Apocalipsis 12
LA MUJER VESTIDA DEL SOL
“Y una grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Apoc. 12:1)
La mujer es el pueblo de Israel; asimismo paralelamente, es el pueblo de Dios a través de todos los tiempos, (incluida la iglesia de Cristo en el N.T.) La iglesia de nuestro Señor Jesucristo, ha existido a través de toda la historia de la humanidad; primero como pueblo de Dios, limitado solo a Israel, y luego, como iglesia de Cristo, abierta al mundo entero.
La similitud de esta señal con el sueño que tuvo José es demasiado evidente: el sol representaba al padre, la luna a la madre y las once estrellas a los once hermanos de José, más el mismo José: doce en total. (Gen. 37:9)
Por tanto, el Sol representa a Dios, su justicia, (Cristo es el Sol de Justicia) quien viste a esta mujer; la elección de Dios sobre Israel le confiere honra, hermosura, privilegios, justicia, sobre todos los demás pueblos de la tierra.
La luna representa el Santuario terreno (Heb. 9:1) sobre el cual se asientan (la luna bajo sus pies) : la adopción, y la gloria, y el pacto, y la data de la Ley, y el culto, y las promesas (Rom. 94)
Y las doce estrellas, obviamente son los doce patriarcas del pueblo de Israel, que representan las doce tribus.
“Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir” (Apoc.12:2)
Por intermedio del pueblo de Israel o dentro del pueblo de Israel se gestaba la promesa de Dios de dar un Salvador al mundo (la mujer preñada) a la humanidad; el clamor, son las muchas profecías de Dios a través de sus profetas, que una y otra vez fueron enviados a dar testimonio del plan de Dios, que culminaría con el nacimiento del Hijo de Dios; ese clamor, el tormento por parir, se dejó oír a través de toda la historia del pueblo de Dios (Israel) con sus altos y bajos, victorias y vergüenzas; rechazos, desprecio y muertes de instrumentos escogidos por Dios anunciando al Mesías prometido. Los dolores y tormentos por parir, se ven desde el establecimiento de Israel como una nación escogida por Dios, viviendo constantemente en guerras, derrotas, victorias, cautiverios etc. lo que indudablemente fue un estorbo en el propósito de Dios por cumplir su promesa del Salvador. (tormento por parir)
“Y fue vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas” (Apoc. 12:3)
Evidentemente el dragón simboliza a satanás el diablo y su dominio sobre el mundo y su sistema; sus artimañas, maquinaciones etc. e intentos opositores a Dios a través de los distintos imperios terrenos, mundanos, inflamados por el mismo satanás (siete cabezas y diez cuernos)
Ciñéndome casi estrictamente al propósito de este aporte… trataré más bien lo concerniente a la mujer…
“Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese parido” (Apoc. 12:4)
Herodes fue el instrumento manipulado por el diablo para destruir, o mejor dicho matar al hijo que nacería, nuestro Señor Jesucristo.
Los intentos del enemigo de la obra de Dios, porque el plan de salvación a través de Jesús no se llevara a cabo, son manifiestos, no solo Herodes fue un instrumento usado por el diablo, también hubieron reyes, reinos, gobiernos, individuos, masas, inflamadas por este dragón, para impedir el nacimiento o devorar al hijo por nacer. Los profetas que fueron rechazados, apedreados, muertos, el permanente odio de pueblos o naciones circundantes a Israel… fue trabajo de este dragón.
“Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y a su trono” (Apoc. 12:5)
Sin contradicción alguna, el hijo varón representa a nuestro Señor Jesucristo, el Mesías prometido por Dios, el Salvador del mundo; nacido según la carne, del pueblo de Israel (la mujer) del linaje de Israel; es decir, según la carne, Jesús es israelita.
“Arrebatado para Dios y su trono”… es la sumisión absoluta de Jesús a su padre, su obediencia incondicional a los mandatos de Dios y a su voluntad, al reino de Dios; y personaje principal, central del reino de Dios que “se ha acercado a vosotros”; es decir, movido exclusivamente por la voluntad de Dios, propiedad de Dios.
“Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días” (Apoc. 12:6)
La mujer, que es Israel, comienza a participar del desierto espiritual, su rechazo a Jesús, su incredulidad y ceguera en reconocer a Jesucristo como el Mesías prometido, … lo lleva inevitablemente al desierto espiritual, por su dureza, comienza a vivir en el desierto espiritual en que se encuentra hasta el día de hoy… y… “hasta que haya entrado la plenitud e los gentiles” (Rom. 11:25)
Este desierto en el cual está la mujer, fue descrito y comenzó cuando abiertamente los israelitas rechazaron a Jesús; cuando Jesús llorando profetizó su destierro:
“¡Jerusalén, Jerusalén! Que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti: ¡cuantas veces quise juntar tus hijos, como la gallina sus pollos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, OS ES DEJADA VUESTRA CASA DESIERTA” (Luc. 13:34,35 con Luc. 19:41-44)
Sin embargo, este desierto espiritual, estaba en los planes de Dios, para que los gentiles (extranjeros) entráramos en la Gracia de Dios (“donde tiene lugar aparejado de Dios”) para que a causa de su incredulidad y dureza, tuviéramos nosotros participación en el reino de Dios: “Porque no quiero hermanos que ignoréis… que el endurecimiento en parte ha acontecido en Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” (Rom. 11:25)
“Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, a su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (Apoc. 12:14)
Las alas de la mujer, simbolizan la intervención de Dios en la mujer; que la mujer fuese llevada al desierto, estaba en los planes de Dios.
Aunque Israel se encuentra en un desierto, Dios, le mantiene, le sostiene, le sustenta… (“donde es mantenida por un tiempo…”)… se cumplirá inquebrantable su pacto en su favor. La falta de vida espiritual (desierto) no es para siempre; Israel (la mujer) será sacada de allí, pues es solo por algún tiempo, hasta que el propósito de Dios a favor de toda la humanidad, halla llegado a su fin:
“El endurecimiento ha acontecido en Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles: y luego TODO ISRAEL SERÁ SALVO; como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que quitará de Jacob (Israel) la impiedad; Y este es mi pacto con ellos, cuando quitare sus pecados” (Rom. 11:25,26,27)
“Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, a fin de hacer que fuese arrebatada del río” (Apoc. 12:15)
El agua, representa gentes, el río: muchas gentes, naciones etc. Israel hasta hoy es acosado de muchos enemigos; con razón o sin ella; y muchos son los que le atacan e intentan destruirlo, los israelitas son sinónimo de Dios, quienes han intentado destruir a Israel, lo hacen movidos, consciente o inconcientemente por su oposición a Dios; y ciertamente inflamados por la serpiente que es el mismo dragón.
“Y la tierra ayudó a la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca” (Apoc. 12:16)
Todos los intentos en contra de los israelitas, provienen inflamados por el diablo (“de su boca”), sin embargo Dios estuvo, está y estará siempre a favor de su pueblo, pues aunque hoy Israel esta en el desierto, han quedado “reliquias por gracia”, es decir hay un número de israelitas que viven aún conforme a la voluntad de Dios, obedeciendo a sus mandatos y permaneciendo fieles a Dios en una vida espiritual aprobada por Dios. Por lo tanto Dios estará siempre en defensa de ellos a causa de su linaje (la tierra que ayudó a la mujer, representa el linaje según la carne) y todos los intentos en contra de Israel, serán infructuosos, porque Dios estará por ellos, y todo israelita, por ser israelita, del linaje de Israel… será guardado por Dios, y los intentos en contra de ellos serán vanos.
“Así que, cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros: más cuanto a la elección, son muy amados por causa de los padres. Porque SIN ARREPENTIMIENTO son las mercedes y la vocación de Dios” (Rom. 11:28,29)
“No te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tu a la raíz, sino la raíz a ti” (Rom. 11:18)
“Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apoc. 12:17)
“Los otros de la simiente de ella”… somos nosotros... los gentiles... la iglesia de Cristo de hoy. La guerra a muerte de satanás contra la iglesia de Cristo es totalmente manifiesta, el diablo odia a los cristianos y sus intentos por destruirlos son claros. Por el momento está más ocupado en luchar contra la iglesia de Cristo que con la mujer (Israel)
La Iglesia de Cristo a semejanza de los israelitas guarda "los mandamientos de Dios”, la ley moral de Dios;… pero a diferencia de ellos, solo la iglesia de Cristo tiene “el testimonio de Jesucristo” , todos aquellos que hemos sido lavados en la sangre de Cristo y hechos participantes de su obra redentora y regeneradora llevamos el testimonio de Jesucristo y lo anunciamos a través del mundo entero…. Los israelitas, aunque guardan los mandamientos de Dios, NO tienen el testimonio de Jesucristo, ellos rechazaron a Jesús… hasta hoy.
Dios les bendiga.
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