Sobre el adventismo del septimo día, encontramos en la web:
http://www.graciasoberana.com/
http://archivospurgeon.com/archivo_tnp/index.htm (La Teología del nuevo pacto)
http://archivospurgeon.com/archivo_tnp/adventismo_indice.htm
La Teología del Pacto
Del libro: El Adventismo del Séptimo Día
Por D.M. Canright
Primera Parte:
El Sábado en el Antiguo Testamento:
Texto II
ABRAHAM GUARDÓ EL SÁBADO
GENESIS 26:5
"Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Abraham guardó los mandamientos y las leyes de Dios. Esto se refiere a los diez mandamientos, por tanto guardó el sábado. 1. Asumen que la substancia del argumento está probada, vale decir, que se refiere a los mandamientos. 2. Esto ocurrió 430 años antes de haberse dado el decálogo. Gálatas 3:16, 17. ¿Cómo podía observarse aquello que todavía no habla sido dado? 3. Todo cuanto Dios decretó en cualquier oportunidad constituye parte de sus mandamientos, y esto variaría según las circunstancias. Lo que Moisés demandó es llamado el mandamiento de Dios. Deuteronomio 28:1, 15. Pablo dice: "... reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor." 1 Corintios 14:37. "... sacrificaremos a Jehová, nuestro Dios, como él nos dirá." Exodo 8:27. Las órdenes impartidas por el Señor a Noé tocantes al arca eran mandatos de Dios Génesis 6:22. Circuncidar era uno de los mandatos de Dios para Abraham, mandato que éste observó. Génesis 21:4. Así Abraham obedeció todo cuanto Dios le ordenó. Por tanto este texto no se refiere ni a los diez mandamientos ni al sábado.
***
Texto III
EL SÁBADO FUE OBSERVADO EN EL DESIERTO
EXODO 16:23-30
"Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová: * . . hoy es sábado de Jehová. .. salieron en el séptimo día... el séptimo día es sábado, ... Jehová os dió el sábado, ... Así el pueblo reposó el séptimo día."
Es aquí en donde por primera vez aparece ordenada la observancia del sábado, lo cual nos muestra que ésta fue una cosa nueva para los Israelitas. Los siguientes hechos lo aclaran: La liberación de los Israelitas del dominio de Egipto marcó una nueva época en la historia de Israel. Este hecho es prominente a través de toda la Biblia. Con tal motivo se les dio un nuevo año y un nuevo principio de meses, (Ex. 12:2), por lo cual es muy probable que pudo haberles dado Dios un nuevo sábado, o que se los dio por vez primera. Cuando menos la relación de su observancia por vez primera, muestra que no era costumbre entre ellos guardar el sábado.
El versículo 30 da la conclusión de todo el asunto, es decir: Por esta razón comenzó Israel aquí a reposar el séptimo día. Hay otros pasajes que armonizan con esta Idea. Comp. Neh. 9:13, 14, - "Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y dísteles juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos: Y notificásteles el sábado tuyo santo..." Ez. 20:10-12: "Saquélos pues de la tierra de Egipto, y trájelos al desierto; Y díles mis ordenanzas, y declaréles mis derechos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá en ellos. Y diles también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico." ¿Cuándo les dio Dios el sábado? Cuando los sacó de la esclavitud. ¿Dónde? En el desierto en el monte Sinaí. ¿Para qué? Para que fuese una señal entre Dios y ellos.
Estos pasajes no dicen que Dios reposó el sábado, sino que les dio el sábado, lo que implica el acto de entregarles lo que antes no tenían. Muestran por lo mismo que la observancia de ese día fue para ellos, y sólo para ellos, una cosa nueva. Véase Deut. 5:15, el cual declara que el séptimo día debe ser observado como un memoria¡ de la liberación de Egipto: "Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día del sábado." Ahora preguntamos ¿A nosotros se nos ha librado de la tierra de Egipto? Si no es así ninguna relación tiene con nosotros tal texto.
Texto IV
EL DECÁLOGO ES LA LEY PERFECTA
EXODO 20:1-17
"Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. No tendrás dioses ajenos delante de mí."
No te harás imagen,... No te inclinarás a ellas, ... No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; ... Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas: ... Honra a tu padre y a tu madre, ... No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo."
He aquí el decálogo, el cual, según dicen los adventistas, es "la suprema ley moral y espiritual, que gobierna a los ángeles en el cielo; que rige a todos los hombres, en todos los siglos, en el mundo actual y en el venidero; que abarca todos los deberes del hombre, de los cuales ninguno puede dejarse de cumplir sin violarla, y que al mismo tiempo prescribe toda virtud" El Espíritu de la Profecía. Sra. White Vol. I, pág. 261, y Perfection of The Ten Commandements, pág. 4. Estas pretensiones son infundadas y extravagantes. Tan sólo el deseo de sostener el séptimo día, ha conducido a los adventistas a ocupar esta posición tan falsa acerca del decálogo; pues en realidad es extraño que siendo éste tan importante, hayan pasado dos mil quinientos años, como la mitad de la historia del mundo, antes de que hubiese sido dado en el Sinaí.
Examinémoslo. En Deut. 9:10, Moisés dice: "y dióme Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito conforme a todas las palabras que os habló Jehová en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea." Esto es muy decisivo para evadirlo, pues sin duda todo lo que Dios habló fue parte del decálogo. He aquí las primeras palabras: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. No tendrás dioses ajenos delante de mi" Ex. 20:2,1 "Son muy importantes, fueron pronunciadas por los labios de Dios desde el cielo, escritas por su dedo, grabadas en piedras y puestas dentro del arca." Ahora veamos cualquier cuadro en que los adventistas tienen grabada lo que llaman "ley de Dios". ¿Se encuentran allí estas palabras? No. ¿Por qué han sido quitadas? Sencillamente porque derrumban la falsa teoría que ellos sostienen acerca de esa Ley. Pretenden que es obligatoria a los ángeles, pero ¿cómo sonarán a los ángeles las palabras: "Te saqué de la tierra de Egipto de casa de siervos"? ¿Los ángeles estuvieron esclavizados en Egipto? ¿No les parecería extraño a Gabriel y a los serafines, que se les dijera que habían sido esclavos en aquel país? Por otra parte, sostienen que el decálogo rige a todos los hombres de todos los siglos. Bien, ¿qué pensarían de esto Abraham, Isaac, Jacob, Adam, Enoc y Noé, si se les leyesen las mismas palabras? Leédselas también a cualquier miembro del actual Congreso Federal de nuestra nación, y sin duda juzgará que habéis perdido el juicio por lo extravagante de la Idea, pues no hay dificultad en asegurar que ninguno de ellos fue esclavo en la tierra de Egipto. Entonces ¿a quién son aplicables estas palabras? Solamente a los judíos como nación, y a nadie más.
Los adventistas del séptimo día aseguran que el precepto del sábado es el único que menciona quién dio el decálogo: "Además de este precepto, (el sábado), no hay nada en el decálogo que muestre por autoridad de quién fue dada la ley". Sra. White en Great Controvérsy, pág. 284. Esto no es verdad, pues las palabras introductorias dicen que lo dio Dios, quién los sacó de Egipto. Aquí vemos el nombre, firma y sello de esa ley en sus primeras palabras. Dios se muestra en ella como su Libertador, más bien que como su Creador, y la obediencia del pueblo a sus mandamientos se funda en este hecho. Nótese cuán claro es esto: "Te saqué de la tierra de Egipto", por lo tanto obrarás de este y de aquel modo. Se habla de Egipto, no de Edén. En la copia del decálogo tal como se halla en Deut. 5:6-2p no se hace ninguna referencia a la creación; por el contrario, la liberación es muy prominente.---Tratar de interpretar este pasaje más allá de los límites de su Introducción, es violar las reglas de la sana crítica."
¡Qué extraño sería el que al dar un documento importante se pusieran el nombre y la firma del autor a la mitad de él, como pretenden los adventistas que hizo Dios al dar el decálogo! En la actualidad se firma al fin de los documentos, pero antiguamente, y con especialidad entre los hebreos, esto se hacía al principio, en la primera oración del documento. Comp. Esd. 7:12, "Artajerjes, rey de los reyes, a Esdras, sacerdote; "Isa. 1:1, "Visión de Isaías hijo de Amoz;" Jer. 1:1, "Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías... ;" Rom. 1:1, "Pablo, siervo de Jesucristo... ;" Sant. 1:1, "Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesucristo... ;" la. Ped. 1:1, ---Pedro, apóstol de Jesucristo..."; y así, en toda la Biblia, el nombre y autoridad son dadas al principio y luego sigue el cuerpo del documento. De acuerdo con esto Dios, al dar el decálogo, primero anuncia su nombre: ---Jehová tu Dios" y su poder: "que te saqué de la tierra de Egipto."
