Re: TEORIA EVOLUTIVA... para la mente del mono.
un saludo a todos el que lee entienda
Selección de citas extraídas del libro <<El hombre>> del prestigioso Biólogo francés Jean Rostand
“La biología ha llegado a ser una ciencia indispensable en la discusión de todos los problemas humanos. Bien que procedan del orden social, moral o filosófico, ninguno puede abordarse sin ayuda de los conocimientos positivos que la biología nos aporta. (...).”
“Sin duda, un biólogo es un hombre como los otros, y tiene sus tendencias, sus preferencias, sus ideales. Pero todo esto procurará olvidarlo para no tener en cuenta más que aquello que existe. Enunciará el hecho e indicará sus consecuencias. A otros toca construir sobre esta base”. (pp. 7, 8).
“Esta teoría de la evolución, o del transformismo, a despecho de pequeñas ofensivas periódicas y enseguida desechadas, ocupa hoy en la ciencia una posición inexpugnable; está aceptada por la casi-unanimidad de los biólogos, que ven en ella la única interpretación racional de la génesis del Hombre en particular y del mundo vivo en general.” (p. 120).
“Si bien este parentesco (con las bestias) es hoy dado por cierto, la genealogía completa del hombre no deja de ser bastante oscura, y fatalmente tanto más oscura cuanto más se remonta en el pasado. Se puede, sin embargo, formar una idea somera (Ligera o superficial) utilizando los datos de la anatomía comparada, de la embriología y de la paleontología” (p 121).
“¿Qué sabemos en concreto sobre los antepasados inmediatos del hombre sabio?” “Si colocamos en serie estos diferentes tipos, obtenemos una imagen bastante plausible de la fase final de la evolución humana, sin poder, por otra parte, afirmar, claro está, que esta secuencia teórica responda a una filiación real.” (¿?) (p.124).
“El cráneo de Piltdown, la mandíbula de Heidelberg representan todo lo que nos queda de los hombres más primitivos que han precedido al homo sapiens; su industria era muy rudimentaria. En compensación, tenemos “abundantes reseñas” (¿?) acerca del hombre de Neanderthal, hombre de pequeña talla, con rodillas dobladas, de cara larga, con el cráneo aplastado. Su industria estaba ya en marcado progreso con respecto a la de sus antecesores, pero, sin querer calumniar a este venerable precursor, hay que dejar sentado que sus costumbres debían ser aún bastante brutales” (1). (pp. 125, 126).
“El paso de las formas simias a las formas prehumanas y después humanas, se caracterizó principalmente por el aumento de la cavidad craneana y de la masa cerebral.” (2). (p. 126).
(1) (Es preciso reseñar que posteriores hallazgos han demostrado que esta cita ha resultado fraudulenta por un lado y obsoleta por el otro pues el cráneo de Piltdown resultó ser una falsificación. En cuanto a los neandertales el autor se basa en los análisis hechos a principios del siglo XX sobre un ejemplar francés, el de La Chápele-aux-Saints. El ejemplar en cuestión se comprobó después que pertenecía a un anciano que padecía una severa y generalizada osteoartritis que le deformó todo el esqueleto. En la actualidad el hombre de neandertal ya no es considerado como un ser bestial y grotesco al menos entre los científicos).
(2) (Según los más recientes descubrimientos y en contra de lo que se creía los hombres prehistóricos eran más altos y tenían una capacidad craneal mayor que la nuestra, en el Paleolítico superior, alcanzaban una media de 1,73 m y una capacidad craneana de 1.593 cm3, en la actualidad la altura media es de 1,68 m y la capacidad craneana de 1.453 cm3, el homo antecesor de Atapuerca tenía de media 1,85m y su capacidad craneana bastante superior a la nuestra, paradójicamente se le atribuye a éste una edad de 800.000 años, bastante más antiguo que los arriba citados. Mientras tanto se pensaba que aquellos hombres eran menos inteligentes, pues supuestamente tenían el cerebro más pequeño, lo mismo se decía de las mujeres y de los negros hasta hace bien poco…).
“¿Cómo han aparecido los primeros seres organizados? Y ¿cómo, a partir de estos primeros seres, fuente de todo el florecimiento vital, se ha efectuado la evolución?”
