Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Cristo, el Hijo de Jehová. No Dios.

Cristo, el Hijo de Jehová. No Dios.

Los que no conocen al Hijo son uds que niegan la divinidad del Hijo.

Conocer a Cristo y creer en él, en nada tiene que ver con asignarle un puesto que no posee.

Los primeros seguidores de Cristo no creían que él fuera Dios. Jesús mismo les preguntó a ellos quién era él para ellos, veamos su respuesta, que es superior a la de Cirilo de Jerusalén y otros escritores del siglo segundo en adelante:

“Jesús se puso a preguntar a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”. 14 Ellos dijeron: “Algunos dicen Juan el Bautista; otros, Elías; otros más, Jeremías o uno de los profetas”. 15 Él les dijo: “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy?”. 16 En contestación, Simón Pedro dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. 17 En respuesta, Jesús le dijo: “Feliz eres, Simón hijo de Jonás, porque carne y sangre no te [lo] reveló, sino mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 16:13-17)
 
Re: Cristo, el Hijo de Jehová. No Dios.

Re: Cristo, el Hijo de Jehová. No Dios.

Conocer a Cristo y creer en él, en nada tiene que ver con asignarle un puesto que no posee.

Los primeros seguidores de Cristo no creían que él fuera Dios. Jesús mismo les preguntó a ellos quién era él para ellos, veamos su respuesta, que es superior a la de Cirilo de Jerusalén y otros escritores del siglo segundo en adelante:

“Jesús se puso a preguntar a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”. 14 Ellos dijeron: “Algunos dicen Juan el Bautista; otros, Elías; otros más, Jeremías o uno de los profetas”. 15 Él les dijo: “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy?”. 16 En contestación, Simón Pedro dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. 17 En respuesta, Jesús le dijo: “Feliz eres, Simón hijo de Jonás, porque carne y sangre no te [lo] reveló, sino mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 16:13-17)

Crees que Jesucristo es el Señor?
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

Ese es el punto que he discutido contigo y que no has podido demostrar biblicamente. Dices que Jesús es un dios pero no es Dios, entonces eres politeista?

Soy monoteista, son ustedes los que creen en la trinidad de Dioses los politesitas. El Dios de nosotros es el mismo Dios que adoraban los israelitas, es uno solo, no tres. Hasta Jesus mismo adora al Dios que nosotros adoramos. Lee por favor para que salgas de tu error.

Rev 3:2, Hazte vigilante, y fortalece las cosas restantes que estaban a punto de morir, porque no he hallado tus hechos plenamente ejecutados delante de mi Dios.

Rev 3:12, ’Al que venza... lo haré columna en el templo de mi Dios, y ya no saldrá [de este] nunca, y sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios, y ese nuevo nombre mío.

Juan 20:17, Jesús le dijo: “Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino a mis hermanos y diles: ‘Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes’

¿A quién le vas a creer, lo que enseñan los trinitarios o a Jesús?
 
Re: Cristo es la primera creación de Dios

Re: Cristo es la primera creación de Dios

Mire, este es nuevo, aun no se lo había traido. :)

LA ENCARNACIÓN DE CRISTO


Pronunciada en Jerusalén, sobre lo de «se encarnó y se hizo hombre». Se parte del pasaje de Isaías: «Volvió Yahvé a hablar a Ajaz diciendo: "Pide para ti una señal de Yahvé tu Dios..." (7, 10-11), y: "He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel"» (7, 14), etc.(1)

El Hijo de Dios se ha hecho hombre

1. Como alumnos de la pureza y discípulos de la prudencia, celebremos con labios castos al Dios nacido de la Virgen. Quienes nos consideramos dignos de alimentarnos del cordero racional(2), comamos de él tanto la cabeza como las patas(3), significando la divinidad mediante la cabeza y la humanidad mediante las patas. Los que escuchamos los Evangelios oigamos al teólogo Juan, que tras escribir: «En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios» (Jn I, 1), añadió después: «Y la Palabra se hizo carne» (1, 14). Tampoco se debe adorar a un simple hombre(4) ni tampoco a sólo Dios sin hacer referencia a la humanidad. Pues si Cristo es Dios, como sucede en realidad, pero no asume la naturaleza humana, no tenemos la salvación. Adóresele, por consiguiente, como Dios, pero créase también que se ha revestido de la naturaleza humana. Tampoco es aceptable que se le llame hombre dejando aparte la divinidad ni lleva a la salvación separar la humanidad de la confesión de la divinidad. Reconozcamos la presencia del rey y del médico. Jesús es rey que aportará salvación ciñéndose con el lienzo de la humanidad y tras haber sanado lo que estaba enfermo. Como perfecto maestro de niños, se ha hecho niño con ellos «para enseñar a los simples la prudencia» (Prov 1, 4). El pan del cielo ha descendido a la tierra para alimentar a los que tienen hambre.

No rechazar a aquél en quien se cumple la profecía de la encarnación

2. Pero los judíos, cuando rechazan a aquel que ha venido, esperan a aquel que ha de venir con dureza: ellos repudiaron a Cristo, pero acogerán, inducidos a error, al impostor que venga. Así se hará verdadera la palabra del Salvador: «Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis» (Jn 5, 43). Sería estupendo hacer esta pregunta a los judíos: ¿dice verdad o mentira el profeta Isaías cuando señala que el Emmanuel nacerá de una virgen? (cf. Is 7, 14). No es de extrañar que lo acusen de mentiroso, pues es costumbre para ellos no sólo acusar a los profetas de mentir, sino incluso lapidarlos. Ahora bien, si el profeta dijo la verdad, señalad quién es el Emmanuel. Más todavía: el que ha de venir, y al que esperáis, ¿ha de nacer de una virgen o no? Si no nace de una virgen argüís al profeta de falsedad. Y si esperabais que ello sucediera en el futuro, ¿por qué lo rechazáis cuando ya se ha cumplido?

Verdadera humanidad plena y concepción virginal de Cristo

3. De su error serán sacados los judíos cuando lo permitan(5), y será glorificada la Iglesia de Dios, pues nosotros acogemos verdaderamente al Dios que es Palabra hecha hombre. Esto ha sucedido, no por la voluntad de hombre y de mujer, como dicen los herejes, sino que se ha hecho hombre de una virgen y por el Espíritu Santo, como dice el Evangelio. Y no en apariencia, sino en verdad. Y me gustaría que te dieras cuenta de que ahora es el tiempo de transmitir la doctrina de que él ha recibido la naturaleza humana de una virgen. Ahora recibirás las pruebas de esta realidad. El error de los herejes es múltiple, pues éstos negaron de modo total que él hubiera nacido de una virgen(6); otros concedían la realidad de su nacimiento, pero no de una virgen, sino de la unión de un hombre y una mujer. Otros dicen que no es el Mesías Dios quien se ha hecho hombre, sino un hombre deificado(7). Estos se atrevieron a decir que no una Palabra preexistente se hizo hombre, sino que fue coronado (como Dios) un hombre con méritos propios(8).

