Re: ¿Sábado o Domingo?
bvicente18 dijo:
Hola a todos.
Bueno, portavoz, (de la secta malévola y corrupta del adventismo), parece que no sabes leer o te estás haciendo el tontito:
YO AFIRMO, SOSTENGO Y PROBÉ, QUE DE MANERA MUY CLARA, DIRECTA Y EN FORMA REITERADA, LA BIBLIA LE LLAMA "LEY DE DIOS" U OTRAS FRASES SIMILARES, SOLAMENTE AL "LIBRO DEL PACTO" O "LIBRO DE LA LEY"; LO CUAL NUNCA HACE CON EL DECÀLOGO.
ENTONCES, PORTAVOZ, SI ESTÁS DE ACUERDO CONMIGO DÍLO CLARA Y PÚBLICAMENTE.
EN CASO CONTRARIO, TE RETO A REFUTARME SIN APELAR A SUPOSICIONES, INTERPRETACIONES NI ESPECULACIONES DE NINGUNA CLASE; SOLAMENTE PRESENTANDO LAS PRUEBAS BÍBLICAS NECESARIAS; TAL COMO LO HICE YO.......
ESPERO TU RESPUESTA........
LUEGO DE QUE CUMPLAS CON LO SOLICITADO, ME VOY A REFERIR A TU MENSAJE ANTERIOR......
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente
Ya te conteste esto. Revisa no mas. Hasta te puse un ejemplo o ilustracion que te voy a recordar.
Te dije: Tu estas como el drogadicto que decia: Si me muetras un texto de la Biblia que diga que la fumar marihuana es pecado, dejo el vicio.
Sin duda si se mantuvo pidiendo el texto, el cual queria que le mostrarn a su manera, murio el el vicio.
Asi eres tu caballero. No ceseitas un texto que diga que la ley son los diez mandamientos para probar que lo son. Hay demasiada evidencia para sostener que lo son. Esa evidencia es biblica. Y es mucha.
Hecho que es creido por la inmensa mayoria de la cristiandad. Como tambien ya te lo he demostrado.
Pero tendre paciencia y te volvere a dar nuevos estudios biblicos sobre los diez mandamientos como la ley de Dios. No los pases por alto. Leelos. Estudialos. Ora acerca de ellos. No digas en tu corazon..."No yo ya lo se todo". Se mas humilde.
Aca va uno mas:
Más de 3500 años atrás, Dios escribió una ley con su propio dedo. Esta ley, si era obedecida, traería paz, prosperidad y felicidad. Con todo, muchos están intentando hacer lo increíble; están intentando cambiarla y destruirla. Escuchemos mientras que el Pastor Stephen Bohr nos dice sobre un ataque audaz contra la ley y el orden.
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Quisiera invitarle a que abra su Biblia en un texto que ya hemos leído anteriormente, pero ahora deseamos leerlo en un nuevo contexto:
Ezequiel, capítulo 28. Si usted recuerda en una conferencia anterior hablamos del origen del pecado, y notamos que el pecado no se originó en esta tierra.
El pecado se originó realmente en el cielo. Note lo que dice en
Ezequiel 28:16, hablando sobre este personaje que se conoce como Lucifer, el cual más adelante es llamado Satanás cuando lo echan fuera de cielo. Dice, "A causa de tu contratación fuiste lleno de iniquidad" -- y sabemos que la violencia fue manifestada cuando él tuvo esta batalla con Miguel y Sus ángeles -- así que dice, "fuiste lleno de iniquidad, y pecaste."
La pregunta es, entonces, ¿pecó Lucifer en el cielo? Sí, según la Biblia él pecó.
Ésta es la palabra común del Viejo Testamento para pecado.
Ahora vayamos a 1 Juan 3 y comparemos lo que tiene que decir el Nuevo Testamento sobre esta experiencia.
1 Juan 3:8, "El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca dede el principio." ¿Se originó el pecado con Adán y Eva, según este texto?
No, dice que el diablo pecó desde el principio. Ezequiel 28 nos dice que él pecó mientras que él todavía estaba en el cielo.
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Ahora la pregunta es
¿qué es pecado? Note qué dice en 1
Juan 3:4,
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"Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley." O como la vieja versión de Reina Valera dice, "Traspasa también la ley, porque el pecado es desobediencia," o pecado es quebrantar la Santa ley de Dios.
En el libro de Génesis encontramos también que existió la ley antes de que el pecado viniera a este mundo.
La razón que enfatizo este punto es que hay muchos cristianos que creen que la ley de Dios comenzó en el Monte Sinaí cuando Dios habló a Israel desde la montaña. Pero la Escritura nos dice que Lucifer pecó -- y pecado es quebrantar la ley.
Ahora queremos ver que la ley también existió cuando Adán y Eva pecaron.
Noten lo que dice en
Génesis 2:15. Hemos leído esto antes; ahora queremos leerlo otra vez. "Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás."
¿Le dio Dios a Adán y Eva un mandamiento moral?
Sí, le dio.
¿Existieron entonces los mandamientos morales de Dios antes de que el pecado viniera en el mundo? ¿Esperaba Dios que Adán y Eva guardaran Su santa ley?
Absolutamente. Vemos por lo tanto que la ley moral de Dios preexiste aún el pecado.
Preexiste realmente a Lucifer. En orden para que Lucifer pecara él tuvo que romper la Santa ley de Dios. Recuerde que él estaba allí al lado del Arca del Pacto; él era uno de los querubines cubridores sobre el Arca del Pacto.