Tomemos, no obstante, el mandamiento del sábado: Encontramos que en el séptimo día no deben trabajar "ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas." Ex. 20:10. ¡He aquí órdenes dadas a los ángeles en el cielo! ¿Qué pensáis? Se les habla de hijos, hijas, y "mujer del prójimo" (v. 17), cuando---ni se casan ni se dan en matrimonio". Se les habla también de bestias, bueyes, asnos etc. ¿Qué en el cielo poseen los ángeles bestias, y allí trabajan los bueyes y los asnos? También se mencionan siervo y criada, esto es, los esclavos que entonces poseían los hebreos. Esto se ve claramente en el décimo mandamiento v. 17: "No codiciarás. . ni... siervo, ni... criada, ni... buey, ni ... asno ... de tu prójimo". Todos estos eran de su propiedad. Pero ¿los ángeles tienen esclavos? ¿Los tuvo Adam en el Edén? ¿Los tendrán los redimidos en la vida futura? ¡Qué disparate resulta de aplicar esta ley a los ángeles, al Edén, o al cielo! Esta fraseología es aplicable especial y únicamente a las condiciones sociales de los judíos como nación en la tierra de Canaán, y a nadie más.
Por otra parte, en el mismo mandamiento también se habla de "tu extranjero que está dentro de tus puertas," v. 10. Todo mundo sabe que extranjero entre los israelitas era el gentil. "Dentro de tus puertas" era una expresión común que da a entender: En vuestras ciudades, o viviendo en tu país. Las poblaciones estaban amuralladas, y a ellas se entraba por ciertas puertas. Comp. Gén. 23:10, "respondió Ephrón Heteo a Abraham, en oídos de los hijos de Heth, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad..." Deut. 16:18, "Jueces y alcaldes te pondrás en todas tus ciudades, (heb. puertas)..." A esta costumbre de los judíos es a la que se refiere este mandamiento, y no solamente a las personas que están radicadas en la casa o hacienda de cada quien, o de paso en ellas, como arguyen los adventistas. Esto muestra que el decálogo fue una ley nacional, dada con el fin de que cada una de sus partes se adaptase a determinadas circunstancias de los hebreos en aquel tiempo.
El quinto mandamiento hace referencia a la promesa de vivir "en la tierra que Jehová tu Dios te da," la cual fue, sin duda, la tierra de Canaán. El noveno dice: "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio." Ex. 20:16. Este no habla de la mentira en general, sino solamente del juramento falso contra un prójimo ante los tribunales. V. Deut. 19: 15-19. Un hombre podría haber dicho cien mentiras de las cuales ninguna fuera falso testimonio contra el prójimo, si el mandamiento contra la mentira no se hallara en Lev. 19:11: "no engañaréis, ni mentiréis ninguno a su prójimo" el cual es un precepto moral mucho más amplio que el noveno mandamiento.
Cada principio contenido en el decálogo se halla también una y otra vez asentado, sea en las mismas palabras o en otras parecidas en la ley de Moisés. Así, por ejemplo, Lev. 19, repite cada uno de los principios morales que se hallan en el decálogo y, además, menciona otros muchos que no se encuentran en aquel. En qué equivocación se cae entonces al dar al decálogo el nombre de "ley moral" y al resto el de "ley ceremonial" cuando ambas son de la misma naturaleza, siendo el primero solamente formado de los preceptos representativos de la ley mosaica.
Pero el argumento presentado como principal para defender la superioridad de los diez mandamientos, es que estos fueron pronunciados por la voz de Dios, escritos en piedras por su dedo, y colocados dentro del arca; mientras que el resto de la ley fue escrito por la mano de Moisés en un libro, el cual fue puesto a un lado del arca. Por esto preguntan: ¿Por qué estos mandamientos fueron escogidos y dados de tal manera, si no fue para exaltarlos sobre todos los demás? La respuesta es sencilla. Según una costumbre de aquellos tiempos, cualquier pacto o contrato solemne era cerrado eligiendo algún objeto como prueba o testimonio de él. Así Jacob erigió una piedra como prueba de su voto a Dios, Gén. 31:48; y Abraham separó siete corderas como un "testimonio" de su convenio con Abimelec, Gén. 21:27-30.
De igual manera, cuando el pacto solemne fue verificado entre Dios e Israel en Sinaí, el Señor les dio las tablas de piedra para que las guardaran como una prueba, o "testimonio" de aquel convenio. Por esta causa son llamadas tablas del testimonio," esto es, pruebas del pacto, Ex. 31:18. Comp. Núm. 1:53 "tabernáculo del testimonio"; 17: 7. De consiguiente estas tablas de piedra contenían sólo algunos de los principales artículos de aquella ley, los cuales debieron ser conservados como una prueba del pacto que Israel hizo de observarla. Evidentemente esta es la razón por la que el decálogo fue dado de ese modo, y no porque él era toda la ley perfecta y eterna de por sí.
Manifiestamente habría sido imposible llevar la ley por todas partes, si toda ella hubiese sido escrita en piedras; por esto unas cuantas palabras sacadas de ella fueron seleccionadas y puestas en piedras para guardarlas como un testimonio del pacto aquel. Repetimos que la razón por la que Dios lo hizo así no fue porque allí estuviese la ley completa y perfecta, sino para impresionar las mentes de los hebreos de manera que no pudiesen olvidarla. Dios mismo dice exactamente esto en Deut. 4:10 "Júntame el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra..." ¡Cuánto más simples y manifiestas son estas razones que las inventadas por los sabatistas!
Dicen, por fin, que los diez mandamientos son "la ley perfecta" que "condena todo pecado posible y prescribe toda posible virtud." Perfection of The Ten Commandentents, pág. 4. Pero todo esto no es más que una suposición contraria a la verdad. Probemos. ¿Cuál de los diez mandamientos condena el orgullo, la jactancia, la embriaguez, la Ingratitud, el amor a los placeres, la Ira, las conversaciones obscenas, la impaciencia, la discordia, el egoísmo y otros semejantes? ¿Cuál de ellos nos ordena alimentar a los hambrientos, visitar a los enfermos, socorrer a los huérfanos y a las viudas, sufrir con paciencia y ser benévolos, mansos templados, u orar, arrepentirnos, asistir a los cultos, perdonar las injurias, etc.? Ciertamente que ninguno, pues el decálogo no fue dado con tal propósito; su naturaleza fue solamente prohibitiva. El hombre que se concreta a no hacer nada malo, quien sólo evita el crimen, guarda esa ley, pues el decálogo no exige nada, sino evitar el crimen. Pero la ley de Dios mediante la cual el cristiano debe vivir, le obliga a evitar esto y a hacer mucho más. El debe amar a Dios, amar a su prójimo, amar a sus enemigos, y mostrar ese amor con la actividad en toda buena obra y la consagración de todas sus energías a su Salvador.
En fin, nunca se dice en las Sagradas Escrituras que el decálogo solo sea la ley de Dios, ni la ley del Señor, ni la ley perfecta; ni tampoco se dice que por él serán juzgados los cristianos, o que a él están obligados.
Texto V
EL SABADO ES PERPETUO
EXODO 31:16, 17
"Guardarán, pues, el sábado Tus hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo: Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó."
Aquí los sabatistas encuentran tres expresiones de las cuales arguyen que el sábado nunca puede acabar. 1. "Por sus edades" (o generaciones). 2. "Perpetuo" 3. "Para siempre." Preguntan: ¿Lo que es perpetuo y para siempre cuándo terminará?
Realmente si este argumento fuera verdadero, perpetuaría no sólo el sábado, sino también toda la ley levítica, la circuncisión, la pascua, el sacerdocio, etc. Comp. Ex. 12:14; 30:8; 29:42; 30:10, 21; 40:15; Lev. 6:18; 3:17; 7:36; 23:14, 21, 41; 24:3; Núm. 10:8; 15:38, etc.
¿Observan todos estos ritos los adventistas? No sabemos explicar por qué no lo hacen, pues los términos: "perpetuo" "para siempre" "por todas las edades" (o generaciones) son tan aplicables en todos estos casos, cuyas ordenanzas cesaron, como en el del sábado. En esto concuerdan los adventistas con nosotros. En cambio, ninguno de estos términos es aplicable a las leyes o deberes morales. ¿Acaso se lee alguna vez: "No matarás por todas tus edades," o "será un estatuto perpetuo que no robarás," o "para siempre no tendrás otros dioses"? De aquí concluimos que el sábado iba a cesar con todas las demás ordenanzas judaicas.