Haremos frente a las objeciones

4. Pero tú acuérdate de las cosas que ayer se dijeron sobre la divinidad. Cree que el Hijo unigénito de Dios es el que a su vez ha nacido de la Virgen. Cree al evangelista Juan cuando dice: «La Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros. Es realmente Palabra eterna, engendrado del Padre antes de todos los siglos, aunque en el tiempo ha tomado carne por causa nuestra. Muchos están en contra de esto y dicen: ¿Qué es lo que ha pasado tan grave para que Dios descendiese hasta lo humano? A lo que puede decirse: «Después apareció ella(9) en la tierra, y entre los hombres convivió» (Bar 3, 38). O bien (se plantean): ¿es posible que una virgen dé a luz sin un hombre? Al encontrarnos, pues, que se nos contradice ampliamente y que se nos presenta batalla en diversos frentes, se hace preciso que aniquilemos todo ello mediante la gracia de Cristo y mediante los discursos que aquí ofrecemos.

El Hijo asumió la carne de la más excelente de las criaturas

5. Preguntémonos, en primer lugar, por qué vino Jesús. Y no repares en mis razonamientos, a los que quizá podría contradecirse mediante sofismas. Ahora bien, si no aceptas los testimonios de los profetas acerca de cada una de estas cosas, no creerás en lo que digamos. Si no aprendes por las Escrituras lo referente a la Virgen, al lugar, al tiempo y al modo, tampoco recibas testimonio de hombre alguno(10). Pues sobre éste que ahora está aquí y os instruye puede recaer alguna sospecha, pero sobre el que pronunció las profecías, hace mil años e incluso más tiempo, ¿quién puede tener reticencias si está en su sano juicio? Por tanto, si buscas la causa de la venida de Cristo, acude simplemente al primer libro de la Escritura. En seis días hizo Dios el mundo. Pero éste existe para el hombre. Resplandezca el sol con sus fulgores espléndidos: fue hecho para que luzca en favor del hombre. Todos los animales fueron hechos para nuestro servicio; y las hierbas y los árboles fueron creados para que los utilizásemos. Son todas criaturas buenas(11), pero ninguna de ellas es imagen de Dios excepto únicamente el hombre. Una simple orden hizo el sol, mientras que el hombre fue formado por las manos de Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como nuestra semejanza» (Gén 1, 26)(12). Y si se tributa honor a la imagen de madera de un rey terreno, ¿cuánto más deberá hacerse con la imagen de Dios? Pero ésta, la más excelsa de las criaturas de Dios, que estaba feliz en el paraíso, fue expulsada de allí por la envidia del diablo (Gén 3, 23-24; Sab 2, 24). Feliz se encontraba el enemigo al ver postrado a aquel a quien había envidiado. ¿Querrás tú acaso ser como ese enemigo que se alegraba?

Este no se había atrevido a acercarse al hombre a causa de su tuerza, pero sí, por ser más débil, se dirigió a la mujer cuando ésta todavía era virgen. Fue después de su salida del paraíso cuando «conoció el hombre a Eva, su mujer» (Gén 4, 1 ) .

El pecado se había extendido por la tierra

6. Sus sucesores en la progenie humana fueron Caín y Abel, y Caín fue el primer homicida. Más tarde tuvo lugar el diluvio a causa de la multiplicación de la maldad de los hombres(13). Un fuego del cielo cayó sobre los habitantes de Sodoma a causa de su impiedad (cf. Gén 19). En épocas posteriores Dios eligió a Israel, pero también éste cayó en la perversión y el pueblo elegido quedó herido de muerte: Moisés se encontraba en el monte ante Dios, y el pueblo, en lugar de a Dios, adoró a un becerro (Ex 32, 1-6). Mientras que en la ley de Moisés se decía: «No cometerás adulterio» (Ex 20, 14), un hombre se atrevió a pecar entrando en un lugar de prostitución (cf. Núm 25, 1-9). Posteriormente a Moisés, fueron enviados profetas que cuidasen de Israel. Pero cuando éstos traían la medicina, se lamentaban vencidos por la fuerza de la enfermedad, de tal manera que alguno de ellos clamaba: «¡Ay de mí, que ha desaparecido de la tierra el fiel, no queda un justo entre los hombres!» (Miq 7, 2); o también: «Todos están descarriados, en masa pervertidos. No hay quien haga el bien, ni uno siquiera» (Sa 14, 3). Y, a su vez: «Tiene pleito Yahvé con los habitantes de esta tierra, pues no hay fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios en esta tierra; sino perjurio y mentira, asesinato y robo, adulterio y violencia, sangre que sucede a sangre» (Os 4, 1-2). Y: «Sacrificaban sus hijos y sus hijas a los demonios» (Sal 106, 37). Se ocupaban con hechicerías sagradas y con la vanidad de sus vergüenzas. Así dice: «Sobre ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar» (Am 2, 8; cf. Dt 24, 12-13).

Gravedad del pecado

7. Muy grande era la herida de la humanidad. Desde los pies hasta la cabeza nada había íntegro en ella. No había lugar ni para una gasa ni para aceite ni para unas vendas. Después, entre lamentos y fatigas, decían los profetas: «¿Quién traerá de Sión la salvación de Israel?» (Sal 14, 7). Y, por otra parte: «Esté tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo de Adán que para ti fortaleciste, ya no volveremos a apartarnos de ti». (Sal 80, 18-19a). Y otro profeta suplicaba diciendo: «¡Yahvé, inclina tus cielos y desciende!» (Sal 144, 5). Las heridas de los hombres son más fuertes que nuestros remedios. «Han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas» (1 Re 19, 10). No es posible evitar el mal; para evitarlo, haces falta tú(14).

