Pero... ¿de donde sacan los calvinistas esta FALSA conclusión?
En efecto, tal conclusión calvinista (suponiendo que vos estás interpretando bien al calvinismo) es insostenible desde diversos puntos de vista.
Por ejemplo, un teólogo calvinista podría argumentar que un budista que encuentre a un hombre herido en el camino, y lo rescata y lo lleva a un hospital y paga sus gastos, no es un escogido de Dios, sino que actúa bajo "la gracia común". Podría este budista ser tan malvado (diría tal teólogo), que pasara de largo sin atender al herido. Pero por la "gracia común", tiene compasión de él. Esa "gracia común", por supuesto, no le serviría para evitar el tormento eterno. Dios solo habría utilizado al budista como instrumento, SIN ofrecerle salvación ni en esta vida ni en la próxima.
La "gracia común", en este ejemplo, sería tan irresistible como para impulsar al budista a rescatar al herido, pero no tan irresistible como para librarlo del lago de fuego y azufre.
Bajo la tesis que defiendo ocurre lo contrario: el levita puede resistir la gracia por un tiempo como para pasar de largo junto al herido sin compadecerse, pero a largo plazo, no podrá resistirse a ella, y terminará reconociendo su error. Y en cuanto al budista que sí socorrió al necesitado, responde a la gracia de Dios como elegido, no a una "gracia común".
En pocas palabras, no hay dos gracias, la "común" y la "exclusiva para los escogidos". En el tren de Dios, no hay boletos de primera clase y de segunda clase. Ni mucho menos, boletos de verdad y boletos de fantasía. Hay un solo tipo de boleto. Una sola gracia, que Dios ofrece en cantidades y momentos distintos, con métodos y fines temporales distintos, pero que a la larga cumplen su único gran propósito, expreso y eterno: el de amar y salvar.
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