Paz y gracia de parte de Dios.
Me atrevo no sin antes advertirte que lo que escribo, es propio de lo que como hombre en mi cortedad puedo expresar acerca del misterio inagotable de Dios: Dios es Uno solo en substancia, son sin embargo verdaderamente Tres las personas divinas, cada Uno, Dios todo entero, y los Tres en Unida el mismo Dios.
Ahora sin embargo debo participarte de los que para la formulación del dogma de la Trinidad fue, La Iglesia debió para tal, crear una terminología propia con la ayuda de nociones de origen filosófico: «sustancia», «persona», o «hipostasis», «relación», etc. Al hacer esto, no se sometía la fe a una sabiduría humana, sino que daba un sentido nuevo, sorprendente, a estos términos destinados también a significar en adelante un Misterio iinefable, «infinitamente más allá de todo lo que podemos concebir según la medida humana» (Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios).
La Iglesia utiliza el término «sustancia» (traducido a veces también por «esencia» o por «naturaleza») para designar el Ser Divino en su unidad; el término «persona» o «hipóstasis» para designar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en su distinción real entre sí; el término «relación» para designar el hecho de que su distinción reside en la referencia de cada uno a los otros.
La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: «La Trinidad consubstancial» las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteremante Dios: «El Padre es lo mismo que el Hijo, el Hijo es lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza». «Cada una de las personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina».
Las personas divinas son realmente distintas entre sí. «Dios es único pero no solitario». «Padre», «Hijo», «Espíritu Santo» no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí: «Él que es el Hijo no es el Padre, y el que es el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo el que es Padre o Hijo» Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: «El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede» La Unidad Divina es Trina.
Una Divinidad y Poder, Una el los Tres, contiene a los Tres de una manera distinta, Divinidad sin distinción de substancia o de naturaleza, sin grado superior que eleve o grado inferior que abaje, es la infinita connaturalidad de tres infinitos. Cada uno, considerado en sí mismo, es Dios todo entero. Dios los Tres considerados en conjunto, pues son Uno.