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La Teología del Nuevo Pacto
“LA LEY” Y
“¿BAJO QUÉ LEY ESTÁN LOS CRISTIANOS?”
(Tomado del libro Seventh-Day Adventism Renounced)
D.M. CANRIGHT
Pastor de la Iglesia Bautista Bereana (1895)
Grand Rapids, Michigan, U.S.A.
Traducido al Castellano por
José Antonio Septién
[Nota del editor - D.M. Canright estuvo en el movimiento Adventista del Séptimo Día desde 1859 hasta 1887. Tenía diecinueve años cuando se unió a él y cuarenta y siete cuando salió. Después de dejar a los Adventistas, Canright se unió a una iglesia Bautista en Otsego, Michigan, de la que más tarde llegó a ser su pastor. En 1895 se mudó a Grand Rapids, y fue pastor de la Berean Baptist Church por algunos años. Murió en 1919. Este libro se publicó primero en 1889. La primera parte trata de las características generales del Adventismo, y sus experiencias dentro de él. En la segunda parte del libro Canright hace un análisis de las pretensiones Adventistas, y expone una perspectiva Bíblica con respecto a la ley. Lo que sigue son fragmentos del capítulo titulado “La Ley”, más todo el capítulo “¿Bajo Qué Ley Están los Cristianos?”
Ya que algunos de los artículos anteriores del Baptist Reformation Review han sido tildados de “antinomianos”, me parece que las claras observaciones del Sr. Canright son constructivas y expresan nuestra opinión. Asimismo, creo que hay mucha sabiduría en su aseveración acerca de que “los hombres que están conscientes de que tienen la razón pueden presentar imparcialmente la posición de sus adversarios.” Además, mientras que la posición Reformada tocante a la relación del creyente con la ley no puede igualarse con la de los Adventistas, creo firmemente que muchas de las observaciones que el Sr. Canright hace tocante al ASD también se aplican a los Reformados.]
“LA LEY”
El fundamento del error Sabatario, creo, consiste en la idea de que “la ley”, con toda la severidad de la antigua letra, es obligatoria para los Cristianos. De aquí que su tema constante sea la ley, ley, ley. La predican diez veces más de lo que predican a Cristo...
Los siguientes hechos sencillos con referencia a la ley me ayudaron a salir del Adventismo y nunca he conocido que alguien salga de él de alguna otra manera. Me parece que es la respuesta correcta al error del Sábado. Escribo para lectores sencillos con la esperanza de que examinarán mis argumentos con equidad y permitiran que otros hagan lo mismo, aún cuando no estén totalmente de acuerdo con todas las posiciones... Cuarenta años de investigación y discusión de este tema me han establecido firmemente en las proposiciones que siguen. Están en armonía con los mejores teólogos de este tiempo y con los de épocas pasadas, por lo que no reclamo ninguna originalidad de mi parte.
Antinomianismo
El vocablo Antinomiano viene de las palabras Griegas anti, contra y nomos, ley, es decir, contra la ley. Este término se aplicaba a aquellos que afirmaban que los Cristianos no estaban bajo ninguna obligación de guardar la ley de Dios o de hacer buenas obras. Si cometían alguna clase de pecado, esto no obstaculizaba su salvación con tal de que creyeran en Jesús. La salvación es enteramente por fe sin relación a las acciones humanas. Consúltese cualquier enciclopedia. Esta es una doctrina abominable, que subvierte al Evangelio; sin embargo, los Adventistas del Séptimo Día califican como Antinomianos a todos los que no están de acuerdo con ellos en cuanto a lo que es la ley de Dios. Personalmente, me opongo al Antinomianismo tanto como ellos, y , creo fírmemente, al igual que ellos, en la estricta obediencia a la ley, en guardar los mandamientos de Dios y en la necesidad de las buenas obras. Lutero se opuso vehementemente al Antinomianismo y sin embargo enseñó que la ley Mosaica había sido abolida. No es justo que los Adventistas llamen Antinomianos a los que aborrecen esa doctrina. Nosotros abogamos por una vida pura, las buenas obras y la obediencia a Dios, como necesarias para la salvación. Por esta razón es una falsedad y calumnia exhibirnos como Antinomianos. Los hombres que están conscientes de que tienen la razón pueden presentar imparcialmente la posición de sus adversarios...
