Como árabes, debemos comprender que Israel y Occidente no son nuestros opresores ni nuestros enemigos.
Nosotros, los árabes, somos nuestros peores enemigos.
Nosotros, los árabes, somos nuestros mayores opresores.
Nosotros, los árabes, hemos matado y oprimido a un millón de veces más de nuestro pueblo de lo que Occidente e Israel podrían jamás do.
No es Israel quien casó a mi madre cuando era niña. Fue mi gente quien lo hizo.
No es Occidente ni Israel quienes han estado bombardeando Yemen durante la última década y matando a 400.000 personas. Somos nosotros, los árabes, quienes lo hicimos.
No es Israel quien implantó el extremismo islámico en Oriente y Occidente. Son nuestras mezquitas, son los libros que adoramos, son los imanes que seguimos, es lo que aprendemos y lo que enseñamos.
No es Occidente quien nos obliga a tratar a las mujeres como mercancías. Es nuestra gente.
Y, sobre todo, no son Occidente ni Israel los que no valoran las vidas árabes.
Somos nosotros, los árabes, los que no valoramos la vida humana.
Si no admitimos ante nosotros mismos que NOSOTROS somos el problema, que NOSOTROS nos negamos a progresar y que NOSOTROS necesitamos cambiar, entonces el cambio nunca ocurrirá, la sangre seguirá fluyendo y nunca conoceremos la paz.
¿Cómo esperamos que el mundo y la comunidad internacional nos respeten, cuando nosotros no nos respetamos a nosotros mismos?
«Los protegió para que no tuvieran temor;
en cambio, sus enemigos
quedaron cubiertos por el mar.
Los llevó a la frontera de la tierra santa,
a la tierra de colinas
que había conquistado para ellos.
A su paso expulsó a las naciones de esa tierra,
la cual repartió por sorteo a su pueblo
como herencia y estableció a las tribus de Israel en
sus hogares.»
Salmos 78:53-55 NTV
«En efecto,
el que cuida a Israel nunca duerme
ni se adormece.»
Salmos 121:4 NTV
¿DEJARÁN LOS EE.UU.
DE APOYAR A ISRAEL?
«Porque he aquí que el Señor
Jehová de los ejércitos
quita de Jerusalén y de Judá
al sustentador y al fuerte,
todo sustento de pan
y todo socorro de agua;»
Isaías 3:1 RVR1960
«Lo que vio Isaías hijo de Amoz
acerca de Judá y de Jerusalén.
Acontecerá en lo postrero de los tiempos,
que será confirmado el monte
de la casa de Jehová
como cabeza de los montes,
y será exaltado sobre los collados,
y correrán a él todas las naciones.
Y vendrán muchos pueblos, y dirán:
Venid, y subamos al monte de Jehová,
a la casa del Dios de Jacob;
y nos enseñará sus caminos,
y caminaremos por sus sendas.
Porque de Sion saldrá la ley,
y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Y juzgará entre las naciones,
y reprenderá a muchos pueblos;
y volverán sus espadas en rejas de arado,
y sus lanzas en hoces;
no alzará espada nación contra nación,
ni se adiestrarán más para la guerra.
Y se meterán en las cavernas de las peñas
y en las aberturas de la tierra,
por la presencia temible de Jehová,
y por el resplandor de su majestad,
cuando él se levante para castigar la tierra.
Aquel día arrojará el hombre a los topos
y murciélagos sus ídolos de plata
y sus ídolos de oro,
que le hicieron para que adorase,
y se meterá en las hendiduras de las rocas
y en las cavernas de las peñas,
por la presencia formidable de Jehová,
y por el resplandor de su majestad,
cuando se levante para castigar la tierra.»
Isaías 2:1-4, 19-21 RVR1960
BABILONIA ANTIGUA = IRAQ-IRÁN
SUFRIRÁN LOS
EFECTOS DE LA RADIACIÓN
POR GENERACIONES
«Babilonia, el más glorioso de los reinos,
la flor del orgullo caldeo,
será devastada como Sodoma y Gomorra
cuando Dios las destruyó.
Babilonia nunca más volverá a ser habitada;
permanecerá vacía
de generación en generación.
Los nómadas se negarán a acampar allí,
y los pastores no llevarán
a sus ovejas para que pasen la noche.»
Isaías 13:19-20 NTV
«Dale este mensaje de parte del Señor Soberano:
“¡Gog, yo soy tu enemigo!
Te haré regresar y te pondré garfios
en las mandíbulas para sacarte
junto con todo tu ejército:
tus caballos y tus conductores de carros
con toda su armadura
y una inmensa multitud armada
con escudos y espadas.
Además te acompañarán
Persia, Etiopía y Libia
con todas sus armas.
También se sumarán
Gomer y todos sus ejércitos,
junto con los ejércitos de Bet-togarmá
desde el lejano norte y muchos otros.
»”¡Prepárate; alístate!
Mantén movilizados a todos los ejércitos
que te rodean y toma el mando de ellos.
