"COMO SIEMPRE, LLENANDO DE MENTIRA TODO TEMA QUE CONTAMINA"
¿Jamás se refería al extranjero?
Mientes, lee:
Lev 19:33 Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis.
Lev 19:34 Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.
Y así eres con el Hijo de Dios, jamás has querido entender que la gloria del Hijo, en su preexistencia, no sufrió menoscabo alguno (Heb_1:3) luego de su regreso al cielo, más bien le fue aumentada hasta lo sumo (Flp_2:9), pues el Señor en su Humildad innata, solo deseaba la misma gloria que tenía con el Padre, antes que el mundo fuese (Jua_17:5).
Cristo, al igual que su Padre, es el Dios Omnipotente, todo fue hecho por medio de Él y para Él, para que en todo tenga la Preeminencia.
Las distintas Teofanías que encontramos en el AT , tienen como base fundamental, este principio, que no puede ser cuestionado, por cuanto Dios (Jn.4:24), el Padre, dejaría de ser Dios, para convertirse en un ídolo, leemos:
Juan 1:18: «A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.»
Es así como su singularidad, (Jehová) la contemplamos por medio de la pluralidad en su visita a Abraham, leemos:
Gén 18:1 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Gén 18:2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Bajo este principio de Juan 1:18, entendemos que fue la segunda Persona, el Hijo, que aparece Abraham, Isaac y Jacob como Dios Omnipotente, leemos:
Éxo_6:3 Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, más en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.
Los siglos pasaron y llegamos al cumplimiento del tiempo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, el Dios Omnipotente se hizo carne, pero no se hizo Hijo, ya lo era, desde la eternidad hasta la eternidad, leemos:
Miq_5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
Isa_9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
También dijo Isaías:
Isa 6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Isa 6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Y el Espíritu Santo confirma a Jesús como Aquel que vio Isaías, leemos:
Jua 12:41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
Jua 10:30 Yo y el Padre uno somos.
Usted, como es incrédulo a la Trinidad, jamás ha creído que Jesús es el Dios Omnipotente, para la gloria del Padre.
CONCLUSIÓN
El que ama a su prójimo, como así mismo, es el creyente que le comparte estas verdades, al religioso engañado, al hereje, al hombre natural, al escéptico, al ateo, porque no quiere que su alma se pierda.
No es asunto de defender un punto de vista religioso, no es asunto de refugiarse en una ley que jamás nadie pudo guardar a excepción de Cristo, no es asunto de hacer un favor temporal al vecino, nada de eso, el amor genuino al prójimo, es hacerlo responsable de Aquel a quién daremos cuenta, de una eternidad con Cristo o de un Castigo Eterno, sin Él, no hay puntos medios, o se es de Cristo o no se es.
La preeminencia de Cristo no se negocia por la hipocresía de un amor fingido:
"¡¡Ay!! ¡¡Ay!! ¡No aman al prójimo, qué perversos!!"
El llanto de Cristo ante una ciudad que lo aborreció, dan testimonio de lo que aquí compartimos... Porque el Hijo de Dios no pertenece a la tierra, el vino del mismo cielo, no es mi vecino, no es mi prójimo, es mi Dios Omnipotente.
Mat_23:37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!