Si se pretende aún que este pasaje obliga a la observancia del sábado, diremos que entonces los cristianos gentiles deben de principiar por hacerse israelitas, pues en él se dice que "guardarán el sábado los hijos de Israel", y la señal es para "los hijos de Israel". Todo el mundo sabe cuál es el rito de iniciación de los judíos, éste es requerido antes que la observancia del sábado. ¿Se han circuncidado ya los adventistas? Si no lo han hecho así, o son inconsecuentes consigo mismos, o con su proceder prueban que creen tanto en la perpetuidad del sábado como en la. de los demás ritos legales, y, por lo tanto, nos conceden completamente la razón.
Texto VI
LOS SÁBADOS ANUALES
LEVITICO 23
Léase atentamente todo este capítulo, y compruébese cada una de las aserciones del autor.
Dice el Pbro. Andrews en su "Historia del Sábado". "Había siete sábados anuales," y en seguida menciona los días de fiesta judíos: Pentecostés, la expiación, los tabernáculos, etc., y en su apoyo cita este capítulo. Es verdad que en nuestra versión española de Reina-Valera la palabra sábado se aplica a cuatro de estas fiestas, (véanse vs. 24, 32, 39), pero si consultarnos la Versión de los Setenta, hallamos que la palabra sábbaton, que se traduce sábado, no aparece sino una sola vez en el v. 32, la palabra que se encuentra en este lugar en la Biblia hebrea es shabbath; en cambio en los demás lugares alegados las palabras son en hebreo shabbatlon, en griego arápausis, las cuales en nuestro idioma se traducen cesación o reposo.
Hemos visto, pues, que con excepción de los sábados semanales y el dia de la expiación, nunca se da el nombre de sábado a las demás fiestas del año. Es, por lo tanto, impropio hablar de sábados anuales, y menos fundado es decir que estos son siete. Lo propio es hablar de ellos corno de los días de fiestas solemnes. Aún el Pbro. Andrews confiesa que "los sábados anuales formaron parte de estas fiestas, los cuales no pudieron existir, sino hasta después de que éstas fueron instituidas". Historia del Sábado, pág. 86. De aquí que el término sábados debe aplicarse únicamente y de un modo exclusivo a los descansos semanales durante el año, aunque en él existan o no otros días especiales de reposo.
Texto VII
EL SÁBADO EXALTADO
LEVITICO 23:38
"Además de los sábados de Jehová."
Se arguye que aquí separa el Señor los sábados de las demás fiestas anuales, mostrando así que el sábado es de distinta naturaleza, y citan así el pasaje: "Estas son las fiestas solemnes de Jehová... además de los sábados de Je1nová." Pero léase todo el pasaje contenido en los vs. 37 y 38. ¿Qué encontramos? Que no sólo el sábado, sino también los dones, los votos y las ofrendas son mencionados en el mismo versículo. Realmente la idea es esta: Los dones, los votos y las ofrendas ocurren semanal o diariamente, mientras que los demás días de fiesta y de ofrendas especiales acontecen una sola vez en determinadas ocasiones. Así, pues, cuando estas ofrendas y días de fiesta especiales ocurren al mismo tiempo que los servicios diarios o semanales, estos no deben omitirse para dar lugar a los otros, sino que deben celebrarse además de todos aquellos. Cualquiera puede ver que este es el simple significado de las palabras de estos versículos. La idea no es distinguir al sábado de las otras fiestas, sino más bien la de añadir estas juntamente a los servicios de los sábados o a los de las ofrendas diarias.
TEXTO VIII
LAS DOS LEYES
DEUTERONOMIO 31:24-26
"Y como acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse. Mandó Moisés a los Levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, diciendo: Tomad este libro de la ley, y ponedio al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti."
Como vimos en los párrafos referentes al texto cuarto, los adventistas hacen una curiosa distinción entre el decálogo y el resto de la ley mosaica. Llaman al primero "ley moral", y al resto "ley ceremonial." De este modo dice el Pbro. Smith que "la ley moral fue pronunciada por Dios desde el Sinaí con su propia voz, y escrita dos veces por su dedo en tablas de piedra," "fue depositada dentro del arca" y "se refiere sólo a deberes morales." Por lo que se ve alude a los diez mandamientos, ni más, ni menos. Por otra parte, "la ley ceremonial fue comunicada a Moisés privadamente y escrita por éste en un libro," (Deut. 31:9), "el cual fue colocado al lado del arca." Deut. 31:26. Sinopsis de la Verdad Presente, pág. 266.
Por esto aseguran que lo que no se encuentra en el decálogo, lo cual fue escrito por Moisés, es completamente ceremonial, El decálogo estuvo dentro del arca, y el libro de la ley a un lado de ella. Preguntamos: ¿Qué contenía el libro de la ley? La respuesta es muy sencilla: Contenía los cinco libros de Moisés: Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio. La prueba de ello la encontramos en muchos pasajes de los cuales citamos los siguientes: 2 Rey. 14:6 cita Deut. 24:16, como "el libro de la ley de Moisés"; 2 Crón. 35:12, cita Lev. 3:3, "en el libro de Moisés"; Esd. 6:18, cita Núm. 3:6, "en el libro de Moisés"; Jos. 8:31, cita Ex. 20: 25 "en el libro de la ley de Moisés"; 1 Cor. 14:34 cita Gén. 3:16, como "la ley". El Dr. Scott comentando Deut. 31:26 dice: "Parece que este libro era una copia auténtica y correcta de los cinco libros de Moisés."
Vemos que lo que los adventistas llaman la ley ceremonial contiene gran número de preceptos puramente morales como el decálogo. Léanse los siguientes: Ex. 22:21, 22: "Al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis." 23:2: "No seguirás a los muchos para mal hacer; ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios." Lev. 19:2, 16, 18: "Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios." "No te pondrás contra la sangre de tu prójimo". "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Deut. 16:19: "No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos." 18:13: "Perfecto serás con Jehová, tu Dios." ¿Estos mandamientos deben ser clasificados como ceremoniales tan sólo porque Dios no los escribió en piedras, sino que los dio a Moisés para que los escribiese en un libro? Seguramente no. De modo que la naturaleza de un precepto no debemos determinarla por el medio en que éste fue dado, pues Dios los dio en distintas ocasiones corno mejor le plugo.
El siguiente pasaje arruina por completo la teoría adventista de las dos leyes: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley? Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas" Mat. 22:36-40.
Nótese. L Que estos dos mandamientos estuvieron en "la ley". 2. Que ninguno de ellos está en el decálogo. 3. Que ambos se encuentran en lo que los adventistas denominan "ley ceremonial." (Deut. 05; Lev 19: 18). 4. Que ninguno de los dos fue hablado por Dios, ni escrito por él, ni grabado en piedras, ni colocado dentro del arca; sino que ambos fueron dictados por Dios a Moisés privadamente, quien los escribió en un libro, y fueron colocados a un lado del arca. 5. Que estos dos preceptos son los más importantes de todos. Jesús dijo respecto al primero: "El primer mandamiento de todos es," y de los dos: "No hay otro mandamiento mayor que estos" (Mare. 12:29, 31). 6. Que de estos dos mandamientos depende toda la ley. De consiguiente, los dos mandamientos más importantes se encuentran en el "libro de la ley", no en las tablas de piedra. Esto, como dijimos, destruye totalmente el argumento en favor de las dos leyes, y muestra que el mero hecho de que los diez mandamientos fueron pronunciados por Dios, escritos en piedras y colocados dentro del arca, no es prueba de que son superiores a los dados por medio de Moisés en el "libro de la ley."
TEXTO IX
LAS DOS LEYES
2 REYES 21:8
"...con tal que guarden y hagan conforme a todas las cosas que yo les he mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó"
Con este pasaje pretenden también sostener la teoría de las dos leyes; Dicen que muestra que una fue dada por Dios, el decálogo; la otra por Moisés. A esto respondemos con Mat. 22:30-40 y los argumentos referidos en la última parte del texto anterior ya examinado.
Por ora parte, la cuestión sobre este texto es muy sencilla. La enunciación es incoherente, eso es todo. Léase el mismo texto en 2 Crónicas 33:8: " ... a condición que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, estatutos, y ordenanzas, por mano de Moisés." La cosa en este lugar está demasiado clara; Dios les dio todo por mano de Moisés. Comp. Neh, 8:14: "Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés,..."
TEXTO X
EL SÁBADO PARA MIL GENERACIONES
1 CRONICAS 16:15-18
"Haced memoria de su alianza perpetuamente, Y de la palabra que él mandó en mil generaciones; Del pacto que concertó con, Abraham, Y de su Juramento a Isaac; El cual confirmó a Jacob por estatuto, Y a Israel por pacto sempiterno, Diciendo: A ti daré la tierra de Canaan, Suerte de vuestra herencia."
