Entonces estamos de acuerdo. Si tú llamas "cielos espirituales" a un "ámbito" que existe "aparte del universo físico", comparto tu postura.
A eso me he estado refiriendo todo este tiempo.
Dios no "habita" un lugar físico, sino que existe en un ámbito (plano, dimensión, como lo queramos llamar) que no es físico.
Por eso puede estar en varias partes a la vez, y llenar "los cielos y la tierra", sin ser nunca contenido o limitado por su Creación.
Saludos cordiales
Estimado Alisa, al escribir mi post anterior tuve un inconveniente, ya solucionado, y se me cortó. disculpa.
Jesús oro así:
“Padre nuestro que estás en los cielos” (Mateo 6:9).
La Biblia también afirma que Cristo, después de resucitar, entró “en el cielo mismo, para comparecer delante de la persona de Dios” (Hebreos 9:24).
Los “cielos” que se mencionan en estos textos bíblicos, no se refiere a la atmósfera que envuelve la Tierra, ni siquiera al inmenso espacio sideral.
Porque los cielos físicos no pueden contener al Creador del universo (1 Reyes 8:27).
La Biblia dice de Él:
“…Su energía dinámica es tan inmensa y su poder tan impresionante…” Isa. 40: 26.
Válgame la explicación, sería algo así como tratar de contener la energía liberada por una explosión nuclear.
Es por eso que La Biblia nos dice que “Dios es un Espíritu” (Juan 4:24).
Y que Él vive en los cielos espirituales, un ámbito aparte del universo físico (1 Corintios 15:44)
Referente a la omnipresencia:
Cómo ejemplo, podríamos hablar del Salmo de David, Sal. 139: 7 - 10 dónde habló respecto a Dios:
“¿Adónde puedo irme de tu espíritu, y adónde puedo huir de tu rostro? Si ascendiera al cielo, allí estarías; y si tendiera mi lecho en el Seol, ¡mira!, tú estarías allí. Si tomara las alas del alba, para poder residir en el mar más remoto, allí, también, tu propia mano me guiaría y tu diestra me asiría”.
¿Podríamos decir con esto, que Él se encuentra en todo lugar?
Si préstamos atención, veríamos que David dijo, "donde puedo irme de tu espíritu y adónde puedo huir de tu rostro? Sal. 139: 7.
Hay quienes no han entendido bien estas palabras, y han llegado a la conclusión de que Dios es omnipresente.
Sin embargo, al analizar el contexto de este y otros versos, queda claro que Jehová, desde su morada, tiene la opción de enviar el espíritu santo a cualquier rincón del universo material.
Jehová extiende su mano, es decir, su espíritu santo, una fuerza que puede llegar a cualquier lugar tanto de la región espiritual como del universo físico, a fin de cumplir Su propósito.
De ahí que el salmista llegara a decir: “Si tomara las alas del alba, para poder residir en el mar más remoto, allí, también, tu propia mano me guiaría y tu diestra me asiría” (Salmo 139: 9, 10).
Y Pablo pudo decir: "Y ninguna cosa creada está escondida de la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y totalmente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas. Heb. 4: 13.