Dios viene a los hombres, aunque no se le acoja

8. El Señor escuchó esta súplica de los profetas: el Padre no se desentendió de nuestra estirpe en camino hacia la destrucción y envió desde el cielo a su Hijo como Señor y como médico. Dice uno de los profetas: «Enseguida vendrá a su Templo —el lugar donde lo lapidasteis— el Señor a quien vosotros buscáis» (Mal 3, 1)(15). Después, oyendo esto otro de los profetas, le dice: «Si anuncias que Dios viene para la salvación, ¿hablas de modo oculto?»: «Súbete a un alto monte, alegre mensajero para Sión; clama con voz poderosa, alegre mensajero para Jerusalén, clama sin miedo. Di a las ciudades de Judá: "Ahí está vuestro Dios. Ahí viene el Señor Yahvé con poder"» (Is 40, 9-10). Pero, por otra parte, el Señor mismo dice: «He aquí que yo vengo a morar dentro de ti, oráculo de Yahvé. Muchas naciones se unirán a Yahvé aquel día» (Zac 2, 14-15). Pero los israelitas rechazaron la salvación que les ofrecí: «Vengo a reunir a todas las naciones y lenguas» (Is 66, 18), pero «vino a su casa, y los suyos no lo recibieron» (Jn 1, 11). Y, cuando vienes, ¿qué es lo que les das a los gentiles: «Vengo a reunir a todas las naciones... Pondré en ellos señal» (Is 66,18-19). Pues, por mi combate en la cruz, a cada uno de mis soldados les daré una señal para tenerla en la frente(16), y otro profeta dijo: «El inclinó los cielos y bajó, un espeso nublado debajo de sus pies» (Sal 18, 10). Pero el que bajó de los cielos permaneció ignorado de los hombres.

Estaba previsto el nacimiento del Mesías

9. En otro momento, Salomón, oyendo a su padre David hablar de estas cosas, tras haber construido aquel templo admirable, y viendo de lejos al que tenía que venir a él, dice: «¿Es que verdaderamente habitará Dios con los hombres sobre la tierra?» (1 Re 8, 27). La respuesta de David, en un salmo dedicado a Salomón, era afirmativa: «Caerá como rocío sobre el vellón» (Sal 72, 6)(17). Rocío, a causa de su origen celeste; sobre el vellón, por tratarse de la humanidad. Y el rocío cae sobre el vellón silenciosamente, de modo semejante a como los Magos, ignorantes del misterio de la Natividad, dijeron: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?» (Mt 2, 2), y un Herodes turbado por aquel que había nacido indagaba y se informaba «del lugar donde había de nacer el Cristo» (2, 4).

Signos de humildad del Mesías victorioso

10. ¿Y quién es el que vino? Dice en lo que sigue(18): «Durará tanto como el sol, como la luna de edad en edad» (Sal 72, 5). Dice a su vez otro de los profetas: «¡Exulta sin freno, hija de Sión, grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey, justo él y victorioso» (Zac 9, 9). Muchos son los reyes. ¿A quién te refieres, profeta? Danos una señal que no tengan los otros reyes. Si te refieres a un rey vestido de púrpura, ya hay otros que tienen este privilegio en el vestido. Si se trata de que está rodeado de una escolta de soldados o que va sentado en carros dorados, también estos distintivos los tienen otros. Danos un signo propio de este rey cuya venida anuncias. Responde el profeta diciendo: «He aquí que viene a ti tu rey: justo él y victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna» (ibid.), pero no en carros. Aquí está la señal única y singular del rey que llega(19). Jesús es el único entre los reyes que, montando un asna que todavía no ha llevado ninguna carga, entra en Jerusalén entre aclamaciones como un rey. ¿Y qué hace este rey al llegar?: «Y tú en la sangre de la alianza sacaste a los prisioneros del lago que no tenía agua» (Zac 11, 11).

En el mismo lugar donde se dan las catequesis fue crucificado el Mesías

11. Era, desde luego, verosímil que fuese sentado en un pollino. Pero darnos más bien un signo acerca de sobre qué se apoya este rey que ahora viene. No ofrezcas un signo que esté lejos de la ciudad, no sea que no nos demos cuenta. Muéstranos un signo muy visible a los ojos para que, incluso estando en la ciudad, lo veamos aquí mismo. A esto responde el profeta diciendo: «Se plantarán sus pies aquel día en el monte de los Olivos que está enfrente de Jerusalén, al oriente» (Zac 14, 4). ¿Acaso hay alguien que no vea este lugar, aun estando dentro de la ciudad?(20).

Los signos mesiánicos de los milagros y del juicio de los ancianos del pueblo

12. Tenemos dos signos, pero queremos ver un tercero. Di qué ha de hacer el Señor cuando venga. Dice otro profeta: «Mirad que vuestro Dios viene vengador, es la recompensa de Dios, él vendrá y os salvará. Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces saltará el cojo como ciervo, y la lengua del mudo lanzará gritos de júbilo» (Is 35, 4-6). Dígasenos también otro testimonio. Dices, profeta, que ha de venir el Señor realizando signos como nunca se habían hecho (cf. Jn 15, 24a). ¿De qué otra forma dices que se ha manifestado?: «El Señor entra en el juicio de los ancianos de su pueblo y de sus jefes» (Is 3, 14). Este es el signo principal: el Señor es juzgado y tiene que soportarlo, por sus siervos, los ancianos.

Alusión al miedo a ver a Dios directamente

13. Al leer esto los judíos, no se dan cuenta; los oídos de su corazón se han cerrado para no oír. Pero creamos nosotros en Jesucristo «que vino en la carne y se hizo hombre» y al que, de otro modo, no lo hubiéramos podido percibirá(21). Al no poder nosotros ver a Dios como él es ni gozar de él, se hizo lo que nosotros somos para que tuviésemos así la capacidad de disfrutarlo. Pues si no tenemos capacidad para ver perfectamente el sol, que fue hecho el cuarto día, ¿podremos ver a Dios, su autor? El Señor descendió en el fuego sobre el monte Sinaí, pero el pueblo no soportaba verlo, sino que «dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, que podremos entenderte, pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos» (Ex 20, 19). Y, por otra parte: «¿Qué hombre ha oído como nosotros la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, y ha sobrevivido? (Dt 5, 2). Pues si oyes la voz de Dios, él está llamando a la muerte(22) y, si te das cuenta de que es Dios mismo, ¿cómo no habrá de atraer él la muerte? ¿De qué te asombras «si el mismo Moisés dijo: "Espantado estoy y temblando"» (Hebr 12, 31)(23)?

Dios se hace hombre para ser mejor entendido

14. ¿Qué querrías, pues? ¿Que aquel que vino para la salvación se convierta para nosotros en causa de muerte porque no podríamos soportar su presencia? ¿No será mejor que él adapte su gracia a nuestra capacidad? Daniel no soportaba la presencia del ángel, y tú, ¿soportarías la visión directa de los ángeles del Señor? Cuando se apareció Gabriel, cayó al suelo Daniel (cf. Dan 10, 9). ¿Cómo era y cuál era el aspecto del que se aparecía?: «Su rostro era como el aspecto del relámpago, sus ojos como antorchas de fuego» (no dice «como horno de fuego»), «y el son de sus palabras como el ruido de una multitud» (10,6), pero no como el de «doce legiones de ángeles» (cf. Mt 26, 53). Sin embargo, el profeta se postró en tierra y, acercándose el ángel, dijo: «No temas, Daniel», ponte en pie y levanta tu ánimo, que «fueron oídas tus palabras» (cf. Dan 10, 12). Y dice Daniel: «Me levanté temeroso»(24). Sin embargo, no le respondió hasta que una mano le tocó (cf. 10, 10). Y después de que el que se aparecía se transformó en lo que se veía como un hombre, entonces comenzó Daniel a hablar. ¿Y qué es lo que dijo?: Señor, al verte a ti, se han revuelto mis entrañas. No habrá en mí fortaleza, pues tu hálito no se quedó en mí. Si la visión del ángel arrebató al profeta su voz y su fuerza, ¿permitiría un respiro la aparición del mismo Dios? Y, dice la Escritura, hasta que lo vio con aspecto de hombre, no tuvo lugar en Daniel una nueva creación. Por tanto, una vez demostrada por experiencia nuestra debilidad, el Señor asumió lo que era preciso en bien del hombre. En efecto, el hombre estaba deseoso de oír hablar a alguien semejante a él. De esa naturaleza de similares cualidades se revistó el Salvador para que así los hombres fuesen enseñados con mayor facilidad.