Dícese que el pacto al cual se hace aquí referencia es el decálogo que debe existir para mil generaciones; que fue dado a los patriarcas y debe aún observarse por algunos siglos. Calculan que con tal que de Adam a esta parte habrán transcurrido menos de doscientas generaciones, y que por lo mismo los diez mandamientos deben ser guardados por ochocientas generaciones más.
Desde luego diremos: 1. El término "mil generaciones" manifiestamente es una expresión que manifiesta tiempo indefinido, y no, ni más ni menos, mil generaciones. Si el mundo debe permanecer aún por ochocientas generaciones más ¿en qué vendrá a parar el adventismo del séptimo día? ¡Si toman este pasaje literalmente, adiós próximo regreso de nuestro Señor Jesucristo! 2. Este pasaje desde el versículo 8 hasta el 36 es poesía, y naturalmente en él se usa la licencia poética. 3. El pacto aquí mencionado no es el de los diez mandamientos, pues Moisés terminantemente dice que los patriarcas no tuvieron el pacto del decálogo. Deut. 5:2. 3: "Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos." El pacto a que aquí se alude es el hecho con Abraham. Véase v. 16 del pasaje que estamos considerando. 4. Se habla aquí de las promesas que Dios hizo a Abraham, a Isaac y a Jacob de darles la tierra de Canaán. Véase v. 18 con Gén. 15:18; 203; 28:13. Por lo que vemos que ninguna referencia se hace aquí al decálogo.
TEXTO XI
LAS DOS LEYES
NEHEMIAS 9:13, 14
"Y sobre el monte Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y dísteles juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos: Y notificásteles el sábado tuyo santo, y les prescribiste por mano de Moisés tu siervo, mandamientos y estatutos y ley."
En este pasaje encontramos nuevamente el asunto de las dos leyes. Se dice que Dios mismo le dio una serie de ellas, y después otra por medio de Moisés.
Es verdad que una parte de la ley fue dada de un modo 3t la otra de otro modo distinto; pero esto ni declara, ni sugiere que fueron dos leyes diferentes y de distinta naturaleza.
Consúltese lo dicho acerca de 2 Rey. 21:8 en donde se halla completamente refutada esta teoría.
TEXTO XII
LA LEY PERFECTA
SALMO 19:7
"La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma."
Los adventistas citan constantemente este texto, para probar que los diez mandamientos son la ley perfecta, y que, por lo tanto, no pueden ser cambiados.
Un examen cuidadoso de este texto nos dará la respuesta para nueve de cada diez textos referentes a la ley. Por esto más tarde nos referiremos con frecuencia a lo que aquí decimos. La gran falacia de todos los argumentos adventistas está en suponer que el término "la ley" se refiere única y solamente a los diez mandamientos. Así es que ellos proclaman "la ley", "la ley" sin fin. Sin embargo, tengamos presente que "la ley" significa todo el sistema de ley dado a los Judíos en el Sinaí, Incluyendo preceptos morales, ceremoniales y civiles; sacrificios, sacerdocio, circuncisión, fiestas, etc. En el Diccionario Bíblico de Smith (en Inglés), en el artículo "Ley" se lee: "que el noventa por ciento de casos se refieren a la ley mosaica o pentateuco." El Pbro. Butler confiesa que el "término 'la ley' entre los judíos generalmente incluyó los cinco libros de Moisés." La Ley en Gálatas, pág. 70. Si no olvidáis este detalle, no hallaréis dificultad para refutar los argumentos de los adventistas acerca de "la ley."
"La ley", la ley del Señor" y "la ley de Moisés", son términos que se aplican a la misma ley e incluyen la circuncisión y los sacrificios. Pruébese esto con los siguientes pasajes: Luc. 2:22, 23, 24, 27: W como se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor, (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será llamado santo al Señor), Y para dar la ofrenda, conforme a lo que está dicho en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos palominos. Y cuando metieron al niño sus padres en el. templo, para hacer por él conforme a la costumbre de la ley..." 2 Crón. 31:3: "La ley", "la ley de Moisés", "el libro de la ley" y "la ley de Dios" se aplican exactamente a la misma ley. Neh. 8:1, 2, 3, 8, 14, 18.
Ahora bien: ¿Qué se da a entender por ley de Jehová en los Salmos? Contestamos que se da a entender toda la ley dada a Israel, la cual fue escrita en "el libro de la ley." He aquí la prueba. David, quien escribió la mayor parte de los Salmos, fue rey de Israel. Dios ordenó al rey que guardase una copia del "libro de la ley" para él siempre, y que lo leyera cada día de su vida. Deut. 17:15-19.
A esto alude el salmo primero v. 2. David como rey leía diariamente la ley de Moisés y esto lo menciona a través de los salmos. Los adventistas citan con mucha frecuencia el salmo 119 como refiriéndose sólo a los diez mandamientos. Pero "la ley", repetimos, incluye todo el sistema moral, civil y ceremonial que Dios dio a Israel. V. Sal. 119:128. David observó todos los preceptos de Dios acerca de diezmos, sacrificios, fiestas, cultos públicos, deberes morales, etc., como rectos. Los sabatistas no observan como nueve décimas partes de "la ley de Jehová" más que cualquiera otra denominación que guarda el domingo. Si estos quebrantan la ley, lo mismo hacen aquellos al no guardar "toda la ley."
Es posible que el Salmo 19:7 tenga un significado más ancho que el que comúnmente se le atribuye. El Dr. Scott dice sobre este versículo: "La palabra traducida "ley" puede traducirse doctrina y entenderse como un nombre general dado a la revelación divina, y, por extensión, a la ley de Moisés que era la parte principal." El Dr. Clarke, el Comentario Eléctrico, y un gran número de sabios intérpretes están de acuerdo sobre este punto. ¡Cuán estrecha y desautorizada es, pues, la interpretación que limita este texto al decálogo solamente! En realidad, este es el método por el cual se sostiene el adventismo.
TEXTO XIII
EL SÁBADO IBA A
SER OBSERVADO POR JESUS
SALMO 40:8
"El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado: Y tu ley está en medio de mis entrañas."
En vista de que esto tiene referencia a Cristo, los adventistas dicen que como Jesús guardó la ley, los diez mandamientos, nosotros también estamos obligados a hacer lo mismo.
1. Nótese siempre cómo suponen que "la ley" ea nada más que el decálogo. Consúltese arriba lo dicho en el Salmo 19: 7. 2. Jesús, sin duda, fue el mejor de los judíos. luego como buen judío guardó exactamente toda la ley de Moisés. ¿Hacen esto los adventistas? ¿Observan toda la ley como lo hizo Jesús? No. Entonces su argumento es un fracaso. 3. Jesús amó toda la ley, y vino para cumplirla. Mat. 5:17; Luc. 24:44, y la cumplió en la cruz, Hech. 13:29. Por esto "el fin de la ley es Cristo." Rom. 10:4.
TEXTO XIV
EL SABADO ES INMUTABLE
SALMO 89:27-36
"No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios".
En esta declaración creen hallar los adventistas un fundamento irrefutable. La profecía se refiere a Cristo. Sí sus discípulos quebrantan la ley de Dios, sus estatutos o mandamientos, Dios los castigará. Dios no alterará su pacto, ni cambiará lo que brotó de sus labios, el decálogo.
Los indoctos fácilmente hacen mil suposiciones. No se olvide que "ley de Dios" es toda la ley. Véanse las Notas sobre Salmo 19:7. El pacto y lo que brotó de los labios de Dios no hace referencia al decálogo, sino al convenio de Dios con David de darle un hijo que se sentara sobre su trono. Véanse vs. 3, 4, 19, 33-35. Esto es demasiado claro para negarlo. Notemos con qué facilidad se disipa otra de sus pruebas textuales.
TEXTO XV
LA LEY EXALTADA
SALMO 119
Léase cuidadosamente todo este salmo y medítese cada versículo. Los adventistas ven enseñada en cada uno de ellos la santidad de los diez mandamientos únicamente.
Ya hemos visto que "la ley" es todo el Pentateuco, el cual el rey estudiaba diariamente y que Israel debía guardar. V. Sal. 19:7. ¿Los cristianos están obligados a observar esa ley? No. Tampoco los adventistas la guardan.
TEXTO XVI
NO DEBEMOS APARTARNOS DE LA LEY
PROVERBIOS 28:9
"El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable."
Los que quebrantan el sábado hacen precisamente lo que dice este versículo y Dios no oye sus oraciones.