¿Y qué estaba dentro del Arca del Pacto? La Santa ley de Dios. Cuando Adán y Eva quebrantaron este mandamiento moral de Dios, esta ley moral de Dios, quisiera que usted notara lo que la Biblia le llama a eso.
Romanos 5:12, "Así como el pecado entró en el mundo por un hombre…" La Biblia dice que cuando
Adán rompió la ley moral de Dios él pecó; ¿y qué es pecado, según lo que leímos en 1 Juan 3?
Pecado es quebrantar la ley. Si no existió la ley, ¿cómo podría Adán haber pecado?
¿Usted me está siguiendo? Ahora, también encontramos que cuando la ley moral de Dios es quebrantada, y como resultado el hombre peca, habrá trágicas consecuencias.
Note de nuevo
Romanos 5:12, "Así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte…" Usted notará entonces que Dios tiene una ley moral. Cuando esa ley moral es quebrantada, éso es pecado, y cuando el hombre peca, el castigo o la sentencia es muerte.
Vayamos de nuevo a Génesis 3, y noten la misma idea -- que la paga del pecado es muerte.
Noten
Génesis 3:19; aquí Dios está pronunciando la sentencia sobre Adán y Eva, y él dice, "En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra; porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres, y al polvo serás tornado."
Es decir
la paga del pecado es muerte, y el pecado es transgresión de la ley. ¿Está siguiendo la secuencia? Cuando Adán y Eva pecaron, encontramos en nuestros estudios anteriores, ese mismo día ellos fueron condenados a morir. ¿Recuerdan que Dios había dicho, "El día que comas del árbol del conocimiento del bien y del mal, ese mismo día morirás? " ¿Merecieron morir? Sí, porque la paga del pecado es muerte, y pecado es transgresión de la ley.
Pero déjenme preguntarle, ¿murieron ese día?
No murieron ese día; murieron espiritualmente ese día, sí, pero no murieron en todo el sentido de la palabra muerte, porque Adán vivió 930 años de edad. Ahora la pregunta es, ¿por qué no murieron ese día?
La respuesta es, porque Dios reveló a ellos su gracia.
¿Cómo les reveló Dios su gracia? Hemos estudiado esto anteriormente pero mirémoslo otra vez. Adán y Eva ese mismo día fueron condenados a ser borrados del Planeta Tierra.
Pero ese mismo día, según
Apocalipsis 13:8, el Señor Jesús -- quién es el cordero de Dios muerto desde la fundación del mundo -- se presentó ante Su padre (y sabemos que en la tierra algo ocurre en paralelo a lo que él hace en el cielo), y él dijo, "Padre, el hombre ha roto mi ley. Tú has establecido que porque él rompió la ley y pecó, por lo tanto él merece morir. Pero, Padre, yo ofrezco mi vida en lugar de las vidas de Adán y Eva. Vendré a este mundo, derramaré mi sangre, yo pagaré la pena, yo pagaré el precio por su pecado." ¿Diría usted que eso es lo que llamamos gracia?
¿Dónde encontramos este punto en
Génesis 3? Noten
Génesis 3:21. Usted ve, alguna gente piensa que el Nuevo Testamento es gracia y el Viejo Testamento es ley. Pero vamos realmente a encontrar en este seminario que
el Viejo Testamento está lleno de gracia, y el Nuevo Testamento está lleno de ley.
Realmente el
Viejo y el Nuevo Testamento ambos están llenos de ley y de gracia. Ahora note lo que dice en
Génesis 3:21, "Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer (esto está sucediendo el mismo día que pecaron, el mismo día que estaban supuestos a morir), "túnicas de pieles, y vistiólos."
¿Qué fue necesario que sucediera para que el Señor consiguiera pieles para cubrir la desnudez de Adán y Eva? Un animal tuvo que morir ese mismo día, probablemente un cordero.
Cuando estudiamos en
Génesis 4 la historia de Caín y de Abel vemos que de hecho era un cordero. Un cordero fue muerto, o quizás dos corderos. No sabemos el número exacto, pero un animal fue muerto de todos modos ese mismo día, deciendo que el hombre no tendría que pagar el precio. Si él aceptaba a Jesús, Jesús pagaría el precio por su pecado en lugar del pecador.
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¿Tenemos entonces muy desde el comienzo en el libro de Génesis la ley y la gracia?
Sí, las tenemos . De hecho, ¿porqué es la gracia necesaria? Porque el hombre quebrantó la ley y pecó y se sujetó a la muerte. Ahora, hay mucha confusión sobre la ley y la gracia, porque parece haber una contradicción en la Biblia entre la ley y la gracia.
La Biblia envía al parecer señales conflictivas sobre cómo se salva el hombre. Déjeme apenas ilustrar.
El apóstol Pablo dice en
Romanos 3:28 que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley.
Pero entonces él da vuelta alrededor y en Romanos 2:13, él dice que son los hacedores de la ley los que serán justificados.
Ahora espere un minuto. Pablo dijo que somos justificados por la fe sin las obras de la ley; ahora él dice que son los hacedores de la ley los que van a ser justificados.
Pero la situación llega a ser aún más compleja. Encontramos que el apóstol Pablo dice en
Efesios 2:8-9, "Porque por gracias sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios."
Pero al mismo tiempo encontramos que
Apocalipsis 22:12 dice que cuando venga Jesús él recompensará a cada uno según sus obras.
