Seguidores de Quién

Romanos 14
Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre todo que profeticéis. 2 Porque el que habla en lenguas[a] no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende[b], sino que en su espíritu[c] habla misterios. 3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
1Timoteo 4 (Los que imponen las manos tiene don de profecía)
14 No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio[c]. 15

Romanos 12

5 así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros. 6 Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe; 7 si el de servicio, en servir[a]; o el que enseña, en la enseñanza;
 
Profeta verdadero vs profeta falso.

Profeta falso: Nadie lo gobierna pero juzga a todos, dice tener una revelación superior y no se identifica como seguidor de ningun grupo religioso. Se apacienta a si mismo por no tener lider.

Profeta verdadero: pertenece a un rebaño denominacional, declara que tiene un lider al que sujetarse y funge como consejero.


Profeta que predique división y sectarismo es un falso profeta, es un cabrito independiente.
Profeta que se nutra de los suyos y dependa espiritualmente de su grupo es probablemente en verdadero profeta, una oveja de rebaño.
 
Profeta verdadero vs profeta falso.

Profeta falso: Nadie lo gobierna pero juzga a todos, dice tener una revelación superior y no se identifica como seguidor de ningun grupo religioso. Se apacienta a si mismo por no tener lider.

Profeta verdadero: pertenece a un rebaño denominacional, declara que tiene un lider al que sujetarse y funge como consejero.


Profeta que predique división y sectarismo es un falso profeta, es un cabrito independiente.
Profeta que se nutra de los suyos y dependa espiritualmente de su grupo es probablemente en verdadero profeta, una oveja de rebaño.
¿Qué entiendes por la figura del profeta verdadero?
En la Biblia están los profetas predictivos, los que predecían sucesos de parte de Dios ¿Cuál es el papel del profeta verdadero hoy día, y en qué se distingue del resto de los creyentes? ¿Quizá es alguien que recibe alguna revelación de parte de Dios?
 

¡Sólo en Jesús hay salvación!

Así, sabemos la necesidad que la humanidad tiene de salvación, y sabemos cómo se ha llevado a cabo. Pero lo más importante que subyace en todo esto es el Amor, el gran amor que Dios y su Hijo tienen por nosotros. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn 3:16) Nunca olvidemos que fue Dios quien tomó la iniciativa de salvarnos: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados” (1 Jn 4:10) Y fue Dios Quien voluntariamente asumió el alto coste de nuestra reconciliación, porque “no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros” (Ro 8:32), “para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos” (Heb 2:9). A la vista de estos hechos ¿Se puede dudar del amor de Dios? Como dijo el comentarista bíblico William Barclay: “En la muerte de Jesús, Dios nos está diciendo: «Así os amo Yo. Os amo hasta el punto de estar dispuesto a ver a Mi Hijo sufrir y morir por vosotros». La Cruz es la prueba de que no hay distancia que el amor de Dios se niegue a recorrer para recuperar los corazones de los hombres; y un amor así demanda la respuesta de nuestro amor”.

Nunca podremos ganar la salvación por méritos propios, porque Dios “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia” (Tito 3:5); pero es igualmente cierto que el amor de Dios y Cristo demanda una respuesta de parte de cada uno. Jesús nos ofrece su mano para salvarnos, pero cada uno de nosotros tenemos que aceptarla y agarrarla con fuerza. Coger su mano es creer en él, porque el evangelio de Cristo es “salvación a todo aquel que cree” (Ro 1:16), y también significa obedecerle, porque Jesús es “autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Heb 5:9) Por eso, aceptamos la mano salvadora de Cristo cuando vivimos una vida de fe y obediencia. Es lo mínimo que podemos y debemos hacer.