Proposición 1. “La Ley” abarca toda la ley Mosaica, moral, civil y ceremonial. El término, “la ley”, cuando se usa con el artículo determinado y sin palabras que lo califiquen, se refiere “en nueve de diez casos a la ley Mosaica, o al Pentateuco”. Smith’s Bible Dictionary, en el artículo “Ley”. El adventismo usa muchísimo el término “la ley” para referirse solamente a los diez mandamientos...Este es su error fundamental en lo que respecta a la ley. Afirmo que “la ley” incluye todo el sistema de ley dado a los Judíos en el Sinaí y abarca todo tipo de requerimientos, morales, civiles o ceremoniales, el decálogo y lo demás...
Le ley, por consiguiente, es la ley Judía en su totalidad y en todas sus partes. Este punto, claramente etablecido, destruye nueve décimas partes de todo el argumento Adventista a favor del Sábado Judío.
Proposición 2. Nunca se dieron a Israel dos leyes separadas. Para poder sostener su doctrina, los Sabatarios inventaron una teoría de dos leyes que supuestamente se dieron en el Sinaí; la ley moral y la ley ceremonial.
Los Adventistas hacen cuánto pueden para hacer de su teoría de las dos leyes algo de suprema importancia....
"Ley moral” , “ley ceremonial”. Los Adventistas emplean estos dos términos abundantemente como si la Biblia estuviera llena de ellos; sin embargo, por extraño que parezca, las Escrituras no hacen esta distincion, nunca hablan de una ley “moral” y de otra “ceremonial”... Si estas fueran dos leyes distintas dadas a Israel, y tan opuestas en naturaleza, es muy raro que la Biblia no hiciera referencia a alguna a ellas. Si una se abolió y la otra no, es asombroso que Pablo no hiciera esta distinción cuando tenía tanto qué decir acerca de la ley.
¿Por qué no dijo, “confirmamos la ley moral” (Ro 3.31)? O, “la ley ceremonial ha sido nuestro ayo” (Gá 3.24)? No, el solamente dice “la ley”, y ahí lo deja...
Acerca de esto la Cyclopedia of Biblical Literature de Kitto en el Artículo “ley”, dice, “Ni Cristo ni los apóstoles distinguieron jamás entre ley moral, ceremonial y civil cuando hablaron de su establecimiento o abolición..."
Proposición 3. Nunca se llama a los diez mandamientos “la ley del Señor” ni “ley de Dios”. Los Sabatarios utilizan constantemente estos dos términos, aplicándolos exclusivamente al decálogo. Para ellos, las expresiones “ley de Dios” y “la ley del Señor” se refieren exclusivamente al decálogo y nada más que a él... Pero ahora quiero que presten atención al siguiente hecho, al cual llegué después de una investigación muy minuciosa: La palabra “ley” ocurre en la Biblia más de 400 veces, y sin embargo, en ningún caso se refiere al decálogo, como un todo y en exclusiva llamándolo “la ley” . En ningún caso se le llama “la ley del Señor” o “la ley de Dios”. Por supuesto que los diez mandamientos son parte de la ley de Dios, pero tan sólo una parte, no el todo....
Ningún Sabatario, por consiguiente, guarda “la ley”, “la ley de Dios” o “la ley del Señor”, porque si lo hiciera tendría que ofrecer sacrificios, circuncidarse, y vivir exactamente como vivieron los Judíos.... Además, en su intento por guardar una parte de la ley, lo que consiguen es colocarse bajo la obligación de “guardar toda la ley”, como Pablo sostiene en Gá 5.3... Es decir, la persona que guarda un precepto de la ley solamente porque la ley así lo dice, con ello reconoce que la ley es obligatoria para él...
