-Cuando el 24 de febrero de 2022 se inició la invasión de Rusia a Ucrania se pensó que esa era una guerra relámpago y que en cuestión de unos pocos días Kiev caería y Zelenski sería depuesto. A más de un año y medio, el inmenso poderío militar ruso ha quedado en ridículo; sus fuerzas se ven débiles y siempre necesitadas de otros que hagan su trabajo. ¿Qué esperan ahora? ¿Que los ucranianos tomen Moscú y depongan a Putin? No será necesario ¡sus generales lo harán!