¿Quién bautizo a los apóstoles?

Fueron bautizados en pentecostes cuando vino sobre ellos el Espíritu Santo.
De acuerdo
Habían Sido bautizados en agua...
El día de Pentecostés fueron bautizados con Espíritu Santo y fuego
¿Por quién?
Por el único que bautiza con Espíritu Santo y fuego

Juan 1:33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo.

Mateo 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
 
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Si las Palabras de Cristo son el Espíritu Santo (Jn. 6:63) y Éste les dice: 'El que a vosotros oye a mí me oye' (Lc. 10:16) y también les dice:

S.Juan 20:23
[23]A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Es obvio que el bautizo del Espíritu Santo de los Apóstoles es a través del Evangelio predicado por ellos:

S. Marcos 16:16
[16]El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Una vez más digo: Necesitamos ser bautizados por Las Palabras del Evangelio de Dios, el Espíritu Santo que vive eternamente ahí.

Mas no todos obedecieron...

Romanos 10:16
[16]Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?

Cordial saludo
No es tan obvio. Estás infiriendo, deduciendo.
No es necesario hacerlo, cuando la escritura lo señala de manera explícita
Por ahora te dejo Mateo 3:11 y Juan 1:33
Hay otros textos explícitos
No, la Palabra del Evangelio no es la que bautiza, lo siento
 
S.Juan 20:23
[23]A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Es obvio que el bautizo del Espíritu Santo de los Apóstoles es a través del Evangelio predicado por ellos:
Este texto señala lo referente al perdón de pecados, no al bautismo con el Espíritu Santo
 
S. Marcos 16:16
[16]El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Una vez más digo: Necesitamos ser bautizados por Las Palabras del Evangelio de Dios, el Espíritu Santo que vive eternamente ahí.

Mas no todos obedecieron...
Más no todos creyeron...
El texto habla de creer y ser bautizado para ser salvo
El solo ser bautizado no te hace salvo
El que cree y es bautizado (en agua) es porque ha recibido o recibirá el Espíritu Santo y fuego
El bautismo del Espíritu Santo se recibe de lo alto
 
Una vez más digo: Necesitamos ser bautizados por Las Palabras del Evangelio de Dios, el Espíritu Santo que vive eternamente ahí.
Las palabras del evangelio son necesarias para creer
Y creyendo me bautizaré en agua y recibiré el Espíritu Santo de lo alto
 
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Los Apóstoles… ¿Se bautizaron?​




Mc. 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” ¿Fueron los apóstoles bautizados? Esta pregunta es una de las muchas dudas que toman como argumento para negar el mandamiento del bautismo, si los apóstoles se bautizaron o no bajo el mandamiento de la gran comisión; las escrituras no lo dicen, pero se infiere de ellas, que los apóstoles obedecieron a Dios en toda su vida en la cual sirvieron; y no estamos seguros por la vida que ellos vivieron, que se sometieran al bautismo de la gran comisión, no hay ninguna evidencia que muestre este suceso en la iglesia del primer siglo, el Nuevo Testamento no revela de manera explícita la respuesta a esta pregunta.
Para comprender este asunto, veámoslo a la luz de lo que las escrituras nos enseñan acerca del bautismo de Juan el bautista, este bautismo era un mandamiento de Dios. Jn. 01:32-34 “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” Luc. 7:30 “Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.” Sin embargo, los publicanos y el pueblo que recibieron el bautismo, justificaron a Dios recorriendo a lo que Dios ofrecía, no así los Fariseos y los intérpretes de la ley que no se sometieron, entrando en conflicto con la ordenanza de Dios.
De acuerdo a Mateo, Marcos y Lucas; Jesús mismo se sometió al bautismo de Juan para cumplir con toda justicia. Mat. 3:13-17 “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” Sabemos que el bautismo de Juan era para perdón de pecados. Mc. 1:4 “Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados” Es decir: Juan predicaba la ley, que debía despertar en las almas, el sentimiento del pecado y hacerles desear el bautismo, que seria para los que aceptan un bautismo de arrepentimiento (Mat. 3:1-3) para Jesús, no fue un bautismo para perdón de pecados, porque el vivió en santidad y lejos del pecado. Heb. 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” 2Cor. 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” (1Jn. 3:5; 1Ped. 2:22) Por tanto, se infiere que los apóstoles de Jesús fueron bautizados en el bautismo de Juan el bautista; de otra manera Jesús no hubiera permitido que Juan lo bautizara.
También hay que considerar, que el bautismo de Juan estaba vigente durante el ministerio de Jesús, y que después de que Jesús fue hecho prisionero, muerto y sepultado, después de la resurrección de Cristo, se estableció un nuevo bautismo, para el perdón de pecados y recibir el don del Espíritu Santo (Hech. 2:38) para ser salvo de la ira de Dios (Ef. 2:3; Mc. 16:16; 1Ped. 3:21) y cumplir el evangelio (1Cor. 15:1-4) Rom. 6:3, 4 “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Somos añadidos al cuerpo de Cristo Hech. 2:41, 47; Recibimos el don del Espíritu Santo Hech. 2:38; Ef. 1:13, 14; argumentos bíblicos por los cuales; las personas hoy deben ser bautizadas bajo el bautismo de Jesucristo Mat. 28:19; Estos propósitos no se aplican en el bautismo de Juan; por tanto, para que los principios del bautismo de Jesús, se aplicaran a los apóstoles; ellos, debían ser bautizados bajo el bautismo de la gran comisión, ordenado, mandado por nuestro Señor Jesucristo después de su resurrección. Sin embargo, no hay texto alguno del Nuevo Testamento que leamos, que los apóstoles fueron bautizados al inicio de la iglesia. Si Dios, esperaba que los apóstoles obedecieran al bautismo de su hijo, luego los apóstoles se sometieron a dicho bautismo, y si fue para Dios suficiente el bautismo de Juan el bautista para los apóstoles entonces ellos no tenían que bautizarse una vez mas; no hay ninguna evidencia explicita que aclare estos puntos, solamente se infiere a que los apóstoles hicieron la voluntad de Dios durante el transcurso de su vida, y debemos tomar en cuenta que las escrituras no revelan todas la cosas que sucedieron durante el primer siglo.​