El Hijo se hace carne para salvar al hombre

15. Pero hay también otra razón. Cristo vino para ser bautizado y santificar así el bautismo. Vino para obrar milagros andando sobre las aguas del mar (cf. Mt 14, 25). Pero, antes de su venida en carne, «lo vio el mar y huyó, retrocedió el Jordán», (Sal 114, 3): el Señor asumió un cuerpo que se sostenía en el mar y al que el Jordán acogió con temor. Y esto es una razón. Pero hay otra más: por medio de la virgen Eva apareció la muerte. Era, pues, oportuno que por medio de una virgen, o más bien proviniendo de una virgen, brotase la vida, para que, como a aquella la engañó la serpiente, a ésta Gabriel le trajese la buena noticia. Los hombres, al abandonar a Dios, fabricaron imágenes de forma humana. Pero, puesto que se adoraba engañosamente como Dios a una ficción de apariencia humana, Dios se hizo verdaderamente hombre para deshacer el engaño. El diablo usaba contra nosotros del instrumento de la carne. Consciente de ello, Pablo dice: «Advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza...» (Rm 7, 23). Pero con las mismas armas con que el diablo nos combatía, con esas mismas hemos sido salvados. El Señor tomó de nosotros lo que es semejante a nosotros, para llevar la salvación a la naturaleza humana. Asumió nuestra semejanza para conceder una mayor gracia a lo que se encontraba en situación deficiente y para que la naturaleza humana pecadora se hiciese partícipe de Dios. «Donde abundó pecado, sobreabundó la gracia» (Ro». 5, 20). Convenía que el Señor padeciera por nosotros, y el diablo no se habría atrevido a acercarse a él si lo hubiese conocido: «pues de haberla conocido(25), hubieran crucificado al Señor de la gloria» (I Cor 2, 8). Por tanto, el cuerpo fue arrojado a la muerte para que, cuando el dragón creía que él lo devoraría, en realidad vomitaría incluso a los que ya había devorado(26). «Consumirá a la muerte definitivamente. Enjugará el Señor Yahvé las lágrimas de todos los rostros...» (Is 25, 8).

La encarnación es el cumplimiento de la Ley y los Profetas

16. Pero, ¿acaso Cristo se hizo hombre en vano? ¿Son nuestras enseñanzas fruto de la charlatanería y falacias del ingenio humano? ¿Es que no son las Sagradas Escrituras nuestra salvación? ¿Es que no lo son las predicciones de los profetas? Se me ha encomendado que este depósito(27) lo guarde inmóvil y que nadie te mueva de él. Cree que Dios se ha hecho hombre. Y realmente se demostró que fue posible que él se hiciese hombre. Y si los judíos rechazan creer más allá de su propia fe, pongámonos de acuerdo con ellos en esto: ¿Qué anunciamos de nuevo cuando decimos que Dios se ha hecho hombre si vosotros mismos decís que Abraham dio hospedaje al Señor (cf. Gén 18, 3). ¿Predicamos de modo insolente cuándo Jacob dice: «He visto a Dios cara a cara, y tengo la vida salva» (Gén 32, 31). El mismo Señor que comió con Abraham (Gén 18, 8) es el que comió con nosotros. ¿Qué decimos, pues, de inusual? Tenemos también dos testigos que en el monte Sinaí estuvieron junto al Señor: Moisés estuvo en la hendidura de la roca (Ex 33, 21-23) y Elías también en la entrada de la cueva (I Re 19, 9). Ambos estuvieron presentes cuando él se transfiguró en el monte Tabor y señalaban a los discípulos la partida que él habría de realizar en Jerusalén (Lc 9, 30-31)(28). La encarnación fue posible, como anteriormente se demostró. Sobran ahora más demostraciones, que pueden dejarse a la curiosidad de los estudiosos.

El Salvador vino durante la dominación romana en Palestina

17. Por lo demás, os habíamos prometido que en nuestras palabras daríamos cuenta del lugar y el tiempo de la venida del Salvador. Y no debemos terminar como reos de una falsa promesa, sino que deberemos despedirnos de vosotros dejándoos suficientemente protegidos como candidatos de la Iglesia. Indaguemos, por tanto, el tiempo en que vino el Salvador, puesto que su venida está aún reciente, aunque alguien lo niegue. Además, ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre» (Hebr 13, 8). Moisés dice proféticamente: «Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta semejante a ti» (Dt 18, 18)(29). Dejemos de momento el «como yo», que se explicará en su lugar. Pero, ¿cuándo llegó aquel profeta esperado? Acude, dice, a las cosas que yo he escrito. Investiga en la profecía de Jacob a Judá: «A ti, Judá, te alabarán tus hermanos» (Gén 49, 8), y, un poco más abajo, por no recitarlo todo: «No se irá de Judá el báculo, el bastón de mando de entre tus piernas, hasta tanto que se le traiga el tributo y a quien rindan homenaje las naciones» (Gén 49,10)(30). Un signo de la venida de Cristo fue que los judíos perdieron su independencia. Si no hubieran estado en esa época sometidos a los romanos, Cristo no habría venido. Si hubieran tenido un príncipe del linaje de Judá y de David, tampoco habría venido el esperado. Siento reparo incluso en mencionar sus propias instituciones, lo que se refiere a los patriarcas y a su linaje, temas que dejo gustosamente a quienes los conocen. Ahora bien, el que viene como deseado de las naciones, ¿qué señal trae consigo? Dice inmediatamente después: «ata a la vid su borriquillo». Te das cuenta de que es el pollino del que ya Zacarías (9, 9) habló elocuentemente.

