Los “apócrifos” versus el evangelio
Por Armando Hoyos.
Los pasajes pertenecientes a los Deuterocanónicos en ROJO, los pasajes del Nuevo Testamento en AZUL.
Tob. 4:7-11 7Así sucederá también a todos los que viven honradamente. “Da limosna de lo que tengas. Y cuando des limosna, no seas tacaño. Cuando veas a un pobre, no le niegues tu ayuda. Así Dios tampoco te negará la suya. 8Da limosna según tus posibilidades. Si tienes mucho, da mucho; si tienes poco, no te dé miedo dar limosna de ese poco. 9Haciéndolo así, estarás ahorrando un tesoro precioso que te servirá cuando pases necesidad. 10Porque la limosna libra de la muerte e impide que el hombre caiga en las tinieblas. 11Dar limosna es hacer una ofrenda agradable al Altísimo.
Lc. 11:41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.
Tob. 12:15 Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y que pueden entrar ante su presencia gloriosa.
Ap. 8:2 Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.
Jdt. 8:14 Si ni siquiera pueden penetrar en los secretos del corazón humano ni entender los pensamientos del hombre, ¿cómo podrán entender a Dios, que hizo todas las cosas? ¿Cómo podrán captar su entendimiento y comprender sus intenciones? ¡No, hermanos, no hagan enojar al Señor nuestro Dios!
Ro. 11:33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
1 Mac. 2:52 Dios puso a prueba a Abraham; lo encontró fiel, y lo aceptó como justo.
Stg. 2:21-23 21¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
2 Mac. 6:12-16 12Recomiendo a los que lean este libro que no se desconcierten por causa de estas desgracias, sino que consideren que aquellos castigos eran para corregir a nuestro pueblo y no para destruirlo. 13Pues es señal de gran bondad de Dios no condescender con los pecadores, sino castigarlos pronto; 14para castigar a las otras naciones, el Señor aguarda con paciencia a que llenen la medida de sus pecados, pero a nosotros 15nos castiga antes de que lleguemos al extremo de los nuestros. 16Pues él no aparta de nosotros su misericordia, y aunque nos corrige con calamidades, no nos abandona.
Ap. 3:19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
2 Mac. 7:9 Pero él, exhalando el último suspiro, dijo: —Tú, criminal, nos quitas la vida presente. Pero el Rey del mundo nos resucitará a una vida eterna a nosotros que morimos por sus leyes.
Jn. 6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Eclo. 1:30 No te eleves demasiado, si no quieres caer y traer sobre ti mismo la deshonra. El Señor pondrá al descubierto tus secretos y te humillará delante de la gente, por no haberle dado honra y por tener el corazón lleno de engaños.
Mt. 23:12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Eclo. 2:1 Hijo mío, si tratas de servir al Señor, prepárate para la prueba.
Stg. 1:2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
Eclo. 2:5 Porque el valor del oro se prueba en el fuego, y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento.
1 P. 1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
Eclo. 2:11 Porque el Señor es tierno y compasivo, perdona los pecados y salva en tiempo de aflicción.
Stg. 5:11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
Eclo. 4:10 Pórtate como un padre con los huérfanos y como un esposo con las viudas. Así Dios te llamará hijo, te amará y te librará de la desgracia.
Stg. 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Eclo. 4:31 No mantengas la mano extendida para recibir, y recogida para dar.
Hch. 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Eclo. 5:1 No confíes en tu riqueza, ni digas: “Tengo suficiente.”
Mr. 10:24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!
Eclo. 5:5 No confíes en su perdón para seguir pecando más y más.
Ro. 6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
Eclo. 5:11 Date prisa para escuchar, pero ten calma para responder.
Stg. 1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Eclo. 5:13 El hablar puede servir para la honra y la deshonra. ¡La lengua es la ruina del hombre!
Stg. 3:8,9 8pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. 9Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
Eclo. 7:34 No tardes en socorrer al que llora, y comparte el duelo con el que está de luto.
Ro. 12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Eclo. 10:14 Dios derriba del trono a los orgullosos, y en lugar de ellos pone a los humildes.
Lc. 1:52 Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes.
Eclo. 11:18 Hay quien se hace rico a fuerza de trabajos, pero se queda sin su recompensa.
Lc. 1:53 A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos.
Eclo. 11:32 Una chispita puede causar un gran incendio, y un malvado está listo a cometer un crimen.
Stg. 3:5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
Eclo. 14:1 ¡Dichoso el hombre que no sufre por lo que dice y a quien la conciencia no le acusa!
Ro. 14:22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba.
Eclo. 15:11 No digas: “Es Dios quien me hace pecar”;porque él no hace lo que detesta.
Stg. 1:13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
Eclo. 15:19 Dios ve a todos los seres que creó, y se da cuenta de todo lo que el hombre hace.
He. 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Eclo. 16:12 Tan grande como su misericordia es su castigo; él juzga a cada uno según lo que haya hecho.
Mt. 16:27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
Eclo. 18:13 El hombre se compadece solo de su prójimo, pero el Señor se compadece de todo ser viviente; él reprende, corrige, enseña y guía como un pastor a su rebaño.
2 P. 3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Eclo. 23:9 No te acostumbres a jurar ni a pronunciar para todo el nombre del Dios santo.
Mt. 5:34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
Eclo. 25:24 Por una mujer comenzó el pecado, y por ella todos morimos.
1 Ti. 2:14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.
Eclo. 27:6 El fruto muestra si un árbol está bien cultivado; así, al discurrir se revela el carácter del hombre.
Mt. 12:33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.
Eclo. 28:2 Perdona las ofensas a tu prójimo, y Dios perdonará tus pecados cuando se lo pidas.