 
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Las palabras del evangelio son necesarias para creer
Y creyendo me bautizaré en agua y recibiré el Espíritu Santo de lo alto
Siendo que tú y yo lo que exponemos acá son 'interpretaciones', no insistiré en repetir lo ya expuesto. Habiendo observado en mis debates contigo que profesas la fe católica con firmeza (si me equivoco me dejas saber), te quiero recomendar un libro seglar, del que tengo un alta estima no solo por su valor espiritual concerniente al cristianismo, sino también por su autor, quien fuera considerado por sus contemporáneos como 'un hombre sabio' y llevó una vida digna de estudiar, así como sus escritos. El libro en cuestión se titula La Santa Escala, de San Juan Clímaco. Si te animas y lo lees me dejas saber la opinión que te merece.

Cordial saludo
 
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Reacciones: Jorge Enrique

Por medio de la imposición de manos, los samaritanos recibieron el Espíritu Santo​


En Hechos 8:14-17 nos encontramos con el relato de como los Samaritanos recibieron la palabra de Dios, creyeron, se arrepintieron e incluso se bautizaron en el nombre precioso de Jesucristo; sin embargo, aún no habían recibido el Espíritu Santo, por lo que Pedro y Juan vinieron a ellos e impusieron las manos para que recibiesen el Espíritu Santo.

De Pedro y Juan en Samaria dice: "Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo" Hechos 8:17. Esto asombró tanto a Simón, el mago, que él también quiso esa capacidad (Hechos 8:19). Los discípulos en Éfeso también recibieron el Espíritu Santo con la imposición de manos de Pablo "Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban" Hechos 19:6. Es evidente que esa era una práctica común.
 
-Diciendo y escribiendo tanto, ¿por qué complican lo sencillo? Lo hasta ahora dicho ¿no alcanza?
 
Dicen que lo que expongo son interpretaciones. Veamos tales interpretaciones:

Mateo 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Marcos 1:8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Lucas 3:16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Lucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Hechos 2:33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

Hechos 5:32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.