Proposición 4. “La ley” fue dada por medio de Moisés y la “Ley de Moisés” incluye el decálogo... Así leemos, “La ley por medio de Moisés fue dada” (Juan 1.17).
Proposición 5. “La ley” no fue dada sino hasta el tiempo de Moisés y el Sinaí... “Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés”. La entrada de la ley se sitúa con Moisés y se localiza bajo la economía Levítica... “porque bajo ella recibió el pueblo la ley”. He 7.11. Así que la ley fue dada 430 años después del pacto celebrado con Abraham. Gá 3.17 (Cf. Ex 12.41)... Más allá de toda disputa, lo que la Biblia llama “la ley” no fue dada sino hasta los días de Moisés, 2500 años después de Adán, o sea, casi la mitad de la historia del mundo.
Proposición 6. La ley no se encuentra en ninguna parte sino hasta los días de Moisés. Ninguna copia de la ley o alguna referencia a ella puede encontrarse hasta la aparición de Moisés. Desde luego que la gran ley moral y espiritual de Dios que condena todo pecado y requiere toda acción justa existió desde Adán, y más aún, desde la eternidad. Pero lo que en las Escrituras Judías se conoce como “la ley”... ciertamente no existió sino hasta Moisés. La disputa que había entre Pablo y los Judaizantes giró por completo en torno a esta ley. Véase Romanos, Gálatas y Hechos 15 y 21. La cuestión consistió en que si “la ley”, la que estaba escrita en “el libro de la ley” Gá 3.10, y se grabó “con letras en piedras” (2 Co 3.7), debía guardarse bajo el evangelio. Pablo decía, No; ellos decían, Sí. Los Sabatarios se aferran ahora a la ley del Sinaí como hicieron los Judíos de tiempos antiguos. Decir que los principios de la ley existían antes del Sinaí no prueba que la ley existió...
Proposición 7. Sus padres no tuvieron el decálogo escrito en piedras. Moisés afirma directamente esto en Dt 4.12-13. No cabe duda que los principios básicos y los requerimientos de este código fueron enseñados a los padres de alguna manera; pero Moisés niega abiertamente que los padres tuvieron la ley tal y como fue escrita y arreglada en el Sinaí...
Proposición 8. La ley fue dada solamente a los Judíos. Esto es tan evidente en cada parte de la ley, que no necesita argumento alguno para probarse (Dt 4.8, 10-13,44)... La ley fue dirigida a losJudíos y tan sólo a ellos (Ex 20.2)...Ni los ángeles, Adán, o los Gentiles Cristianos fueron esclavos de los Egipcios... ¿A quienes fue dada la ley? Permitamos que Pablo conteste, “que son israelitas, de los cuales son la adopción... y la promulgación de la ley” Ro 9.4... Todas estas cosas muestran que ésta fue una ley nacional escrita para adecuarse a la condición de los Judíos de aquel tiempo.
Proposición 9. Los Gentiles no tuvieron la ley. Esto se probó anteriormente; no obstante, Pablo lo dice directamente (Ro 2.14)... Una cosa es entender y obedecer los grandes principios morales de la ley; otra totalmente distinta es estar bajo la letra, las palabras exactas de la ley tal y como fue dada en detalle en el Sinaí....
Proposición 10. Todas las recompensas y castigos de la ley fueron temporales. Todo un erudito de la talla del Obispo Warburton demostró esto en su “Divine Legation of Moses”. Todo estudiante cuidadoso de esta ley debe estar consciente de esta característica. La razón es evidente: era una ley nacional y temporal, dada para un propósito nacional y temporal. Como una muestra de ello véase Dt 28.1-19. Si guardan la ley, serán bendecidos en sus hijos, bienes, rebaños, salud, etc. Si desobedecen, serán malditos en todas estas cosas. Morir apedreado era el castigo para el ladrón, el asesino, etc. En vista de ello éste era un “ministerio de muerte grabado con letras en piedras” 2 Co 3.7, y “había de terminar por desaparecer” [Versión: Dios Habla Hoy] v.11...
