Cuando Jesús deja de ser un espíritu y nace como un humano, su cuerpo ya no es un cuerpo espiritual, porque nació "en la carne".
Las personas no tienen un espíritu vivo dentro de ellos, sino que lo que está viva es la persona completa, porque tiene todo lo que necesita para vivir: un cuerpo y energía que lo hace vivir. La persona tiene que seguir alimentando esa energía que comienza a moverse al momento de su concepción, como un motor que arranca, pero para que no se pare tienes que seguir echándole combustible. El espíritu es la energía que Dios dá a las personas cuando comienza la formación del cuerpo. Más tarde la persona sigue "alimentando" su espíritu. Pero si la persona muere, ese espíritu deja de serle útil, porque ya el cuerpo está dañado, y la energía no lo hace funcionar por sí sola, porque necesita un cuerpo sano.
El espíritu dentro del cuerpo no tiene vida propia, porque es solamente la energía que viene de Dios que hace que la persona se mueva, piense, etc. Esos resultados solo se dan en un cuerpo, porque es donde "circula" ese espíritu y hace funcionar todos sus miembros. Por ejemplo, los pensamientos se dan dentro de la masa cerebral como destellos de corriente que pasan de un lugar a otro y van armando conexiones. Nosotros transformamos todo eso en ideas, y es por eso que pensamos. Si a una persona se le daña el cerebro, esoe proceso deja de funcionar, porque para su normal funcionamiento requiere una base fisiológica. En fin, que los pensamientos de una persona de carne están en su cerebro, y si este muere, los pensamientos desaparecen, porque ya no están esos impulsos eléctricos donde solían estar, creando conexiones físicas traducidas en ideas. La persona ya no existe si esto sucede, porque sus pensamientos y sensaciones dejan de ser. La energía que estaba en ese cuerpo sale al exterior de forma natural e inanimada y se une a la naturaleza del mismo modo que la corriente que tiene su pase a tierra.
Eso es el espíritu del hombre. Así que cuando este muere, no queda nada de él vivo con pensamientos propios.
Cuando Jesús fue humano en carne, le sucedió exactamente lo mismo que aquí te describo. Él no pudo ver cuando José de Arimatea tomó su cuerpo muerto y lo llevó hasta la tumba, ni nada de lo que sucedió durante los tres días que estuvo muerto, porque su espíritu estaba en manos de Dios sin vida, su cuerpo estaba en la tumba y su alma, la esencia de su persona, estaba en el Hades.
Dios dió un cuerpo diferente a esta esencia, pero ese cuerpo ya no fue de carne, sino que fue un cuerpo como aquel que Jesús mismo había tenido antes de ser humano, cuando era un ser espiritual. Nuevamente fue un ser espiritual, ahora con sus memorias de cuando había sido humano.