Sin interpretaciones podemos ver quién nos ha bautizado con el Espíritu Santo
 
Última edición:

Siendo un ex-Catolico debería decirles que les han mentido que reciben comunión por el Espiritu Santo y lo triste se lo creen, cuando en verdad de ellos nadie sabe que es estar en comunión por el Espíritu Santo, con Dios Padre y con su Hijo Jesucristo y creen como magia los va a salvar del infierno y la verdad que la verdadera comunión es estar comunicados con ellos, en todas las formas que sabemos primero en palabra audible, en visiones y sueños, en manifestaciones de ángeles y para que nos eduquen , nos cuiden , nos corrijan , también que nos castigue sí es el caso y nos muestre el camino a seguir y no todo sueño es de Dios, sino que los que deben ser, son tan gloriosos que no pueden ser confundidos y no solo son engañados los católicos porque hay muchos protestantes que han recibido alguna de las cuatro niveles del Espíritu Santo y uno es salvo cuando entramos en el cuarto y nos dejamos dirigir por el Espíritu Santo, es decir de Dios y de Jesucristo.​

 
Vuelve a leer, (no seas perezoso 🙃) allí dice: 'habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.'
-Volví a leer y el texto permanece inalterable: ellos recibieron el Espíritu Santo pero no fueron todavía bautizados con Él como ocurrirá tiempo después, en el siguiente Pentecostés (Hch 2).
 
-Volví a leer y el texto permanece inalterable: ellos recibieron el Espíritu Santo pero no fueron todavía bautizados con Él como ocurrirá tiempo después, en el siguiente Pentecostés (Hch 2).
¿Cómo es eso de recibir el Espíritu Santo, pero no haber sido bautizados con él?
 
¿Cómo es eso de recibir el Espíritu Santo, pero no haber sido bautizados con él?
-Recibir el Espíritu Santo es cuando Él viene a nosotros y nos llena; el ser bautizados con el Espíritu Santo es ser inmersos en Él. Ser bautizados en fuego no es una experiencia conjunta sino contraria y opuesta, ya que la una corresponde al que es trigo y la otra al que es cizaña (Lc 3:16, 17; Ap 20:15).
 
-Volví a leer y el texto permanece inalterable: ellos recibieron el Espíritu Santo pero no fueron todavía bautizados con Él como ocurrirá tiempo después, en el siguiente Pentecostés (Hch 2).

Recibieron dos unciones previas del don del Espiritu Santo, la de sanidades cuando fueron dos en dos y luego el entendimiento de las escrituras, ya cuando Jesus había resucitado y el bautismo fue en Pentecostés y es lo mismo que le pasa a usted tiene alguna unción del Espíritu Santo, pero que a su edad nunca se dejó dirigir por el Espíritu Santo porqué lo resiste y un caso muy parecido fue el de Luis Palau que fue educado por los ingleses protestantes y que le costó entender que se podía estar en comunión con Dios y con Jesucristo en una relación real.​

 
Mis estimados, indagando por Internet, di con este escrito. Desconozco quién es el autor, pero lo considero de interés, pues creo que, en parte, aporta luz al tema que estamos tratando. Se lo comparto:

¿QUIÉN BAUTIZÓ A LOS APÓSTOLES Y CUANDO FUE EFECTIVO SU BAUTISMO?1​

Cabe que algunos tengan dificultad para asimilar, (por no decir que se les pudiera obturar la mente y no aceptar…) la conclusión de la idea que expongo, ya que, “Mirando en la Palabra”, se puede ver que, efectivamente, las Escritura, (aparte del caso de Pablo, Hch.9:18), nada dicen respecto al bautismo de los Apóstoles; en realidad, ni tan siquiera existe el más leve indicio de que en algún momento los Apóstoles hayan sido bautizados, y no sin razón.

La cosa parece inaudita, y, como ya se ha dicho, cabe que en una primera instancia aquellos que militan en denominaciones que hacen depender la salvación del bautismo y de otras exigencias de la Ley, queden desconcertados.

De ahí la necesidad de reponerse del shock que produce descubrir algo que jamás antes se había sospechado, que los Apóstoles, aunque tenían el mandato del Señor de discipular y bautizar a los conversos, ellos mismos nunca fueron bautizados, aun dada la supuesta “virtud” sacramental que algunos atribuyen al bautismo.

Solo “Mirando en la Palabra” y a partir de una reflexión libre de prejuicios y con el debido sosiego, se podría encender la luz para un correcto entendimiento. Por lo general, el tema es algo que “nadie” suele plantearse, solo vienen a caer en la cuenta cuando se les pregunta… ¿Cuándo fueron bautizados los Apóstoles?

Obviamente, el desconcierto y la confusión se produce porque esto del bautismo de los Apóstoles es algo que se suele dar por hecho; pero la pregunta les deja descolocados, y en el caso de personas prejuiciadas a causa de una doctrina equívoca, terminan por distorsionar lo fácil, y desnaturalizar lo obvio y natural.