Nosotros somos los hijos de Abraham, Gá 3.29, y “caminamos siguiendo las pisadas de nuestro padre Abraham”, quien nunca estuvo bajo la ley. Ro 4.12-16. Estamos bajo el pacto de la promesa que se hizo con Abraham 430 años antes de la ley, Gá 3.15-19, y no bajo el pacto de la ley del Sinaí, que es esclavitud. Gá 4.21-26.
Proposición 11. La ley eterna de justicia de Dios existió antes de que fuera dada la ley del Sinaí.... De ahí que la obligación moral no comenzó con la ley de Moisés, ni cesaría si esa ley se aboliera... “el pecado es transgresión de la ley” (1 Jn 3.4). Los Sabatarios utilizan este texto para probar que cada pecado posible es siempre una violación a los diez mandamientos. Pero, 1. “La ley” es la ley en su totalidad, y no meramente el decálogo. 2. Una traducción correcta de este texto inutiiza por completo su argumento. La palabra ley no está en el texto en el Griego original. [paç o poiwn thn amartian kai thn anomian poiei, kai h amartia estin h anomia. La versión Habla Hoy traduce bien el texto: “Todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad” N. del T.] La versión revisada lo vierte correctamente: “Sin is lawlessness” [El pecado es anarquía/desorden"] Este es el verdadero significado del texto. El pecado es anarquía, una indiferencia por alguna ley, pero no necesariamente siempre la misma ley. Por consiguiente, “Los ángeles que pecaron” que se mencionan en 2 P 2.4 no violaron la ley del Sinaí...
Adán peco mucho antes de que esa ley fuera dada... Los Sodomitas eran “pecadores” Gn 13.13,
y vejaron a Lot con sus “hechos inicuos” 2 P 2.8. Ciertamente, ninguno de éstos violó “la ley”, que no llegó sino hasta muchos cientos de años después. Alegar que éstos violaron los principios de esa ley no es el punto en cuestión. Cuando los Judíos mataron a Esteban, Hch 7.59, violaron los principios de la ley de Michigan, que prohibe el asesinato; pero, ¿violaron “la ley de Michigan"? No, porque ésta fue dada casi 1800 años más tarde...Todo esto muestra claramente que Dios había dado una ley antes de que fuera dado el código del Sinaí.
Proposición 12. Esta ley original es superior a la ley del Sinaí. Cuando se preguntó a Jesús, “¿Cuál es el gran mandamiento en la ley?” respondió:"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente... Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. Mt 22.37-40. Ninguno de éstos dos está en el decálogo; pero éste depende de esta ley más grande, y es inferior a ella. Estos principios están revestidos de eterna inmutabilidad, y forman la base de la ley Mosaica . Existieron antes de ella, coexistieron con ella a través de esa dispesación, y existen ahora...
Esta ley extiende su dominio sobre los ángeles -rigió a Adán, a los patriarcas, a los Judíos piadosos mientras estaban bajo “la ley”, y a los Gentiles Cristianos ahora...
Proposición 13. La ley Mosaica se funda en esta ley original más alta. Jesús afirma abiertamente esto en Mt 22.40, “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. Los principios de esta gran ley estaban entretejidos a lo largo de toda la ley del Sinaí, eran la vida, el “espíritu” o “justicia” de “la ley”. Ro 2.26-29; 8.4... Aquellos que hacen de la mera letra de la ley Judía una regla de hierro y contienden por cada palabra contenida en ella bajo toda circunstancia, y en todas las épocas, no comprenden cuál es el espíritu del evangelio, y son esclavos de un sistema anticuado. Gá 3.19-25; 4.21-25; 5.1-3,13,14; 2 Co 3.3-15.
Proposición 14. “La ley” del Sinaí fue dada para restringir a los criminales que solo obedecen a Dios por temor... Acerca de este asunto, escuchemos a Pablo precisar por qué se hizo esa ley y notemos que se refiere a los preceptos morales de la ley: “Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores”... Esta ley, dice, no fue hecha para los justos sino para los impíos...