Ahora espere un minuto, si la gracia nos salva ¿porqué Jesús nos da una recompensa según nuestras obras? Parece haber una discrepancia.
Parece; subrayo la palabra parece, porque la Biblia no tiene ninguna contradicción. Las contradicciones están solamente en nuestros pequeños cerebros. Pérdoneme; puedo decirlo porque me incluyo también en esto.
Ahora el problema se pone aún más complicado porque el apóstol Pablo dice, como hemos mencionado ya, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley.
Y usted sabe, en Romanos 4 él utiliza el ejemplo de Abrahán para probar su punto. Pero cuando usted va al libro de
Santiago, capítulo 2 verso 21, usted encuentra que Santiago dijo, "¿No fue justificado por las obras Abrahán nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?"
Ahora espere un minuto. Pablo dice que somos justificados por la fe sin las obras de la ley.
Santiago dice que Abrahán fue justificado por las obras cuando él ofreció a su hijo.
Aparentemente la Biblia envía señales que están en conflicto con respecto a cómo el hombre se salva y la relación entre la ley y la gracia.
Pero realmente
no hay contradicción excepto en nuestras propias mentes. Ahora deseamos estudiar hoy el tema de cómo la ley de Dios se relaciona con su gracia.
Y uno de los primeros puntos que deseo enfatizar hoy es que la persona que habló la ley en el Monte Sinaí no era ninguno otro que Jesucristo mismo. Hemos cubierto ya este punto. Solamente voy a repasar los versos.
Usted recuerda en
Exodo 3, el Señor viene en la zarza ardiente, y él dice, "He visto la aflicción de mi pueblo y he venido a librarlos de la esclavitud."
Pero es interesante que en
Exodo 20:1 donde los diez mandamientos comienzan realmente [ porque tienen una introducción ], la persona que está hablando los diez mandamientos dice, "Yo soy Jehová tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto de casa de siervos."
¿No es eso interesante? La persona en el zarza ardiente, que es el Señor, dice, "Voy a librar a mi pueblo de Egipto."
La persona que da los diez mandamientos dice, "Yo soy Jehová tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto," y en
Exodo 3 hemos notado que su nombre es Yo Soy. "Cuando te pregunten quién te envió, diles Yo Soy te ha enviado," Dios dice a Moisés.
Y
Juan 8:58 identifica al Yo Soy como Jesús. Jesús hablando a los líderes judíos dijo, "De cierto de cierto os digo: antes que Abrahán fuese, Yo soy. ¿Y usted piensa que los judíos sabían lo que Jesús demandaba ser? Mejor es que lo crea, porque en el siguiente verso,
Juan 8:59, dice que los judíos recogen piedras para apedrear a Jesús. El apedreamiento era el castigo para la blasfemia; y la blasfemia es demandando ser Dios cuando usted es realmente un hombre.
Jesús tenía el derecho a demandar ser Dios porque El era no solamente hombre pero El era también Dios.
Pero los judíos sentían que El no era Dios, así que recogieron piedras porque él había demandado ser el Yo Soy de la zarza ardiendo.
En otras palabras, el dador de los diez mandamientos no era ninguno otro que Jesucristo. Ahora, lo que queremos notar sobre los diez mandamientos es que la Biblia dice que son buenos.
¿Cuántos de ustedes creen que los diez mandamientos son buenos? Levanten su mano. Alabado sea el Señor; todo el mundo está de acuerdo que los diez mandamientos son buenos.
Ahora notemos algunos versos que hablan sobre los diez mandamientos como siendo buenos.
Romanos 7:12 dice, "De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno."
El mandamiento del que él está hablando es el que dice, No codiciarás, en el contexto. Dice, "y el mandamiento santo y justo y bueno." Déjeme entonces preguntarle,
¿no es el décimo mandamiento, No codiciarás, un buen mandamiento? ¿Es la ley una ley santa? Sí, es. Ahora notemos
Deuteronomio 6:24, "Y mandónos Jehová que ejecutásemos todos estos estatutos." Estatutos es un sinónimo para mandamientos. "Y mandónos Jehová que ejecutásemos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestros Dios" -- ¿para que seamos miserables siempre?
Eso no es lo que dice. ¿Qué dice? "Porque nos vaya bien todos los días, y para que nos dé vida, como hoy." Déjeme entonces preguntarle, según la Biblia, ¿es la ley de Dios buena?
Sí, de hecho si usted lee
Salmos 119:45, dice que la ley de Dios trae libertad; y ese pensamiento está repetido en el Nuevo Testamento. Eso no es solamente un concepto del Viejo Testamento.
Santiago 2:10-12 llama la ley de Dios
"la ley de la libertad. " En otras palabras los diez mandamientos son una ley de libertad, los diez mandamientos son buenos.
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Ahora hay un detalle que mucha gente ignora con respecto a los diez mandamientos. Jesús habló los diez mandamientos, pero el Espíritu Santo los escribió.
Usted dice, "¿qué, el Espíritu Santo escribió los mandamientos? "
Sí; noten qué dice en
Exodo 31:18.
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A propósito, ¿nota usted el sistema que estamos utilizando en nuestro estudio de la Biblia aquí? ¿Qué estamos haciendo? Nosotros
estamos permitiendo que la Biblia se explique ella misma, ¿no es cierto? Comparar un verso con otro verso. Necesitamos mirar todo que la Biblia tenga que decir en un tema.
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Ahora note Exodo 31, que habla sobre la ley de Dios, los diez mandamientos.
Exodo 31:18, "Y dio Moisés, como acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios..."