Mt. 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
Eclo. 28:3 Si uno guarda rencor a su prójimo, ¿cómo querrá que Dios le dé a él la salud?
Lc. 6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Eclo. 29:1 El hombre compasivo presta a su prójimo; dar ayuda es cumplir los mandamientos.
Mt. 5:42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Eclo. 29:9 En atención a los mandamientos, socorre al pobre; si está en necesidad, no lo despidas con las manos vacías.
Mt. 25:34,35 34Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
Eclo. 31:5 El que va tras el oro no queda sin culpa, y el que ama el dinero se extraviará por él.
1 Ti. 6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición
Eclo. 33:13 Como el barro en manos del que lo trabaja, que puede hacer con él lo que quiera, así es el hombre en manos de su Creador, que le señala un puesto en su presencia.
Ro. 9:21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Eclo. 33:32 Si tienes un solo esclavo, trátalo como a un hermano, pues lo necesitarás como a ti mismo.
Flm. 1:15,16 15Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; 16no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.
Eclo. 34:22 Quitarle el sustento al prójimo es como matarlo; no dar al obrero su salario es quitarle la vida.
Stg. 5:4 He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Eclo. 35:9 Da al Altísimo como él te ha dado a ti, con generosidad, de acuerdo con tus capacidades,
2 Co. 8:12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.
Eclo. 39:16 “Todo lo que Dios ha hecho es bueno; él, a su tiempo, provee a todas las necesidades.”
1 Ti. 4:4 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias;
Eclo. 42:21 La eficacia de su sabiduría está bien establecida; él es el mismo desde la eternidad. No hay nada que añadirle ni quitarle; no necesita de nadie que le dé instrucciones.
He. 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Eclo. 44:16 Henoc vivió de acuerdo con la voluntad del Señory dejó un ejemplo para todas las edades.
He. 11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
Sab. 2:24 sin embargo, por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la sufren los que del diablo son.
Ro. 5:14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir
Sab. 3:7 El día en que el Señor venga a juzgarlos, resplandecerán como antorchas, como chispas que prenden entre el rastrojo.
Mt. 13:43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Sab. 3:8 Juzgarán a las naciones y gobernarán a los pueblos, y el Señor reinará sobre ellos para siempre.
1 Co. 6:2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
Sab. 5:16 Por lo tanto, recibirán de manos del Señor un reino glorioso y una hermosa corona; él los protegerá con su mano y los defenderá con su brazo.
Stg. 1:12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Sab. 5:22 y con furor saldrá el granizo disparado como piedras. Las olas del mar se embravecerán contra ellos, y los ríos los arrollarán sin compasión;
Lc. 21:25 Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
Sab. 6:18 amarla es cumplir sus leyes; cumplir sus leyes es asegurarse la inmortalidad,
Jn. 8:51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte.
Sab. 9:1 “Dios de mis antepasados, Señor misericordioso, que por tu palabra has hecho todas las cosas,
Jn. 1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho
Sab. 9:13 Porque, ¿qué hombre conoce los planes de Dios? ¿Quién puede imaginar lo que el Señor quiere?
Ro. 11:34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?
Sab. 9:16 Con dificultad imaginamos las cosas de la tierra, y trabajosamente hallamos lo que está a nuestro alcance. Pero, ¿quién puede descubrir las cosas celestiales?
Jn. 3:12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
Sab. 9:17 Nadie puede conocer tus planes sino aquel a quien das sabiduría y sobre quien desde el cielo envías tu santo espíritu.
Mt. 11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
Sab. 12:12 pues, ¿quién podrá pedirte cuentas de lo que haces u oponerse a tu sentencia? ¿Quién podrá acusarte de haber destruido naciones que tú mismo hiciste? ¿Quién puede levantarse contra ti para defender a los malvados?
Ro. 9:20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así
Sab. 15:7 El alfarero, por ejemplo,amasa laboriosamente el barro blando y moldea cada vasija que necesitamos; pero del mismo barro hace por igual las que sirven para usos nobles y las que sirven para otros usos; es él, sin embargo, quien decide cuál ha de servir para este o aquel uso.
Ro. 9:21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Sab. 16:6,7 6Los asustaste un poco, para que escarmentaran, pero les diste una señal de salvación, para que recordaran los mandatos de tu ley. 7Quien se volvía hacia aquella señal, se salvaba, no en virtud de la señal misma que veía, sino gracias a ti, salvador de todos.
Jn. 3:14,15 14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Sab. 16:9 Ellos murieron picados por langostas y mosquitos, sin hallar un remedio para salvar su vida. Al fin y al cabo merecían tal castigo
Ap. 9:3-6 3Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. 4Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. 5Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. 6Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos
Sab. 16:26 para que aprendieran tus amados hijos, Señor, que no son las cosechas de la tierra las que alimentan al hombre, sino que es tu palabra la que mantiene a los que en ti confían.
Mt. 4:4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Sab. 16:27 El maná, que no era destruido por el fuego, se derretía simplemente con el calor del primer rayo del sol
Jn. 6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo
Sab. 17:1 Tus juicios son grandiosos e inexplicables. Por eso, la gente que no aprende se equivoca
Ro. 11:33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
Bar. 5:1 ¡Jerusalén, quítate tu ropa de luto y aflicción, y vístete de gala con el esplendor eterno que Dios te da!
Ap. 21:2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Dn. dc. 3:27 Tú has sido justo en todo lo que has hecho con nosotros. En todo lo que haces eres sincero; tu proceder es recto; tú siempre juzgas según la verdad.
Ap. 16:7 También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
Dn. 13:42 Entonces Susana gritó con todas sus fuerzas: “¡Dios eterno, que conoces las cosas ocultas, que sabes todo antes de que suceda,
He. 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta