Estimado Feliz en Cristo:
Estimado Feliz en Cristo:
Decía en su cantar el gaucho Martín Fierro:
En este mundo traidor
nada es verdad ni mentira;
todo es del mismo color
del cristal con que se mira
Fíjate que desde los comienzos del cristianismo es doctrina común y tenida como bíblica la dicha eterna de los que mueren aquí y se despiertan con Cristo en el cielo, como el tormento eterno de los que serán condenados al lago de fuego, cuyo castigo comienza tras su muerte en el infierno.
Ahora apareces tú y algunos otros con listas de versículos bíblicos seleccionados para mostrarnos lo que parece que se nos pasó por alto tras casi dos milenios de venir escudriñando las Escrituras. En mi caso personal, llevo algo más de medio siglo leyendo la Biblia diariamente, y ¡torpe de mí! parece que jamás di con tales textos. Además, no me limito a una única versión de la Biblia, sino que a más de las castellanas y los textos hebreo y griego, consulto también en otros idiomas accesibles, haciendo un total de 60 versiones distintas; lo que no es demasiado, pero ya es algo.
Aunque no quieras identificarte con los heresiarcas Made in USA la influencia es demasiado obvia. Muchos de ellos distaban de ser eruditos bíblicos (José Smith, Carlos T. Russell y el juez Rutherford; Elena White, Mary Baker Eddy), pero sabían más de la Biblia que el almacenero de la esquina y el cura del pueblo, por lo que les fue fácil ir formando grupos de oración y estudio de la Biblia, donde fueron inculcando a sus poco instruidos prosélitos lo que iban imaginando. Claro está, para que el novel movimiento progresara y no pararan las contribuciones, era necesario escindirse de cualquier otra religión, denominación o iglesia conocida, diciendo que todas estaban en la apostasía y que únicamente a ellos Dios les había dado el monopolio de la verdad. Esta farsa sigue hasta el día de hoy, malogrando a muchos buscadores sinceros. En un Foro como éste es posible despertarse de una vez por todas a la realidad. Todos proclaman su absoluta y total fidelidad a la Palabra de Dios, pero no van más allá de su selección de versículos bíblicos, encadenados e interpretados caprichosamente.
Lindo estaría que todas esas sectas norteamericanas del Siglo XIX se trenzaran entre sí, y nosotros los cristianos evangélicos nos sentáramos a contemplar la puja cual si fuera una riña de gallos.
Pero son tan astutos que nadie se mete con nadie porque les es mejor no remover la cosa.
Así que nosotros siempre tenemos que saltar a la palestra y lidiar con toda suerte de herejes.
Fíjense que nunca contestan los argumentos contra los que nada pueden aducir. Ponen violín en bolsa ¡y a otra cosa mariposa!
Saludos a todos.
Ricardo.
Estimado Feliz en Cristo:
Decía en su cantar el gaucho Martín Fierro:
En este mundo traidor
nada es verdad ni mentira;
todo es del mismo color
del cristal con que se mira
Fíjate que desde los comienzos del cristianismo es doctrina común y tenida como bíblica la dicha eterna de los que mueren aquí y se despiertan con Cristo en el cielo, como el tormento eterno de los que serán condenados al lago de fuego, cuyo castigo comienza tras su muerte en el infierno.
Ahora apareces tú y algunos otros con listas de versículos bíblicos seleccionados para mostrarnos lo que parece que se nos pasó por alto tras casi dos milenios de venir escudriñando las Escrituras. En mi caso personal, llevo algo más de medio siglo leyendo la Biblia diariamente, y ¡torpe de mí! parece que jamás di con tales textos. Además, no me limito a una única versión de la Biblia, sino que a más de las castellanas y los textos hebreo y griego, consulto también en otros idiomas accesibles, haciendo un total de 60 versiones distintas; lo que no es demasiado, pero ya es algo.
Aunque no quieras identificarte con los heresiarcas Made in USA la influencia es demasiado obvia. Muchos de ellos distaban de ser eruditos bíblicos (José Smith, Carlos T. Russell y el juez Rutherford; Elena White, Mary Baker Eddy), pero sabían más de la Biblia que el almacenero de la esquina y el cura del pueblo, por lo que les fue fácil ir formando grupos de oración y estudio de la Biblia, donde fueron inculcando a sus poco instruidos prosélitos lo que iban imaginando. Claro está, para que el novel movimiento progresara y no pararan las contribuciones, era necesario escindirse de cualquier otra religión, denominación o iglesia conocida, diciendo que todas estaban en la apostasía y que únicamente a ellos Dios les había dado el monopolio de la verdad. Esta farsa sigue hasta el día de hoy, malogrando a muchos buscadores sinceros. En un Foro como éste es posible despertarse de una vez por todas a la realidad. Todos proclaman su absoluta y total fidelidad a la Palabra de Dios, pero no van más allá de su selección de versículos bíblicos, encadenados e interpretados caprichosamente.
Lindo estaría que todas esas sectas norteamericanas del Siglo XIX se trenzaran entre sí, y nosotros los cristianos evangélicos nos sentáramos a contemplar la puja cual si fuera una riña de gallos.
Pero son tan astutos que nadie se mete con nadie porque les es mejor no remover la cosa.
Así que nosotros siempre tenemos que saltar a la palestra y lidiar con toda suerte de herejes.
Fíjense que nunca contestan los argumentos contra los que nada pueden aducir. Ponen violín en bolsa ¡y a otra cosa mariposa!
Saludos a todos.
Ricardo.