KarinaMoreno;n3169672 dijo:
LUQ:
Ciertamente estamos de acuerdo, sí existen reglas generales. Específicamente, la regla de oro "no hagas lo que no quieres que te hagan". Pero incluso esta regla tiene sus bemoles, como la legítima defensa. ¿Quiero que me maten? No, pero yo voy a matar para no perder la vida. En ese caso, estamos haciendole otro lo que no queremos que nos hagan pero con la intención de mantener la propia existencia. Sin embargo, dices que quien va en contra de esto es malvado,e s decir, practica el mal. No estoy tan de acuerdo con esto, hay cosas que son malas para unos pero no necesariamente son malas, e incluso lo que hoy podemos pensar que es el mal es en realidad el bien sin que entonces nos diéramos cuenta. En resumen, y sabiendo que a muchos creyentes no les gusta.
EL BIEN Y EL MAL SON SUBJETIVOS
En lo personal, creo que son etiquetas que no nos sirven más que para calificar algo desde nuestra propia subjetividad. No nos ayuda a entender un acto ni a una persona, ni a evitar que se repita o llevar a que se repita si es util o práctico. Son etiquetas que sólo le sirven a una persona: al que las pone. Y quien las pone lo hace con una subjetividad que sólo a él le sirve. Dices que lo que te interesa son aquellas veces en que hay que elegir. Si le pones etiqueta, haces más difícil la decisión. Si lo pones sólo en términos de qué vas a hacer, qué vas a lograr, a quién puedes dañar, etcétera, otra cosa es muy diferente. Es más útil, más práctico y más realista.
Besos,
K.
"No hacer a otros lo que no quieres que te hagan a ti" es objetivo pues es un principio de integridad que no depende de nada, más que de la convicción propia. A mayor convicción mayor objetividad y no ser congruente con ello es, en sí mismo, mal(o).
Con tu mismo ejemplo: sí yo estoy convencida de que "yo" no quisiera que, bajo ninguna circunstancia, alguien me quitara la vida, entonces, bajo ninguna circunstancia "yo" debo quitarle la vida a otro.
Yo no creo que el mal y el bien son subjetivos, pero sí nuestra interpretación, comprensión y su ejecución.
Desde luego, me parece poco práctica y productiva la tipificación teórica de lo que es bien (bueno) y lo que es el mal (o malo), es como calificar un examen, en que 10 es bueno y 5 es malo... y, en cambio, es necesario, importante y valioso enseñar a discernir en la practica cómo mis acciones me afectan, a mí y a los que me rodean, en cualquier ámbito (físico, psíquico, social, espirit
Ciertamente lo anterior no está peleado con un cristianismo inteligente, razonado y honesto, sino que es parte de él.
En resumen: Sí haces a otro lo que, definitivamente, no quieres para ti, eres una mala persona, sin importar el trasfondo, las implicaciones y las consecuencias.