Pero siempre tengamos claro que ¡Sólo en Jesús hay salvación! No hay otro nombre en este mundo por el cual los seres humanos podamos ser salvos” (Hch 4:12) Nunca nos dejemos confundir al pensar que la salvación personal puede venir por confiar en algún otro líder religioso, o por pertenecer a una determinada religión. Sólo en Jesús hay salvación, y sólo a Él debemos dirigir nuestra atenta y confiada mirada, sintiendo profundo agradecimiento por el amor de “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros” (Tito 2:13-14)
 
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Hola Alissa,

Paso a dar respuesta al primer punto sobre la compatibilidad de la fe bahaí con las Escrituras:

El Evangelio es eterno y la Palabra (Logos) es eterna. Jesús de Nazareth la manifestó en un tiempo definido

Jesús es el nombre que adquirió cuando nació como hombre, pero su existencia como Logos fue anterior a la humanidad. El Logos y Jesús es el mismo ser antes y después de venir a la tierra:

"En el principio existía el Verbo Él estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Jn 1:1-3)

"Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,... Juan dio testimonio de Él y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: «El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo»." (Jn 1:14-15)
 
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Jesús es el nombre que adquirió cuando nació como hombre, pero su existencia como Logos fue anterior a la humanidad. El Logos y Jesús es el mismo ser antes y después de venir a la tierra:

"En el principio existía el Verbo Él estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Jn 1:1-3)

"Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,... Juan dio testimonio de Él y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: «El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo»." (Jn 1:14-15)

Hola Usymbv.

A lo largo de la historia han existido muchas formas de entender esto y los teólogos y líderes religiosos se han peleado y excomulgado mutuamente.
Te comparto lo que creo al respecto:

La última realidad del Cristo es La Palabra Eterna del Padre (el Logos de Juan 1:1). Esa realidad trasciende todo, incluyendo a la humanidad misma. Es obviamente antes de Abrahán. Es una con el Padre, pues proviene de Él y ha estado con Él por la eternidad.

Esa realidad divina se manifiesta en un personaje histórico, que es Jesús de Nazareth.
Este Jesús tiene una mente propia, una voluntad propia, habla un idioma específico (el arameo) y tiene un sexo específico (varón). Tiene además un cuerpo que puede caerse, enfermarse, sangrar, experimentar hambre y sed. Este Jesús nació en un momento y lugar específico y falleció en otro momento y lugar específico.

Te mando un saludo, compañero
 
Esa realidad divina se manifiesta en un personaje histórico, que es Jesús de Nazareth.
Para ti, el Logos es distinto al personajes Jesús. Pienso que así lo crees porque sencillamente quieres creerlo, y así armonizarlo con la fe bahaí, pero lo que no entiendo es que se afirme que tal creencia es compatible con las Escrituras, porque las Escrituras, especialmente el N.T., señalan al Logos y Jesús como el mismo ser:

"Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,... Juan dio testimonio de Él y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: «El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo»." (Jn 1:14-15)

"Dios envió a su Hijo, nacido de mujer” (Gál 4:4)

respecto a sus discípulos dijo: “entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste” (Juan 17:8)

Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre” (Juan 16:28)

Y Jesús les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo” (Juan 8:23)

yo he salido y vengo de Dios” (Juan 8:42 BJ3)

sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba” (Juan 13:3 R60)

En estas citas y otras muchas sólo se puede concluir que Jesús, el personaje histórico, salió de Dios, nada parecido a que sirviera como contenedor de otro ser llamado Logos.
 
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Hola @Usymbv

Independientemente de lo que pensemos que es La Palabra o Logos (desde el punto de vista, digamos, metafísico), los versículos que has citado tienen ciertas implicaciones sobre cómo Jesús se ve a sí mismo.


