Tengan cuiado con estos falsos maestros recien convertidos...
Tengan cuiado con estos falsos maestros recien convertidos...
Me encanta esa cita que puso Joako, la voy a incorporar en mis reflexiones:
Gálatas 4, 28
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Cuál promesa? Hizo Dios (Jesús) una promesa con los cristianos así como Dios con Isaac y su descendencia?
Si claro.
Cuál promesa?
Que (1) Sobre tí fundaré mi Iglesia (Nuevo Pueblo), (2) Las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella (3) Autoridad de atar y desatar.
En el AT se hizo una promesa con Isaac.
En el NT quién es ese Isaac? A quién le dijo Jesús (1), (2) y (3)?
Atienda, TODOS USTEDES ATIENDAN, acaba de negar AL DIOS DE ISRAEL.
Quien tenga ojos para ver, que vea. NIEGA LAS PROMESAS DE DIOS A ABRAHAM.
Ya lo vi venir, cuando negó LA GRAN PROMESA, AL NEGAR QUE DIOS ES UN PADRE, al cual podemos acudir, consultar, pero por sobre todo: ESTÁ NEGANDO AL ESPÍRITU SANTO, claro es que no son HIJOS DE DIOS, aun no han nacido de Nuevo, del Espíritu, y por ello LO NIEGAN, Y POR ELLO...
Rom. 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Tengan cuidado con esta gente, PUES NIEGAN CON SUS PALABRA LAS BUENAS NUEVAS, y ello, ES NEGAR LA MUERTE EN LA CRUZ DE JESCRISTO NUESTRO SEÑOR.
Atiendan, pues NIEGAN LA SAGRADA ESCRITURA, NIEGAN LAS PROMESAS POR DIOS DADAS... son gente que predica otro evangelio, ni más ni menos que el de la diosa madre y reina de los cielos. Estragos causados por la idolatría, y sin lugar a dudas.
Una cosa está clara:
Rom. 3:4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:
Y ellos, por no poder soportar que les sea negada la divinidad pretendida de su maría, que no es la madre de Jesús, sino una diosa pagana, ante ello NIEGAN TODAS LAS EVIDENCIAS, PROMESAS Y DEMÁS... DE LA SAGRADA ESCRITURA CANÓNICA, que contiene la Revelación sin error, inspirada por el Espíritu Santo, y teniendo a Dios por autor, a tal cual les dice el Concilio Vaticano I, Sesión III (24/08/1870), Capítulo II "De la Revelación", Canon 4. Y al CUAL TAMBIÉN NIEGAN.
Que Dios les tenga