«Así dice el Señor:
«Por tres transgresiones
de los amonitas,
y por cuatro,
No revocaré su castigo,
Porque abrieron los vientres
de las mujeres encinta de Galaad
Para ensanchar sus fronteras.
Encenderé, pues,
fuego en la muralla de Rabá,
Que consumirá sus palacios
En medio de gritos de guerra
en el día de la batalla,
En medio de una tempestad
en el día de la tormenta.
Su rey irá al destierro,
él y sus príncipes con él»,
dice el Señor.»
«No olviden que yo soy su creador,
yo soy el que extendió los cielos
y afirmó la tierra.
No teman al enemigo
que con furia quiere destruirlos.
Frente a mi poder
toda su furia desaparece.»
«»Yo les dije lo que deben decir,
y los protegeré con mi poder.
Yo he extendido los cielos
y afirmado la tierra, y ahora digo:
“Habitantes de Jerusalén,
¡ustedes son mi pueblo!”»
Isaías dijo:
«¡Despierta, Jerusalén, despierta!
Levántate, tú que has sufrido el enojo de Dios.
Lo has sufrido tanto
que ya ni levantarte puedes.
»Estas dos desgracias
han venido sobre ti:
¡Has sufrido la guerra y el hambre!
¿Quién tendrá compasión de ti?
¿Quién te consolará?
Más bien castigaré
a sus enemigos,
esos que les dijeron:
‘¡Tírense al suelo,
para que los aplastemos!’
Ustedes obedecieron,
¡y ellos los aplastaron!”»»
Isaías 51: 13,16-17, 19, 23 TLA
«Las ciudades de Gaza y Ascalón
quedarán en ruinas y sin habitantes;
los que viven en Asdod
y Ecrón serán arrojados
de sus ciudades a plena luz del día.
¡Qué mal les va a ir a ustedes,
filisteos, habitantes de Creta
que viven a la orilla del mar!
¡Dios ha decidido destruirlos
y dejar su país sin habitantes,
como antes lo hizo con Canaán!
¡Todas sus costas se convertirán
en campos para alimentar ovejas!
Así dice el Dios de Israel:
«Los de Moab y los de Amón
han insultado a mi pueblo
y se han adueñado de su territorio,
pero yo haré que esos dos pueblos
se queden completamente desiertos;
se volverán campos de espinos,
se volverán pozos de sal,
como Sodoma y Gomorra.
Los pocos sobrevivientes
de Judá les quitarán
todas sus riquezas
y se adueñarán de su territorio.
¡Yo les daré su merecido
por haberse burlado de mi pueblo
y por haber invadido su tierra!
Cuando yo destruya por completo
a los dioses de este mundo,
todos temblarán de miedo ante mí,
y aun las naciones más lejanas
me reconocerán como su Dios.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así lo haré.»
«El Dios de Israel ha dicho:
«Ustedes, habitantes de Gaza,
han llegado al colmo de la maldad.
Por eso, ¡no los perdonaré!
Tomaron presos pueblos enteros,
y en Edom los vendieron como esclavos.
»Por eso les prenderé fuego
a las murallas de Gaza
y sus palacios quedarán hechos cenizas;
destruiré a los reyes de Asdod y de Ascalón,
y descargaré mi poder contra Ecrón,
hasta que mueran todos ustedes.
Les juro que así será».
El Dios de Israel ha dicho:
«Ustedes, habitantes de Tiro,
han llegado al colmo de la maldad.
Por eso, ¡no los perdonaré!
Tomaron presos pueblos enteros
y en Edom los vendieron como esclavos;
¡no respetaron el pacto de hermanos
que habían hecho con esos pueblos!
Por eso les prenderé fuego
a las murallas de Tiro y sus palacios
quedarán hechos cenizas».
El Dios de Israel ha dicho:
«Ustedes, habitantes de Edom,
han llegado al colmo de la maldad.
Por eso, ¡no los perdonaré!
Persiguieron a sus propios hermanos
y los mataron sin ninguna compasión;
dieron rienda suelta a su enojo,
y siempre guardaron su rencor.
Por eso les prenderé fuego
a las ciudades de Temán y Bosrá,
y sus palacios quedarán hechos cenizas».
El Dios de Israel ha dicho:
«Ustedes, habitantes de Amón,
han llegado al colmo de la maldad.
Por eso, ¡no los perdonaré!
Para agrandar su territorio,
en Galaad partieron en dos
a las mujeres embarazadas.
Por eso les prenderé fuego
a las murallas de Rabá,
y sus palacios quedarán hechos cenizas.