JUAN 8:42, JUAN 13:3 y JUAN 16:28

El hecho de que Juan 8:42 y 13:3 afirmen que Jesús salió de Dios, y luego Juan 16:28 afirme que Jesús salió del Padre, nos indica que:
  1. Jesús no es Dios, porque de otra forma Jesús estaría saliendo de sí mismo.
  2. Dios es el Padre. Cada que Jesús menciona a Dios, se refiere al Padre y no a sí mismo ni a una Trinidad.
Seguramente te has dado cuenta que el único evangelio que citaste fue el de Juan. No citaste Mateo, Marcos ni Lucas. Hay una razón para esto: el evangelio de Juan es más teológico que narrativo. Se interesa por presentar a Jesús como comisionado del Padre para realizar su misión. Por eso encontrarás diseminado en todo el texto frases como "me envió / me ha enviado" y "vengo de / he venido a". Pues bien, "salir de" es otra forma de expresar la misma idea.

JUAN 8:23

El versículo de Juan 8:23 dice que Jesús no es de este mundo. Pero Jesús usa la misma expresión para referirse a sus discípulos, sin que con ello quiera decir que ellos tenían una pre-existencia eterna con Dios. Nota la expresión "como tampoco..." que denota la equivalencia.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. (Juan 17:14)
 
Independientemente de lo que pensemos que es La Palabra o Logos (desde el punto de vista, digamos, metafísico), los versículos que has citado tienen ciertas implicaciones sobre cómo Jesús se ve a sí mismo.

JUAN 8:42, JUAN 13:3 y JUAN 16:28

El hecho de que Juan 8:42 y 13:3 afirmen que Jesús salió de Dios, y luego Juan 16:28 afirme que Jesús salió del Padre, nos indica que:
  1. Jesús no es Dios, porque de otra forma Jesús estaría saliendo de sí mismo.
  2. Dios es el Padre. Cada que Jesús menciona a Dios, se refiere al Padre y no a sí mismo ni a una Trinidad.
Seguramente te has dado cuenta que el único evangelio que citaste fue el de Juan. No citaste Mateo, Marcos ni Lucas. Hay una razón para esto: el evangelio de Juan es más teológico que narrativo. Se interesa por presentar a Jesús como comisionado del Padre para realizar su misión. Por eso encontrarás diseminado en todo el texto frases como "me envió / me ha enviado" y "vengo de / he venido a". Pues bien, "salir de" es otra forma de expresar la misma idea.
Hola Alissa,

Claro, muchas declaraciones bíblicas suelen tener varias implicaciones, pero para la idea que nos ocupa, estos tres versículos indican que Jesús, el personaje histórico, salió del Padre, y eso significa que anteriormente a su nacimiento humano existía y estaba con el Padre, aunque no con el nombre Jesús. La idea que se manifiesta en la Biblia es que la persona que estaba con el Padre es la misma que la que nació de una mujer y del espíritu santo, y que fue llamado Jesús por designación divina.

Más citas que apoyan esta idea:

Porque he descendido del cielo” (Juan 6:38)

"entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste" (Juan 17:8)

"¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba?" (Juan 6:62)

"Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera" (Juan 17:5)

Nota que en Juan 6.62 Jesús se designa como "Hijo del Hombre", llamando la atención a su naturaleza terrestre. No puede haber ninguna duda que habla de sí mismo se está refiriendo al Jesús histórico, nada que ver con una extraña encarnación de otro ser.

El versículo de Juan 8:23 dice que Jesús no es de este mundo. Pero Jesús usa la misma expresión para referirse a sus discípulos, sin que con ello quiera decir que ellos tenían una pre-existencia eterna con Dios. Nota la expresión "como tampoco..." que denota la equivalencia.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. (Juan 17:14)
Correcto, al final de su vida terrestre Jesús ya podía decir que sus discípulos no eran del mundo, pero nunca dijo que ellos fueran de arriba. Eso sólo pudo decirlo de sí mismo: “Y Jesús les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba” (Juan 8:23)
 
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Hola Alissa,

Claro, muchas declaraciones bíblicas suelen tener varias implicaciones, pero para la idea que nos ocupa, estos tres versículos indican que Jesús, el personaje histórico, salió del Padre, y eso significa que anteriormente a su nacimiento humano existía y estaba con el Padre, aunque no con el nombre Jesús. La idea que se manifiesta en la Biblia es que la persona que estaba con el Padre es la misma que la que nació de una mujer y del espíritu santo, y que fue llamado Jesús por designación divina.

