Re: ¿Se deben pagar los diezmos?
He conversado con algunas personas sobre este tema y ciertamente, las escrituras griegas cristianas no fomenta esta practica que fue dada al pueblo de Israel que se encontraba bajo la ley, de hecho, en ningún momento se les ordenó a los cristianos del primer siglo que pagasen diezmos. Bajo la Ley, el propósito principal había sido apoyar el templo de Israel y su sacerdocio. Por consiguiente, la obligación de pagar el diezmo cesaría cuando el pacto de la ley mosaica finalizase, al llegar a su fin con la muerte de Cristo. Es cierto que los sacerdotes levíticos continuaron sirviendo en el templo de Jerusalén hasta que fue destruido en el año 70 E.C., pero desde 33 E.C. los cristianos llegaron a ser parte de un sacerdocio espiritual nuevo, un sacerdocio que no necesitaba diezmos. (Ro 6:14)
Saludos, leyendo todo el Nuevo Testamento no he podido encontrar ningún ejemplo que los apóstoles indiquen que se deben pagar los diezmos, ¿alguien me pude indicar en que parte del Nuevo Testamento de la Biblia lo indica? Lo pregunto, ya que son muchos los pastores que lo enseñan, y ciertamente en el nuevo pacto no lo encuentro, excepto el tema de de las ofrendas, que es voluntario.
He conversado con algunas personas sobre este tema y ciertamente, las escrituras griegas cristianas no fomenta esta practica que fue dada al pueblo de Israel que se encontraba bajo la ley, de hecho, en ningún momento se les ordenó a los cristianos del primer siglo que pagasen diezmos. Bajo la Ley, el propósito principal había sido apoyar el templo de Israel y su sacerdocio. Por consiguiente, la obligación de pagar el diezmo cesaría cuando el pacto de la ley mosaica finalizase, al llegar a su fin con la muerte de Cristo. Es cierto que los sacerdotes levíticos continuaron sirviendo en el templo de Jerusalén hasta que fue destruido en el año 70 E.C., pero desde 33 E.C. los cristianos llegaron a ser parte de un sacerdocio espiritual nuevo, un sacerdocio que no necesitaba diezmos. (Ro 6:14)
A los cristianos se les animaba a apoyar el ministerio, tanto mediante su propia actividad ministerial como mediante sus contribuciones materiales. En vez de dar cantidades fijas para sufragar los gastos de la congregación, habían de contribuir ‘según lo que tenía la persona’, dando ‘como lo había resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre’. (2Co 8:12; 9:7.)
Saludos
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