Los adventistas violan nueve décimas partes de esa ley al no guardar los sacrificios, las fiestas, la circuncisión, etc., que esa ley ordena. Luego vemos que este texto los perjudica grandemente. V. Sal. 19: 7. Notas.
TEXTO XVII
EL DECÁLOGO ES LA LEY PERFECTA
ECLESIASTES 12:13, 14
"Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena o mala."
Se trata de sostener que este pasaje enseña que los diez mandamientos abarcan todos los deberes del hombre, pues que son ellos los mandamientos de que habla. Así que no necesitamos ninguna otra ley, puesto que son perfectos y todos serán juzgados por ellos.
Tenemos aquí una pompa de jabón que se desvanecerá con un soplo. 1. ¿Dice el pasaje que son los diez mandamientos a los que se refiere? No, lo suponen porque no tienen pruebas. Véase lo anotado sobre Gén. 26:5 y Sal. 19:7. Los mandamientos de Dios son cualquier cosa que Dios ha mandado sobre cualquier asunto. 2. Salomón, rey de Israel, escribió esto para el pueblo de Israel 1000 años antes de Cristo. ¿Abarca entonces el decálogo todos los deberes del hombre? ¿No eran deberes pagar diezmos, guardar fiestas, ofrecer sacrificios, ser circuncidado, y otras cien cosas más acerca de las cuales ni una palabra dice el decálogo? Sí lo eran. Luego el decálogo no abarcó todos los deberes del hombre en aquella época, ni actualmente abarca ni la décima parte de nuestras obligaciones. ¿Dónde nos manda él visitar a los enfermos, a los huérfanos, o a las viudas, o ser sobrios, pacientes o amorosos? En ninguna parte. Es claro, en consecuencia, que los mandamientos de que aquí se habla comprendían todo lo que Dios había mandado sobre asuntos morales, civiles, o religiosos. 3. Que la ley ha sido cumplida y terminó en la cruz; lo cual puede probarse con Efe. 2:15; Gál. 3:19-25.
Insistimos en repetir que los adventistas mismos no guardan "la ley."
TEXTO XVIII
JESUS MAGNIFICÓ LA LEY
ISAÍAS 42:21
"Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla."
Se afirma que este versículo habla del decálogo. Si Jesús lo magnificó no pudo haberlo abolido; si hubiese hecho esto, no lo habría honrado.
Fijémonos en la facilidad con que suponen que "la ley" es nada más que el decálogo. ¿Dice esto el texto? No. Si recordamos una vez por todas que "la ley" es todo el códice mosaico, nos podremos adaptar a los textos que usan como pruebas de su teoría. Jesús magnificó la ley: 1. Por la cuidadosa observancia de cada precepto de ella, tanto moral como ceremonial. 2. Por el cumplimiento de todas las predicciones y tipos, llenando as! el objeto para el cual fue dada. Los adventistas afirman que Cristo abolió la ley ceremonial. Bien. ¿En ese caso dio poca importancia y deshonró esa ley? llenen buen cuidado de no afirmar eso. No, él la magnificó y honró como deben admitir. Luego una ley puede ser honrada, y magnificada, y aun abolida después de cumplido su propósito. Esto exactamente es lo que Cristo hizo con toda "la ley." Véase Notas sobre Rom. 3:31.
TEXTO XIX
NO DEBEMOS PROFANAR EL SÁBADO
ISAÍAS 56:1-8
"Guardad derecho, ... bienaventurado el hombre que esto hiciere, ... que guarda el sábado de profanarlo, ... Y el hijo del extranjero, ... que guardaren mis sábados ... y abrazaren mi pacto... sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar."
Los gentiles están obligados a guardar el sábado y a no profanarlo. Esto es lo que enseña este pasaje en los va 6 y 7. Si este pasaje prueba que los cristianos gentiles deben guardar el sábado, también prueba que deben ofrecer holocaustos y sacrificios sobre el altar de Dios, en el templo sobre el monte Sión en Jerusalén, porque todo esto está mencionado tan claramente como el sábado. Una de dos, o esto se aplica a la época de los judíos y a los prosélitos gentiles que abrazaron el judaísmo y fueron circuncidados, (Ex. 12:48), y observaron todos los ritos Judaicos, o se aplica a la era cristiana y entonces los términos "sábado", "altar", "sacrificio", "mi casa" "mi santo monte" deben tomarse en sentido figurado; porque los cristianos no ofrecen sacrificios, ni tienen altar positivo, ni van a Jerusalén a adorar en el templo sobre aquel monte.
TEXTO XX
EL SÁBADO RESTAURADO
ISAIAS 58:12, 13
"Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras: Entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado."
Este texto es audazmente aplicado a nuestros días y especialmente a la obra de los adventistas en excitar a todos a guardar el sábado judaico. Pero en todo el capítulo no existe ni una palabra que sugiera tal idea. Todo es una suposición sin prueba alguna, para aplicar las palabras de modo que satisfagan su propósito.
Todo el capitulo es dirigido a los judíos. "La casa de Jacob", v. 1, "nación" v. 2, y así sucesivamente. En la antigua dispensación frecuentemente llamaba Dios a Israel *para reformar sus pasos laxos tanto en guardar el sábado como en otras muchas cosas. Este es uno de esos casos. De aquí que no se puede probar con este texto que los gentiles debemos guardar el sábado, ni tampoco que es en nuestra época cuando iba a ser restaurado el séptimo día.
TEXTO XXI
EL SÁBADO EN LA ETERNIDAD
ISAIAS 66:22, 23
"Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra, que yo hago, permanecen delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra simiente y vuestro nombre. Y será que de mes en mes (novilunio en novilunio), y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dijo Jehová"
Que este texto enseña que el sábado será observado en la nueva tierra, es una de las aserciones de los adventistas del séptimo día, quienes arguyen de aquí que siendo aquél perpetuo, debe guardarse hoy.
Notemos, sin embargo, que lo que se dice del sábado se dice también de los novilunios, los cuales se hallan colocados en el texto antes del sábado. Luego si el texto prueba que debe guardarse el sábado, prueba también que deben guardarse las fiestas mensuales de las lunas nuevas. Volvemos a preguntar: ¿hacen esto los adventistas?
TEXTO XXII
LA VIOLACIÓN DE LA LEY
EZEQUIEL 22:26
"Sus sacerdotes violentaron mi ley, y contaminaron mis santuarios: entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis sábados escondieron sus ojos, y yo era profanado en medio de ellos."
Este texto también lo aplican los adventistas a su obra actualmente, y a los ministros del evangelio que se oponen al sábado judaico. Pero como acontece en otros lugares, aquí en todo el capítulo no hay ni una palabra que siquiera insinúe que esto tiene aplicación continua hasta el día de hoy, en la dispensación del evangelio, y a los gentiles. Al contrario, Dios mismo lo aplicó a la nación judía cuando iba a ser derribada por Babilonia algunos centenares de años antes de Cristo. Léase todo el capítulo comparándolo con Neh. 13:17, 18. Nótense en los vs. 2, 6, 18, 19, etc., las expresiones: "¿No juzgarás tú a la ciudad derramadora de sangre... ?1' "He aquí que los príncipes de Israel ..." "... la casa de Israel se me ha tornado en escoria" "por tanto, he aquí que yo os junto en medio de Jerusalén." Es evidente que esto se aplica a los judíos, entre tanto que no puede ofrecerse ninguna prueba de que tiene la aplicación que los adventistas le dan.
TEXTO XXIII
EL PAPA CAMBIO EL SÁBADO
DANIEL 7:25
"Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en mudar los tiempos y la ley..."
Esto hace referencia al papa. El iba a cambiar la ley de Dios, el decálogo. Cambió el sábado y así cambió los tiempos.
1. El texto no dice que lo cambiado fue el decálogo. Esto es la suposición adventista. 2. Cambiar el cuarto mandamiento y con él el sábado, seria cambiar sólo un tiempo, pero la profecía dice tiempos. Esto indica que la profecía tiene límites mucho más amplios que los que ellos le marcan. 3. Que el papa cambió el sábado no es verdad. Es imposible probarlo. El concilio de Laodicea, en el cual se afirma que se cambió el sábado por el domingo no fue un concilio general; se verificó fuera de la jurisdicción del pretendido papa y éste ni siquiera mandó su representante a Laodicea. (N. del T.) 4. La ley antigua fue cambiada por Cristo y no por el papa: "Es necesario que se haga mudanza de ley" Heb. 7:12. Muchas otras escrituras declaran que Jesús cumplió la ley, y que en él la ley tuvo su fin en la cruz. Comp. Gál. 3:19-25; Rom. 10:4 "El fin de la ley es Cristo"; Col. 2:14-17. Esta profecía halla su aplicación durante el evangelio y se refiere a la ley de Cristo, no a la antigua ley mosaica. Esta teoría es completamente falsa. 5. El papa ha cumplido esta predicción de cien maneras distintas, fuera de cambiar el sábado, legislando para su Iglesia (?) en muchas cosas contrarias a la ley de Cristo.
