Re: SALVACION POR OBRAS Y LIBRE ALBEDRIO, doctrina del diablo
Pruebamelo sin torcerme el pasaje, ni inventarte cosas.
Niegame que los que RECAYERON NO habian creido en el sacrificio redentor...
Haz y te creo... pero sin hacer los malabares que acostumbras...
Espero...
David
Veamos los pasajes en cuestión:
"Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.
Para empezar el escritor está dejando claro que los que han gustado del don celestial, a los cuales hace referencia en el siguiente párrafo, ya no deben de seguir enredándose o dudando de su salvación, siguiendo con rituales innecesarios que ya deberían ser para éstos rudimentos de la doctrina de Cristo y no una forma de vida de un verdadero creyente.
¿Porqué? Pues precisamente:
"Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
El mismo pasaje dice que es imposible, es imposible, es imposible y si es imposible es que no hay forma de que sea posible, bajo ninguna circunstancia, que los que fueron iluminados y gustaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo y a si mismo de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento. Por eso es que la palabra dice que el rudimento de la doctrina de Cristo que tiene que ver con las obras muertas, el acta de los decretos que fue clavada en la cruz, el pecado que Dios lanzó al fondo del mar y no se acuerda más de el, sea traido una y otra vez para arrepentimiento, dejando evidencia de una fe vana en quien así sigue creyendo o practicando tal rudimento.
Pero los siguientes dos pasajes lo aclaran todo:
"Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada."
Este porción está hablando de las dos clases de creyentes de los que viene hablando el capítulo, dos clases de tierra:
Una de esas tierras produce hierba provechoza a todos los que se alimentan de ella, porque aprovecha sabiamente y por fe, todo lo que le viene del cielo como la lluvia a los campos de cultivo. Esta tierra, que somos los que hemos gustado del don celestial y todo lo que dice la palabra anteriormente, recibe bendición de Dios.
La otra tierra es la que a pesar de haber sido labrada, no ha gustado del don que descinede de los cielos, o sea el don celestial y nada de lo que describe la palabra anteriormente, y a pesar de que la lluvia cae muchas veces sobre ella, en lugar de hierba provechoza, lo que produce es abrojos y espinos que no son buenos para nada ni para nadie, por lo que ya ha sido reprobada, está pronta como todos los malignos a ser maldecida y su fin al igual que todos los impios, que creen que Ctristo puede volver a crucificarse por ellos, tiene como fin el ser quemados eternamente.
Es imposible que haya que sacrificar a Cristo una y otra vez por cada vez que alguien dude de su salvación y del sacrificio que el hizo en la cruz. Por eso el escritor termina diciendo:
"Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así."
Esas cosas mejores que pretenecen a la salvación, vienen de una fe verdadera, de un reconocimiento verdadero del poder de la sangre de Cristo y no de una fe vana, que duda de ese sacrificio y de la salvación que con el logró Cristo, trayendo arrepentimientos de obras que ya está muertas para Dios porque murieron para que nosotros viviéramos.
Dios le bendice!
Greivin.