Más citas que apoyan esta idea:

Porque he descendido del cielo” (Juan 6:38)

"entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste" (Juan 17:8)

"¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba?" (Juan 6:62)

"Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera" (Juan 17:5)

Nota que en Juan 6.62 Jesús se designa como "Hijo del Hombre", llamando la atención a su naturaleza terrestre. No puede haber ninguna duda que habla de sí mismo se está refiriendo al Jesús histórico, nada que ver con una extraña encarnación de otro ser.
Aquí nuestro diálogo, estimado Usymbv, comenzaría a discurrir por terrenos filosóficos y teológicos de otro nivel, y permíteme explicar por qué:
Porque tendríamos qué cuestionarnos si un personaje histórico puede tener una existencia real fuera de la historia. O sea, fuera del espacio, del tiempo, fuera de la biología, etc.

Un personaje histórico tiene, además de historia en el sentido biográfico, un cuerpo, un sexo, una cultura, un idioma, una serie de recuerdos de su infancia, un bagaje de emociones, etc. Supongo que tú no piensas en un Jesús pre-existente poseyendo estas cosas.

Yo no considero La Palabra como "otro ser", ni creo que la Biblia intentó presentar La Palabra como otro ser.
Cuando era protestante, te confieso que al pensar en "El Verbo" pensaba en un Jesús gigantesco y transparente, con todo y túnica y barba.
Ahora más bien lo imagino como los rayos de un sol.

Creo que cuando el evangelista Juan nos pone a Jesucristo hablando de su existencia pre-terrena, lo que desea es enfatizar que La Palabra que encarnó, habitó o se manifestó en Él es eterna, y que debemos creer en el mensaje de Jesús porque proviene del Padre, no es una invención del propio Jesús.

Eso sí, de algo podemos estar seguros: Juan el evangelista deja claro que Jesús no se consideraba Dios a sí mismo, sino el Enviado de Dios. Que para Jesús, el Dios del que procedía era el Padre, y que el Padre era el Único Dios verdadero.
 
Aquí nuestro diálogo, estimado Usymbv, comenzaría a discurrir por terrenos filosóficos y teológicos de otro nivel, y permíteme explicar por qué:
Porque tendríamos qué cuestionarnos si un personaje histórico puede tener una existencia real fuera de la historia. O sea, fuera del espacio, del tiempo, fuera de la biología, etc.

Un personaje histórico tiene, además de historia en el sentido biográfico, un cuerpo, un sexo, una cultura, un idioma, una serie de recuerdos de su infancia, un bagaje de emociones, etc. Supongo que tú no piensas en un Jesús pre-existente poseyendo estas cosas.
Hola Alissa,

Si a Jesús se le quiere ver solo desde una visión puramente humana interpretada por historiadores humanos entonces estamos hablando de otra cosa. Somos creyentes, y nuestra fe traspasa conceptos y medidas humanas, y los dos creemos que los escritos del Nuevo Testamento son inspirados por Dios. Son a través de estos escritos que sabemos que antes de nacer como humano, Jesús ya existía con el Padre en la región espiritual, una región que supera absolutamente nuestra experiencia y compresión, pero no por ello negamos su existencia porque creemos en lo que nos dice Dios mediante las Sagradas Escrituras.

Así, estamos hablando del personaje Jesús según lo enseña la Biblia, donde se nos dice que en el principio estaba con el Padre. Dios es espíritu, por lo que el Hijo también sería espíritu, pero fue después de nacer de una mujer que como humano adquirió las características propias de un hombre, características que no tenía en su preexistencia en el cielo. Así que no hay ningún problema en comprender que el Jesús preexistente es el mismo que el Jesús histórico.

