CRISTO EL CAMINO A LA CASA DE SU PADRE
No existen varios caminos al cielo como el enemigo de nuestras almas engaña al mundo entero.
Base Bíblica
Jua_14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
En este diálogo con sus discípulos contemplamos al Señor iniciando este capítulo con palabra de confianza en el y solamente en él, leemos:
Jua 14:1 No se
turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Esta expresión usada por el Señor
"turbar" nos recuerda la visita que hizo Jesús a la casa de Lázaro, el mismo que estando muerto Cristo le dio vida, pero allí hay dos hermanas, la una a los pies del Señor oyendo sus preciosas palabras de vida, y la otra en este estado de turbación, leemos:
Luc_10:41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y
turbada estás con muchas cosas.
Lucas 10:42 Empero una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.
Es sumamente vital no turbar nuestra alma con otras cosas que nos apartan de Cristo, nuestros ojos deben estar puestos exclusivamente en él y estar siempre a sus pies como lo hizo María.
De manera que Jesús se presenta a sí mismo como el objeto al que debe dirigirse nuestra fe, y por medio de el encontrar fácilmente aquello sobre lo que podemos descansar; porque él es el verdadero Emanuel.
Uno de los peligros más grandes son los substitutos que el diablo ha puesto para apartar nuestros ojos y adoración de Jesús y colocar la mirada y adoración en otras cosas que no son Cristo.
Y para llevar a cabo este propósito infame, ha ideado una multitud de distracciones, de ídolos, de objetos de adoración y fe, ajenos al único camino, a la única verdad, a la vida eterna que solo se halla en Jesús.
Cuando leemos en Hebreos:
Heb_12:2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Los mismos dirigentes Hebreos, los conductores espirituales de la nación de Israel, quitaron sus ojos de las Escrituras que hablaban de Jesús como Aquel que vendría a quitar el pecado de la tierra en un día y lo substituyeron por otra clase de "mesías" que llenara sus expectativas inmediatas de ser libertados del yugo romano, que antepusieron a la libertad del pecado que fue una de las prioridades de la profecía en relación con Jesús.
Habían sido engañados por el padre de mentira (Jn.8:44) y prefirieron todo ese externalismo religioso de su templo, con sus sacrificios, con sus votos, con sus vestiduras, con sus fiestas y procesiones, porque Cristo como único camino, como la única verdad, no llenaba sus expectativas personales.
Eso es lo que genera la religión, empodera al hombre y lo hace sentirse superior a Dios.
El nombre de este tema es "un católico incómodo" y cómo no va a estar incómodo si transita un camino pavimentado de religión rumbo a una eternidad de tormento.
El diablo no se ha quedado con los brazos cruzados.
Engaña al mundo entero, les da religión y los empodera en sus razonamientos para que el magisterio católico esté por encima de la sencillez de las Escrituras y así atrapa a millones de católicos con sus cultos a diversas divinidades, sean reinas del cielo, con apariciones milagrosas, que surge aquí la virgen del socorro, allí la de Coromoto, en otro lugar la de Fátima y así engaña al pobre católico que aparta los ojos de Jesús, como el autor y consumador de la Fe.
Coloca a millones de profesantes en el catolicismo, bajo la autoridad de un hombre a quién le confieren el primado de San Pedro, y que en este caso de la historia, corresponde al argentino Bergoglio.
Hay bulas papales que no han sido modificadas, tienen siglos de vigencia, y muchos católicos modernos las ignoran, por ejemplo esta:
Cuando Jesucristo instituye su Iglesia, hizo de Simón Pedro, el rudo pescador del lago de Bethsaida en Galilea, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella y lo instituyó pastor del rebaño (Jn. 21, 15-17). El Papa no tiene otro oficio que el de ser depositario de las llaves de la Iglesia y pastor del gran rebaño que forma la Iglesia Católica.
El católico ignorante de las Escrituras cae en esta trampa del diablo sin entender siquiera que significa "las llaves del reino" y como las usó Pedro con los gentiles, como en el caso de Cornelio.
Tampoco entiende como Jesús desciende del mismo cielo y evangeliza a un asesino llamado Saulo de Tarso en su camino a Damasco y lo transforma en el apóstol Pablo, con otro ministerio completamente distinto al que se le dio a Pedro asociado con la circuncisión, es decir, con el pueblo de Israel.
Hch 20:24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo,
y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Pedro fue enviado a los judíos, las llaves que le fueron dadas, y que usó en el caso de Cornelio, ahora las tiene el apóstol a los gentiles, y ya no es el evangelio del reino, predicado por Jesús y rechazado por su nación, sino que ahora el Testimonio de Dios en manos de la Iglesia genuina de Cristo es este:
EL TESTIMONIO DE DIOS
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros
el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna
sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
La Iglesia de Cristo surge en Jerusalén el día de Pentecostés, cuando desciende el Espíritu Santo para morar en ella.
El catolicismo romano surge en Roma, en el año 325 por decreto imperial del emperador Constantino, donde fusiona los cultos paganos de la época, con sus estatuas a distintos dioses y diosas, con sus cultos a entidades espirituales, y de ahí surge lo que hoy en día se conoce como el templo católico.
PUEDE UN CREYENTE EN CRISTO ENTRAR A UN TEMPLO CATÓLICO
Tales lugares son, esencialmente, lugares de adoración idolátrica y, “… si alguno te ve a ti… sentado… en un lugar de ídolos…”, dice el apóstol que la conciencia del hermano débil se afectará y él mismo será inducido a hacer lo malo.
Aunque el contexto de la cita mencionada es otro, el argumento paulino es totalmente aplicable (Léase 1 Cor. 8:10).
También, el apóstol Pablo pregunta:“¿Y qué acuerdo hay entre el templo deDios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente” y, allí mismo,el mandamiento no es entrar, sino “salid de en medio de ellos, y apartaos… Y no toquéis lo inmundo” (2 Cor. 6:16-17).
Sin duda, un creyente puede contaminarse en un lugar de idolatría, pues allí campea el demonismo (1 Cor. 10:19,20) y allí está Satanás disfrazado de ángel deluz por medio de los ministros religiososde un culto falso.
Así que “… limpiémonos de toda contaminación de carne yde espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2 Cor. 7:1).
ES DEBER DEL CREYENTE EN CRISTO NO CONTAMINARSE ENTRANDO A ESTOS LUGARES DE FALSEDAD RELIGIOSA.