El nombre hebreo dado a la ciudad, Babel, significa “Confusión”, mientras que los nombres sumerio (Ka-dingir-ra) y acadio (Bab-ilu) significan “Puerta de Dios”.
De modo que los habitantes que permanecieron en la ciudad alteraron su nombre para evitar el sentido condenatorio original, aunque el nuevo nombre siguió teniendo una connotación religiosa.
La Biblia menciona a Babel en primer lugar cuando habla del ‘principio del reino de Nemrod’. (Gé 10:8-10.)
Por todas las Escrituras Hebreas la antigua ciudad de Babilonia se destaca como la permanente enemiga de Jehová Dios y de su pueblo.
Aunque Babilonia se convirtió en la capital de un imperio político en los siglos VII y VI a. E.C., durante toda su historia fue un prominente centro religioso que irradió su influencia a otras partes del mundo.
En su obra The Religion of Babylonia and Assyria (1898, págs. 699-701), el profesor Morris Jastrow, hijo, dice a este respecto:
“En el mundo antiguo, antes de la llegada del cristianismo, Egipto, Persia y Grecia sintieron la influencia de la religión de Babilonia.
En Persia, el culto de Mitra revela la influencia inequívoca de los conceptos babilonios; y considerando la importancia dada en el mundo romano a los misterios relacionados con este culto, se perfila otro eslabón que conecta las ramificaciones de la cultura antigua con la civilización del valle del Éufrates”.
Finalmente se refiere a “la profunda impresión que causaron en el mundo antiguo las notables manifestaciones religiosas procedentes de Babilonia y la actividad religiosa que tuvo lugar en aquella región”.
El arqueólogo V. Childe, en su libro New Light on the Most Ancient East (1957, pág. 185), sigue la pista de la influencia religiosa babilonia hacia el oriente, hasta la India. Entre otras cosas dice:
“La esvástica y la cruz, comunes en estampas y placas, eran símbolos religiosos o mágicos como lo fueron en Babilonia y Elam en el período prehistórico más primitivo, y conservan este carácter en la India moderna, así como en otras partes”.
De modo que la influencia religiosa de la antigua Babilonia se extendió a muchos pueblos y naciones, y llegó mucho más lejos y con mayor fuerza y permanencia que su poder político.
Al igual que la Babilonia simbólica, la antigua ciudad de Babilonia en realidad se sentaba sobre las aguas, pues estaba ubicada a ambos lados del río Éufrates y tenía varios canales y fosos llenos de agua. (Jer 51:1, 13; Rev 17:1, 15.)
La mujer simbólica que lleva el nombre de Babilonia la Grande es “la gran ciudad que tiene un reino sobre los reyes de la tierra”, un reino que le permite sentarse sobre “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas”. (Rev 17:1, 15, 18.)
Un reino sobre otros reinos y naciones es lo que se conoce como un “imperio”.
Babilonia la Grande se coloca a sí misma encima de los reyes terrestres y ejerce su poder e influencia sobre ellos.
Monta a la simbólica bestia salvaje de siete cabezas. En otras partes de la Biblia se utilizan las bestias como símbolos de potencias políticas mundiales.
Algunos estudiosos opinan que Babilonia la Grande es un imperio político, bien sea Babilonia o Roma.
Babilonia había dejado de existir como imperio político hacía tiempo cuando Juan recibió su visión profética.
En cuanto a Roma, la naturaleza de su gobierno político no armoniza con la descripción del proceder de Babilonia la Grande ni con sus métodos de dominación, pues se dice que es una ramera que comete fornicación con los reyes de la tierra, los emborracha con el vino de su fornicación y extravía a las naciones con su “práctica espiritista”. (Rev 17:1, 2; 18:3, 23.)
De modo que es la correspondencia espiritual de la antigua ciudad de Babilonia, y manifiesta hacia el verdadero pueblo de Dios la misma enemistad que aquella.
Es significativo el que Jesús hiciera recaer sobre los líderes religiosos la responsabilidad de “toda la sangre justa vertida sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías”.
Aunque esas palabras se dirigieron a líderes religiosos del mismo grupo étnico que Jesús, la nación judía, y aunque fueron ellos quienes por algún tiempo persiguieron de manera particularmente intensa a los discípulos de Jesús, la historia muestra que luego la oposición al verdadero cristianismo procedió de otras fuentes (siendo los mismos judíos también víctimas de esta persecución). (Mt 23:29-35.)
En (Apocalipssis 17:18) se explica que es “la gran ciudad que tiene un reino sobre los reyes de la tierra”.
La palabra “ciudad” nos hace pensar en un grupo organizado de personas. Además, esta “gran ciudad” controla a “los reyes de la tierra”.
Por lo tanto, Babilonia la Grande tiene que ser una organización que ejerza una gran influencia por todo el planeta.
Bien puede decirse que es un imperio mundial.
Y Se trataria de un imperio religioso.
Según el libro de Apocalipsis, “Babilonia la Grande”, que representa a las religiones falsas de este mundo, es como una prostituta (Apocalipsis 17:5-7).
Porque sus líderes se han prostituido, o mezclado, con los dirigentes políticos del mundo.
En lugar de apoyar a Jesús y su Reino, han pasado por alto las normas de la Biblia a fin de aumentar su influencia en la política.
Babilonia la Grande, mencionada en el libro de Apocalipsis, es el conjunto de religiones falsas que hay en el mundo y que Dios rechaza (Apocalipsis 14:8; 17:5; 18:21.