Está bien.Aquí (en esta pandemia) hay muchas manos intentando sacar provecho.
Muchos intereses volando por el aire.
No pongo la mano en el fuego por nadie, pero creo que aquí hay varios que decimos lo mismo y tampoco somos conspiranoicos. No creo (y nunca he creído) que la marca de la bestia sea física (aunque buenos cristianos están convencidos). Nunca he sido conspiranoico porque DETESTO a los conspiranoicos. Dios no nos diseñó para vivir en ese estado mental. Mi mente es científica, racional... así es como Dios me hizo y la educación que he recibido. No fantaseo con conspiraciones porque creo en un Dios que, de algún modo, las frustra y siempre vence. Mi mente se atiene a los hechos, a las palabras y a las actitudes. Las conspiraciones las veo en las palabras y en los hechos, no en vanas imaginaciones.
No creo que estas vacunas sean una "conspiración". Creo que son una improvisación. Un atajo que nadie sabe si desembocará donde debe o llevará a un callejón sin salida o un precipicio. Creo también que los que deberían velar por nuestra salud están corruptos y hay una mezcla de intereses, todos cruzados. Dinero, influencia, poder, guerra comercial... "y agenda 2030". Se mezclan los conflictos planetarios entre naciones con un "babel" que hay en marcha, un babel espiritual. Vivimos en un mundo que quiere una "nueva edad" un "new world". No lo digo yo, sino ellos. Lo han dicho por activa y por pasiva. Quieren un "nuevo mundo" y un "nuevo hombre"... sin Dios.
Es el "anticristo", claro está. Su manifestación final.
No estoy diciendo que las vacunas tengan chips, ni sean una marca del demonio. No creo que la "marca de la bestia" sea material, pues de la marca terrenal se puede huir de forma terrenal, pero no así de la espiritual. Pero hay información suficiente como para saber que riesgo y beneficio ahora mismo no están equilibrados. No me voy a poner un producto improvisado a toda velocidad sin los procesos que deberían seguir estos productos (no lo digo yo, lo dicen ellos). No confío en estos productos precisamente por la falta de transparencia de los que nos animan a usarlos. Esas personas no tienen mi confianza porque no se la han ganado. Su forma de gestionar la crisis, su falta de humildad, su falta de transparencia. Sus MENTIRAS a la hora de atajar la pandemia, me hacen desconfiar de sus consejos y de sus productos. MIENTEN cuando dicen que sus productos inmunizan al rebaño. No lo saben. Garantizan algo, dan por sentado algo que NO SABEN ni pueden garantizar. Tampoco se responsabilizan de sus productos si "fallan". El mundo está enfrentando por primera vez una pandemia mundial con "vacunas". NO SABEN cómo resultará. Están MINTIENDO porque no les ha dado tiempo literal a desarrollar un producto fiable, y no hay estadísticas previas que nos ayuden a saber si una vacuna puede o debe usarse para contener una pandemia de baja mortalidad como el Covid19, un virus artificial que tiende a mutar con rapidez (NO ES UN VIRUS "normal").
Hay algo cierto y verdadero. Que el contagio natural nos inmuniza, y que lo hace muy bien, y que no "falla", y que, tarde o temprano (todos, vacunados o no), tendrán que enfrentarse al monstruo y vencerlo. Esto no lo digo yo, sino la ciencia. Esto no tiene nada que ver con conspiraciones (que seguramente las hay, pero cuyos detalles sólo conoce quien tiene el poder y la influencia), sino con su actitud y su forma de actuar, así como el resultado de sus productos. No hay pautas claras a la hora de enfrentar el virus. Hay contradicciones. No hay transparencia. Se ha intentado censurar a los críticos de las medidas oficiales desde el principio. Muy mala señal. Es la forma en que se han comportado desde el principio, intentando evitar el debate libre en un contexto de hombres de ciencia. En igualdad de condiciones, los que defienden ESTAS vacunas no quieren ponerse enfrente de los que critican ESTAS vacunas. No quieren oír los argumentos de los críticos. ¿Por qué? Porque no tienen respuestas. La respuesta final del debate sería algo así como "no sabemos, estamos probando, pero mejor hacer algo que no hacer nada". Todos sabemos que las vacunas funcionan y son un "bien para la humanidad". Dios permitió que se descubriera el mecanismo, y lo hizo un cristiano. Los que criticamos la situación, criticamos ESTAS vacunas para ESTE virus en ESTE momento.
Insisto, no soy anti-vacuna. Creo en la eficacia de las vacunas tradicionales y su conveniencia a la hora de ayudarnos a inmunizarnos.
Pero quien se pone ESTAS vacunas, desde mi modo de verlo, se está arriesgando innecesariamente. Está jugando a la ruleta rusa. Puede que le salga bien, puede que le salga mal. Es verdad que quien se enfrenta al bicho sin vacuna también está en una ruleta rusa, pero no está participando del jueguecito de la OMS (cuya falta de transparencia y contradicciones rallan lo ridículo), sino que tiene que "esperar en la providencia".
Hay un monstruo suelto que es una quimera, el hombre jugando a ser Dios modificando un virus de divino diseño.
Pero hay otro monstruo suelto, que es el propio hombre.
Amor,
Ibero
Sin embargo la inmunización natural tiene su pega aparte del riesgo: provoca microembolismos en tus pulmones dañando su funcionalidad de por vida.
No les llega suficiente sangre a tus alveolos y se mueren y el cuerpo no los repara, el resultado es insuficiencia respiratoria de leve a moderada.