Cuando Cristo vino y la nación Judía fue rechazada y dispersada, y el evangelio llegó a todas las naciones, esa ley cumplió con su propósito, y desapareció como sistema... Ahora los Cristianos no están bajo el sacerdocio Aarónico, ni bajo la ley Judía. He 7.11-12; sino bajo el sacerdocio de Melquisedec, vs. 14-19, como Abraham nuestro padre, Gn 14.18-20, quien nunca estuvo bajo “la ley” del Sinaí... Una vez que la ley Judía fue removida, nos encontramos bajo la misma ley en la que Enoc y Abraham “caminaron con Dios”. El Sermón de la Montaña es una hermosa dilucidación de esa ley, la norma por la que todos los Cristianos deben vivir, y por la que todos los pecadores serán juzgados el día del juicio...
Por esta razón, el Nuevo Testamento no provee ninguna ley civil para el gobierno de los Cristianos, ni castigos temporales para los criminales. Sería manifiestamente contrario a la naturaleza del evangelio establecer cualquiera de las dos. Todo esto se deja en manos de los gobernantes. Los criminales que no obedecen por principio esta ley más alta, son entregados al magistrado civil (Ro 13.1-6)...
Proposición 15. La letra de la ley como código coercitivo no es de observancia obligatoria para los Cristianos. No es necesario argumentar mucho para probar esto; porque si la letra de la ley fuera obligatoria, entonces debemos circuncidarnos, ofrecer sacrificios, guardar el séptimo día y todos los rituales Judíos, porque “la ley” incluye la ley en su totalidad, Gá 3.10; 5.3...
La ley original y eterna de Dios, de la que dependía la ley Judía, manda amar a Dios con amor supremo así como a nuestros prójimos; este es el “espíritu”, la “justicia” o la verdadera intención de “la ley”. Esta es la “primera y grande” ley que guardan los Cristianos, en tanto que están libres de la mera letra de la ley, que es esclavitud...
Proposición 16. La ley fue cambiada. Jeremías predijo que bajo el nuevo pacto, la ley de Dios sería escrita en el corazón y no como lo fue antes (Jer 31.33)... Así que la ley de Dios ahora no está escrita en tablas de piedra como en el Sinaí...
Esto implicó un cambio radical en la forma de la ley y en la manera en que ésta debía de enseñarse. En He 7.12 se afrma expresamente que “cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley”. La letra de la ley Judía no encaja en absoluto con la condición de la iglesia Cristiana. Solamente podría servirnos de guía si el evangelio la modificara e interpretara. Por ejemplo, en el evangelio no se requiere que guardemos el séptimo día, y por lo tanto, la letra de ese mandamiento no nos concierne.
Proposición 17. El sistema Mosaico en su totalidad terminó en la cruz... Hemos probado
claramente que “la ley” incluía todo el código de leyes dadas a Israel en el Sinaí, los preceptos morales, civiles y ceremoniales, el decálogo y todo lo demás.
El sistema de la ley en su totalidad fue estructurado para que se adaptara a la era Judía y no puede aplicarse posiblemente a todos los Gentiles Cristianos en todas partes del mundo. Por lo mismo, se introdujo un “camino nuevo”, He 8.13, un nuevo “ministerio”, 2 Co 3.8, que hizo necesario un “cambio de ley”, He 7.12... “Porque si lo que perece tuvo gloria” 2 Co 3.7,10-11. Esto marca el fin del decálogo...