“Aquí debemos abandonar el terreno de la ciencia firme. Sobre el origen de la vida hay que reconocer que no sabemos nada”. (...). (pp. 129, 130).
“Para explicar su aparición no tenemos otra alternativa que una de estas hipótesis:
O bien estos primeros seres se formaron espontáneamente en la superficie de la corteza terrestre por un proceso de síntesis molecular; o bien nacieron de semillas venidas de los espacios interplanetarios,” (...).
“Esta hipótesis, llamada de la panspermia, no hace otra cosa que camuflar la dificultad postulando la eternidad de la vida; además, se enfrenta con una poderosa objeción, a saber: que los espacios interplanetarios están surcados por radiaciones de escasa longitud de onda (rayos ultra-violetas, rayos cósmicos), que destruyen inmediatamente todo corpúsculo organizado.”
“Nos vemos, pues, por decirlo así, reducidos a admitir la generación espontánea de la vida.” (...). (pp. 130, 131).
“La hipótesis de la espontaneidad ofrece por fuerza el inconveniente de situar al comienzo del reino viviente un fenómeno del cual la naturaleza actual no nos proporciona ningún ejemplo. Todos los seres vivos derivan de otros seres semejantes a ellos, y aún en el campo microscópico, es imposible constatar la formación de un organismo, por muy rudimentario que sea, a partir de elementos materiales. En resumen, la generación espontánea no se produce jamás en el mundo contemporáneo, y, pese al poder continuamente en aumento de sus recursos, la ciencia no está ni siquiera en situación de abordar la síntesis de las proteínas, es decir, de esos compuestos cuaternarios enormemente complejos que forman parte de la composición de la sustancia viva.” (...). (p.131).
“La ciencia no está hoy en disposición de contestar a estas preguntas de manera satisfactoria.” (...).
“Partiendo de estos hipotéticos fragmentos de protoplasma original, preguntémonos ahora cómo han podido, a lo largo de los siglos, dar a luz a todas las formas vitales que se han ido sucediendo en el planeta, y que han conducido a la génesis del hombre.”
“Aquí también, nos vemos reducidos a la mera hipótesis.” (p. 132).
“Hemos visto que la mutación, sin relación con los cambios del medio externo, se produce en cualquier momento, sin que se sepa por qué. Puro accidente químico, puede traducirse en caracteres favorables, indiferentes o perjudiciales; pero este último caso es, con mucho, el más frecuente.” (p. 134).
“Sin embargo, aceptando que las mutaciones han debido tener una gran participación en la evolución orgánica, dudamos todavía, por nuestra parte, de que se pueda explicar todo gracias a ellas.”
“Las mutaciones que conocemos ofrecen casi todas un carácter aminorante, destructor, negativo. Incluso entre aquéllas que pueden ser consideradas como positivas, enriquecedoras, ninguna aporta a la especie algo totalmente nuevo y suficientemente revolucionario como para ser verdaderamente evolutivo.”
“En fin, pese a que la vieja objeción tomada de la adaptación orgánica puede tener menos valor de lo que se cree de ordinario, no se ve claro cómo accidentes independientes unos de otros hayan podido encadenarse para dar lugar al nacimiento de órganos complejos tales como el ojo, el cerebro, el oído.” (pp.135, 136).
“La intransmisibilidad de lo adquirido, bien sea moral o físico, es una de las certezas más afianzadas de la ciencia moderna.” (p. 145).
“Por un lado, el número de genes malos tiende a incrementarse sin cesar por el solo efecto de la mutación, que se realiza, mucho más frecuentemente, hacia el carácter desfavorable que hacia el favorable; por otro lado, la selección natural tiende a eliminar los malos genes, los cuales, de ordinario, reducen, más o menos, la capacidad reproductora de los individuos que los llevan, sea reduciendo su fecundidad, sea disminuyendo su vigor global o su facultad de adaptación.” (p. 146).