En inglés existe una traducción del Antiguo Pacto hecha por los judíos, y en ella se lee en este texto: "cambiará las festividades y la ley." Compárese la lista de días festivos que el papa ha decretado, los cuales son como 55 fuera de los domingos, de ellos 25 son observados por la iglesia episcopal, y de 5 a 10 por casi todas las demás denominaciones protestantes: Miércoles de ceniza, jueves santo, viernes santo, día de muertos, todos los santos, navidad, inocentes, san Juan, san Pedro, san Pablo, san Andrés, la Asunción, la Purísima Concepción, la Circuncisión, el Cubilete, el asno, las noches felices, etc. Esto es lo que la profecía predice y que vemos no hace la menor referencia al sábado.
TEXTO XXIV
EL SÁBADO ES INMUTABLE Y OBLIGATORIO
MATEO 5:17-19
"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que hiciere y enseñare, este será llamado grande en el reino de los cielos."
Jesús dice que no vino para abrogar la ley, sino para cumplirla. Y "hasta que el cielo y la tierra perezcan ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas." Cualquiera que Infringiere uno de estos mandamientos es culpable. Esta ley es el decálogo. Jesús dice que cada jota y cada tilde permanecerán hasta que el cielo y la tierra perezcan. Lo anterior muestra que esta ley es Inmutable y obligatoria. El sábado es una parte de ella y en consecuencia debe ser guardado.
Los adventistas aseguran que este es el texto más fuerte que se halla en el Nuevo Testamento en pro de la ley. Lo citan constantemente. Por lo visto, si este texto falla no tienen ya fortaleza más poderosa. Por nuestra parte afirmamos con seguridad que el texto no enseña lo que pretenden. lo. Los adventistas mismos admiten que Jesús cumplió y abolió lo que ellos llaman ley ceremonial. La abolió en la cruz. Bien, aceptamos por vía de argumento. ¿Vino para destruir esa ley? Ciertamente que no, sin embargo la abolió. Vemos entonces que una cosa es destruir y otra muy distinta darle fin cumpliéndola. Jesús mismo dice que vino para cumplir "la ley." 2o. El texto no dice que cada jota y cada tilde permanecerán hasta que el cielo y la tierra perezcan sino que no perecerán aquellos hasta que todas las cosas sean hechas. Esto enseña que todo sería cumplido y quedaría abolido al mismo tiempo. La idea es que primero perecerían el cielo y la tierra, que lo más mínimo de la ley dejara de ser cumplido. El Crisóstomo hablando acerca de este versículo 18 dice: "Quiere decir: Es Imposible que quede sin cumplimiento, sino que aun lo más mínimo de ella es preciso que se cumpla. Lo cual llevó él a cabo, llenándola con toda exactitud." Las palabras de Lucas aclaran la cuestión: "Más fácil cosa es pasar el cielo y la tierra, que frustrarse un tilde de la ley." Luc. 16:17. En este caso no podemos equivocar el significado; la Idea no es que la ley durará hasta el fin del tiempo, sino la certeza de que no dejará de ser cumplida. Rodríguez Navas en su Diccionario de la Lengua Española define cumplido: "Acabado, concluido, libre de empeño o de obligación." La palabra griega en el v. 17 es pleroosai, de plerooo, que es definida por Thayer: "Satisfacer, llenar, colmar o completar, cumplir." Así pues, Jesús no vino para destruir la ley, sino para concluir con ella.
Una clara traducción sería: "No penséis que he venido para anular la ley o los profetas; no he venido para destruir, sino para completar." "Porque en verdad os digo que más bien pasarán el cielo y, la tierra, antes que una jota o un tilde de la ley perezcan sin ser verificados." Esta es exactamente la idea. Al principio de su ministerio Jesús dijo que había venido a cumplir la ley. Después de su resurrección dijo: "Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos." Luc. 24:44. Y Pablo dice: "Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro." Hech. 13:29. As! todo fue cumplido en la cruz. Por esta causa Pablo dice que la ley fue enclavada en la cruz, Col. 2:14-16; que "el fin de la ley es Cristo", Rom. 10:4; y que "la ley nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Mas venida la fe ya no estamos bajo ayo." Gál. 3:24, 25. ¿Qué podría ser más claro que esto?
3o. "La ley" aquí mencionada no es simplemente el decálogo, sino toda la ley de Moisés. Ni aun el más cándido negará esto. Todos los comentadores y críticos lo admiten. Por ejemplo: Sobre Mat. 5:17 tenemos: "La ley y los profetas era una frase acostumbrada para designar todo el Antiguo Testamento", comentario de Whedom. "Por la ley o los profetas se indican los escritos del Antiguo Testamento", Comentario de Whedom. "Por la ley llamados 'la ley', y los escritos de los profetas o el resto del Antiguo Testamento" Notas de George W. Clarke. "Como, en todos los lugares, también aquí la palabra nomos se refiere a toda la ley y no sólo al decálogo." Comentario de Lange. "Por ton nomos debe entenderse en cierto sentido la ley de Moisés", Notas de Bloomfield. "La ley y los profetas sumariamente denotan toda la revelación del Antiguo Testamento" Comentario de Meyer "Por la ley y los profetas se indica el Antiguo Testamento en general." Bible Commentary.
Las escrituras judaicas se hallan divididas en la ley, los profetas y los salmos, (thora, nebihim waketubim). Tengo ante mi vista un ejemplar de la Biblia hebrea dividida en esa forma. Algunas porciones del libro de la ley y también de los profetas se leían cada sábado en las sinagogas. Estas divisiones del Antiguo Testamento son mencionadas con frecuencia en el Nuevo Testamento. Por ejemplo: ". . . todas las cosas que están escritas en el libro de la ley..." Gál. 3:10; "... como está escrito en el libro de los profetas..." Hech. 7:42; "después de la lectura de la ley y de los profetas..." Hech. 13:15. Por esta causa "la ley y los profetas" se hizo término común para designar el Antiguo Testamento. La ley estaba contenida en los cinco libros de Moisés. Veamos algunos textos: "Esta es la ley y los profetas." Mat. 7:12; "todos los profetas y la ley hasta Juan profetizaron" Mat. 11:13. El decálogo nada profetizó. Moisés sí profetiza. Luego como "la ley" no se designa el decálogo. "De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas" Mat. 22:40; "La ley y los profetas hasta Juan," "...a Moisés y a las profetas tienen.." "Si no oyen a Moisés y a los profetas..." Luc. 16:16, 29, 31. Aquí la ley y los profetas es lo mismo que Moisés y los profetas. Aquel de quien escribió Moisés en la ley y los profetas." Jn. 1:45; "comenzando desde Moisés, y de todos los profetas," "escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos." Luc. 24:27, 44. "Todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas." Hech. 24:14; Las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de venir." Hech. 26:22. Pablo testificaba "lo concerniente a Jesús, por la ley de Moisés y por los profetas." Hech. 28:23. "Testificaba por la ley y por los profetas." Rom. 3:21. A la luz de los pasajes citados cualquiera puede ver que Mat. 8:17 se refiere a todo el Antiguo Testamento.
Como prueba podemos hacer notar que menciona varias partes de la ley: Asesinato, altar, dones, adulterio, juramento, ojo por ojo, divorcio, amor a los enemigos, etc.: vs. 21-43. ¿Se menciona todo esto en el decálogo? No, pero sí se encuentra en el libro de la ley.
Es absurdo decir que este pasaje se refiere solamente al decálogo y a los profetas. Si así fuera, quedarían completamente excluidos los libros de Moisés. Luego la ley aquí mencionada es toda la ley de Moisés. Ahora bien, si cada jota y cada tilde de esa ley obligan hasta el fin del mundo, entonces hay que guardar toda la ley judaica al igual que el sábado. He aquí mostrado lo falaz de la posición del adventismo del séptimo día. La verdad sencilla es que Cristo cumplió la ley y que ella fue abolida después de servir al propósito para el cual fue dada.
TEXTO XXV
LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEBEN SER OBSERVADOS
MATEO 19:16-22
"... si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos, No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra a tu padre y a tu madre: y, Amarás a tu prójimo como a tí mismo..."
