¿Son convenientes los cultos o iglesias NO presenciales?

-No ha existido ni existe para mí dicha más grande que el estar congregado al nombre del Señor Jesús en alguna iglesia local. A la vez, sufro una gran pena si en la vecindad no hay ninguna, pues las distintas denominaciones conocidas, no bien nos conocen nos repelen, ya que no compartimos totalmente sus doctrinas y prácticas. Sin embargo, yo procuro la comunión con los hermanos ¡pese a todo! Si bien Pablo nos exhorta a no dejar de congregarnos (Hebreos 10:25), pocos toman en cuenta el versículo anterior: "Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor, y a las buenas obras..." ¡de una iglesia así nadie se aparta!
OK pero en un aporte anterior donde MiguelR despreciaba directamente a las edificaciones dedicadas al señor de manera general, tu diste Like, entonces, como dice el pastor de la pandemia, (José Manuel Sierra) no digas amen a todo, y lo mismo, si tu das "like" (me gusta) a un aporte, literalmente estas suscribiendo las afirmaciones allí expresadas, luego, si no las compartes NO debiste darle "like" o al menos NO a todo porque básicamente le estas dando alas al que predica el error, lo haces sentir que está en lo correcto con las consecuencias que eso pueda conllevar.


Hay iglesias tan nobles, edificadas con tanto amor, esfuerzo y trabajo que es injustificable despreciarlas a todas como un principio general, es un despropósito en toda la regla y una afrenta al espíritu que participa en la obra (porque obviamente este tipo de iniciativas NO nacen exclusivamente en la “bondad” del hombre)

Luego pueden haber edificios levantados para ministerios de la prosperidad y la explotacion economica de la Fe o puedes tener catedrales catolicas goticas con demonios en las esquinas pero, esas NO representan la iglesia de Cristo, no que YO entienda y luego puedo equivocarme completamente.
 
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Reacciones: Ricardo
En internet puedo encontrar mucha información, menos un abrazo.

En una Iglesia, puedo encontrar Amor, pero NO encuentro paredes.

Efe 2:14 porque Él es nuestra paz, el que, habiendo derribado la pared intermedia de separación, la enemistad, de ambos hizo uno,