Todo sucederá en los días de un gran imperio

18. Pero buscas también otro testimonio acerca de la época. El (el Señor) me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy» (Sal 2, 7). Y, un poco más abajo: «Con cetro de hierro los quebrantarás»(31). Dije ya en otra ocasión que se llama vara de hierro al imperio Romano(32). En lo que queda de él podemos reflexionar a propósito de Daniel. Pues, describiendo e interpretando a Nabucodonosor la imagen de la estatua, le explica también toda la visión de la misma (Dn 2, 27-45; cf. 46-49) y anuncia que la piedra, que se ha desprendido del monte «sin intervención de mano alguna» (3, 34), dominará sobre todo el orbe. Habla también con toda claridad de este modo: «En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un reino que jamás será destruido, y este reino no pasará a otro pueblo» (3, 44)(33).

Más detalles sobre la época de la venida del Mesías

19. Pero buscamos una exposición todavía más clara de la época de su venida. De hecho, al hombre se le induce dificilmente a creer -no cree en lo que se le dice- si no logra abiertamente un cálculo exacto de años. ¿Cuáles son, pues, las circunstancias de la época y la época misma? Cuando ya no hay reyes oriundos de Judá, después reinará el extranjero Herodes. Dice, pues, el ángel que habla a Daniel (y anótame ahora lo que diga): «Entiende y comprende: Desde el instante en que salió la orden de volver a construir Jerusalén, hasta un Príncipe Mesías, siete semanas y sesenta y dos semanas» (Dan 9, 25)(34). Sesenta y nueve semanas de años son cuatrocientos ochenta y tres. Afirma, por consiguiente, que cuatrocientos ochenta y tres años después de la reconstrucción de Jerusalén, y cuando ya no haya jefes propios, vendrá entonces un rey extranjero en cuya época nacerá el Mesías. Darío el Medo edificó Jerusalén(35) en el sexto año de su reinado (Esdr 6, 15)(36), en el primero de la olimpíada griega sexagésimo sexta. Entre los griegos se llama olimpíada a los juegos que suelen hacerse cada cuatro años. Ello era a causa del día que se consigue cada cuatro años sumando los restos de horas que cada año deja sobrantes el movimiento solar. Herodes era rey en la olimpíada ciento ochenta y seis, año cuarto. Por tanto, desde la olimpíada sesenta y seis hasta la ciento ochenta y seis con ciento veinte olimpíadas y un poco más. Y estas ciento veinte olimpíadas hacen un total de cuatrocientos ochenta años. Los otros tres años que faltan, necesarios para completar el número de semanas, caben en el intervalo que hay entre el primero y el cuarto año. Por consiguiente, ya tienes una demostración a partir de la Escritura, que dice, como ya se ha explicado, que el tiempo desde la orden de reconstrucción de Jerusalén hasta Cristo es de sesenta y nueve semanas (cf., ya antes, Dan 9, 25). Aquí tienes esta demostración del momento, aunque no faltan otras interpretaciones de las profecías sobre las semanas de años en Daniel(37).

Detalles sobre el lugar

20. Pero escucha ya el lugar de la promesa. Dice Miqueas: «Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias deJudá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño» (Miq 5, 1)(38). Por lo que respecta a los lugares, siendo de Jerusalén como eres, ya sabes lo que está escrito en el salmo 132: «Mirad: hemos oído de ella que está en Efratá(39), ¡la hemos encontrado en los Campos del Bosque!» (Sal 132, 6). Pues hasta hace pocos años se trataba de un lugar poblado de bosque. Has oído, por otro lado, a Habacuc, que dice al Señor: «¡En medio de los años hazla revivir, en medio de los años dala a conocer!» (Hab 3, 2). ¿Y cuál será, oh profeta, el signo de que el Señor viene?: «En medio de dos vidas lo conocerás». Con esto alude claramente al Señor: cuando vengas en la carne, vivirás y morirás; pero, al resucitar de entre los muertos, vivirás de nuevo. Pero, ¿de qué parte de la región de Jerusalén ha de venir?, ¿del oriente o del ocaso, del aquilón o del sur? Dínoslo detalladamente. Responde con toda claridad y dice: «Viene Dios de Temán» —pero por Temán se entiende el Sur(40)—, «el Santo del monte Farán, con sombras y nubes»(41), lo cual lo dijo el salmista en idéntico sentido: «¡La hemos encontrado en los Campos del Bosque!» (Sal 132, 6).

Nacimiento virginal

21. Después preguntamos de quién vendrá y cómo vendrá. Esto nos lo enseña Isaías: «He aquí que una virgen(42) está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7, 14). Los judíos, que desde antiguo suelen rechazar la verdad, argumentan contra esto y dicen que no está escrito virgen, sino muchacha. Pero, aunque yo conceda esto, encuentro que la verdad se encuentra preguntándose: si una virgen es violada y grita pidiendo auxilio, ¿lo hace después o antes de ser violada? Por consiguiente, si en algún lugar dice la Escritura: «La joven prometida acaso gritó sin que hubiera nadie que la socorriera» (Dt 32, 27), ¿acaso no se dice esto de una muchacha que es virgen?(43). Y para que conozcas con más claridad que las vírgenes en la Sagrada Escritura también son llamadas «muchachas», escucha el libro de los Reyes acerca de Abisag, la sunamita, que dice: «La joven era extraordinariamente bella» (I Re 1, 4). Y se sabe que ésta es la virgen que fue elegido y llevada hasta David (1, 3).

El signo ofrecido a Ajaz no se refiere a su hijo Ezequías, sino a una virgen, en el futuro

22. Pero los judíos replican: lo que se dijo a Ajaz se refería a Ezequías. Leamos la Escritura: «Pide para ti una señal de Yahvé tu Dios en lo profundo del sheol o en lo más alto» (Is 7, 11). Pero debe tratarse de un signo que cause admiración y sea indiscutible. Un signo había sido el agua sacada de la roca (Ex 17, 6), que el mar se abriese (14, 21) o que retrocediese el sol (2 Re 20, 11)(44) y otras cosas semejantes.

Pero lo que he de decir es una evidencia mayor en contra de los judíos(45). Isaías hablaba de todo esto cuando era rey Ajaz, que lo fue durante dieciséis años, período en el que tuvo lugar este oráculo profético. La contradicción de los judíos la refuta su sucesor, el rey Ezequías, hijo de Ajaz, que tenía veinticinco años al acceder al trono (2 Re 18, 2). Pero puesto que la profecía fue hecha en el período de los dieciséis años(46), es al menos nueve años antes de la profecía cuando nació Ezequías de Ajaz. No hay necesidad, por tanto, de que la profecía se refiera a aquel que ya había nacido incluso antes de que su padre Ajaz comenzase a reinar. Además Isaías no dice que una virgen «estuvo» encinta, sino —como predicción— que lo «estará».