Yo no considero La Palabra como "otro ser", ni creo que la Biblia intentó presentar La Palabra como otro ser.
Cuando era protestante, te confieso que al pensar en "El Verbo" pensaba en un Jesús gigantesco y transparente, con todo y túnica y barba.
Ahora más bien lo imagino como los rayos de un sol.

Puedes llamarlo como consideres: rayos de sol, ente, es igual… Lo cierto es que el Logos no existe ni existió como algo separado de Jesús, sino que es la denominación bíblica atribuida a Jesús antes de su existencia humana.

Saludos
 
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Correcto, al final de su vida terrestre Jesús ya podía decir que sus discípulos no eran del mundo, pero nunca dijo que ellos fueran de arriba. Eso sólo pudo decirlo de sí mismo: “Y Jesús les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba” (Juan 8:23)
Si sus discípulos no eran del mundo, ¿de dónde eran entonces?

***

En el versículo que citas (Juan 8:23) Jesús le está hablando a sus enemigos, a los que negaban que hubiera sido enviado de Dios. Es a sus enemigos que les dice "vosotros sois de abajo", como también les dice en otro lugar que su padre es el diablo. No le está hablando a sus apóstoles.

Para los seres humanos que creen y practican la justicia, su Padre es Dios, y su ciudadanía está en el cielo (Fil 3:20). Para los que no, su padre es el diablo, y su pertenencia es a este "mundo".

Cuando Jesús dice "soy de arriba" o "soy del cielo" no se refiere a la atmósfera ni al espacio interestelar, obviamente. Se refiere a la Presencia de Dios.
El cielo es el lugar de residencia de Dios, por lo que donde está Dios, está el cielo. Por ello, el "reino de los cielos" puede estar en la Tierra, en tu recámara, en tu corazón, hoy mismo. Hay evidencias escriturísticas para esto que podemos comentar si gustas.
 
Si sus discípulos no eran del mundo, ¿de dónde eran entonces?
Hola Alissa,

Los discípulos de Jesús aunque nacieron en el mundo, espiritualmente dejaron de ser del mundo.

En el versículo que citas (Juan 8:23) Jesús le está hablando a sus enemigos, a los que negaban que hubiera sido enviado de Dios. Es a sus enemigos que les dice "vosotros sois de abajo", como también les dice en otro lugar que su padre es el diablo. No le está hablando a sus apóstoles.

¿Quién dice lo contrario?

Cuando Jesús dice "soy de arriba" o "soy del cielo" no se refiere a la atmósfera ni al espacio interestelar, obviamente. Se refiere a la Presencia de Dios.
El cielo es el lugar de residencia de Dios, por lo que donde está Dios, está el cielo. Por ello, el "reino de los cielos" puede estar en la Tierra, en tu recámara, en tu corazón, hoy mismo. Hay evidencias escriturísticas para esto que podemos comentar si gustas.

Claro, y todo aquel nacido de nuevo se hace templo del Espíritu Santo de Dios (1 Cor 6:19) Pero el origen celestial de Jesús también lo hemos de entender literalmente cuando dice:

he descendido del cielo” (Juan 6:38) Si desciende del cielo es porque allí estaba antes

"¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba?" (Juan 6:62) Después de morir y resucitar, Jesús ascendió donde estaba antes, es decir, al cielo, la región espiritual donde mora Dios y los ángeles
 
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Hola Alissa,

Los discípulos de Jesús aunque nacieron en el mundo, espiritualmente dejaron de ser del mundo.
Muy cierto. Espiritualmente dejaron de ser del mundo, y comenzaron a ser del... cielo.

"Cielo" es el término que usa Jesús para referirse a vivir en la presencia del Padre, no a un lugar de donde se parte o al que se regresa literalmente. Las palabras "descender" "ascender" son metafóricas, ¿y cómo lo sabemos?