En Hch 15.1-29 puede verse cómo los apóstoles discutieron todo este asunto de “la ley”... Los apóstoles decidieron que los creyentes Gentiles quedaran en libertad de todo este sistema de ley... Elder Smith, otro destacado Adventista decía: “Lo que se abolió en la cruz fue un sistema completo. Dios no separó y abolió porciones y piezas de algún ordenamiento o sistema, y dejó otras partes sin tocar”... Correcto; el sistema completo terminó en la cruz
Proposición 18. Ninguna parte de la gran ley espiritual de Dios se abolió, se reconstruyó o cambió en la cruz. Los Adventistas hacen mucho ruido y pocas nueces diciendo que es absurdo que Dios haya abolido Su ley en la cruz y luego volviera a promulgar nueve décimas partes de ella... Pero esto es tan sólo un espantapájaros sacado de su propia imaginación, razón por la que puede echarse abajo fácilmente... La gran ley moral de Dios es inalterable. Pero la ley Mosaica fue tan sólo una ley nacional fundada sobre los principios de la ley moral de Dios. Aún cuando ésta existió no sobrepasó a la ley eterna de Dios, y cuando terminó de ninguna manera afectó a la ley de Dios, la cual continuó adelante inalterable e inmutable. Ilustrémoslo: La ley del estado de Michigan prohibe el homicidio, el robo y el adulterio. En estos asuntos, ésta se fundamenta en la ley moral de Dios. Si se llegara a abolir la ley de Michigan, ¿significa que también se abole la ley de Dios? No. Así sucede con la ley estatal de Israel. Ni su promulgación en el Sinaí ni su abolición en la cruz cambió de alguna manera la gran ley moral de Dios que juzgará al mundo.
¿BAJO QUÉ LEY ESTÁN LOS CRISTIANOS?
Cuando Dios habla, ¿no es pecado desobedecer? Ciertamente que sí. Pablo dice: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo..” He 1.1-2. Este pasaje señala que Dios ha hablado a los hombres muchas veces y de muchas maneras. No importa de qué manera la volutad de Dios pudo haberse expresado, sería un pecado desobedecer. Dicen los Adventistas: “Si la ley del Sinaí ha desaparecido, entonces no hay ley ni pecado”. !Según esto, entonces, es imposible que Dios revele Su voluntad a los hombres, excepto en aquellas palabras precisas, letra por letra! ¿Quién puede creer en semejante absurdo? Toda la controversia se reduce simplemente a esto: ¿Ha revelado Dios en el Nuevo testamento, clara y plenamente Su volutad a los hombres y les ha dicho qué está bien y qué está mal? ¿No es acaso la voluntad de Dios revelada por medio de Su Hijo en el Nuevo Testamento una autoridad superior al Antiguo Testamento? ¿Deben modificarse las enseñanzas del Nuevo Testamento para que armonicen con la letra de la ley del Antiguo Testamento? o ¿deben modificarse los preceptos del Antiguo Testamento para que armonicen con el evangelio? Lo último ciertamente es lo correcto. Pero el evangelio en ninguna parte ordena que se guarde el séptimo día.
Las Palabras de Cristo Son Ley
Entonces, ¿no es ley la palabra del Señor Jesús? ¿Podría haber una ley mayor que ésta? Jesús dijo, “Yo y el Padre uno somos” Juan 10.30, y “Para que todos honren al Hijo como honran al Padre” Juan 5.23. Por tanto, las palabras de Cristo deben honrarse tanto como las palabras de Dios. Son ley así como las palabras de Dios son ley. Dios prometió levantar a Cristo y poner Sus palabras en Su boca, y que hablaría todo lo que Dios le mandare, Dt 18.18. Jesús dijo que Su Padre lo había enviado y que le había dado mandamiento de lo que debía decir, Jn 12. 49-50. “La palabra que he hablado, ella les juzgará en el día postrero”, v. 48. Por consiguiente, seremos juzgados por las enseñanzas de Cristo y no por la antigua ley. Los Cristianos serán juzgados por el evangelio, “en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio” Ro 2.16. Dios dijo, “A él oíd” Mt 17.5. Toda potestad le es dada en el cielo y en la tierra, Mt 28.18. “Les enseñaba como quien tiene autoridad” Mt 7.29. Jesucristo tiene una ley, Gá 6.2, “Cumplid la ley de Cristo”. “Las costas esperarán su ley” Is 42.4. Estamos bajo Su ley, 1 Co 9.21, “Bajo la ley de Cristo"(Diaglott), “Bajo la ley del Mesías”, (versión Siríaca). El sumario más grande de verdad moral y religiosa que el mundo jamás haya oído es el Sermón de la Montaña, Mt 5-7. Es superior al decálogo como el evangelio es superior al Judaísmo. En él, Cristo prohibe el asesinato, vs. 21-22, el adulterio, vv. 27-28, los juramentos, v.34, la hipocresía, 6.1-5, la codicia, 6.19-34, y toda mala acción, 7.12. ¿No sería pecado desobedecer los preceptos de Cristo?