Lo haré el día de la batalla,
en medio del estruendo
de un día de tempestad,
y su rey y sus jefes
serán llevados a otro país.
Les juro que así será»
LOS TERRORISTAS DE HAMÁS
UTILIZAN A SU PROPIA POBLACIÓN
COMO ESCUDOS HUMANOS.
DESEAN QUE HAYA MUCHOS MUERTOS
PARA ACUSAR A ISRAEL DE GENOCIDIO.
LA IZQUIERDA SE RASGA LAS VESTIDURAS
CADA VEZ QUE ISRAEL SE DEFIENDE,
INCLUIDOS ALGUNOS PASTORES REFORMADOS.
QUIEREN QUE ISRAEL DESPUÉS DE LA MASACRE,
VAYA A LA FRANJA DE GAZA
CANTANDO EL EVENU SHALOM ALEJEM.
ISRAEL SE JUEGA EN CADA GUERRA SU EXISTENCIA.
TIENE LA OBLIGACIÓN DE DEFENDER A SU POBLACIÓN,
Y HACER JUSTICIA A LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO.
«Pues tu pueblo ama
cada piedra de sus murallas
y atesora hasta el polvo de sus calles.
Entonces las naciones
temblarán ante el Señor;
los reyes de la tierra
temblarán ante su gloria.
Pues el Señor reconstruirá Jerusalén;
él aparecerá en su gloria.»
«»En el tiempo de esos acontecimientos —dice el Señor—, cuando yo restaure la prosperidad de Judá y de Jerusalén, reuniré a los ejércitos del mundo en el valle de Josafat. Allí los juzgaré por hacerle daño a mi pueblo, mi posesión más preciada, por dispersar a mi pueblo entre las naciones y por dividir mi tierra. Tiraron los dados para decidir quiénes de mi pueblo serían sus esclavos. Canjearon niños por prostitutas y vendieron niñas por tan solo suficiente vino para emborracharse.
»¿Qué tienen contra mí, Tiro y Sidón y, ustedes, ciudades de Filistea?
¿Tratan de vengarse de mí? Si es así, ¡tengan cuidado!
Los atacaré con rapidez y les pagaré por todo lo que hicieron.
Tomaron mi plata y mi oro y todos mis tesoros preciados y los llevaron a sus templos paganos. Les vendieron la gente de Judá y de Jerusalén a los griegos para que se la llevaran lejos de su tierra. »Sin embargo, yo los traeré de regreso de todos los lugares donde los vendieron y les pagaré a ustedes por todo lo que hicieron. Venderé a sus hijos e hijas a la gente de Judá y ellos los venderán al pueblo de Arabia, una nación lejana. ¡Yo, el Señor, he hablado!».
Digan a las naciones de todas partes: «¡Prepárense para la guerra!
Llamen a sus mejores hombres de guerra. Que todos sus combatientes avancen para el ataque. Forjen las rejas de arado y conviértanlas en espadas, y sus herramientas para podar, en lanzas. Entrenen aun a los más débiles para que sean guerreros. Vengan pronto, naciones de todas partes. Reúnanse en el valle».
¡Y ahora, oh Señor, llama a tus guerreros!
«Que las naciones se movilicen para la guerra. Que marchen hacia el valle de Josafat.
Allí, yo, el Señor, me sentaré para pronunciar juicio contra todas ellas.
Den rienda suelta a la hoz, porque la cosecha está madura.
Vengan, pisen las uvas, porque el lagar está lleno.
Los barriles rebosan con la perversidad de esas naciones».
Miles y miles esperan en el valle de la decisión. Es allí donde llegará el día del Señor. El sol y la luna se oscurecerán y las estrellas dejarán de brillar. La voz del Señor pronto rugirá desde Sion y tronará desde Jerusalén, y los cielos y la tierra temblarán; pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza firme para el pueblo de Israel.
«Entonces ustedes sabrán que yo, el Señor su Dios, habito en Sion, mi monte santo. Jerusalén será santa para siempre, y los ejércitos extranjeros nunca más volverán a conquistarla. En aquel día las montañas destilarán vino dulce, y de los montes fluirá leche. El agua llenará los arroyos de Judá, y del templo del Señor brotará una fuente que regará el árido valle de las acacias. Sin embargo, Egipto se convertirá en tierra baldía, y Edom, en un desierto porque atacaron al pueblo de Judá y mataron a gente inocente en la tierra de ellos.
»Judá, en cambio, se llenará de gente para siempre y Jerusalén perdurará a través de todas las generaciones. Perdonaré los crímenes de mi pueblo que todavía no he perdonado; y yo, el Señor, haré mi hogar en Jerusalén
con mi pueblo».»