Hermano, estás ignorando el punto central de Juan 5:26:
Jesús no está hablando de qué recibió, sino de cómo lo posee.
El texto dice:
“El Padre… le dio al Hijo tener vida en sí mismo.”
Eso implica dos cosas
inevitables:
1) Lo que se recibe no define igualdad de esencia
Tú dices:
Correcto.
Pero eso
no anula la distinción que Jesús mismo hace:
- El Padre → tiene vida en sí mismo no recibida
- El Hijo → tiene vida en sí mismo recibida
Dos modos de posesión distintos = dos relaciones ontológicas diferentes.
La esencia puede ser la misma, el origen no.
Y el origen también es ontología.
2) Jerarquía ≠ inferioridad, pero sí ≠ igualdad ontológica
Tú dices:
De acuerdo.
Pero aquí la discusión
no es “inferioridad moral”.
Es
dependencia ontológica.
Jesús enseña dependencia del Padre para:
- autoridad (Jn 5:27)
- obras (Jn 5:19)
- palabras (Jn 8:28)
- vida en sí mismo (Jn 5:26)
La esencia puede ser igual;
la autosuficiencia, no.
Eso es una diferencia ontológica, no funcional.
3) Si algo se recibe, no es auto-originado
Tú dices:
Pero
Jesús sí habla del origen de SU VIDA:
“le dio tener vida en sí mismo”.
La frase “tener vida en sí mismo” es una definición ontológica.
Por tanto,
Juan 5:26 sí habla del origen de lo que constituye la esencia del Hijo.
Si lo recibido pertenece a Su esencia, entonces Su esencia procede del Padre.
Eso es exactamente lo que Jesús mismo enseña.
4) Igualdad de naturaleza ≠ igualdad de modo de existencia
Tú dices:
Perfecto.
Pero ese NO es el punto en debate.
El punto es:
- el Padre lo tiene como fuente
- el Hijo lo tiene como don
Tener lo mismo no significa tenerlo del mismo modo.
Ejemplo bíblico clarísimo:
Juan 16:15
“Todo lo que tiene el Padre es mío.”
¿Eso hace al Hijo “no procedente del Padre”?
No.
Sigue siendo “del Padre → al Hijo”.
La relación de
procedencia permanece aunque compartan lo mismo.
5) Conclusión inevitable según Jesús
Si la vida esencial del Hijo proviene del Padre:
- el Padre es autosuficiente
- el Hijo es derivado
- comparten naturaleza
- no comparten origen ontológico
Eso es exactamente lo que dice Juan 5:26, con o sin teología adicional.
Negarlo es negar las palabras literales de Jesús.
Si quieres continuar, podemos centrarnos SOLO en Juan 5:26, sin introducir doctrinas posteriores, y ver qué afirma exactamente Jesús y qué no.