El linaje de David es eterno

23. Ya hemos visto con claridad que Cristo nace de una virgen. Ahora habrá que explicar cómo es esta virginidad. «Juró Yahvé a David, y no se arrepentirá: "El fruto de tu seno asentaré en tu trono» (Sal 132, 11), y también: «Estableceré su estirpe para siempre, y su trono como los días de los cielos» (89, 30). Y, además: «Una vez he jurado por mi santidad: ¡A David no he de mentir! "Su estirpe durará por siempre, y su trono como el sol ante mí, por siempre se mantendrá como la luna, testigo fiel en el cielo"» (Sal 89, 36-38). Ves que se habla de Cristo, no de Salomón, pues el trono de éste no permaneció como el sol. Pero si alguien estuviese en desacuerdo porque Cristo no se sentó en el trono de madera de David, recordémosle esta sentencia: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos» (Mt 23, 2). No se refiere a una cátedra de madera, sino a la autoridad doctrinal. No busques tampoco el trono de David en uno de madera, sino en la potestad regia. Como testigos de esto acepta a los niños que aclamaban: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!» (Mt 21, 9). También los ciegos dicen: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!» (Mt 9, 27). Y Gabriel anuncia con claridad a María: «El Señor Dios le dará el trono de David, su padre» (Lc 1, 32). Y Pablo: «Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David, según mi evangelio» (2 Tim 2, 8). Y, al principio de la epístola a los Romanos, dice: «Nacido del linaje de David según la carne» (Rm 1, 3). Acoge, por tanto, al que ha nacido de David, de acuerdo con la profecía: «Aquel día la raíz de Jesé(47) que estará enhiesta para estandarte de pueblos, los gentiles la buscarán» (Is 11, 10).

24. Pero los judíos se enfurecen fuertemente por estas cosas. Esto lo había previsto también Isaías al decir: «Serán para la quema, pasto del fuego. Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado» (Is 9, 4-5). Date cuenta de que primeramente era Hijo de Dios y que luego nos ha sido dado. Poco más abajo dice: «Su paz no tendrá fin» (9, 6). Los romanos terminan con ellos mismos, pero el reino del Hijo de Dios no tiene un final. Tuvieron un final los persas y los medos. Pero no tiene un final el Hijo de Dios. Y luego sigue: «... sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo» (ibid.). De David surgió, pues, la Virgen santa.

Se insiste en el nacimiento virginal

25. Convenía, pues, que aquel que es purísimo y maestro de la pureza surgiese de un tálamo puro. Pues si todo el que junto con Jesús tiene el sacerdocio se abstiene de mujeres(48), ¿cómo iba a nacer Jesús de un hombre y una mujer? «Sí, tú del vientre me sacaste —se dice en los Salmos—, me diste confianza a los pechos de mi madre» (Sal 22, 10). Pon atención a «del vientre me sacaste»: con ello se significa que él salió y nació del útero y de la carne de una virgen, pero sin obra de varón, de una manera distinta a la de aquellos que nacen según la ley nupcial.

Es la carne del hombre lo que Dios asume

26. No teme asumir la carne de unos miembros de los que él es el artífice. Pero, ¿quién es el que nos dice esto? El Señor dice a Jeremías: «Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado» (Jer 1, 5). Y quien, al hacer a los hombres, tocaba sus miembros sin avergonzarse de ello, ¿se avergonzará de crear, a causa de sí mismo, esta santa carne que es el manto de su divinidad? Es Dios quien en el útero, hasta el día de hoy, da forma a los fetos humanos, de acuerdo con lo escrito en Job: «¿No me vertiste como leche y me cuajaste como queso? De piel y de carne me vestiste y me tejiste de huesos y de nervios» (Job 10, 10-11). Nada hay abominable en la hechura del hombre mientras no la manche por el adulterio y la lascivia. El que hizo a Adán hizo también a Eva; con las manos divinas fueron hechos tanto el hombre como la mujer. Ninguno de los miembros del cuerpo fue hecho desde un principio abominable. Callen, pues, todos los herejes que acusan a los cuerpos y a quien los hizo(49). Nosotros, en cambio, recordaremos la sentencia de Pablo: «¿No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros»? (1 Cor 6, 19). Además, el profeta predijo acerca de la persona de Jesús: «Mi carne es de ellos» (Os 9,12 LXX)(50). Y, en otro lugar, está escrito: «Por eso él los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz» (Miq 5, 2)(51). ¿Y cuál será el signo de ésta?: «Dará a luz y el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel». ¿Y cuáles son las arras nupciales de la Virgen, la santa esposa?: «Te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahvé» (Os 2, 22). E Isabel, hablando de lo mismo, dice algo semejante: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1, 45).

Contra las objeciones de los griegos

27. Pero nos perturban tanto los griegos como los judíos, diciendo que fue imposible que el Mesías naciese de una virgen. Tapemos, en primer lugar, la boca a los griegos por sus fábulas. Quienes sostenéis que unas piedras que se arrojan pueden transformarse en hombres(52), ¿cómo decís que es imposible que una virgen dé a luz? Quienes fabuláis que una hija nació de un cerebro(53), ¿afirmáis que un hijo no puede salir del útero de una virgen? Quienes afirmáis, falsamente, que Baco salió del muslo de Júpiter, como si fuese un útero preñado, ¿cómo es que rechazáis nuestra verdad? Lo que digo es indigno del presente auditorio. Pero esto lo decimos para que rechaces a los griegos, que con sus fábulas se desmienten a sí mismos. [...]


Ver fuente y complento aquí
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

Soy monoteista, son ustedes los que creen en la trinidad de Dioses los politesitas. El Dios de nosotros es el mismo Dios que adoraban los israelitas, es uno solo, no tres. Hasta Jesus mismo adora al Dios que nosotros adoramos. Lee por favor para que salgas de tu error.

Rev 3:2, Hazte vigilante, y fortalece las cosas restantes que estaban a punto de morir, porque no he hallado tus hechos plenamente ejecutados delante de mi Dios.

Rev 3:12, ’Al que venza... lo haré columna en el templo de mi Dios, y ya no saldrá [de este] nunca, y sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios, y ese nuevo nombre mío.

Juan 20:17, Jesús le dijo: “Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino a mis hermanos y diles: ‘Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes’

¿A quién le vas a creer, lo que enseñan los trinitarios o a Jesús?

Eso no niega que Jesús sea Dios.

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros.
Mateo 1:22-24
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

Eso no niega que Jesús sea Dios.

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros.
Mateo 1:22-24

Ese es un argumento muy débil, los significados de los nombres no prueban que el portador sea Dios mismo. Jehú significa "Dios es él", pero por eso yo no voy a interpretar que Jehú quien enjuició a la reina Jezabel es Dios mismo. Osaí significa "Dios salva", pero yo no voy a interpretar que Osaías es Dios mismo.
 