¿Escritas con el dedo de quién? ¿Sabe usted que esta es la única cosa en la Biblia que Dios escribió con su propio dedo?
Ahora yo sé que alguien me va a censurar y va a decir, "¿qué sobre la mano muerta que escribió en la pared en los días de Belsasar?
En ningún lugar dice allí que ésta era la mano de Dios. De hecho en el libro de Daniel muchas muchas veces son los ángeles quienes hacen las cosas. El único artículo explícito en la Escritura que se menciona como siendo escrito por el propio dedo de Dios es los diez mandamientos.
El resto de la Biblia, vamos a encontrar en nuestra próxima conferencia, fue un mensaje de Dios hablado al profeta y entonces el profeta lo anotó.
Pero no con los diez mandamientos, Dios dice, no los diez mandamientos. "Los escribiré yo mismo. Son demasiado importantes para ser dados a un profeta para que los escriba para el pueblo. Lo haré yo mismo."
Los diez mandamientos fueron escritos entonces con el dedo de Dios.
Ahora, ¿cuál es el dedo de Dios? Vayamos a
Mateo 12:28 y yo quisiera que usted sostenga un dedo allí y que fuera a
Lucas 11:20, y compararemos esos dos versos.
A veces un escritor del evangelio expresará las cosas un poco diferente que otro escritor del evangelio.
Noten
Mateo 12:28; aquí Jesús está hablando sobre cómo él echa fuera los demonios, y él declara lo siguiente: "Y si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios." ¿Cómo Jesús echó fuera los demonios? con el Espíritu de Dios.
Ahora miremos en
Lucas 11:20. Aquí Jesús está hablando de nuevo, "Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el reino de Dios ha llegado a vosotros." Comparando estos dos versos, ¿qué encontramos que es el dedo de Dios? En un pasaje dice que él echa fuera los demonios por el Espíritu de Dios; en el otro él dice por el dedo de Dios.
Entonces ¿cuál es el dedo de Dios? El dedo de Dios es el Espíritu Santo. A propósito, en la Biblia el fuego es un símbolo del Espíritu Santo.
Por eso es que en el día de Pentecostés en Hechos 2 cuando el Espíritu Santo fue derramado dice que aparecieron lenguas de fuego, porque en la Biblia, el fuego es un símbolo del Espíritu Santo.
Esta ley fue hablada entonces no solamente por Jesús, fue escrita por el Espíritu Santo. Por eso es que el apóstol Pablo, incidentemente, en
Romanos 7:14 dice que la ley es espiritual -- porque la ley fue escrita con el
dedo del Espíritu Santo.
Ahora, necesitamos recordar que la ley es buena. La ley define cómo las relaciones correctas y apropiadas son. Por esa razón cuando cualquiera se desvía, la ley lo detecta inmediatamente.
Leamos Romanos 3:20; quisiera que usted notara que la ley no puede soportar la idea del pecado, porque en el momento que alguien peca o hace algo contrario a la ley, la ley lo descubre y lo señala.
Romanos 3:20: "Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él, porque por la ley es el conocimiento del pecado."
¿Entonces cómo yo conozco el pecado?
Por la ley. ¿Cómo yo sé, por ejemplo, que es incorrecto matar?
No habría manera de saberlo a menos que hubiera un mandamiento que diga, "No matarás."
¿Cómo sé que robar es incorrecto? Porque hay un mandamiento que dice, "No robarás."
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Es decir, por la ley es el conocimiento del pecado. Cuando yo peco, inmediatamente la ley me dice, "¡Aha! pecaste." Y déjeme decirle, la ley no tiene misericordia en la detección del pecado. Incluso penetra a nuestros pensamientos, a nuestros sentimientos, y a nuestras emociones.
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¿Cómo sabemos eso? Usted recuerda que Jesús dijo en
Mateo 5:27-28, "Oísteis que fue dicho: No adulterarás. Mas yo os digo, cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón." Ahora eso sí que es realmente algo. Jesús dijo en
Mateo 5:21-23, "Oísteis que fué dicho á los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare, será culpado del juicio. Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere á su hermano, Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego."
Es decir, la ley no solamente detecta los actos pecaminosos, sino que la ley también va más profunda; entra en tu corazón, entra en tu mente. Y cualquier cosa que es contraria a los principios de la ley, detecta, señala , y ahora dice, "Porque has hecho esto, porque has violado mis principios, por lo tanto debes morir."
Notemos
Romanos 6:23, "Porque la paga de la ley es muerte." Oh, eso no es lo que dice.
¿Está usted conmigo? Ahora quiero oírle protestar, ¿ok?
Nada de eso de sentarse ahí con la boca abierta y diciendo, "Oh, esto es realmente bueno."
Quiero que ustedes
lean sus Biblias. Quisiera que usted abra su Biblia y que compare lo que estoy diciendo.
Compruébeme.
Por eso les doy esa lista de los versos de la Biblia, de modo que usted pueda comprobarme, lea lo que viene antes y lo que viene después. Lea el contexto. Lléveselo a su casa.
Compruébelo. Hay también mucha gente en este mundo que sólo siguen lo que las otras personas dicen en lugar de ir a las Escrituras por ellos mismos.
Ahora de nuevo a
Romanos 6:23, "Porque la paga del pecado ¿es qué?" "es la muerte."
Déjeme preguntarle algo. ¿Tiene la ley derecho a exigir pago?
Si yo peco, si yo quebranto la ley de Dios y peco, ¿tiene derecho la ley a decir, "usted pecó; ahora usted tiene que pagarme?"
