Estimado Luis Alberto
Estimado Luis Alberto
Respuesta a Mensaje # 110:
1 – Me parece que al responderme te confundiste contestando el mensaje que dirigí a Carlos. De todos modos no es mi intención faltarle el respeto a nadie, y mucho menos a los que escudriñan las Escrituras para su estudio. Ocurre, sin embargo, que cada vez tengo menos paciencia con quienes en vez de volcar lo que van aprendiendo de la Palabra, simplemente seleccionan, copian y pegan lo que anónimos intérpretes deciden qué cosa es correcta y cuál no. Católicos y evangélicos, aunque nos enzarcemos en fuertes controversias, podemos pensar distinto que los hermanos de nuestra común fe, sin suscitar problema alguno, sino como algo perfectamente normal. En cambio, nunca encontré dos adventistas, TJ o mormones que pensaran diferente en cualquier punto de la doctrina. Lo que uno piense, es exactamente igual a los millones de sus adeptos por todo el mundo. Aunque la Biblia es una sola, cada uno de nosotros es diferente en cuanto a su capacidad de comprensión y al crecimiento acumulado. Esto produce a veces gamas y matices en nuestra manera de entender las cosas. Ahora, cuando existe una férrea estructura jerárquica, está claro que no hay oportunidad para manifestar discrepancia alguna.
2 – He leído atentamente la lista de versículos que has puesto. En todos aquellos que según la versión usada aparecen las palabras y expresiones españolas “cesar de existir”, “destrucción”, “desparecer”, “exterminados” y “extinguida”, nunca me ofrecieron dificultad alguna, y menos ahora. Siempre procuré que mi entendimiento de la Biblia fuera tomando a la Palabra de Dios como un entero y no en forma fragmentada o aislada, ni haciendo listas con versículos seleccionados extraídos de diferentes contextos. No se trata de hacer un cóctel o ponche con la mezcla de licores y jugos frutales distintos. Beber tal mezcla puede hacer perder la razón. Veamos tu lista en el mismo orden que la presentas: Eze 28:18,19 está dicho contra el rey de Tiro; Sal 37:9,10 de los malignos o malos; Gn 9:11 de los seres vivos; Isa 29:20 de los violentos, escarnecedores e inicuos; Jer 24:10 de los de Judá que no fueron deportados y se quedaron allí y de los que escaparon a Egipto; Sal 37: 22,34,38 de los malditos, los pecadores, los transgresores y la posteridad de los impíos; Sal 92:7 de los impíos y los inicuos; Mr 12:9 de los labradores malvados. ¿Cuál es la idea común a todos estos versículos? Pues terminar con ellos, quitarlos, acabarlos, erradicarlos, borrarlos del mapa. Se refiere siempre a su presencia aquí en la tierra y no a su estado espiritual más allá de la muerte. Es fundamental entender que la revelación que Dios brinda al hombre a través de su Palabra es progresiva. Moisés tuvo mayor entendimiento de las cosas que cualquier contemporáneo suyo sobre la faz de la tierra. Pero David alcanzó una intimidad mayor con Dios perfeccionando la adoración y la alabanza. Los profetas fueron más lejos todavía, especialmente Isaías con la médula del evangelio en su capítulo 53, y Daniel descorriendo el velo de los tiempos atisbando el transcurso de la historia y hasta las cosas finales en sus últimos capítulos. La aparición del Mesías, con su precursor, y luego aquella vida dedicada a instruir al pueblo, sanar enfermos y obrar prodigiosos milagros, incluyendo los grandes eventos de su muerte, sepultura, resurrección y ascensión, tal como lo describen los evangelios, marca el clímax de la historia. Los apóstoles en las epístolas desarrollan la doctrina cristiana, y Juan en el Apocalipsis muestra las cosas que vio, las que eran entonces y las que serían después. Yo no puedo tomar un texto de Moisés para interpretar un dicho de Pablo, o un proverbio de Salomón para aclarar un versículo escrito por Juan, sino al revés. Invertir el orden en que Dios fue revelando su Palabra al hombre es el proceso inverso seguido por todos los heresiarcas fundadores de sectas. Si estamos atentos a esta realidad, estaremos en inmejorables condiciones para discernir la verdad del error.
Recibe mis afectuosos saludos.
Ricardo.