Re: Solo un ejemplo de la estrechez mental de Manuel96

Re: Solo un ejemplo de la estrechez mental de Manuel96

Vas a tener que volver al Kindergarden... El mismo contexto muestra que Dios haría eso a través de otra persona... su Hijo-Pastor Descendiente de David. Mira como el mismísimo contexto de Ezequiel 34 te lo menciona claramente...


“11 ”’Porque esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “Aquí estoy, yo mismo, y ciertamente buscaré a mis ovejas y las cuidaré.
tu quieres decir que cuando Jehova dice que el mismo cuidara sus ovejas

el que la cuida es Jesus

y cuando dice aqui estoy yo mismo se refiere a Jesus


explicame ,esto sucede siempre que Dios habla o es solo este pasaje




12 Según el cuidado de uno que apacienta su hato en el día de llegar a estar en medio de sus ovejas que han sido dispersadas, así es la manera como cuidaré de mis ovejas; y ciertamente las libraré de todos los lugares a los cuales han sido esparcidas en el día de nubes y densas tinieblas.” (Ezequiel 34:11-12)

“15 ”’“Yo mismo apacentaré a mis ovejas, y yo mismo haré que se recuesten —es la expresión del Señor Soberano Jehová—. 16 A la perdida buscaré, y a la dispersada traeré de vuelta, y a la quebrada vendaré y a la doliente fortaleceré, pero a la gorda y a la fuerte aniquilaré. Apacentaré a esa con juicio.”” (Ezequiel 34:15-16)

“22 Y ciertamente salvaré a mis ovejas, y ya no llegarán a ser algo para saqueo; y ciertamente juzgaré entre oveja y oveja. 23 Y ciertamente levantaré sobre ellas un solo pastor, y él tiene que apacentarlas, aun mi siervo David. Él mismo las apacentará, y él mismo llegará a ser su pastor. 24 Y yo mismo, Jehová, ciertamente llegaré a ser el Dios de ellas; y mi siervo David, un principal en medio de ellas. Yo mismo, Jehová, he hablado.” (Ezequiel 34:21-24)​




El Padre ha delegado autoridad en su Hijo, así de simple.


_______________________________________
Antes de burlarle investiga...

“22 “¿Hasta cuándo seguirán ustedes los inexpertos amando la inexperiencia, y [hasta cuándo] tendrán ustedes los burladores que desear para sí la burla consumada, y [hasta cuándo] seguirán ustedes los estúpidos odiando el conocimiento? 23 Vuélvanse ante mi censura. Entonces ciertamente haré que para ustedes salga burbujeando mi espíritu; ciertamente les daré a conocer mis palabras. 24 Porque he llamado, pero ustedes siguen rehusando; he extendido la mano, pero no hay nadie que preste atención, 25 y ustedes siguen descuidando todo mi consejo, y mi censura no han aceptado; 26 yo también, por mi parte, me reiré del propio desastre de ustedes, me mofaré cuando venga lo que los llena de pavor, 27 cuando lo que los llena de pavor venga justamente como una tempestad, y el propio desastre de ustedes llegue aquí justamente como un viento de tempestad, cuando la angustia y los tiempos difíciles les sobrevengan. 28 En aquel tiempo ellos seguirán llamándome, pero yo no responderé; seguirán buscándome, pero no me hallarán, 29 por razón de que odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor de Jehová. 30 No consintieron en mi consejo; mostraron falta de respeto a toda mi censura. 31 De manera que comerán del fruto de su camino, y se hartarán de sus propios consejos. 32 Porque el renegar de los inexpertos es lo que los matará, y lo despacioso de los estúpidos es lo que los destruirá. 33 En cuanto al que me escucha, él residirá en seguridad y estará libre del disturbio que se debe al pavor de la calamidad”.” (Proverbios 1:22-33)
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

Soy monoteista, son ustedes los que creen en la trinidad de Dioses los politesitas. El Dios de nosotros es el mismo Dios que adoraban los israelitas, es uno solo, no tres. Hasta Jesus mismo adora al Dios que nosotros adoramos. Lee por favor para que salgas de tu error.

Rev 3:2, Hazte vigilante, y fortalece las cosas restantes que estaban a punto de morir, porque no he hallado tus hechos plenamente ejecutados delante de mi Dios.

Rev 3:12, ’Al que venza... lo haré columna en el templo de mi Dios, y ya no saldrá [de este] nunca, y sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios, y ese nuevo nombre mío.

Juan 20:17, Jesús le dijo: “Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino a mis hermanos y diles: ‘Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes’

¿A quién le vas a creer, lo que enseñan los trinitarios o a Jesús?

Si eres monoteista entonces porqué dices que Jesús es un dios?
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Con gusto contestaría a cada una de esas similitudes una por una, aunque ya fueron contestadas algunas de ellas individualmente en este espigrafe, pero me tomaria mucho tiempo. Está claro que las traes todas juntas para abrumar, pero con dos textos te las contesto todas.

“”El que les escucha a ustedes me escucha a mí [también]. Y el que los desatiende a ustedes me desatiende a mí [también]. Además, el que me desatiende a mí desatiende [también] al que me envió”.” (Lucas 10:16)

“Muy verdaderamente les digo: El que recibe a cualquiera a quien yo envío me recibe a mí [también]. A su vez, el que me recibe a mí recibe [también] al que me envió”.” (Juan 13:20)

Por lo tanto, Jesús representa al Padre, por eso todo lo que le hagan al Hijo es como si se las hicieran al Padre también, y todo lo que haga el Hijo es como si el Padre las hiciera.

En adicion a eso, los cientos de textos que hacen una distinción entre Jesus y Jehova como dos seres completamente independientes desbaratan esa interpretación.

tu dices que Jesus representa al Padre

como un ser finito puede representar a un ser infinito

crees que seria una buena representacion

tu biblia dice que Dios no dara su gloria a nadie



Isa 48:11 Por mi propia causa, por mi propia causa actuaré, porque, ¿cómo podría uno dejarse profanar? Y a ningún otro daré mi propia gloria.


crees que dijo la verdad o que nos mintio, o que el pasaje es falso

o que cambio de idea y despues aparece que la gloria y mucho mas es para Jesus


Rev 5:12 que decían con voz fuerte: “El Cordero que fue degollado es digno de recibir el poder y riquezas y sabiduría y fuerza y honra y gloria y bendición”.


Rev 5:13 Y a toda criatura que está en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, oí decir: “Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y la potencia para siempre jamás”.



Rev 5:14 Y las cuatro criaturas vivientes se pusieron a decir: “¡Amén!”, y los ancianos cayeron y adoraron.

quien es el mentiroso Dios o los hombres??????
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

Si eres monoteista entonces porqué dices que Jesús es un dios?