El autor termina el libro* con esta conclusión:
“Cierto que debemos esperarlo todo del progreso del pensamiento humano, e incluso el deshacer las nociones que consideramos actualmente como más firmemente asentadas.” (p. 182).
un saludo a todos el que lee entienda
Selección de citas extraídas del libro <<El hombre>> del prestigioso Biólogo francés Jean Rostand
“La biología ha llegado a ser una ciencia indispensable en la discusión de todos los problemas humanos. Bien que procedan del orden social, moral o filosófico, ninguno puede abordarse sin ayuda de los conocimientos positivos que la biología nos aporta. (...).”
“Sin duda, un biólogo es un hombre como los otros, y tiene sus tendencias, sus preferencias, sus ideales. Pero todo esto procurará olvidarlo para no tener en cuenta más que aquello que existe. Enunciará el hecho e indicará sus consecuencias. A otros toca construir sobre esta base”. (pp. 7, 8).
“Esta teoría de la evolución, o del transformismo, a despecho de pequeñas ofensivas periódicas y enseguida desechadas, ocupa hoy en la ciencia una posición inexpugnable; está aceptada por la casi-unanimidad de los biólogos, que ven en ella la única interpretación racional de la génesis del Hombre en particular y del mundo vivo en general.” (p. 120).
“Si bien este parentesco (con las bestias) es hoy dado por cierto, la genealogía completa del hombre no deja de ser bastante oscura, y fatalmente tanto más oscura cuanto más se remonta en el pasado. Se puede, sin embargo, formar una idea somera (Ligera o superficial) utilizando los datos de la anatomía comparada, de la embriología y de la paleontología” (p 121).
“¿Qué sabemos en concreto sobre los antepasados inmediatos del hombre sabio?” “Si colocamos en serie estos diferentes tipos, obtenemos una imagen bastante plausible de la fase final de la evolución humana, sin poder, por otra parte, afirmar, claro está, que esta secuencia teórica responda a una filiación real.” (¿?) (p.124).
“El cráneo de Piltdown, la mandíbula de Heidelberg representan todo lo que nos queda de los hombres más primitivos que han precedido al homo sapiens; su industria era muy rudimentaria. En compensación, tenemos “abundantes reseñas” (¿?) acerca del hombre de Neanderthal, hombre de pequeña talla, con rodillas dobladas, de cara larga, con el cráneo aplastado. Su industria estaba ya en marcado progreso con respecto a la de sus antecesores, pero, sin querer calumniar a este venerable precursor, hay que dejar sentado que sus costumbres debían ser aún bastante brutales” (1). (pp. 125, 126).
“El paso de las formas simias a las formas prehumanas y después humanas, se caracterizó principalmente por el aumento de la cavidad craneana y de la masa cerebral.” (2). (p. 126).
(1) (Es preciso reseñar que posteriores hallazgos han demostrado que esta cita ha resultado fraudulenta por un lado y obsoleta por el otro pues el cráneo de Piltdown resultó ser una falsificación. En cuanto a los neandertales el autor se basa en los análisis hechos a principios del siglo XX sobre un ejemplar francés, el de La Chápele-aux-Saints. El ejemplar en cuestión se comprobó después que pertenecía a un anciano que padecía una severa y generalizada osteoartritis que le deformó todo el esqueleto. En la actualidad el hombre de neandertal ya no es considerado como un ser bestial y grotesco al menos entre los científicos).
(2) (Según los más recientes descubrimientos y en contra de lo que se creía los hombres prehistóricos eran más altos y tenían una capacidad craneal mayor que la nuestra, en el Paleolítico superior, alcanzaban una media de 1,73 m y una capacidad craneana de 1.593 cm3, en la actualidad la altura media es de 1,68 m y la capacidad craneana de 1.453 cm3, el homo antecesor de Atapuerca tenía de media 1,85m y su capacidad craneana bastante superior a la nuestra, paradójicamente se le atribuye a éste una edad de 800.000 años, bastante más antiguo que los arriba citados. Mientras tanto se pensaba que aquellos hombres eran menos inteligentes, pues supuestamente tenían el cerebro más pequeño, lo mismo se decía de las mujeres y de los negros hasta hace bien poco…).
“¿Cómo han aparecido los primeros seres organizados? Y ¿cómo, a partir de estos primeros seres, fuente de todo el florecimiento vital, se ha efectuado la evolución?”