Al cabo de mucho tiempo,
recibirás la orden de entrar en combate.
En un futuro lejano,
caerás en picada sobre la tierra de Israel,
la cual estará disfrutando de paz,
después de haberse recuperado de la guerra
y luego de que su gente haya regresado
de otras tierras hacia los montes de Israel.
Tú y todos tus aliados
—un inmenso y temible ejército—
descenderán sobre Israel
como una tormenta y cubrirán la tierra
como una nube.
Te castigaré a ti y a tus ejércitos
con enfermedades y derramamiento de sangre;
¡enviaré lluvias torrenciales,
granizo, fuego y azufre ardiente!
De ese modo, mostraré mi grandeza y santidad,
y me daré a conocer
a todas las naciones del mundo.
Entonces sabrán que yo soy el Señor”.»
LO SABÍAN,
Y DEJARON ENTRAR A HAMÁS,
¿TAMPOCO LES FUNCIONÓ LAS ALARMAS ELECTRÓNICAS?
¿NO OYERON LOS DISPAROS
Y
LAS EXPLOSIONES?
¿POR QUÉ LOS DEJARON
DURANTE SEIS HORAS
SIN ACTUAR,
MIENTRAS HAMÁS
MASACRABA CIVILES.?
NO QUIERO PENSAR QUE TODO
ESTO SE HA PERMITIDO,
PARA JUSTIFICAR UNA GUERRA,
QUE PUEDE LLEVARNOS
AL
ARMAGEDON.
EL GOBIERNO DE ISRAEL
Y DE IRÁN
TIENEN QUE DAR MUCHAS EXPLICACIONES:
ÚLTIMA HORA | El código rojo de advertencias de la inteligencia de Israel que nunca se envió
ÚLTIMA HORA: el código rojo de advertencia de la inteligencia de Israel que nunca se envió
Los funcionarios de inteligencia habían elaborados un informe urgente que alertaba sobre la creciente coordinación entre los adversarios de Israel y las divisiones políticas internas que podrían impulsar a los enemigos a actuar. Sin embargo, el grupo enemigo lanzó su ataque antes de que el documento fuera remitido. A principios de julio, tanto la inteligencia militar como el Shin Bet mantuvieron consultas separadas en sus respectivas sedes para analizar los efectos de la situación política, social y económica de Israel en su percepción por parte de sus enemigos.
A medida que avanzaba agosto y septiembre, algunos altos funcionarios de defensa comenzaron a temer la posibilidad de un evento catastrófico si Israel no superaba sus divisiones internas. Un alto funcionario de inteligencia incluso advirtió que una guerra podría desencadenarse, cobrando un alto costo en vidas. El jefe del Estado Mayor militar, quien no pudo reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu antes de la votación de la Knesset a finales de julio, expresó sus preocupaciones de manera directa el 11 de septiembre, menos de un mes antes del devastador ataque del grupo en el sur.
Hizo hincapié en la necesidad de estar mejor preparados que nunca para un conflicto en múltiples frentes que involucraría incursiones en territorio enemigo y combates cercanos con bajas tanto en el frente como en el hogar. A principios de octubre, se había preparado otro informe programado para su envío el 8 de ese mes, pero, por razones evidentes, nunca fue entregado.
ES INCREÍBLE QUE SE HAYAN
DEJADO ASALTAR, Y QUE TARDEN SEIS HORAS EN REACCIONAR.
SI HUBIERA UN PODER OCULTO
QUE PERMITIÓ DESDE DENTRO LA MASACRE, PARA JUSTIFICAR UNA GUERRA, QUE TRAERÍAN OTRAS GUERRAS, INVOLUCRANDO A MUCHAS NACIONES PARA DESTRUIR A ISRAEL, Y ESTE FUERA EL GOLPE DEFINITIVO,
EL VERDADERO OBJETIVO.
QUERÍAN IMPEDIR QUE ISRAEL
ESTABLECIERA LA PAZ CON LOS
PAÍSES ÁRABES CON LOS ACUERDOS
DE ABRAHAM.
TODO ES MUY EXTRAÑO,
ES UN PLAN DIABÓLICO:
«Y vi que de la boca del dragón,
de la boca de la bestia y
de la boca del falso profeta
saltaban tres espíritus malignos
que parecían ranas.
Estos son espíritus de demonios
que hacen milagros
y salen a reunir a todos
los gobernantes del mundo
para pelear contra el Señor
en la batalla del gran día
del juicio de Dios, el Todopoderoso.
Y los espíritus de demonios reunieron
a todos los gobernantes y a sus ejércitos
en un lugar que en hebreo se llama Armagedón.»
Apocalipsis 16:13-14, 16 NTV
«Mira cómo se alborotan tus enemigos,
cómo te desafían
los que te odian.
Con astucia conspiran
contra tu pueblo;
conspiran contra aquellos
a quienes tú proteges.
Y dicen:
«¡Vengan, destruyamos su nación!
¡Que el nombre de Israel
no vuelva a recordarse!».»