1 Nadie crea que se trata de arremeter contra la práctica cristiana de bautizar a los conversos, porque el que escribe cree que el mandato de bautizar, así como el de instruir a los conversos, tiene plena vigencia y además creo que debe ser por inmersión, para que no se desvirtúe su significado, morir al mundo y resucitar a una nueva vida para ser vivida a la mayor gloria de Dios, en el poder del Espíritu Santo.

2 Es necesario tener en cuenta que, en el presente trabajo, al hablar del Bautismo, la referencia es al Bautismo cristiano, el que Jesús resucitado instituyó para sus seguidores, bautismo que nada tiene que ver con el que aplicaban los judíos a sus prosélitos, ni tampoco con el bautismo que Juan el Bautista aplicó en el Jordán a cuantos judíos respondieron a su llamado al arrepentimiento. (Mt.3:5-6).

Digo esto, porque que varios discípulos de Jesús que llegaron a pertenecer al número de los doce venían del círculo de discípulos de Juan, y se supone que habían sido bautizados por él, (Cf. Jn.1:35-37, 40), pero es claro el bautismo de Juan nada tenía que ver con el ordenado por Jesús, y así lo entendió Pablo.

Hch.19:3-5 «Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.»

Entiéndase que el bautismo de Juan tenía un carácter preparatorio, mientras que el bautismo cristiano se establece sobre realidades. Tenemos pues: Que había llegado aquel que vendría tras Juan. # Que Juan le identificó como «el Cordero de Dios». # Quien hizo la Redención. # Resucitó. # facultó a los Apóstoles. # Ascendió al Cielo. # Envió el Espíritu Santo sobre los suyos en cumplimiento de la Promesa del Padre…

Además, es de suponer que, de la multitud convertida en Pentecostés, algunos serían de los bautizados por Juan en el Jordán. No obstante, se dice que todos ellos se bautizaron aquel mismo día, eso, sin que el bautismo que recibieron de Juan les eximiera de ser bautizados en el Nombre de Jesús. (Cf. Hch.2:41).

Cuando en un debate se les pregunta sobre el malhechor crucificado junto a Jesús que le rogó se acordara de él cuando viniere en su Reino, si este fue salvo aun cuando no se bautizó, la respuesta invariable es que sí fue salvo, y que no tuvo necesidad del bautismo porque Jesús aún no lo había establecido como condición sine qua non.

El argumento, (que algo tiene de verdad), radica en que la vigencia del bautismo que consideran “para salvación”, comenzó a partir del momento en el que el Señor, tras su resurrección, ordenó a sus discípulos para que estos, a su vez, hicieran discípulos en todas las naciones, bautizándoles (Cf. Mt.28:16-20; Mar.16:16), pero concluyen diciendo que en el caso del “buen” ladrón Cristo aún no había dado el mandato de bautizar, este vendría tras su resurrección de entre los muertos.

El argumento se cae al notar que los Apóstoles, cuál el “buen” ladrón, creyeron en Jesús antes de ser muerto en el Calvario, y tras resucitar y encargarles que llevaran el Evangelio al mundo, estos, cumplieron su ministerio sin que haya evidencia bíblica de su bautismo. Con todo y a pesar de no ser bautizados, fueron salvos.

Especulaciones:

Algunos han supuesto que en el momento previo al bautismo de los tres mil convertidos en Pentecostés, (Hch.2:41), los Apóstoles, por “necesidad”, e ineludiblemente, tuvieron que ser bautizados, pues que de otra forma la Iglesia hubiera tenido un comienzo “irregular”.

Claro, esto no pasa de ser mas que una mera especulación, sin la menor evidencia bíblica, y, por lo tanto, nos deja como al principio. Pero hay más, y es que, en el supuesto de que el bautismo de los Apóstoles se hubiese realizado en el momento que se indica, resulta que, sin más opción ni posibilidad, el primero en bajar a las aguas, (ya que fuera Pedro, Juan, Santiago, etc.), tuvo que ser bautizado por un no bautizado, y en tal caso, la supuesta irregularidad, como que se agravaría. ¿Podemos imaginar un no bautizado bautizando a los Apóstoles?

El ejemplo previo de Juan el bautista.

¿Qué necesitaban los Apóstoles para poder actuar en el nombre del Señor y que los bautismos que realizaran tuvieran validez? ¿Estar ellos bautizados? ¡¡No!!