¿Qué usted piensa? ¿Sí? Por supuesto, tiene derecho. Si usted compra un carro nuevo, ¿tiene su acreedor derecho de asegurarse de que usted haga sus pagos mensuales? ¿O usted dice, "Oh, ese individuo odioso -- otra vez me envió mi pago mensual?" Por supuesto que no.
Porque si usted se ha montado en una deuda, su acreedor tiene derecho de exigir el pago. Y cuando quebrantamos la ley de Dios, la paga del pecado es muerte.
La ley dice, "ahora has roto mis principios; por lo tanto debes morir. Debes pagarme."
¿Es la ley nuestra enemiga entonces?
¿Piensa usted que la ley es nuestra enemiga?
Déjeme presentar un pequeño caso hipotético. Supongamos que Timothy McVeigh, quien está en juicio ahora, él sí puso la bomba en ese edificio en la ciudad de Oklahoma. (No sabemos que él hizo esto, porque en este país consideran a un individuo inocente hasta que es probado culpable. Desafortunadamente, mucha gente determina ya que alguien es culpable antes de que la persona tenga un juicio, pero ésta no es la manera que Dios funciona, ¿no es así? De todas formas, usted puede ser que tenga su opinión; ése no es el punto.) El punto es éste, suponiendo que él lo hizo. Suponiendo que él voló ese edificio. ¿Qué usted pensaría si él hubiera dicho,
"Bueno usted sabe que la razón por la cual estoy en juicio es porque hay una ley que dice que no estoy supuesto a matar. Si ustedes se deshacen de esa ley, el problema está resuelto." ¿Qué usted pensaría?
suponga que una persona roba la propiedad de alguna otra persona -- por ejemplo, roba su carro -- y lo agarran. Él dice, "Bueno, no es mi culpa. Es la culpa de esa ley que está en los libros que dice, 'No robarás.' "
Déjeme preguntarle, ¿es la solución deshacerse de la ley para librar al criminal? ¿Es ahí donde está la solución, arrojar la ley de modo que el criminal pueda ir libremente? Absolutamente que no.
¿Dónde está el problema?
El problema no está con la ley, porque la ley demuestra qué es bueno y qué es correcto y santo y justo y por lo tanto
la ley es buena. Soy yo quien va contra la ley y el pecado quien tiene el problema. Es decir, no es de la ley que nos tenemos que deshacer; es del pecado que nos tenemos que librar.
No es la ley que necesita ser reformada y transformada, es el pecador que necesita ser reformado y transformado. ¿Usted me entiende? El problema no está con la ley. El problema está con mi transgresión de la ley. El problema está con mi pecado.
La Escritura no dice, "la paga de la ley es muerte." Dice, "la paga del pecado es muerte." El problema no está con la ley. El problema, según la Escritura, está conmigo. Y como dice en Ezequiel 18:4 y 20, "el alma que pecare, esa morirá." ¿Tiene la ley derecho de exigir eso?
Seguramente. Desafortunadamente mucha gente ve la ley de Dios como una lista de reglas escritas en tablas de piedra. ¿Pero sabe usted qué es la ley realmente?
La ley realmente describe una relación perfecta -- una verdadera perfecta relación de amor. Dirá usted, ¿y cómo es eso?
Déjeme preguntarle, si usted ama a su vecino, ¿se va a escapar con su esposa? No lo creo.
Si usted ama a su vecino, ¿le va a robar su propiedad?
Si usted ama a su vecino, ¿va a chismear de él por detrás? Si usted ama a su vecino, ¿va a codiciar todas las cosas buenas que él tiene? Por supuesto que no.
Si usted ama a sus padres, ¿los va a golpear? No.
Usted ve que la ley describe relaciones perfectas ideales. Entonces la ley es buena porque describe qué es el amor en verdad. La ley es buena porque describe lo que es un mundo perfecto ideal con relaciones perfectas entre la gente. Es cuando voy contra la ley que tengo el problema; pero el problema no está con la ley, el problema está conmigo y con mi pecado.
Déjeme ilustrar el punto de modo que pueda entender de qué estamos hablando. Cuando la ley me dice que soy un pecador, que he roto sus principios, y por lo tanto debo morir por romper esos principios, yo digo, "Pero yo no quiero morir. Deseo vivir." Entonces la ley dice, "Escucha, yo no puedo perdonarte; todo lo que puedo hacer es demandar justicia. Todo lo que puedo hacer es demandar santidad.
No puedo reformarte o transformarte. Digo simplemente qué es bueno y qué es malo y si tú haces mal, estás condenado a morir. " Y digo entonces, "¿qué puedo yo hacer? "
La ley dice, "Bien, hay una solución.
La solución no está en mí. La solución está en que vayas a Alguien que ha pagado la pena que tú debes sufrir debido a tu pecado." En otras palabras,
¿la ley me envía a quién? Me envía a Jesús como solución a mi problema. Usted recuerda que en el Jardín del Edén cuando Adán y Eva quebrantaron la ley y pecaron, Dios dijo, "Tú vas a morir. " Pero inmediatamente después él dijo, "Sí, pero hay un Cordero. Si tú expresas fe en el Cordero, no morirás sino que vivirás."
Déjeme entonces preguntarle, ¿hacia dónde dirigió la ley al transgresor? Dirigió al transgresor a la solución del problema -- a Jesús, a quien pagó por el pecado. Déjeme ilustrar el punto.