El joven rico preguntó a Jesús lo que debía hacer para obtener la vida eterna. Jesús le respondió: "Guarda los mandamientos." Al ser preguntado cuáles eran, añadió: No matarás, no adulterarás, no robarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a tí mismo. Aquí Jesús enseña que debemos guardar los mandamientos para tener vida; cita cinco de los diez, mostrando as! a qué ley se refiere. El sábado es una parte de esa ley, luego debemos guardará.
1. Es muy notable que Jesús omite el sábado no sólo aquí sino en todas las ocasiones semejantes. 2. De seguro que ninguno podría tener vida eterna y quebrantar alguno de los mandamientos mencionados por Jesús. 3. Es manifiesto que no mencionó aquí todos los mandamientos que deben guardarse. 4. Si se nos dice que al citar Jesús una parte del decálogo lo implicó todo y lo sancionó como obligatorio, responderemos que entonces al mencionar una parte de la ley de Moisés sancionó la obligación que habríamos de tener de observarla toda. El mandamiento de amar al prójimo no está en el decálogo, sino en el "libro de la ley." Véase como en Mar. 10:19 cita "no defraudes" de Lev. 19:13. la ley de Moisés. ¿Es pues, obligatoria para nosotros toda la ley levítica tan sólo porque Jesús citó una parte de ella? No. Luego no se sigue que por haber citado Jesús una parte de ella al joven que estaba todavía bajo la ley, pese esta en su totalidad sobre nosotros los cristianos gentiles, quienes jamás hemos estado sujetos al antiguo pacto. Seguramente nos opondríamos si alguien tratara de obligarnos a comer todo un buey tan sólo porque se asegurara que un pedazo de carne es bueno.
Recordemos que ambos, tanto Jesús como el joven, estaban aún bajo la ley. Jesús frecuentemente adaptó sus enseñanzas al tiempo y circunstancias que le rodeaban. Al leproso limpiado Jesús le dijo: ^ mués4ate id sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés. "Mat. 8:4. ¿Aplicaremos esto a los cristianos y concluiremos que deben ofrecer presentes de acuerdo con Moisés? Indudablemente no, pues aquel estaba bajo la ley todavía, y nosotros no estamos. En otra ocasión Cristo dijo: "Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos: As! que todo lo que os dijeren que guardéis, guardarlo" Mat. 23:2, 3. Aquí se les ordena observar cada artículo de la ley mosaica tal coma los fariseos enseñaban. ¿Por qué los adventistas no citan eso para probar que debemos guardar el sábado, puesto que ciertamente en aquella enseñanza lo incluían? Esto muestra que las direcciones de Cristo respecto a la observancia de la ley judaica fueron para quienes estaban aún bajo la ley, y no, para todo el tiempo futuro. Debe notarse que Jesús nunca declaró directamente que sería abolido algo de la antigua ley, ni siquiera los sacrificios, el servicio del templo, la circuncisión, etc. Aun no había llegado el tiempo, ni el pueblo estaba lista para ello.
Este joven vino, pues, mirando a la ley y a sus propias obras para Justificarse. "¿Qué bien haré para tener la vida eterna?" Jesús le respondió de acuerdo con su pregunta y su deber bajo la ley, aquella ley a la cual miraba para su salvación. "Los mandamientos sabes," hazlos, "el hombre que los hiciere, vivirá en ellos." Gál. 3:12. Es evidente que Jesús hizo esto para arrancarle el orgullo y mostrarle la necesidad de algo mejor, lo cual logró, puesto que el joven se fue triste y humillado.
TEXTO XXVI
EL SÁBADO EN EL AÑO 70 D. DE J. C.
MATEO 24:20
"Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado."
Prediciendo la caída de Jerusalén, que ocurrió cuarenta años después de su muerte, Jesús dice que cuando vieran los ejércitos rodear la ciudad debían salir inmediatamente o ser apresados en ella y perecer con los demás. Por eso dijo lo que se lee en los vs. 17-31. De aquí arguyen los adventistas que el sábado continuaría siendo sagrado aún después de la resurrección. Los adventistas admiten que no sería una violación del sábado huir en ese día en caso de necesidad. ¿Entonces de dónde se saca cualquier argumento del texto? ¿Si su huida hubiese ocurrido en sábado, habrían profanado el día por salvar sus vidas? Ellos confiesan que no. Luego no era la santidad del día lo que Jesús consideraba.
El contexto muestra claramente que lo que prevenía era para el salvamento de ellos, no para la observancia del día. La exacta observancia del sábado no es aquí el asunto principal, sino los peligros y tribulaciones de ese tiempo. Nótense cuatro puntos: 1. Las preñadas. 2. Las que crían. 3. Huida en Invierno. 4. Huida en sábado. Si hubiesen de huir repentinamente, con precipitación y sin preparación alguna, aun sin sus ropas ordinarias, las preñadas o los párvulos, o las demás personas débiles estarían expuestos a sufrir y hasta a morir en lo crudo del Invierno. Jesús, en todos estos casos, se refiere a la inconveniencia y peligros de su huida, y esto es exactamente la causa por la cual menciona el sábado. En ese día las puertas de la ciudad estarían cerradas, y así les estorbarían grandemente para huir, si no es que los detendrían en lo absoluto. Las puertas de todos los pueblos por donde deberían pasar estarían también cerradas. Los judíos sospecharían de ellos y los habrían arrestado como traidores. En consecuencia seria peligroso, si no Imposible, huir en ese día. Cualquier persona por sencilla que sea verá que esto es todo lo que hay en este texto.
TEXTO XXVII
EL SÁBADO DESPUES DE LA CRUZ
MATEO 28:1
"Y la víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro." Comp. Mar. 16: 1, 2.
Según esto el sábado después de la muerte de Cristo todavía es el día anterior al primero de la semana. Luego el día en que Cristo resucitó aún no era el de reposo.
Todos los días en la semana, en el mes y en el año continuaron llevando sus nombres judíos hasta muchos años después de Cristo; pero de esto no se sigue que continuaron siendo consagrados, porque Pablo declara que todos los días de fiesta, novilunios o sábados, fueron enclavados en la cruz. Col. 12:14-16; Gál. 4:10, 11; Rom. 14:5, 6. Tomad tres ejemplos: "Como se cumplieron los días de pentecostés.. ." Hech. 2:1; "Eran entonces los días de los ázimos..." Hech. 12:3; "Entrando en la sinagoga un día de sábado..." Hech. 13:14. Por esto se verá que mucho tiempo después de la cruz todavía tenemos los nombres antiguos para tres de los días santos de los Judíos, v. g. días de pentecostés; días de los ázimos; día del sábado. ¿Todos estos días son en la actualidad sagrados sólo porque están llamados con sus antiguos nombres? Si es así, entonces debemos guardar el pentecostés y los ázimos al igual que el sábado. Luego no hay tal fuerza en el argumento sacado del uso de la palabra sábado después de la cruz. El día de la resurrección no fue llamado sábado en el Nuevo Testamento, ni tampoco por los cristianos durante algunos siglos después de Cristo. Siempre fue llamado "día del Señor" Apoc. 1:10.
"El sábado" fue el nombre judío del día del descanso, "el cual es la sombra del porvenir," Col. 2: 16, 17; pero el día de la resurrección es otro enteramente distinto. Este es llamado "el primer día de la semana," "el octavo día," o "el día del Señor." Solamente en sentido acomodaticio es como ahora lo llamamos "el sábado cristiano," Igual que usamos los términos "altar," "santuario," "templo." "sacrificio," "Israel," etc.
TEXTO XXVIII
EL SÁBADO POR CAUSA DEL HOMBRE
MARCOS 2:27,28
"El sábado por causa del hombre es hecho; no ,el hombre por causa del sábado. Así que el Hijo ,del hombre es Señor aun del sábado."
El uso sabatista de este texto es directamente contrario a su significado sencillo. Jesús no estaba dando una historia del origen del sábado; ni defendiendo la santidad de él contra el sacrilegio; ni mostrando que fue hecho para toda la raza. Ni siquiera tal pensamiento es el objeto de sus observaciones. No está proclamando el sábado judaico como su día, como el día consagrado para si. No dice que como Dios, el Criador, es el Señor del sábado; sino como el Hijo del hombre, el representante del hombre, es el Señor del sábado.
Nótense sus premisas y sus conclusiones: el sábado fue hecho por causa del hombre, no el hombre por causa del sábado; en consecuencia el Hijo del hombre es Señor aun del sábado. Dice que corno el sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado; luego él, un hijo de hombre, fue su Señor. ¿Por qué fue Jesús Señor del sábado? ¿Porque es Dios y lo había hecho? De ningún modo; sino porque es el Hijo del hombre, hombre para quien el sábado fue hecho. Es como hombre que proclama ser su Señor. Y dijo esto para defender a sus discípulos contra el cargo de quebrantar el sábado. ¿Cómo lo aplicaría? Porque el sábado fue hecho para ellos, luego les fue su siervo. Ellos fueron superiores al sábado. Nótense los casos que usó para Ilustrar su declaración. Mat. 12:3-12.