Porque el mismo Jesús nos lo aclara cuando dice que seguía estando en el cielo. Seguía en la presencia e intimidad con el Padre.

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. (Juan 3:13).

Este versículo es un equivalente de estos otros dos:
Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo. (Mat 11:27)
En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros (Juan 14:20)

Jesús animaba a sus apóstoles a que permanecieran fieles y firmes porque ya no lo verían físicamente, pero Él estaría siempre en la presencia del Padre: ya no como un enviado, sino como un triunfador. "Regresaría" a rendirle buenas cuentas a quien lo comisionó.

Otra prueba de que la presencia del Padre o "cielo" no es un lugar físico, es que Jesús promete estar en donde estén sus discípulos:


Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mat 18:20)
y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. (Mat 28:20)

¿Quién dice lo contrario?
Quizá no te entendí, perdóname. Pensé que interpretabas "vosotros sois de abajo" en el sentido en que todos los seres humanos somos de abajo. Por eso aclaré que quienes "son de abajo" son los enemigos de Cristo.
 
Última edición:
Es sabido que en el ámbito religioso hay bastantes hombres (y algunas mujeres) que aspiran a ser reconocidos como elegidos por Dios, bien calificándose como profetas, vicarios, patriarcas, o representantes, conductos o portavoces de Dios, etc., incluso como manifestaciones directas de Dios. Estas personas pretenden convencer de que es la voluntad de Dios que los escuchemos y sigamos las enseñanzas que Dios transmite a través de ellos, algo que, de hacerlo, nos convertiría en sus seguidores.

Por esta razón, y aunque parezca obvio en un foro cristiano, de vez en cuando es bueno y necesario recordar de Quién debemos ser seguidores ¿Es la voluntad de Dios que sigamos a Jesús, o a algún otro hombre? La respuesta a esta pregunta solo la podemos obtener, no acudiendo a fuentes humanas, sino dejando que hable la palabra de Dios, la que está acreditada y reconocida entre nosotros.

Así, cuando leemos la Biblia de principio a fin, podemos descubrir que…

Sólo Jesús es el Hijo unigénito de Dios

Sólo Jesús es el Mediador que nos reconcilia con Dios

Sólo Jesús es nuestro Salvador

Sólo Jesús es el Camino vivo que lleva al Padre

Sólo Jesús es la Verdad y la Palabra de Dios

Sólo Jesús es la resurrección y la Vida

Sólo Jesús es nuestro Señor

Sólo Jesús es la Luz que puede iluminar nuestras vidas

Sólo Jesús es el Buen Pastor

Sólo Jesús es el Cabeza de la Iglesia

Esta es la conclusión que podemos obtener si dejamos que la palabra de Dios nos hable, y por eso, se hace necesario aportar y examinar la evidencia bíblica que apunta a dicha conclusión: Lo que se dijo sobre Jesús en el Antiguo Testamento, lo que enseñan los cuatro evangelios sobre la vida y enseñanzas de Jesús, además de los comentarios inspirados de sus apóstoles y discípulos, que tenemos disponibles en el resto del Nuevo Testamento; y quizás por último, lo que puedan decir los primeros cristianos. Esta es la intención de este tema.

Por supuesto, todos los creyentes están invitados a participar en esta consideración bíblica, que deseo que sirva para fortalecer nuestra fe y determinación en ser seguidores de Jesús, y solo de Jesús.
Las tres solas
  • Sola scriptura ("solo por las Escrituras")
  • Sola fide ("solo por fe")
  • Sola gratia ("solo por gracia")
 
"Cielo" es el término que usa Jesús para referirse a vivir en la presencia del Padre, no a un lugar de donde se parte o al que se regresa literalmente. Las palabras "descender" "ascender" son metafóricas, ¿y cómo lo sabemos?

Porque el mismo Jesús nos lo aclara cuando dice que seguía estando en el cielo. Seguía en la presencia e intimidad con el Padre.

Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. (Juan 3:13).
Hola Alissa,

Si miras la nota de Juan 3:13 verás que va acompañado de la siguiente aclaración: “Muchos mss. antiguos no incluyen: que está en el cielo”.

Por eso, muchas de las traducciones modernas omiten la última expresión, como la Reina Valera Actualizada que lo traduce así:

Nadie ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre

De esta manera se entiende mejor, y por supuesto, no permite apoyar la idea de que Jesús estaba refiriéndose a un cielo metafórico. Cuando Jesús habla de bajar o ascender al cielo, está hablando de la región celestial donde están Dios y los ángeles.

Otra prueba de que la presencia del Padre o "cielo" no es un lugar físico, es que Jesús promete estar en donde estén sus discípulos:

Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mat 18:20) y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. (Mat 28:20)
Claro, pero estos versículos no hablan de cielo, sino de la presencia de Jesús ¿Y de qué modo está Jesús con sus discípulos? Mediante su espíritu, tal como se aclara en varios lugares, como en Romanos 8:9

Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él
 
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Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre” (1 Timoteo 2:5)​

Cuando Dios creó a Adán, este disfrutaba de una relación familiar con su Creador, una relación de padre e hijo, donde Dios, desde su derecho soberano, exigía y esperaba de Adán completa obediencia a sus mandamientos. Pero en el momento que Adán y Eva pecaron contra Dios, se rompió su comunión con Él. A partir de entonces, todos los descendientes de Adán hemos heredado y practicado el pecado, lo que nos hace estar alejados de Dios.

Pero Dios ama a la humanidad y por eso siempre quiso reconciliarnos con Él ¿Pero cómo? Su intachable justicia y su inmaculada santidad Le impiden tener comunión con pecadores; pero por otra parte, la humanidad fue vendida al pecado, no por elección propia, sino por la conducta transgresora del primer hombre. Dios ama a la humanidad, pero exige santidad de sus criaturas; a su vez, la humanidad necesita reconciliarse con Dios, pero por sí misma le es imposible cumplir Sus justas exigencias.

Mediador.jpg
Se hizo necesario la intervención de un Mediador, un mediador que pudiera reconciliar a la humanidad con Dios; y para ello, este mediador debía estar tan allegado y familiarizado con ambas partes que le permitiera comprender con exactitud las demandas y necesidades que debían ser satisfechas; debía estar en plena comunión con Dios, a la vez que estar muy familiarizado con la humanidad; y este doble requisito sólo se cumpliría en una persona: Jesucristo, el único que puede llamarse tanto “Hijo de Dios” (Jn 3:18) como “Hijo del hombre” (Mt 8:20) En efecto, nadie tiene tan estrecha comunión con Dios como Jesucristo, el Hijo unigénito que “estaba en el principio con Dios” (Jn 1:1-2), “en el seno del Padre” (Jn 1:18); pero que también sabe lo que es ser y vivir como hombre; y como nació “de mujer” (Gál 4:4) pudo referirse a sí mismo como “Hijo del hombre” (Mt 8:20); es decir, Hijo de la humanidad; y eso le hizo experimentar en primera persona todo tipo de circunstancias, necesidades y presiones humanas; como dice Pablo: “se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y hallado en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte” (Flp 2:7-8)
 
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Mediador como Sumo Sacerdote

La importancia y alcance de Jesús como mediador entre Dios y la humanidad se aprecia más cuando se considera su función como Sumo Sacerdote. En el antiguo Israel los sumos sacerdotes ejercían la máxima representación entre Dios y el pueblo. La principal función del sumo sacerdote era presentar sacrificios para expiar los pecados de todo el pueblo: “Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres, es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente también ofrendas y sacrificios por los pecados” (Heb 5:1); esto era así especialmente cuando entraba en “el Lugar Santísimo” (Heb 9:3) para hacer “expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado” (Éx 30:10).