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Hace algunos años,estaba estudiando en el seminario. Eso fue más que hace algunos años, pero de todos modos, estudiaba en el seminario en Berrien Springs, Michigan; y por supuesto, como la mayoría de los estudiantes, tuve que trabajar.
Mantuve tres trabajos. Limpié una iglesia como portero y trabajé en una camioneta de mudanza que pertenecía a la universidad. Y además de eso limpié la chimenea en los productos de madera de la universidad, un almacén de muebles. Mi trabajo era venir después del día de trabajo, tomar una espátula, y raspar toda la pintura polvorienta que se había subido por la chimenea por el ventilador, el exceso de la pintura de rociar los muebles.
Cada dos o tres días me trepaba en las escaleras en la chimenea y raspaba todo exceso de pintura. Caía al piso y yo la recogía y la arrojaba afuera. La primera vez que limpié esa chimenea, usé un chaleco verde especial. Limpié la chimenea, y cuando acabé, arrojé todo afuera, y dije "Bueno, me voy a ir a casa. " Incluso ni pensé en ir al cuarto de baño y de mirarme en el espejo.
Fui entonces a casa y recuerdo cuando golpeé en la puerta y mi esposa abrió la puerta, ella estaba totalmente sorprendida; casi le dió un ataque al corazón. Dijo, "¿qué te sucedió? " Dije, "Bueno, ¿qué quieres decir, qué me sucedió? " Ella dijo, "¿no te has mirado en un espejo?" Dije, "no, no me he mirado."
Entré entonces al cuarto de baño y le diré, amigos, la única cosa blanca que usted podía ver eran mis dientes y mis globos oculares. Todo era negro. Y dije, "¡Hombre, caminé así hasta mi casa! ¡Me pregunto qué la gente debe haber pensado de mí!" ¿Qué ustedes pensarían si yo me miro al espejo y digo, "viejo espejo repugnante. ¿Qué quieres decir con que estoy sucio? ¿Cómo te atreves"? Y rompo el espejo.
¿Pensaría usted que estoy un poco fuera de mi mente? Por supuesto. Encima ¿qué usted pensaría si tomo el espejo y digo, "Espejo, espejo, en la pared, límpiame" y comienzo yo a intentar limpiar mi cara con el espejo?
No trabajará. ¿Cuál es el propósito del espejo? Es señalar el problema. ¿Y qué el espejo me dice? Dice "usted necesita jabón y agua, amigo." ¿Y a dónde el espejo me envía? El espejo me envía al jabón y al agua. Entonces yo limpio mi cara y yo limpio mi cuerpo con el jabón y el agua y me vuelvo al espejo; y el espejo me dice, "Sí, usted se ve muy bien ahora."
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¿Sabe usted que en Santiago 1:23-25, habla sobre la ley de Dios que es un espejo, sobre mirarnos en la ley de Dios como en un espejo? ¿Nos dice la ley de Dios la verdad? ¿O miente? Escuchen, amigos, si tengo esos pecados pequeñitos secretos en mi corazón, y leo la ley de Dios, la ley me va a decir acerca de ellos; es un espejo seguro.
Me va a reflejar lo que yo soy y quién yo soy. Entonces ¿digo, "Oh, voy a tirar la ley a la basura. Voy a tomar esa ley y la voy a botar; y se acabó, estoy apenas limpio como siempre?"
¿Es ésa la solución? No. ¿Qué necesito hacer cuando la Santa ley de Dios me demuestra mi pecaminosidad? La ley dice, "no puedo limpiarte; mi trabajo es señalarte que tú necesitas limpiarte. Pero vé a Jesús. Él te limpiará, su sangre te limpiará de toda injusticia."
Por eso es que en
Gálatas 3:24 dice que la ley es nuestro ayo para conducirnos a Cristo.
La ley es necesaria para conducirnos a Cristo. Déjeme preguntarle, ¿qué sucedería si no tuviéramos ley? No reconoceríamos que somos pecadores, y por lo tanto no vendríamos a Jesús. Incidentemente, ¿Sabía usted que en el libro de Génesis, se nos dice que el diablo quería que Adán y Eva rompieran la ley moral de Dios? ¿Es eso lo que el diablo quería hacer? ¿Pecó Lucifer en el cielo? ¿Qué estaba él tentando a Adán y Eva a hacer?
Él los estaba tentando también para quebrantar la ley de Dios. De hecho, vamos a estudiar más adelante en este seminario que él intentaba convencerlos a que fueran autónomos.
¿Sabe usted lo que la palabra
autónomo significa, de dónde viene? Autónomo significa una ley en usted mismo. De hecho, ésa es una palabra compuesta que viene a partir de dos palabras griegas -- autos, que significa yo, yo mismo, y
nomos, que es ley. En otras palabras el diablo intentaba tentar a Adán y a Eva para que se olvidaran de la ley de Dios y para que fueran una ley a sí mismos. Pues él había roto la ley en el cielo, ahora él quisiera que Adán y Eva rompieran la ley de Dios sobre la tierra. ¿Y tuvo éxito en hacerlo? Sí, lo tuvo.