Formulemos a Juan el Bautista la misma pregunta: ¿Qué necesitaba el Bautista para poder bautizar con carácter oficial en nombre de Dios? Lo que Juan necesitó para operar fue que Dios le ordenara ir a bautizar. Pues eso mismo necesitaron los Apóstoles, ser comisionados por el Señor resucitado para bautizar a los convertidos.

Nótese que de Juan tampoco se dice que hubiera sido bautizado previamente, pero sí se dice, (y aquí está la clave), que Juan «fue un hombre enviado por Dios» (Jn.1:6). El mismo Juan, con referencia a Dios, dice: «el que me envió a bautizar con agua…», (Jn.1:33). Así mismo, el Señor implicaba que «el bautismo de Juan era del Cielo y no de los hombres», (Mt.21:25).

Si tras lo dicho preguntáramos: ¿Quién bautizo al bautista? Se haría evidente que Juan no tenía tal necesidad; él, sin cambiar la condición o el estatus en que fue llamado, (pero aplicando la autoridad del Cielo con la que fue investido), se limitó a cumplir con el ministerio que le había sido encomendado, y punto.

(Mt.3:5-6) «Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.»

Pregunto: ¿Por qué razón nadie se sorprende del hecho de que Juan no fuese bautizado y sí hay reticencia para aceptar que los Apóstoles no lo fueran? Claro que, si hemos de juzgar los hechos con el mismo patrón, el qué Juan saliera a bautizar sin que él fuese previamente bautizado nos situaría en un dilema similar al de los Apóstoles.

Lo cierto es que no cabe tal dilema, ya que, como se ha dicho, Juan fue un hombre enviado por Dios a tal efecto, con instrucciones precisas. Igual se plantea el caso de los Apóstoles, quienes, como Juan, solo necesitaron dos cosas esenciales para poder bautizar, sin que ellos a su vez fueran bautizados:

a) Haber sido comisionados al efecto con un mandato concreto y directo del Señor resucitado, lo que queda registrado fehacientemente en las Escrituras: (Mt.28:19b), «… Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo»

b) Haber recibido el <poder de lo alto>, lo que en verdad también recibieron, y con lo que fueron capacitados para poder cumplir con la comisión recibida: «… Recibiréis poder, y me seréis testigos…» (Hch.1:4,8).

Si la comisión y la investidura del Cielo fueron suficientes para Juan, ¿Vamos a cuestionar la autoridad del Mesías invicto, glorioso y Divino quien comisionó e invistió de autoridad y poder a sus Apóstoles? Así es que los Apóstoles, bautizaron sin más, invocando la autoridad del Nombre del Señor Jesús.

El ejemplo de Abraham.

Un ejemplo a la inversa lo tenemos en Abraham, a quien Dios dijo expresamente: «… En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis […] Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros», cosa que Abraham cumplió al pie de la letra:

«En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo. Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él», (Gn.17:9-11,26-27).

Dios fue claro y preciso, y Abraham entendió perfectamente lo que a él le atañía, de tal suerte que, por ser el principal encartado, fue el primero en circuncidarse, después su hijo, y luego todos los domésticos de su casa. Esto confirma que, si el Señor hubiera querido que sus Apóstoles se hubieran bautizado, lo hubiera explicitado, igual que Jehová explicitó la circuncisión de su siervo Abraham.

Insisto, en el caso de Abraham, la señal que validaba el Pacto fue la circuncisión (Gn.17:11; Hch.7:8; Rm.4:11), Pero…

<<Lo que valida el Nuevo Pacto no es el bautismo sino la sangre de Cristo.>>

No es este el caso de los Apóstoles. Lo que valida el Nuevo Pacto no es el bautismo, sino la sangre de Cristo; otra cosa es que los Apóstoles, tras el descenso del Espíritu Santo, tenían la responsabilidad de cumplir la comisión recibida del Señor, (Mt.28:19; Hch.1:8) y para cuya consecución, según se ha dicho, fueron investidos con la autoridad proveniente de Aquel a quien le había sido dada «toda potestad en el cielo y en la tierra», (Mt.28:18b).

Entonces… ¿Qué más necesitaban para salir a predicar y bautizar a los que creyeran? ¿Ser ellos previamente bautizados? ¡No! La orden fue: Id, y el requisito: «Cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo». (Hch.1:8)

La cuestión de que tenía que darse entre los Apóstoles un bautismo previo al inicio de su ministerio no deja de ser más que un supuesto especulativo sin aval bíblico. La realidad es más sencilla. Para que los Apóstoles bautizaran a los conversos bastaba el mandato simple y llano del Señor; siempre a del primar la voluntad del Señor, lo demás son prejuicios que no hacen sino enredar la sencillez de la Revelación bíblica.