No obstante, estos sacerdotes fueron una representación del “gran sumo sacerdote”, “Jesús el Hijo de Dios” (Heb 4:14). A diferencia de aquellos sumos sacerdotes, Jesús no ofició en un santuario terrestre, “sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios” (Heb 9:24); no ofreció la “sangre de machos cabríos ni de becerros, sino su propia sangre” (Heb 9:12); no ofreció sacrificios muchas veces, sino que “se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado” (Heb 9:26); y puesto que “permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (Heb 7:24-25).

La idoneidad de Jesús como sumo sacerdote se sigue apreciando al considerar que, a diferencia de los otros sacerdotes, Jesús no conoció ni “cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca” (1 Pe 2:22); por eso “convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores” (Heb 7:26); y por eso pudo presentarse ante el Padre e interceder por nosotros. Lo maravilloso es que a pesar de su inmaculada santidad, tenemos a un sumo sacerdote que, por vivir como hombre, alcanzó una personal comprensión de nuestra situación humana, y eso hace que nos considere con actitud misericordiosa: “Por eso era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo. Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados” (Heb 2:17-18). “Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos” (Heb 4:15-16) ¡Nadie como Jesús para interceder entre Dios y los hombres!
 
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Hola Alissa,

Si miras la nota de Juan 3:13 verás que va acompañado de la siguiente aclaración: “Muchos mss. antiguos no incluyen: que está en el cielo”.

Por eso, muchas de las traducciones modernas omiten la última expresión, como la Reina Valera Actualizada que lo traduce así:

Nadie ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre

De esta manera se entiende mejor, y por supuesto, no permite apoyar la idea de que Jesús estaba refiriéndose a un cielo metafórico. Cuando Jesús habla de bajar o ascender al cielo, está hablando de la región celestial donde están Dios y los ángeles.
Perdona no haber contestado tu comentario, mi amigo.
Gracias por señalar este posible agregado al texto original.
Sigo pensando que es más apropiado considerar el “cielo” como un concepto que como un “lugar” o “región”… más apropiado porque Dios no está sujeto al tejido espacio-tiempo en que existen los planetas y otros objetos de universo. Dios no puede ser el “habitante” de una región o de un periodo de tiempo.

Por ejemplo, si Dios estuviera en un “lugar” desde donde Jesucristo hubiera descendido, y a donde ascendería, no tendría sentido que Jesús dijera, durante su ministerio, que está en el Padre y el Padre está en Él.
 
Perdona no haber contestado tu comentario, mi amigo.
Gracias por señalar este posible agregado al texto original.
Sigo pensando que es más apropiado considerar el “cielo” como un concepto que como un “lugar” o “región”… más apropiado porque Dios no está sujeto al tejido espacio-tiempo en que existen los planetas y otros objetos de universo. Dios no puede ser el “habitante” de una región o de un periodo de tiempo.

Por ejemplo, si Dios estuviera en un “lugar” desde donde Jesucristo hubiera descendido, y a donde ascendería, no tendría sentido que Jesús dijera, durante su ministerio, que está en el Padre y el Padre está en Él.
"...dígnate oír tú mismo desde los cielos, el lugar establecido de tu morada..." 1Re. 8 : 39.

"Esto es lo que dice Jehová:
Los cielos son mi trono y la tierra es el banquillo para mis pies..."

"Desde su lugar de residencia
observa a los habitantes de la tierra." Sal. 33: 14.

"Mira hacia abajo desde el cielo y observa
 desde tu elevada morada de santidad
y gloria. Isa. 63: 15.

"...se pusieron de pie y bendijeron al pueblo; y a su voz se le concedió ser oída, de manera que su oración llegó a la santa morada de él, los cielos" 2 Cro. 30; 27.

Quiero créer mi estimado, que con estos textos no te quepa dudas del lugar de recidencial Del Omnipotente.

Él trasciende el espacio tiempo.

Dios estába con Jesús en el espíritu.
 
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