Notamos en Génesis que cuando Adán y Eva quebrantan la ley de Dios y pecan, ellos están sujetos a la muerte. Jesús dice, "pero si tú recibes el sacrificio, si tú recibes a Cristo, entonces tu pecado será solucionado y tú recibirás perdón." ¿Ley y qué? y gracia. Déjeme utilizar otro ejemplo de modo que podamos entender esto un poco mejor. Suponga que usted va a un hospital y que le hacen una radiografía del pecho, y la radiografía le demuestra que usted tiene tuberculosis. ¿Qué usted dice? "¡Vieja máquina odiosa! ¿Cómo te atreves a decirme que tengo tuberculosis? " ¿Es ésa la manera como usted reacciona? ¿Dice usted al técnico de la radiografía, "Bote esa máquina. Acaba de decirme que tengo tuberculosis." ¿Es eso lo que hago?
Déjeme preguntarle, ¿me está haciendo un favor la máquina de radiografía? Me está diciendo que estoy enfermo. ¿Me cura la máquina de radiografía? No, la máquina de radiografía demuestra simplemente que estoy enfermo. ¿Es apropiado demostrarme que estoy enfermo? Sí, y si me demuestra que estoy enfermo, ¿qué yo voy a buscar? Voy a buscar un doctor que pueda curarme. ¿Pero qué si no me hago una radiografía? Entonces yo no sé que estoy enfermo, y si no sé que estoy enfermo, ¿cómo voy a venir a Cristo como un remedio para mi enfermedad?
Usted ve, lo que el diablo está tratando de hacer al conseguir librarse de la ley es también conseguir que la gente no venga a Jesús. La ley le demuestra que usted necesita a Jesús. Si usted no tuviera la ley para demostrarle su pecado, usted no se sentirá que es un pecador y usted nunca vendrá a Cristo para que lo limpie y lo cure. ¿Ve usted lo que el diablo está intentando hacer?
Yo me asombro cuando oigo a predicadores hoy decir, "Oh, este mundo va a la deriva, ¿no es así? " Dicen, "Miren, crimen, drogas, sexo ilícito, mentira, engaños, videos, televisión, todo es tan putrefacto. ¡Cuán maravilloso sería si cada uno viviera por los diez mandamientos!"
Pero algunas oraciones más adelante están diciendo, "Pero recuerde, la ley fue clavada cuando Jesucristo murió en la cruz." Nunca he podido entender eso. ¿Cómo puede usted decir cuan agradable sería si el mundo viviera por los diez mandamientos, y después dice que Dios se deshizo de Su ley santa cuando Jesús murió en la cruz? ¿Solucionaría eso algo?
No, porque de lo que Jesús se tuvo que deshacer no fue de la ley; él tenía que deshacerse del pecado, que es transgresión de la ley. Es decir, Jesús tuvo que mantener la santidad de la ley. Él tuvo que guardar la ley mientras que al mismo tiempo salvaba al pecador. Y entonces como la máquina de radiografía me envía a un doctor para ser curado, la ley me demuestra mi enfermedad y me envía a Jesús.
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Déjeme utilizar otro ejemplo. Es tiempo de confesión. Hace un par, tal vez tres semanas atrás, salí de una reunión de oración, y me metí en la Primera Calle y realmente iba como un relámpago por la calle. El policía que me paró dijo que iba a 53, y era una zona de 40 millas. Tenía mi cartera, pero no la licencia de conducir. No podía encontrar mi tarjeta del seguro. Bien, ahora estaba en problemas. Él vino entonces a la ventana del carro -- un policía muy agradable; por supuesto, yo también fui agradable con él. Siempre trato de hacer eso. Él dijo entonces, "Buenas tardes, señor." Dije, "Buenas tardes." Él dijo, "¿Sabe usted que iba a 53 millas por hora en una zona de 40? Y además, usted me pasó como un relámpago. ¿Cómo pudo usted haber hecho eso?" Dije, "Francamente estaba tan lleno con lo que pasó en la reunión de oración, que apenas no veía a nadie." Él dijo, " Oh, ¿es usted predicador? " Dije, " sí, soy predicador. " Me alegro que él no dijo, "usted sabe, un predicador debe dar un buen ejemplo. " Él no me sermoneó. ¿Usted es un predicador dónde? " Dije, " la Iglesia Central de Fresno." Él dijo, " Oh, " y fue de nuevo a su carro, a comprobar si tenía licencia y registración. Incluso no tenía ni mi registración--no podía encontrarla en ningún sitio. Lo encontré más adelante en el carro, el registro y la tarjeta del seguro; pero usted sabe cuándo uno está nervioso no hay manera de encontrar las cosas. De todas formas, después de algunos minutos él volvió y dijo, "señor, solamente voy a darle una advertencia esta vez. Tenga una tarde agradable. " Él dijo eso, realmente. Y me dije a mí, "Wow, me libraron de una multa y quizá incluso de la prisión, no sé."
