No todo es razonamiento, pues la letra mata.
No todo es fe, se necesita inteligencia para llegar a la meta.
En la Escritura vemos que hay razonamientos válidos que sirven a nuestro raciocinio, proverbios y máximas que Dios ha permitido plasmar en letras para obtener sabiduría e inteligencia. Pero también hay partes donde el raciocinio no puede llegar, y es entonces que la fe entra en juego.
El Eterno nos invita a pensar en nuestra conducta y en nuestras acciones, en aplicar la justicia y vivir la misericordia. Del mismo modo, la fe nos mueve a hacer cosas que no parecen lógicas, e incluso pueden ser vistas como "locuras".
¿En qué casos es pertinente aplicar la razón y el pensamiento?
¿En qué circunstancias se debe echar mano de la fe que mueve montañas?
Como no me gusta andar con vaguedades, quisiera citar un caso práctico: hace ya mucho tiempo me propuse adquirir un equipo de cómputo, lo que me llevó a creer que podría lograr mi objetivo. Más sabiendo que la fe sola no es suficiente, me senté y empecé a hacer las cuentas: qué necesitaba comprar, qué tan costosas serían las piezas necesarias, cuánto tiempo me llevaría lograr mi proyecto...
Dios me permitió trabajar hasta lograr mi propósito. Pude disfrutar del fruto de mi trabajo, y todo porque tuve la fe y la paciencia para lograr mi plan.
Muy bien, ¿qué piensan de todo ésto? Espero respuestas que nos ayuden a ser mejores cristianos. Gracias.
No todo es fe, se necesita inteligencia para llegar a la meta.
En la Escritura vemos que hay razonamientos válidos que sirven a nuestro raciocinio, proverbios y máximas que Dios ha permitido plasmar en letras para obtener sabiduría e inteligencia. Pero también hay partes donde el raciocinio no puede llegar, y es entonces que la fe entra en juego.
El Eterno nos invita a pensar en nuestra conducta y en nuestras acciones, en aplicar la justicia y vivir la misericordia. Del mismo modo, la fe nos mueve a hacer cosas que no parecen lógicas, e incluso pueden ser vistas como "locuras".
¿En qué casos es pertinente aplicar la razón y el pensamiento?
¿En qué circunstancias se debe echar mano de la fe que mueve montañas?
Como no me gusta andar con vaguedades, quisiera citar un caso práctico: hace ya mucho tiempo me propuse adquirir un equipo de cómputo, lo que me llevó a creer que podría lograr mi objetivo. Más sabiendo que la fe sola no es suficiente, me senté y empecé a hacer las cuentas: qué necesitaba comprar, qué tan costosas serían las piezas necesarias, cuánto tiempo me llevaría lograr mi proyecto...
Dios me permitió trabajar hasta lograr mi propósito. Pude disfrutar del fruto de mi trabajo, y todo porque tuve la fe y la paciencia para lograr mi plan.
Muy bien, ¿qué piensan de todo ésto? Espero respuestas que nos ayuden a ser mejores cristianos. Gracias.