M. León

Ver fuente, aquí
 

Muchas veces los temas se hacen muy largos y la verdad es una sola, el bautismo de agua sin arrepentimiento genuino no vale nada para Dios y vale el bautismo de agua con arrepentimiento genuino ,pero las denominaciones, aun las que podemos decir que son de Cristo están utilizando el bautismo para formar parte a dicho grupo religioso y si usted era de las Asambleas de Dios y cayó en una Bautista, porque cambio de ciudad, le harán hacer nuevamente el bautismo de agua y como vemos cuando el hombre toma las cosas de Dios las bastardea y por eso verán muchos salvados que nunca se mojaron, pero se arrepintieron e hicieron frente al pecado venciéndolo con la sangre del Cordero y eso es lo que vale y la verdad que sí usted hace todo mal, nunca lo bautizarán con el Espíritu Santo y ahi no hay mentiras , ni denominación , ni por ser amigo de porque es una determinación exclusiva de Dios y para los que recibimos antes el Espíritu Santo y no se arrepintió, mejor que lo haga pronto, porque la salvación es arrepentimiento y estar bautizado con el Espiritu Santo y esto escandaliza a muchos.​

 
Mis estimados, indagando por Internet, di con este escrito. Desconozco quién es el autor, pero lo considero de interés, pues creo que, en parte, aporta luz al tema que estamos tratando. Se lo comparto:

¿QUIÉN BAUTIZÓ A LOS APÓSTOLES Y CUANDO FUE EFECTIVO SU BAUTISMO?1​

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-Si a alguno le hubiera quedado todavía alguna duda sobre el asunto propuesto, con la lectura de este concienzudo artículo comprobará que lo que hemos dicho en pocos párrafos acá se expone de forma contundente.

Muchas gracias
 
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Reacciones: Raül Joaquim
Mis estimados, indagando por Internet, di con este escrito. Desconozco quién es el autor, pero lo considero de interés, pues creo que, en parte, aporta luz al tema que estamos tratando. Se lo comparto:

¿QUIÉN BAUTIZÓ A LOS APÓSTOLES Y CUANDO FUE EFECTIVO SU BAUTISMO?1​

Cabe que algunos tengan dificultad para asimilar, (por no decir que se les pudiera obturar la mente y no aceptar…) la conclusión de la idea que expongo, ya que, “Mirando en la Palabra”, se puede ver que, efectivamente, las Escritura, (aparte del caso de Pablo, Hch.9:18), nada dicen respecto al bautismo de los Apóstoles; en realidad, ni tan siquiera existe el más leve indicio de que en algún momento los Apóstoles hayan sido bautizados, y no sin razón.

La cosa parece inaudita, y, como ya se ha dicho, cabe que en una primera instancia aquellos que militan en denominaciones que hacen depender la salvación del bautismo y de otras exigencias de la Ley, queden desconcertados.

De ahí la necesidad de reponerse del shock que produce descubrir algo que jamás antes se había sospechado, que los Apóstoles, aunque tenían el mandato del Señor de discipular y bautizar a los conversos, ellos mismos nunca fueron bautizados, aun dada la supuesta “virtud” sacramental que algunos atribuyen al bautismo.

Solo “Mirando en la Palabra” y a partir de una reflexión libre de prejuicios y con el debido sosiego, se podría encender la luz para un correcto entendimiento. Por lo general, el tema es algo que “nadie” suele plantearse, solo vienen a caer en la cuenta cuando se les pregunta… ¿Cuándo fueron bautizados los Apóstoles?

Obviamente, el desconcierto y la confusión se produce porque esto del bautismo de los Apóstoles es algo que se suele dar por hecho; pero la pregunta les deja descolocados, y en el caso de personas prejuiciadas a causa de una doctrina equívoca, terminan por distorsionar lo fácil, y desnaturalizar lo obvio y natural.

1 Nadie crea que se trata de arremeter contra la práctica cristiana de bautizar a los conversos, porque el que escribe cree que el mandato de bautizar, así como el de instruir a los conversos, tiene plena vigencia y además creo que debe ser por inmersión, para que no se desvirtúe su significado, morir al mundo y resucitar a una nueva vida para ser vivida a la mayor gloria de Dios, en el poder del Espíritu Santo.