Ahora escuche, deseo establecer algo, y eso es que aunque ese policía me libró de pagar una multa, él hizo lo que no estaba supuesto a hacer. (¡Nunca le diga eso!) ¿Por qué? Porque yo había roto la ley y la ley exigía que me dieran una multa. En otras palabras, porque había roto la ley, la ley tenía derecho de exigir el pago. La única cosa es, que yo no quería pagar. Déjeme ponerlo de esta manera: Supóngale que el policía hubiera dicho, "Está realmente arrepentido por lo que usted hizo, ¿verdad? Usted sabe, tengo que darle una multa porque usted rompió la ley, y la paga del pecado es una multa." Entonces él dice, "Le diré lo que voy a hacer (y esto no sucede de verdad es solamente una ilustración de lo que estamos hablando). Él dice, "¿Está usted realmente arrepentido por lo que hizo? " "¡Sí, señor! Seguro." Él dice, "Le diré lo que voy a hacer. No puedo perdonarle esta multa, porque usted ha roto la ley y la ley exige el pago. Pero le diré lo que voy a hacer. Voy a ir a la corte y pagaré la multa por usted. Le voy a dar la multa pero voy a ir a pagarla. " Déjeme preguntarle, ¿se pagó la deuda? ¿Se pagó la multa? Sí, está paga. ¿Pero pagué yo? No. Usted ve, yo he quebrantado la ley de Dios, y la ley dice, "pagúelo con muerte." Pero Jesús dijo, "voy a tomar esa multa; voy a tomar esa sentencia de muerte sobre mí. " ¿Se pagó la sentencia? Sí, pero no fui yo quien la pagó; sino él lo hizo por mí. Por supuesto, de ahora en adelante, cuando subo por la Primera Calle, cada vez que llego a la ezquina de Clinton y la Primera y viro a la izquierda para ir a casa, usted puede imaginarse que estoy diciendo, ¡Aleluya! Puedo ir tan rápidamente como deseo, porque ese policía perdonará mis multas, ahora y por siempre." ¿Saben lo que yo hago realmente cuando doy vuelta en esa ezquina? Recuerdo el policía agradable, y me digo, "Mejor es que me mantenga alrededor de 40 porque él fue agradable conmigo."
Déjeme preguntarle, ¿porque Jesús ha pagado nuestra deuda, significa eso que ahora tenemos libertad de ir y desobedecer y quebrantar la santa ley de Dios? Absolutamente que no.
Por amor a El, desearé obedecerlo, yo desearé guardar Su ley. Cuándo vengo a la cruz del Calvario, Jesús me perdona, Jesús me limpia, Jesús me regenera, y después ¿sabe usted lo que él hace? Él toma su ley y la escribe en mi corazón.
Vayamos a
Hebreos 8, y notemos lo que hace Jesús. Déjeme preguntarle, cuando yo vengo a la cruz del Calvario, ¿veo cuán terrible es el pecado? ¿Desea usted saber cuán terrible es el pecado? Lean lo que la Biblia tiene que decir sobre la cruz: Jesús colgando entre el Cielo y la Tierra desnudo, con su espalda agolpeada hasta al hueso, con una corona de espinas en su cabeza, con sus manos y sus pies perforados por espigones -- no eran clavos, eran espigones. Y cuándo vengo a la cruz digo, "¿Señor porqué? ¿Porqué te ha sucedido esto?" Él dice "La paga del pecado es muerte." ¿Es el pecado un monstruo terrible? ¿Es la transgresión de la ley de Dios terrible? Sí, es.
Y cuando veo lo que el pecado hizo a Jesús, no desearé tener nada que ver con el pecado. Es porque yo saco mis ojos de Cristo, de lo que el pecado le hizo a él. ¿Es porque, como dice
Romanos 8:32, Dios no pudo incluso salvar a su único Hijo, es porque no reflecciono ante sus palabras, "Dios mío, Dios mío, porque me has abandonado," que el pecado es una cosa tan trivial, insignificante? Entonces cuando vengo a la cruz digo, "Jesús, pérdoname, pérdoname que he pecado. He roto no solamente una ley escrita en tablas de piedra, yo he roto tu corazón. He roto relaciones con personas debido a lo que he hecho. Señor, el pecado es terrible. No deseo nada más con él." Jesús dice, "Yo te perdono, mi hijo, mi hija. Pero no solamente eso, te perdonaré, te limpiaré tu corazón, te regeneraré tu corazón, te daré un nuevo corazón, y tomaré mi ley y la escribiré en tu corazón."
Usted ve,
Dios no quiere que la ley sea solamente en tablas de piedra. Él desea tomar su ley, cuando nos ha perdonado y nos ha limpiado, y escribirla en nuestros corazones. Déjeme preguntarle, ¿Cambia la ley entre el Viejo y el Nuevo Pacto? No. ¿Sabe usted qué cambia? El lugar en que está escrita. Usted ve, en el Viejo Pacto, todo Israel podía ver los diez mandamientos en tablas de piedra, y trataban siempre de ajustarse. Pero bajo el Nuevo Pacto, Jesús hace algo maravilloso. Él no dice, "Bien, están en tablas de piedra, traten de ajustar su vida con ellas." No. Él dice, "Tomaré esos mandamientos y los escribiré en tu corazón, y entonces tú harás naturalmente lo que la ley requiere.
Note lo que dice en Hebreos 8:7-10,[/SIZE] "Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días dice el Señor, y consumaré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto. No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo los menosprecié, dice el Señor." Noten que fue de ellos culpa que no continuaron en su pacto. Verso 10, "Por lo cual, este es el pacto que ordenaré a la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, y sobre el corazón de ellos las escribiré. Y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo." Como dice en el Salmo 40:8, "El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado, y tu ley está en medio de mis entrañas." Y entonces nadie tiene que decirnos haz esto, no hagas eso; esto está correcto, esto es incorrecto, porque la ley que se ha escrito en nuestros corazones nos conducirá a hacer lo que Dios requiere -- no porque nosotros estamos obligados, pero porque amamos al Señor. ¿Cambia Dios Su ley, o elimina Su ley? No. Él la magnifica y la engrandece, nos perdona por transgredirla cuando venimos a Jesús; y entonces él dice, "Escribiré mi ley en sus corazones de modo que puedan tener totalmente una nueva experiencia conmigo."
¿Desea usted esa clase de experiencia con el Señor? ¡Alabado sea el Señor!