Saludos y la Paz del Señor.
Aunque no acostumbro participar de discusiones “bajadas” de tono, en este caso, he sido estimulado por una preocupación por los hermanos que puedan ser afectados por tantos comentarios que tienden a distorsionar los fundamentos de la Fe. No hablaré, de trinidad, dualidad u algún otro término poco inspirado, pues sería sólo una distracción más para mis hermanos que están creciendo en la Fe en el Señor Jesús, entiendo si, el hecho fundamental de distinguir como una realidad la Eterna Comunión y Existencia del Padre y del Hijo, y para esto recurriré a las Escrituras;
Ezequiel 28:12
Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y
dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de
la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura.
Ezequiel 28:13
En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra
preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe,
crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda
y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron
preparados para ti en el día de tu creación.
Ezequiel 28:14
Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo
monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de
fuego te paseabas.
Ezequiel 28:15
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste
creado, hasta que se halló en ti maldad.
Ezequiel 28:16
A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de
iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de
Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh
querubín protector.
Ezequiel 28:17
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te
arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para
que miren en ti.
Ezequiel 28:18
Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus
contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué
fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en
ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
Ezequiel 28:19
Todos los que te conocieron de entre los pueblos se
maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre
dejarás de ser.
Espero en el Señor que hayan podido darse cuenta de que el pasaje anterior narra el hecho en el cual el Señor Jesucristo, en su calidad de Eterno Hijo de Dios, le habla a satanás enrostrándole su pecado y dictando sobre él sentencia eterna. Si no percibió que es el Señor Jesucristo lea nuevamente o quizás deberá leer el capítulo completo, el Señor Jesús le dice al diablo “yo te puse en el Santo monte de Dios”, y le dice “yo te eché del monte de Dios”.
Entonces eso de un Dios solitario es una falta grave a la sabiduría y a las revelaciones dadas por Dios.
San Juan 17:5
Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
San Juan 17:24
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy,
también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que
me has dado; porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo.
Espero no sea difícil advertir la Gloria y la Divinidad Eterna de mi Señor Jesucristo al lado de Dios, ya que esta realidad Eterna es la misma ahora y será por los siglos.
Tampoco es cosa liviana el no creer que el Señor Jesucristo es el Hijo de Dios, ya que en su sacrificio en calidad de Hijo hallamos la Perfecta Ofrenda por nuestros pecados y alcanzamos la Misericordia de Dios.
1 Juan 4:15
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios
permanece en él, y él en Dios.
1 Juan 5:5
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que
Jesús es el Hijo de Dios?
1 Juan 5:10
El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí
mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque
no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su
Hijo.
El Apocalipsis 2:18
Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de
Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies
semejantes al bronce bruñido, dice esto:
San Mateo 16:16
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente.
San Juan 6:69
Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo,
el Hijo del Dios viviente.
San Marcos 14:61
Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le
volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el
Hijo del Bendito?
San Marcos 14:62
Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre
sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las
nubes del cielo.
La realidad del Señor Jesucristo es ahora como lo fue antes que el mundo fuese, lleno de la Gloria de Dios, sentado en el Trono de Dios, siendo Dios con Dios.
Hebreos 1:8
Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del
siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Hebreos 1:9
Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Hebreos 1:10
Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
Hebreos 1:11
Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
Hebreos 1:12
Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no acabarán.
Hebreos 1:13
Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
Colosenses 3:1
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de
arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Hebreos 10:12
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo
sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de
Dios,
El Apocalipsis 3:21
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono,
así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su
trono.
No os dejéis mover ni fácil ni difícilmente de la Fe que es en Cristo Jesús Señor nuestro, pues en Él está toda nuestra posibilidad, por Él hemos sido aceptos y recibidos por Dios, Santísimo Padre, como hijos, hemos recibido el Perdón de Dios porque Él ha querido hacernos cercanos según su inconmensurable bondad, y hemos sido beneficiados por Jesucristo el Hijo del Dios Viviente, y en Él, con el favor eterno del Todopoderoso.
Bendito sea El Dios Eterno, y Bendito sea el Señor Jesucristo Hijo del Dios Viviente. Amén.