2 Es necesario tener en cuenta que, en el presente trabajo, al hablar del Bautismo, la referencia es al Bautismo cristiano, el que Jesús resucitado instituyó para sus seguidores, bautismo que nada tiene que ver con el que aplicaban los judíos a sus prosélitos, ni tampoco con el bautismo que Juan el Bautista aplicó en el Jordán a cuantos judíos respondieron a su llamado al arrepentimiento. (Mt.3:5-6).

Digo esto, porque que varios discípulos de Jesús que llegaron a pertenecer al número de los doce venían del círculo de discípulos de Juan, y se supone que habían sido bautizados por él, (Cf. Jn.1:35-37, 40), pero es claro el bautismo de Juan nada tenía que ver con el ordenado por Jesús, y así lo entendió Pablo.

Hch.19:3-5 «Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.»

Entiéndase que el bautismo de Juan tenía un carácter preparatorio, mientras que el bautismo cristiano se establece sobre realidades. Tenemos pues: Que había llegado aquel que vendría tras Juan. # Que Juan le identificó como «el Cordero de Dios». # Quien hizo la Redención. # Resucitó. # facultó a los Apóstoles. # Ascendió al Cielo. # Envió el Espíritu Santo sobre los suyos en cumplimiento de la Promesa del Padre…

Además, es de suponer que, de la multitud convertida en Pentecostés, algunos serían de los bautizados por Juan en el Jordán. No obstante, se dice que todos ellos se bautizaron aquel mismo día, eso, sin que el bautismo que recibieron de Juan les eximiera de ser bautizados en el Nombre de Jesús. (Cf. Hch.2:41).

Cuando en un debate se les pregunta sobre el malhechor crucificado junto a Jesús que le rogó se acordara de él cuando viniere en su Reino, si este fue salvo aun cuando no se bautizó, la respuesta invariable es que sí fue salvo, y que no tuvo necesidad del bautismo porque Jesús aún no lo había establecido como condición sine qua non.

El argumento, (que algo tiene de verdad), radica en que la vigencia del bautismo que consideran “para salvación”, comenzó a partir del momento en el que el Señor, tras su resurrección, ordenó a sus discípulos para que estos, a su vez, hicieran discípulos en todas las naciones, bautizándoles (Cf. Mt.28:16-20; Mar.16:16), pero concluyen diciendo que en el caso del “buen” ladrón Cristo aún no había dado el mandato de bautizar, este vendría tras su resurrección de entre los muertos.

El argumento se cae al notar que los Apóstoles, cuál el “buen” ladrón, creyeron en Jesús antes de ser muerto en el Calvario, y tras resucitar y encargarles que llevaran el Evangelio al mundo, estos, cumplieron su ministerio sin que haya evidencia bíblica de su bautismo. Con todo y a pesar de no ser bautizados, fueron salvos.

Especulaciones:

Algunos han supuesto que en el momento previo al bautismo de los tres mil convertidos en Pentecostés, (Hch.2:41), los Apóstoles, por “necesidad”, e ineludiblemente, tuvieron que ser bautizados, pues que de otra forma la Iglesia hubiera tenido un comienzo “irregular”.

Claro, esto no pasa de ser mas que una mera especulación, sin la menor evidencia bíblica, y, por lo tanto, nos deja como al principio. Pero hay más, y es que, en el supuesto de que el bautismo de los Apóstoles se hubiese realizado en el momento que se indica, resulta que, sin más opción ni posibilidad, el primero en bajar a las aguas, (ya que fuera Pedro, Juan, Santiago, etc.), tuvo que ser bautizado por un no bautizado, y en tal caso, la supuesta irregularidad, como que se agravaría. ¿Podemos imaginar un no bautizado bautizando a los Apóstoles?

El ejemplo previo de Juan el bautista.

¿Qué necesitaban los Apóstoles para poder actuar en el nombre del Señor y que los bautismos que realizaran tuvieran validez? ¿Estar ellos bautizados? ¡¡No!!

Formulemos a Juan el Bautista la misma pregunta: ¿Qué necesitaba el Bautista para poder bautizar con carácter oficial en nombre de Dios? Lo que Juan necesitó para operar fue que Dios le ordenara ir a bautizar. Pues eso mismo necesitaron los Apóstoles, ser comisionados por el Señor resucitado para bautizar a los convertidos.