Jesús Dio Mandamientos a los Apóstoles
Jesús dio mandamientos a Sus discípulos, Hch 1.2, y les mandó que los enseñaran a todas las naciones, Mt 28.18-20. Debemos guardar Sus mandamientos, Jn 14.15,21; 15.10. ¿No sería pecado quebrantarlos? ¿Quién se atrevería a negarlo? “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios”, Ef 1.1, decía: “desechando la mentira, hablad verdad”, “no pequéis”, y “el que hurtaba, no hurte más”, Ef 4.25-28, y “lo que os escribo son mandamientos del Señor” 1 Co 14.37. Sin embargo, los Adventistas dicen que si la antigua ley desaparece, no habría mandamientos contra la mentira, el robo, etc. Pero sabemos que no es así, como los textos anteriores nos enseñan. Pablo dice, “nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros”, “porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios” Hch 20.20,27. Todo pecado del que el corazón humano puede ser hallado culpable, está proscrito en el Nuevo Testamento una y otra vez por la autoridad de Cristo y Sus apóstoles, como todos saben. No obstante (se nos dice) ¡sólo el decálogo condena el pecado!
El Nuevo Testamento No Se Opone al Antiguo
El espíritu de la ley Mosaica, y todo principio moral contenido en ella, se reiteran una y otra vez en el evangelio, con toda la autoridad del Hijo de Dios. No hay un solo deber Cristiano que no esté enseñado en el Nuevo Testamento. No hay una sola cosa que el Antiguo Testamento proscriba que no sea mala para un Cristiano, y que no esté también proscrita en el Nuevo. Con la excepción del Sábado, los otros nueve manamientos están en el Nuevo Testamento, con las mismas palabras o en sustancia.
Entonces, ¿debemos desechar el Antiguo Testamento? De ninguna manera. Es una mina de verdad preciosa y debe recibirse como la palabra inspirada de Dios,; pero debe estudiarse a la luz del Nuevo Testamento, y debe evaluarse por él. Nada debe requerirse de un Cristiano simplemente porque se encuentra en la ley del Antiguo Testamento. Sólo el Nuevo Testamento puede obligar la conciencia. En éste, el séptimo día terminó por completo, porque no hay un solo requerimiento en todo el Nuevo Testamento que obligue a guardarlo; por el contrario, su abrogación (por medio de cumplimiento) se enseña con toda claridad.
Los “Mandamientos de Dios” en el Nuevo Testamento
Los Adventistas del Séptimo Día tienen mucho qué decir de “los mandamientos de Dios”. Ap 14.12, y afirman que éstos son los diez mandamientos. Para ellos, “los mandamientos” siempre significan el decálogo, y nada más. Cada vez que encuentran este término lo aplican así. Pero esta posición es errónea por completo. Hay más de 800 textos donde la frase “los mandamientos” se emplea en diversas formas. He examinado cuidaosamente cada uno de ellos. Encuentro que es un término general utilizado para todos los requerimientos de la Biblia. En mi opinión, en cuarenta y nueve casos de cincuenta, significa más que los diez mandamientos (cf. Lv 22.31; Dt 11.27-28; 26.12-13; 28.1). Con la ayuda de una concordancia, cualquier persona puede encontrar fácilmente cientos de casos donde este término significa más que el decálogo. Cuando se preguntó a Jesús acerca de la ley, cuál era el “gran mandamiento” contestó señalando dos “mandamientos” que están fuera de los diez. Mt 22.35-40.
Los Preceptos de Cristo Son Mandamientos
A los preceptos de Cristo y Sus apóstoles se les llama a menudo mandamientos. Jesús dice: “El Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar”. Jn 12.49. Si Dios le dio a Cristo mandamientos, y él a su vez los dio a Su Iglesia. ¿No son éstos mandamientos de Dios? Ciertamente. La antigua dispensación estaba desapareciendo, y el Señor estaba proclamando los mandamientos de Dios para la nueva dispensación, el evangelio. Por esta razón cuando anunció la gran comisión, dijo, “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. Mt 28.20.
En otra ocasión el Señor dijo, “Si me amáis, guardad mis mandamientos”, “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama, y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él”. Jn 14.15,21. ¿Cómo podemos decir, de cara a estos textos tan claros, que Jesús no dio mandamientos? ¿Quién es el que ama a Cristo? El que guarda Sus mandamientos. Una vez más, el apóstol Juan dice, “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”. Jn 15.10,14.
¿Son Suficientes los Mandamientos de Cristo?
Si hacemos lo que Jesús manda, ¿no es suficiente? y ¿no estaremos seguros de Su amor y del amor del Padre? Pero, ¿dónde mandó Jesús que se guardara el séptimo día? En ninguna parte. Lucas dice que El Señor fue levantado, “después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido”. Hch 1.2. Si Jesús dio mandamientos por el Espíritu Santo, ¿no son estos mandamientos de Dios? ¿No son iguales a los que fueron dados por medio de Moisés? Ahora escuchemos a Pablo cómo enseña con respecto a lo que son los mandamientos en el evangelio: “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os he escrito son mandamientos del Señor”. 1 Co 14.37.
En vista de ello, todos los escritos de Pablo son “los mandamientos de Dios”. Y el apóstol dice que aquellos que son espirituales deben reconocerlo. ¿ Lo reconocen nuestros hermanos Adventistas? Si quisieran, podrían ver un nuevo significado en “los mandamientos de Dios”, Ap 14.12. Nuevamente Pablo dice, “Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús” 1 Ts 4.2 Por consiguiente, los apóstoles dieron mandamientos por la autoridad del Señor Jesús. Pedro da un testimonio similar, “Para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles”. 2 P 3.2. La palabra Griega entolh que se traduce “mandamiento” ocurre sesenta y ocho veces en sus formas singular y plural en el Nuevo Testamento. En al menos cuarenta y ocho de estos casos, no se refiere al decálogo y en más de la mitad de los otros, se utiliza de un modo general. En ningún solo caso es cierto que entolh significa todos los diez y nada más. No existe una sóla indicación de que se refiera al decálogo en ninguno de los tres pasajes donde ocurre en el libro del Apocalipsis. Pretender que se refiere al decálogo es asumir sin evidencia el punto que precisamente debe probarse. Juan, que escribió el libro del Apocalipsis, también escrbió el evangelio de Juan y las tres epístolas de Juan. Emplea la palabra “mandamientos”, en singular y plural, veintiocho veces, y en ningún caso hace alusión a los diez mandamientos; pero casi en cada caso, si no en todos, se refiere a los mandamientos de Jesús. Véase Juan 14.15,21; 15.10; 1 Juan 2.1-5; 3.22-24; 4.21; 5.1-3. Y naturalmente podemos suponer que cuando usa el vocablo “mandamientos” en Ap 14.12, da a entender lo mismo.
“Cualquiera que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre sabio”
Ya que Cristo es nuestro “Maestro y Señor”, Juan 13.13, la “Cabeza” de la iglesia, Ef 1.22, “El todo y en todos”, Col 3.11, que tiene “toda potestad en el cielo y en la tierra”, Mt 28.18, y va a juzgar al mundo, Juan 5.22, en Su tribunal, Ro 14.10, resulta del todo razonable que dé leyes a esa iglesia. Y esto es exactamente lo que hizo, Mt 28.18-20, Hch 1.1-2. Si alguien obedece las enseñanzas de Cristo, no tiene por que temer por su salvación.
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Ver también el siguiente link que desenmascara a la secta adventista y a la falsa profetisa, Ellen White
http://www.ellenwhite.org/espanol/index.html