“Aquí debemos abandonar el terreno de la ciencia firme. Sobre el origen de la vida hay que reconocer que no sabemos nada”. (...). (pp. 129, 130).
“Para explicar su aparición no tenemos otra alternativa que una de estas hipótesis:
O bien estos primeros seres se formaron espontáneamente en la superficie de la corteza terrestre por un proceso de síntesis molecular; o bien nacieron de semillas venidas de los espacios interplanetarios,” (...).
“Esta hipótesis, llamada de la panspermia, no hace otra cosa que camuflar la dificultad postulando la eternidad de la vida; además, se enfrenta con una poderosa objeción, a saber: que los espacios interplanetarios están surcados por radiaciones de escasa longitud de onda (rayos ultra-violetas, rayos cósmicos), que destruyen inmediatamente todo corpúsculo organizado.”
“Nos vemos, pues, por decirlo así, reducidos a admitir la generación espontánea de la vida.” (...). (pp. 130, 131).
“La hipótesis de la espontaneidad ofrece por fuerza el inconveniente de situar al comienzo del reino viviente un fenómeno del cual la naturaleza actual no nos proporciona ningún ejemplo. Todos los seres vivos derivan de otros seres semejantes a ellos, y aún en el campo microscópico, es imposible constatar la formación de un organismo, por muy rudimentario que sea, a partir de elementos materiales. En resumen, la generación espontánea no se produce jamás en el mundo contemporáneo, y, pese al poder continuamente en aumento de sus recursos, la ciencia no está ni siquiera en situación de abordar la síntesis de las proteínas, es decir, de esos compuestos cuaternarios enormemente complejos que forman parte de la composición de la sustancia viva.” (...). (p.131).
“La ciencia no está hoy en disposición de contestar a estas preguntas de manera satisfactoria.” (...).
“Partiendo de estos hipotéticos fragmentos de protoplasma original, preguntémonos ahora cómo han podido, a lo largo de los siglos, dar a luz a todas las formas vitales que se han ido sucediendo en el planeta, y que han conducido a la génesis del hombre.”
“Aquí también, nos vemos reducidos a la mera hipótesis.” (p. 132).
“Hemos visto que la mutación, sin relación con los cambios del medio externo, se produce en cualquier momento, sin que se sepa por qué. Puro accidente químico, puede traducirse en caracteres favorables, indiferentes o perjudiciales; pero este último caso es, con mucho, el más frecuente.” (p. 134).
“Sin embargo, aceptando que las mutaciones han debido tener una gran participación en la evolución orgánica, dudamos todavía, por nuestra parte, de que se pueda explicar todo gracias a ellas.”
“Las mutaciones que conocemos ofrecen casi todas un carácter aminorante, destructor, negativo. Incluso entre aquéllas que pueden ser consideradas como positivas, enriquecedoras, ninguna aporta a la especie algo totalmente nuevo y suficientemente revolucionario como para ser verdaderamente evolutivo.”
“En fin, pese a que la vieja objeción tomada de la adaptación orgánica puede tener menos valor de lo que se cree de ordinario, no se ve claro cómo accidentes independientes unos de otros hayan podido encadenarse para dar lugar al nacimiento de órganos complejos tales como el ojo, el cerebro, el oído.” (pp.135, 136).
“La intransmisibilidad de lo adquirido, bien sea moral o físico, es una de las certezas más afianzadas de la ciencia moderna.” (p. 145).
“Por un lado, el número de genes malos tiende a incrementarse sin cesar por el solo efecto de la mutación, que se realiza, mucho más frecuentemente, hacia el carácter desfavorable que hacia el favorable; por otro lado, la selección natural tiende a eliminar los malos genes, los cuales, de ordinario, reducen, más o menos, la capacidad reproductora de los individuos que los llevan, sea reduciendo su fecundidad, sea disminuyendo su vigor global o su facultad de adaptación.” (p. 146).
El autor termina el libro* con esta conclusión:
“Cierto que debemos esperarlo todo del progreso del pensamiento humano, e incluso el deshacer las nociones que consideramos actualmente como más firmemente asentadas.” (p. 182).