Nótese que de Juan tampoco se dice que hubiera sido bautizado previamente, pero sí se dice, (y aquí está la clave), que Juan «fue un hombre enviado por Dios» (Jn.1:6). El mismo Juan, con referencia a Dios, dice: «el que me envió a bautizar con agua…», (Jn.1:33). Así mismo, el Señor implicaba que «el bautismo de Juan era del Cielo y no de los hombres», (Mt.21:25).

Si tras lo dicho preguntáramos: ¿Quién bautizo al bautista? Se haría evidente que Juan no tenía tal necesidad; él, sin cambiar la condición o el estatus en que fue llamado, (pero aplicando la autoridad del Cielo con la que fue investido), se limitó a cumplir con el ministerio que le había sido encomendado, y punto.

(Mt.3:5-6) «Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.»

Pregunto: ¿Por qué razón nadie se sorprende del hecho de que Juan no fuese bautizado y sí hay reticencia para aceptar que los Apóstoles no lo fueran? Claro que, si hemos de juzgar los hechos con el mismo patrón, el qué Juan saliera a bautizar sin que él fuese previamente bautizado nos situaría en un dilema similar al de los Apóstoles.

Lo cierto es que no cabe tal dilema, ya que, como se ha dicho, Juan fue un hombre enviado por Dios a tal efecto, con instrucciones precisas. Igual se plantea el caso de los Apóstoles, quienes, como Juan, solo necesitaron dos cosas esenciales para poder bautizar, sin que ellos a su vez fueran bautizados:

a) Haber sido comisionados al efecto con un mandato concreto y directo del Señor resucitado, lo que queda registrado fehacientemente en las Escrituras: (Mt.28:19b), «… Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo»

b) Haber recibido el <poder de lo alto>, lo que en verdad también recibieron, y con lo que fueron capacitados para poder cumplir con la comisión recibida: «… Recibiréis poder, y me seréis testigos…» (Hch.1:4,8).

Si la comisión y la investidura del Cielo fueron suficientes para Juan, ¿Vamos a cuestionar la autoridad del Mesías invicto, glorioso y Divino quien comisionó e invistió de autoridad y poder a sus Apóstoles? Así es que los Apóstoles, bautizaron sin más, invocando la autoridad del Nombre del Señor Jesús.

El ejemplo de Abraham.

Un ejemplo a la inversa lo tenemos en Abraham, a quien Dios dijo expresamente: «… En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis […] Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros», cosa que Abraham cumplió al pie de la letra:

«En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo. Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él», (Gn.17:9-11,26-27).

Dios fue claro y preciso, y Abraham entendió perfectamente lo que a él le atañía, de tal suerte que, por ser el principal encartado, fue el primero en circuncidarse, después su hijo, y luego todos los domésticos de su casa. Esto confirma que, si el Señor hubiera querido que sus Apóstoles se hubieran bautizado, lo hubiera explicitado, igual que Jehová explicitó la circuncisión de su siervo Abraham.

Insisto, en el caso de Abraham, la señal que validaba el Pacto fue la circuncisión (Gn.17:11; Hch.7:8; Rm.4:11), Pero…

<<Lo que valida el Nuevo Pacto no es el bautismo sino la sangre de Cristo.>>

No es este el caso de los Apóstoles. Lo que valida el Nuevo Pacto no es el bautismo, sino la sangre de Cristo; otra cosa es que los Apóstoles, tras el descenso del Espíritu Santo, tenían la responsabilidad de cumplir la comisión recibida del Señor, (Mt.28:19; Hch.1:8) y para cuya consecución, según se ha dicho, fueron investidos con la autoridad proveniente de Aquel a quien le había sido dada «toda potestad en el cielo y en la tierra», (Mt.28:18b).

Entonces… ¿Qué más necesitaban para salir a predicar y bautizar a los que creyeran? ¿Ser ellos previamente bautizados? ¡No! La orden fue: Id, y el requisito: «Cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo». (Hch.1:8)

La cuestión de que tenía que darse entre los Apóstoles un bautismo previo al inicio de su ministerio no deja de ser más que un supuesto especulativo sin aval bíblico. La realidad es más sencilla. Para que los Apóstoles bautizaran a los conversos bastaba el mandato simple y llano del Señor; siempre a del primar la voluntad del Señor, lo demás son prejuicios que no hacen sino enredar la sencillez de la Revelación bíblica.

M. León

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Lo que pasa es que muchos no entienden la justificación por fe y por eso piensan que el bautismo salva.
 
El bautismo es OBRA.