padre de muchas naciones". Abraham es nuestro padre a los ojos de aquel en quien creyó: el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que no existen.
A través del Bautismo nos convertimos en herederos de las promesas de Abraham que se otorgan ya no por la letra de la Ley, sino por la Fe en el Bautismo como iniciación de la vida cristiana. El Bautismo es el reemplazo de el signo de alianza a través de la circuncisión física que se había establecido con Abraham. Mas ahora, es de corazón, por la Fe.