LA Biblia misma hasta llama "dioses" a los jueces del israel antiguo, entonces ¿No puede Jesús ser un dios? Los ángeles son dioses según la Biblia, y a Satanas se le llama el Dios de este mundo, pero eso no quiere decir que por llamar dioses a otros seamos politeistas. De ninguna manera, el que es monoteista adora solamente a un Dios, en nuestro caso es el Padre. (1 Cor. 8:6)

¿Entiende la diferencia?
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

que diran los hijos del diablo de un Dios que promete no dar su gloria a nadie

y cuando estan todos en el cielo

le tenemos que dar la gloria a otro que no es el

descubrimos que es una gloria compartida

un trono compartido

un angel con dos dueños

ovejas con dos pastores y dos dueños

que el libro de la vida tiene dos dueños

y que el unico salvador no es Jehova, que hay otro salvador que es Jesus
como arreglan ustedes esto , mintio Dios a su pueblo????????????????
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

LA Biblia misma hasta llama "dioses" a los jueces del israel antiguo, entonces ¿No puede Jesús ser un dios? Los ángeles son dioses según la Biblia, y a Satanas se le llama el Dios de este mundo, pero eso no quiere decir que por llamar dioses a otros seamos politeistas. De ninguna manera, el que es monoteista adora solamente a un Dios, en nuestro caso es el Padre. (1 Cor. 8:6)

¿Entiende la diferencia?

Los angeles son dioses según la biblia? donde dice eso? en 1 Papias 1:1?
Satanas no es el Dios de este mundo, es el el dios de este mundo (con d minúscula)
 
Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

Los angeles son dioses según la biblia? donde dice eso? en 1 Papias 1:1?
Satanas no es el Dios de este mundo, es el el dios de este mundo (con d minúscula)

En estos mensajes se demuestra que se puede llamar "dios" a criaturas
(a ángeles buenos se les llama "dioses" (hebreo: elohím) en Salmo 8:5+Hebreos 2:5)
Mensajes #1045 y #1046
 
Un solo Dios Supremo, pero hay criaturas llamadas "dioses" por ser poderosas

Un solo Dios Supremo, pero hay criaturas llamadas "dioses" por ser poderosas

Si eres monoteista entonces porqué dices que Jesús es un dios?

La respuesta está en el mensaje #1046
 
Re: Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

Re: Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

En estos mensajes se demuestra que se puede llamar "dios" a criaturas
(a ángeles buenos se les llama "dioses" (hebreo: elohím) en Salmo 8:5+Hebreos 2:5)
Mensajes #1045 y #1046

Salmo 8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
Hebreos 2:5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;

Aqui no dice que los angeles sean dioses. Ya leí tus argumentos pero pueden ser viciados de la misma forma en que vician Juan 1:1 haciendo alusión a errores de traducción. Yo le creo más a mi biblia que a la tuya y a tus traducciones.
 
No te agarres del clavo ardiente...

No te agarres del clavo ardiente...

Verá, es que es casi en su plenitud lo que creo, y siendo que no fue hombre alguno quien me lo enseño, y siendo que ya sabiendo de ello y por la gracia de Dios, y siendo que mi vida, que era un desastre, que anda errante, que todo lo había perdido, y en su gracia, el Padre ME DIO A CONOCER A SU HIJO... y por más de 6 años a hombre alguno acudía, sino que fue quebrantado, probado a lo sumo y... no le hace falta saber más... cuando acudí a estos escritos. CASI TODO ERA EXACTAMENTE IGUAL A COMO POR SU GRACIA LO ENTENDÍ... y siendo del los primeros siglos, y siendo que usted solo anda en base al 1800, hoy, usted y para mi es un CLARO FALSO MAESTRO.

¿Le quedó ya claro?... pues allá usted con sus necedades. PERO DE HOMBRE ALGUNO APRENDÍ, Y TANTO EL PADRE, COMO EL HIJO, COMO EL ESPÍRITU SANTO SON MIS TESTIGOS... por lo tanto, usted, nada es para mi. Simplemente estoy aquí por tal de llevarle a Cristo, pero nadie tiene nada si Dios no se lo da, pero la mentira usted ya jamás más la propagará, al menos en este debate.

Un saludo.

Muchas personas, en su búsqueda de la verdad consiguen algo que se le acerca o se le parece. Quizá la ideología que consiguen para saciar su sed tenga elementos que sean verdaderos. Pero el peligro está cuando no s conformamos con esa ideología, simplemente poque calme nuestra sed de manera inmediata, y no sigamos determinando si ese conjunto de creencias contiene elementos venenosos.

Una vez alguien me lo ilustró con alguien que, aferrado a un clavo ardiente, teme soltarse porque piensa que fuera de su creencia cree que todo está maldito.

Ahora bien. En tu caso, me alegra que hayas centrado tu atención en Cristo para salir de una condición desastrosa en cierto sentido. Pero pregúntate, ¿estaré siendo sincero con Cristo si no averiguo si hay otra forma de buscarle que no sea creyendo en la Trinidad, si esta se demostrara falsa?
 
Re: Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

Re: Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

Salmo 8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
Hebreos 2:5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;

Aqui no dice que los angeles sean dioses. Ya leí tus argumentos pero pueden ser viciados de la misma forma en que vician Juan 1:1 haciendo alusión a errores de traducción. Yo le creo más a mi biblia que a la tuya y a tus traducciones.

Parece que no has leído todo los mensaje que te indico alli y sus links. Allí verás que en el hebreo original Salmos 8:5 dice "elohím" en ves de "ángeles". Investiga y verás hasta la interlineal hebrea que adjunto en uno de esos mensajes
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

Ese es el punto que he discutido contigo y que no has podido demostrar biblicamente. Dices que Jesús es un dios pero no es Dios, entonces eres politeista?

Es políteista ...biblicamente hablando :Lollipop:.
Porque si fuera como Tomás que Jesús era su "Señor mío y Dios mío"....entonces sería monoteista. Saludos
 
Re: Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

Re: Los ángeles son llamados "dioses" (elohím) en la Biblia

Salmo 8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
Hebreos 2:5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;

Aqui no dice que los angeles sean dioses. Ya leí tus argumentos pero pueden ser viciados de la misma forma en que vician Juan 1:1 haciendo alusión a errores de traducción. Yo le creo más a mi biblia que a la tuya y a tus traducciones.

EN el mensaje #1046 se hace referencia al mensaje #750 que es donde aparece el texto en hebreo original
 
Re: Absorbe mijo, absorbe...

Re: Absorbe mijo, absorbe...

Es políteista ...biblicamente hablando .
Porque si fuera como Tomás que Jesús era su "Señor mío y Dios mío"....entonces sería monoteista. Saludos

En el mesnaje #750 muestro Salmo 8:5 en el hebreo original (en archivo adjunto):
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