Por eso el Credo define lo siguiente:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
El Credo es claro, Jesus es Hijo de Dios, es Dios siendo la segunda Persona de la Trinidad, por quien todo fue hecho y por Obra del Espiritu Santo se Encarno (tomar carne) de Maria Santisima y se hizo Hombre. Volvemos a lo mismo, Maria es Madre de Jesus, Jesus es Dios, ¿que nos impide decir que Maria es Madre de Dios? Nada.