1. David fue al sacerdote y comió pan santo, lo que la ley prohibía hacer a todos excepto a los sacerdotes. Sus necesidades eran superiores a ese precepto ceremonial.
2. "Los sacerdotes en el templo profanan el sábado y son sin culpa." v. 5. El ganado era muerto por ellos durante el sábado. Su servicio era superior al sábado.
3. Si un cordero caía en un pozo, trabajarían con afán hasta sacarlo. La preservación de un animal era superior al sábado. Luego la observancia estricta de la letra de la ley del sábado no es cuestión de la mayor Importancia. Esta es la lección que enseña aquí Cristo, el Señor del sábado. Esto condena completamente la rígida interpretación de los sabatistas, quienes hacen al sábado más importante que al hombre mismo para quien fue hecho.
4. El sábado fue hecho para el hombre; luego las necesidades del hombre están sobre la ley del sábado. Entonces este texto, cuando se lee claramente, no ofrece ningún apoyo a la santidad del sábado judío bajo el evangelio.
TEXTO XXIX
LAS SANTAS MUJERES GUARDARON EL SABADO
LUCAS 23:56
"....Y reposaron el sábado, conforme al mandamiento."
Esto aconteció después de la muerte de Cristo; de consiguiente se ve que pensaron que aún debía guardarse el sábado. Además fueron seguidores de Jesús y conocían lo que enseñó.
Todo esto sucedió antes que Jesús se levantara de entre los muertos, antes que supieran algo de su resurrección, y antes que tuvieran la menor idea del gran cambio que E evangelio haría en el servicio de Dios. Sus antiguas ideas judaicas todavía cegaban sus mentes, por lo cual no pudieron comprender de improviso la naturaleza de lo que Jesús a hacer. Precisamente antes de esto Jesús les había dicho: "Aun tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis llevar" Jn. 16:12. No trató de explicarles estas cosas de menos Importancia; sino que les dijo que después de su resurrección les enviaría el Espíritu Santo para que les guiase a toda verdad, Jn. 16:13. No fue sino hasta cuando el Espíritu Santo vino cuando comenzaron a comprender la verdadera naturaleza del evangelio. Por lo tanto este versículo no prueba que el sábado judaico obliga a los gentiles tan sólo porque lo observaron las mujeres judías mientras Jesús estaba en el sepulcro. Veamos en Hech. 1:14 y 2:1 corno estas mismas mujeres cincuenta días después de la resurrección todavía observaban cuidadosamente "el día de pentecostés," otro día sagrado judaico. ¿Pero nuestros sabatistas guardan el pentecostés por seguir el ejemplo de estas santas mujeres? No, aunque deberían hacerlo, puesto que observan el sábado siguiendo el ejemplo de ellas. Esto muestra que el argumento aquí edificado carece de fundamento.
TEXTO XXX
EL APOSTOL PABLO GUARDO EL SABADO
HECHOS 13:14; 18:4
"Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día de sábado, sentáronse." "Y disputaba en la sinagoga todos los sábados..."
Del ejemplo del apóstol Pablo tratan de sacar un poderoso argumento los adventistas del séptimo día. Cuentan como 84 sábados y proclaman que los guardó, y dicen, por lo tanto, que también debemos guardarlos.
Examinemos:
1. Pablo fue judío. Nosotros somos gentiles.
2. Pablo fue criado en todas las observancias de la ley judaica, Hech. 22:3. Nosotros no lo fuimos.
3. El gran deseo del corazón de Pablo fue ganar a sus hermanos judíos para Cristo. Para lograrlo deseaba morir y aun ser maldecido. Rom90 4.
4. Para ganar a estos hermanos judíos fue muy cuidadoso de no hacer, hasta donde le fuera posible evitarlo, nada que les previniera contra él y así le evitase tener acceso a ellos.
5. Como estos judíos fueron muy celosos en la observancia de toda su ley, Pablo mismo entendió que debía guardarla si deseaba acercarse a sus hermanos. De aquí que diga: "Héme hecho a los Judíos como Judío, por ganar a los Judíos; a los que están sujetos a la ley, ... como sujeto a la ley, por ganar a los que están sujetos a la ley." "Y esto hago por causa del evangelio" 1 Cor. 9:20, 23. Véase lo que hizo en el caso de Timoteo: "Este quiso Pablo que fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los Judíos que estaban en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego" Hech. 16:3. Pablo necesitó que Timoteo le ayudase entre los judíos, pero sabía que no le habrían oído si no hubiera sido circuncidado. Así es que circuncidó a Timoteo para ganar a los judíos, aunque dijo: Ia circuncisión es nada" 1 Cor. 7:19. Exactamente por la misma razón guardó el pentecostés, Hech. 18:21; 20:16; rapó su cabeza, Hech. 18:18; ofreció presentes, Hech. 21:20-26; y vivió como lo hacían los judíos aunque sabía, y así enseñó, que todo esto era quitado.
Supongamos que pudiera mostrarse que Pablo siempre observó el sábado, ¿eso probaría que lo vio como obligatorio para todos los cristianos, y especialmente para los gentiles convertidos? Seguramente no. A estos les escribió muy claramente que no debían guardar la ley respecto de comidas, bebidas, días de fiesta, nuevas lunas o sábados. Véase Col. 2:14-17; Rom. M1-5; Gál. 4:10. Enseñó acerca de esto exactamente como lo hizo acerca de la circuncisión, Gál. 5:2, que ninguna de estas cosas fue necesaria, aunque él mismo había circuncidado a Timoteo.
Partiendo de este texto examinaremos cada uno en que se dice que Pablo guardaba el sábado. Hech. 13:15: "Después de la lectura de la ley y los profetas" Pablo fue invitado a predicarles, lo cual hizo gustosamente. Esto sucedió entre los judíos, en un culto judaico, en la sinagoga de los Judíos y en sábado judaico. Pablo, pues, como un judío se untó a ellos aquí con el fin de predicarles el evangelio. También en los vs. 42-46 se lee que el sábado siguiente se volvió a encontrar con ellos en el mismo lugar y con el mismo fin. Estos son dos sábados guardados por Pablo. Hech. 16:13: "Y un día de sábado salimos de la puerta junto al río, donde solía ser la oración", o más bien donde habla una proseuché (casa judaica de oración), en la que hallaron algunas mujeres judías en el culto, y les predicaron a Jesús. Este fue el tercer sábado observado por Pablo. Hech. 17:1, 2: Pablo vino a "Tesalónica, donde estaba la sinagoga de los Judíos... y por tres sábados disputó con ellos." Aquí otra vez estuvo entre los judíos, en el culto judío, en la sinagoga de ellos y en sus sábados. Tenemos aquí otros tres sábados, que sumados a los tres ya mencionados hacen seis. Hech. 18:1-4, en este lugar hallamos otra vez a Pablo que "disputaba en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a Judíos y a Griegos." igual que antes. Su observancia del sábado es cada vez, mientras está entre los judíos en su culto los sábados. ¿Durante cuántos sábados se reunió con ellos aquí? El versículo 11 dice que se detuvo "un año y seis meses," lo que serían 78 semanas. De aquí que los adventistas afirman que guardó 78 sábados en Corinto. Estos, añadidos a los seis anteriores, hacen 84. Hasta aquí ellos. Pero los vs. 6 y 7 cambian por completo la faz de la cuestión. En vez de razonar en la sinagoga cada sábado todo ese tiempo se apartó de los judíos y dijo: "Desde ahora me iré a los Gentiles." Entonces se fue a la casa de Justo, cerca de la sinagoga. Así es que no hay evidencia de que predicó en la sinagoga más que unos cuantos sábados. Aquí vemos los ochenta y cuatro sábados observados por Pablo disminuidos a unos diez o doce, y todos estos fueron entre judíos, en el culto judío. El mismo explica por qué lo hizo, diciendo: "Héme hecho a los Judíos como Judío, por ganar a los Judíos." 1 Cor. 9:20.
Ni un sólo caso puede hallarse donde Pablo observara el sábado en una asamblea cristiana, ni nunca se menciona en ningún sentido que 5 hiciera en relación con reuniones cristianas, entre tanto que se dice que los discípulos se reunían el primer día de la semana. Recuérdese esto: "Donde quiera que los apóstoles entraron en las sinagogas judías en sábado para predicar, fue antes de que las iglesias cristianas fuesen organizadas en aquellos lugares."
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